jueves, 13 de agosto de 2015

Dia 11 – Ferrol - Pontedeume. 33 kilómetros pasados por agua.

¡Vaya día!. Es la vez que más me ha llovido en todos los Caminos que llevo hechos hasta ahora. No ha parado de llover desde que he salido del Hotel en Ferrol hasta que he llegado a Pontedeume, siete horas después. Lluvia gallega, continua y desesperante; fina a ratos y más recia en otros. Lluvia que empapa los caminos convirtiéndolos en barro, pero que a cambio hace que los colores y los olores de los bosques sean más vivos e intensos. Lluvia que empapa y cala todo, a pesar de llevar chubasquero, cubremochilas y toda la parafernalia posible.
Y a pesar de todo, ha sido un día muy divertido e interesante. Después de los terribles días de calor que pasé en el camino Aragones y Francés, no deja de agradecerse la temperatura más suave y agradable que ayuda a caminar. Lo único malo es que las nubes bajas y la niebla me han impedido tener mejores vistas de toda la ría del Ferrol, que he rodeado completa antes de saltar a la Ria de Ares, que es donde está Pontedeume.
Pero este Camino Inglés que ahora inicio es así de impredecible, incluso en verano. Es el tercero de los grandes Caminos (los otros son el Francés y el Portugués).
Se puede iniciar desde La Coruña o desde el Ferrol. Desde La Coruña tiene ochenta y cinco kilómetros y desde Ferrol ciento veinticinco, lo que lo hace asequible en cuatro o cinco días. Es un Camino históricamente muy importante, ya que es el que seguían los peregrinos ingleses que llegaban en barco a los puertos gallegos tras una dura travesía marítima de cerca de una semana bordeando la costa francesa y cantábrica. Desembarcados en Ferrol o La Coruña se dirigían ya a pie a la tumba del Apóstol.
Se puede pensar que este camino era mucho más sencillo para los peregrinos, que solo andaban una semana en vez de las cinco o seis del francés. Pero los peregrinos tendían a evitarlo, ya que la travesía por mar era en aquellos tiempos muy peligrosa . Así que los peregrinos ingleses cambiaban seguridad por tiempo y cruzaban el Canal de la Mancha para hacer el Camino Francés desde los puertos de Bretaña y Normandía.
Yo no he llegado en barco desde Inglaterra, pero también estoy en el puerto de Ferrol listo para iniciar el Camino. Me despierto a las seis de la mañana como los otros días para empezar a caminar con el sol (quen por cierto hoy no he visto en todo el día). Pero es noche cerrada. No me he dado cuenta que al cruzar ayer toda la península estoy en un lugar donde amanece más tarde que en Pamplona. Más o menos media hora más tarde. Así que hago tiempo preparándome despacio hasta que a las siete y media, aún algo oscuro,  salgo del hotel.
Ferrol. Saliendo del Hotel
Llueve, está todo el cielo cubierto de nubes negras y las semivacías calles relucen por la lluvia que no ha dejado de caer en toda la noche. Este es el concepto de “Nubes y Claros” que tiene Accuweather, que es la aplicación de previsión meteorológica de la que más me fiaba hasta hoy.
Bueno, cuanto antes empiece antes acabo. Así que me pongo directamente el chubasquero, pongo el cubremochilas y me tiro calle adelante en dirección a la bahía y a la entrada de los astilleros, que es donde comienza el Camino.
Ferrol. Entrada al Astillero y comienzo del camino
La lluvia no es excesivamente molesta, y mi chubasquero cumple su función perfectamente. Es de Decathlon, llega hasta por debajo de las rodillas con lo que basta con quitarse las perneras para que el pantalón no se cale. El tiempo es cálido, así que no pasa nada por mojarse las canillas.
El chubasquero es además lo suficientemente ancho como para que pueda guardar dentro la funda de la cámara de fotos y además tiene unas cremalleras bajo los sobacos que, al abrirlas proporcionan una perfecta ventilación, evitando así el efecto sauna que provocan chubasqueros de inferior calidad.
En Ferrol
Así que voy bien protegido y no muy acalorado. El Camino se inicia en la puerta del Astillero de Navantia, donde veo el primer mojón del Camino, así como a los dos primeros peregrinos; una pareja joven que creo que son portugueses y con los que me voy a ir cruzando en los primeros kilómetros.
La salida de Ferrol es larga y pesada. Ferrol es una ciudad alargada en torno a la bahía con astilleros y cuarteles militares en el lado del mar, que el Camino va bordeando. En uno de los cuarteles, justo cuando paso, están izando la bandera. Hay una guardia y música. La ceremonia dura un momento y no me da tiempo a grabarla o sacar fotos.
Saliendo de Ferrol
Uno tras otro vamos pasando por cuarteles de marina, escuelas de diversas materias militares y entradas a astilleros donde se ven enormes grúas y algunos barcos en proceso de construcción. No obstante, la mayor parte de los Astilleros parece no tener actividad. Supongo que con la crisis, no hay mucho barco que construir.
Saliendo de Ferrol
Vista de los Astilleros
En un momento dado llegamos a un parque a cuya entrada hay una bonita ermita y desde el que se tienen unas vistas preciosas de la ría, aunque la niebla y las nubes bajas las estropean un tanto. 
Errmita a la entrada de la playa
El parque da a una playa a la que bajo para hacer un trozo del Camino, como de unos trescientos metros, caminando por la arena de la playa pegado al mar. Es una experiencia distinta a lo habitual que me gusta mucho. Frente a mi está el otro lado de la ría, al que tengo que llegar, pues más de la mitad de la etapa de hoy consiste en bordear la ría por un lado hasta llegar a su final, cruzarla y luego volver sobre los pasos por el otro lado.
Playa a la salida de Ferrol
En la Playa
Hay un par de puentes que cruzan la ría y que me permitirían hacer el mismo recorrido en menos de una hora, pero son solo para coches y los peatones no podemos pasarlos. Así que tras la playa sigo pegado al mar por un paseo agradable en el que hay algunas personas haciendo ejercicio. Pocas en realidad, pues el tiempo no está para muchas alegrías.
Vista del otro lado de la ria
Vista de la Ria
Puente sobre la Ria
Finalmente, tras casi cuatro kilómetros, el Camino sale de Ferrol, pero no de zona urbana. Casi sin solución de continuidad se llega a un polígono industrial en el que , pare evitar que los peregrinos lo atravesemos, han desviado el camino por un bonito parque que se hace muy agradable de caminar, aunque es algo más largo que atravesar el polígono por la mitad.
En el parque del polígono
Al final del polígono hay una zona de casas y un puente sobre las vías del tren, del que sale un sendero de tierra que baja hasta llegar a estar pegado a los railes. Avanzo por allí unos cientos de metros hasta llegar a un paso subterráneo por el que se pasan las vías y accedo a una zona de chalets unifamiliares agradable, con algunas casas bonitas.
Tuinel bajo las vias del tren
Tras un rato por este barrio residencial de Ferrol, el Camino se desvía a la derecha y baja por una carreterilla hasta la hermosa Iglesia Parroquial de San Martín de Xubia, que proviene de un monasterio benedictino del siglo XII.
Es un recinto con cementerio adosado, como suele ser habitual aquí. El exterior del monasterio no es especialmente interesante y el interior no se puede ver porque está cerrado.
Frente al monasterio hay una explanada donde hay un cruceiro y una bonita imagen del Sagrado Corazón.
San Martiño de Xubia
Este es un punto importante, porque aquí nace una ruta que lleva al Monasterio de San Andrés de Teixido, que se encuentra situado a cuarenta kilómetros de aquí hacia el Norte, cerca de Cedeira. Teixido es un monasterio de gran devoción en Galicia y la tradición dice que todos los gallegos tienen que ir allí, por un motivo que vais a tener que averiguar, pues va a ser la pregunta de hoy del Trivial del Camino.
Vista desde San martiño
Canimo a Narón
Dejo el monasterio y subo por una carreterilla que poco tiempo después cruza debajo de una autopista. El ruido que hacen los coches y camiones al pasar parecen truenos, y no desentonan, porque ahora llueve más y además el viento empuja la fina lluvia en todas direcciones, con lo que no hay como resguardarse.
Pasando bajo la autovía
Por eso se agtradece entrar en un camino ancho que está resguardado por un lado por un talud y por el otro por un bosque. Al menos esto resguarda del viento. Este tramo es recto y va pegado a la autovía. Está bastante embarrado y hay charcos por todos sitios, pero se camina bien.
El sendero resguardado
Camino a Narón
Llego a un puente que la vez anterior me jugó una mala pasada. Es una pasarela peatonal sobre la autopista que creí que había de cruzar. La crucé a pesar de que varias flechas indicaban expresamente que no lo haciese y al llegar al otro lado me encuentré con la sorpresa de que ¡no había ningún camino al final! . La pasarela muere en unos tupidos arbustos que no se pueden atravesar.
El puente a ninguna parte
Esta vez no pico y sigo por el sendero. Unos cientos de metros más adelante está la pasarela que de verdad hay que cruzar y que lleva a un muy agradable camino boscoso, que baja hasta la altura del mar donde hay una muy antigua presa de mareas y un Molino del siglo XVIII. El camino sigue por encima de la presa de mareas, que hay que pasar haciendo equilibrios ya que es muy estrecha, sin barandilla y está toda embarrada. 
Puente bueno sobre la autopista
Camino al molino de Mareas
Molino de Mareas
La marea está baja y se ve el fondo, que está completamente lleno de negro lodo y francamente, huele bastante mal.
Molino de Mareas
Cruzando el molino de Mareas
Zona enlodada
Pasada la presa se sigue bordeando la zona enlodada hasta llegar a una bifurcación donde se separan los caminos de Santiago y de San Andrés de Teixido.  Para Santiago hay que seguir de frente hasta una calle un poco más lejos donde hay que decidir si se quiere atravesar Narón por el centro del pueblo o por un camino pegado a la costa. Yo la otra vez fui por la costa, así que ahora, por variar y porque a lo mejor los edificios resguardan algo de la lluvia me voy por el centro del pueblo.
Desvío a San Andrés
Narón es un pueblo muy largo que tiene una calle que atraviesa la carretera. No tiene muchos comercios, pero está repleto de bares. Tampoco tiene nada bonito para ver, excepto una iglesia moderna, que está cerrada. El final del pueblo coincide con el final de la ría, que se cruza por un puente de la carretera. Si hubiese ido por el Camino de la costa hubiese cruzado por un bonito puente peatonal con dos arcos en la parte superior que está unos cien metros más allá.
Puente peatonal sobre la ria
Recién cruzada la ría hago mi primera parada, mas que nada para estar un rato seco, en un bar donde tomo una coca cola y descanso unos minutos antes de seguir, ya por el otro lado de la ría y volviendo prácticamente en dirección contraria a la que traía hasta ahora. Estoy justo a mitad de la etapa y ahora empiezo a ir en dirección contraria… Este camino es muy raro.
Justo al cruzar el puente peatonal se encuentra el Albergue de Neda, que francamente está más en Narón que en Neda, aunque pertenezca a este concejo. Es un albergue pequeño, que ahora está cerrado y que se encuentra en un precioso prado en el que ahora no apetece para nada sentarse pues está calado.
Albergue de Neda
Así que sigo hacia Neda, que queda a unos dos kilómetros del albergue. El Camino entra ahora en una zona de marismas, que se atraviesan por una pasarela de madera ligeramente elevada sobre la superficie del agua. Es una zona bonita, aunque pierde en el día de hoy, ya que la visibilidad de la otra orilla de la ría es muy escasa.
Pasare,la sobre las Marismas
Pasada la zona de marismas se toma una carretera que entra ya en Neda. Es un pueblo largo y desparramado que empieza a subir un monte hacia el interior. Se entra por una iglesia bonita que de a un parquecillo y luego se callejea un rato por su zona más antigua. Veo por fuera, porque está cerrado, el antiguo hospicio del Espíritu Santo, del siglo XV y que ahora es el Ayuntamiento. Tiene una bonita torre campanario y poco más que se pueda ver.  
Iglesia de Neda
Neda
Se sale de esta parte del pueblo por un talud de la autopista, donde algún peregrino con botas nuevas ha dejado las viejas encima de uno de los mojones del camino. Es una costumbre bastante común encontrarse botas viejas que los peregrinos han ido dejando cuando compran nuevas. En mi opinión están mejor en un contenedor de basuras, pero eso va en opiniones…
Botas viejas
Al subir el talud se llega a una parte más elevada de Neda. Camino unos cientos de metros pegado a la carretera hasta cruzarla y comenzar a subir por una fuerte cuesta. Comienza aquí la parte dura de la jornada. Hay que subir el monte que divide las vertientes de las rías de Ferrol y Ares y a eso voy a dedicar las próximas dos lluviosas horas.
Vistas desde Neda
Porque sigue lloviendo. No para de llover. Los pocos ratos que deja de llover no da ni tiempo a quitarse el chubasquero antes de que empiece de nuevo, así que ya he renunciado a quitármelo y lo llevo puesto todo el rato.
Camino a Fene
La subida se hace dura al principio, hasta llegar a una carretera a partir de la cual empieza a haber pequeñas subidas y bajadas. A mis pies , en la ría que ya va quedando bastante abajo , hay un astillero grande en el que no se ve actividad ninguna.
El camino avanza así por una carreterilla local que sube entre típicos caseríos gallegos aislados y bastante desastrados. Paso por al lado de un par de lavaderos recubiertos que ofrecen un poco de resguardo de la lluvia.
Camino a Fene
Finalmente se entra en el centro de Fene, donde al cruzar la carretera paro en un bar a tomar una coca y sobre todo a descansar un poco en seco. Ya llevo 18 kilómetros de etapa y empiezo a estar cansado, así que descanso un ratillo allí antes de salir de nuevo a la lluvia.
Al salir de Fene el camino mejora en cuanto a aspecto y se convierte en un precioso camino por un bosque que está precioso todo húmedo. Lo malo es que el suelo está bastante embarrado y con muchos charcos, pero el suelo es duro y no cuesta andar. 
Bosque a la salida de Fene
Bosque a la salida de Fene
Se llega así de nuevo a la carretera, ya bastante alto, en la que no llegamos a entrar, pues el camino sigue un andadero cómodo paralelo a esta por el que atravesamos el viaducto Romariz de la Ap-9, uno de los puntos más altos de la etapa. 
Llegada a la carretera
Un poco más de subida pegado a la carretera y llego a un polígono industrial colocado en lo más alto del monte. Es el Poplígono de Vilar do Colo, donde hay un bar  en el que no paro y que se atraviesa entero siguiendo unas indicaciones que dicen que es un desvío provisional del camino, pero que tienen pinta de llevar aquí toda la vida. Me temo que es una de esas ocasiones en que una obra moderna, en este caso el polígono, interrumpe el camino y tienen que desviarlo.
Camino al Polígono
Camino al Polígono
Polígono industrial
El desvío acaba al finalizar el polígono en un precioso camino por el bosque que nos lleva a sortear la AP-9 por un paso elevado tras el que el sendero boscoso sigue. Desde aquí comenzamos a bajar ya hacia Cabanas y Pontedeume por la otra vertiente del monte que divide las dos rías.
Camino al final del polígono
Seguimos un rato por este agradable Camino boscoso. Ahora llueve más intermitentemente, aunque no para nunca demasiado tiempo.
Camino a Cabanas

Camino a Cabanas
Camiono a Cabanas
El Camino sigue así, bajando constantemente aunque de manera suave hasta que llega a unas escaleras desde las que se ve ya la playa de La Magdalena, en Cabanas; ya a las puertas de Pontedeume.
Bajo las escaleras y llego a una extrañísima iglesia hecha como con cubos industriales. Es la Iglesia de la Magdalena que se deja atrás para llegar a la playa del mismo nombre.
Iglesia dde Cabanas

Playa de la Magdalena. Cabanas
Cabanas es un pueblo de veraneo que hoy no tiene su mejor día. No hay nadie en la playa ni en el precioso pinar que hay detrás de esta  y que atravieso en un agradable paseo para cubrir los últimos metros de la etapa.
Cabanas
El pinar acaba en un puente que se cruza por debajo y desde el que nada más cruzar se divisa  ya cerca y justo enfrente, Pontedeume. 
Atravesando el pinar
La vista de Pontedeume desde este lado de la ría es magnífica. Es un pueblo pequeño colgado de una ladera que baja hasta la ría. Se accede a Pontedeume por el puente que le da nombre. 
Pontedeume
Es un puente enorme, de quince arcos y construido en el siglo XVIII. Mide unos trescientos metros y lo mejor de todo es que desemboca justo en la puerta de mi hotel. Es el hotel Eumesa, el único del pueblo, que ocupa un edificio de un espantoso color rosa, pero que a mi me parece precioso. Son las dos y media pasadas, así que he estado siete horas bajo la lluvia para hacer los treinta y tres kilómetros que marca el GPS.
Pontedeume
No estoy muy cansado, pero tengo muchas ganas de quitarme toda la ropa mo¡jada y pegarme una ducha caliente que me ponga a tono.
Así que subo de inmediato a la habitación y me paso cerca de una hora duchándome, descansando, cuidando los pies y lavando la ropa, que está como para verla. Sale barro por todos sitios y la tengo que lavar dos veces para que quede medianamente bien.
Pontedeume
Cuando termino todo esto ha dejado de llover y no va a volver a llover en toda la tarde. Así que salgo y doy una vuelta por el pueblo, que tiene una parte antigua bonita. Se ve en seguida. Destacan sobre todo las bonitas calles, algunas de ellas porticadas y con casas de piedra muy antiguas. También merecen la pena una hermosa torre del siglo XIV, la de los Andrade, que eran los dueños del lugar, y la iglesia, que como edificio no vale mucho excepto por las nervaduras de la bóveda, pero que tiene una colección de escultura, un altar y sobre todo un retablo de altar presidido por una magnífica escultura sedente de Santiago que quitan el hipo. Hay también en la iglesia un Ecce Homo de Salzillo, un Santiago Matamoros, una preciosa talla de la Sagrada Familia en el taller de carpintero de José y un curioso y precioso Crucificado articulado con pelo real. Al Cristo se le pueden mover los brazos para que bendiga, al estilo del Cristo del Monasterio de las Huelgas en Burgos, que se usaba para dar el espaldarazo a los Reyes de Castilla durante su coronación, ya que Cristo era el único digno de confirmar la coronación del Rey. Humildad castellana....
Finalizo la visita pronto, y como no he visto ninñun restaurante que me apetezca, compro fiambre, tomates y pan en un supermercado y me encierro en la habitación para cenar allí.
Hotel Eumesa
No me apetece seguir en la calle, que aunque ya no llueve, sigue con un ambiente húmedo que no apetece demasiado.
Así que paso el resto de la tarde en la habitación, escribiendo y viendo la tele mientras me termino de secar lo mucho que me he mojado en la etapa de hoy.
Mañana tengo una etapa mucho más corta hasta Betanzos. A ver si el tiempo, que no promete ser bueno, me respeta algio más que hoy y no llego con la piel arrugada de la humedad.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Cristina ha contestado la primera y Luis la ha cconfirmado. Solo obtendrá la Compostela el que salga de Ferrol, pues el que salga de La Coruña no hará los cien kilómetros necesarios para obtener la Compostela.
Para hoy la pregunta os la he adelantado en el texto de la crónica. Como se que no se la lee nadie, la repetiré aquí:
-         Teixido es un monasterio de gran devoción en Galicia y la tradición dice que todos los gallegos tienen que ir allí en un momento u otro. ¿Cuál es el dicho o refrán que hace referencia a esta obligación de peregrinar a San Andrés?

Buenas noches y Buen Camino 

4 comentarios:

  1. Si que leía las crónicas, otra cosa es el orden, pero esperamos todos los días la crónica con ilusión.

    A San Andrés va de muerto quien no fué de vivo.

    Buen Camino

    ResponderEliminar
  2. Quien no va de vivo va de muerto en forma de insecto u otro animal restante antes de que el alma sea liberada y todo porque San Andrés estaba triste ya que contaba con mucha menos devoción que Santiago.
    Esperemos que ya estés seco . Buen Camino peregrino

    ResponderEliminar
  3. Quien no va de vivo va de muerto en forma de insecto u otro animal restante antes de que el alma sea liberada y todo porque San Andrés estaba triste ya que contaba con mucha menos devoción que Santiago.
    Esperemos que ya estés seco . Buen Camino peregrino

    ResponderEliminar
  4. Antonio tienes agua en el cuerpo para lo que resta del año!!!! Así son de eternas las lluvias en Argentina y vienen acompañadas de truenos y rayos! Como Luis y Paloma contestaron el trivial y para que veas que leemos tus crónicas te digo que la pregunta la formulaste entre la foto de San Martiño de Xubia y la foto de la vista desde San Martiño y pusiste exactamente así:"Este es un punto importante, porque aquí nace una ruta que lleva al Monasterio de San Andrés de Teixido, que se encuentra situado a cuarenta kilómetros de aquí hacia el Norte, cerca de Cedeira. Teixido es un monasterio de gran devoción en Galicia y la tradición dice que todos los gallegos tienen que ir allí, por un motivo que vais a tener que averiguar, pues va a ser la pregunta de hoy del Trivial del Camino." Y hoy vuelve otro lector aficionado a tus crónicas de tierras bávaras. Buen camino y espero que el de hoy haya sido más seco!!

    ResponderEliminar