¡Vaya día para terminar el camino! . Solo me ha llovido la
mitad de la etapa, pero esa mitad ha sido el diluvio universal. Es el día más
lluvioso que yo he conocido en el Camino. Y es que hasta ahora siempre había
tenido mucha suerte con el tiempo. Pero hoy se ha desquitado. Y gracias ha Dios
solo han sido unos quince kilómetros bajos la lluvia; pero vaya lluvia. Des esa
de ducha de hidromasaje, que salen chorros por todos lados. Y además con mucho viento. En fin una gozada
de las que hacen afición.
Pero ya está. Esta peregrinación tan bonita ha acabado con
bien y donde debe; en la Plaza del Obradoiro, hoy casi vacía pues no habñia
quien se atreviese a salir. Y eso que cuando he llegado justo había dejado de
llover un ratillo. Pero es el día que más vacio he visto Santiago. Con decir
que no había casi cola en la Oficina del Peregrino y que se podía entrar por la
Puerta Santa (abierta este año al ser año Santo) a pie llano, sin esperar las
habitualmente interminables colas…
Y la verdad, tengo que decir que estoy contento de haber
tenido un día así. No conocía yo esta faceta tan dura del Camino y mejor que
haya sido hoy. Tengo toda la roa , incluidas las botas, completamente calada.
Si mañana tuviese que seguir tendría que hacerlo con botas mojadas, lo que es
un suplicio.
La tarde ha sido mucho mejor,no ha llovido, con lo que he podido pasear tranquilamente por
Santiago. Y eso si que ha sido una delicia. Poca gente y Santiago mojado es
algo que merece la pena. La piedra húmeda coge una tonalidad especial y la
ciudad parece en su salsa.
Pero bueno, vamos a lo nuestro. Tras las previsiones del
tiempo de ayer, y lo que llovía por la noche en Padrón, me he levantadoi a las
seis y media, encantado de ver que el cielo estaba completamente cubierto, pero
no llovía ni tenía pinta de ir a llover de inmediato.
Así que me he arreglado rápido y a las siete y media estaba
ya saliendo del hotel. No hace mucho frío y con este día cubierto se anda a
gusto mientras empiezo a callejear cruzando Padrón.
Hotel Chef Rivera. Padron |
Padrón |
Hay que cruzar toda la ciudad por su parte vieja, vacia
ahora salvo por algunos peregrinos que se van uniendo al Camino de las flechas
amarillas desde los distintos albergues, pensiones y hoteles.
Padron |
Salida de Padrón |
Ya a la salida de Padrón cruzamos un canal que conecta los ríos
Sar y Ulla y tras cruzar una nacional, llegamos en menos de un kilómetro a
Iria Flavia, pueblo antiguamente muy importante,
pues era la sede episcopal antes de que Santiago de Compostela tomase su lugar.
De aquí salió el Obispo Teodomiro para confirmar el descubrimiento hecho por
Pelayo de la tumba del apóstol.
La iglesia episcopal original fue destruida en un razzia de Almanzor
en el siglo X, pero fue sustituida por una gran basílica que es la que ahora podemos
ver. Está cerrada a estas horas, por lo que solo se puede ver por fuera.
Impresiona el enorme cementerio que rodea la iglesia que ocupa un terreno muy
amplio y está repleto de tumbas de todas las épocas. En uno de los laterales de
la iglesia hay una colección de sarcofagos del siglo VI muy curiosa.
Iglesia de Iria Flavia |
Iglesia de Iria Flavia |
Delante de la Iglesia hay una enorme estatua que representa
la inconfundible cabeza de Camilo Jose Cela, enterrado aquí, al igual que lo
estuvo un tiempo Rosalía de Castro, antes de ser trasladada al panteón de Santo
Domingo de Bonaval en Santiago.
Estatua de Cela |
Tras ver la iglesia continúo por una carretera en lka que
hay un letrero que dice que se trata de un desvío provisional. Pero la antigüedad
del cartel da idea de que es uno de esos desvíos provisionales que se
convierten en definitivos con el tiempo.
Salida de Iria Flavia |
Salida de Iria Flavia |
El sendero comienza a subir hasta alcanzar la nacional, por
la que transitamos un ratillo hasta llegar a un alto donde hay un enorme hotel,
llamado Scala que ocupa una amplia explanada en un lateral de la carretera. Cruzamos
el hotel y seguimos subiendo por la carretera aproximadamente un kilómetro
hasta desviarnos por un sendero que se aleja por fin de la nacional.
Hotel Scala |
Empieza ahora un tramo muy agradable en el que vamos
cruzando por pequeños poblados de callejuelas estrechas en las que vamos
girando continuamente y pasando por
zonas de viñedos y cruzando pequeños arroyos.
Camino a A Escravitude |
Es una zona muy agradable y
variada que se camina a gusto. No llueve, pero en ocasiones vienen rachas de
viento que al pegar en la mochila te mueve de lado a lado de la carretera como
si fueses una pluma.
Camino a A Escravitude |
Pasamos así en poco menos de tres kilómetros por los
poblados de Quyintans, Rueiro, Cambela y Vilar antes de llegar a las vías del
tren, que seguimos un poco por una senda de tierra.
Camino a A Escravitude |
Llegando a las vias del tren |
Hay bastante gente en el camino; no tanta como ayer y
anteayer, pero se ven muchos grupos que avanzan hacia Compostela.
Camino a A Escravitude |
Camino a A Escravitude |
La senda termina otra vez en la carretera nacional, que
seguimos en dirección al pueblo que lleva el curioso nombre de A Escravitude,
donde hay una enorme y masiva iglesia que empequeñece el pueblo, Es del siglo
XVIII y se construyó sobre una fuente en la que en 1732 ocurrió un milagor de
la Virgen.
Iglesia de A Escravitude |
Iglesia de A Escravitude |
Cuando llego está empezando a llover, y como ya llevo 6
kilómetrso de etapa, me meto en un bar que está al lado de la iglesia, a ver si
escampa y de paso a comerme un bocadillo de media barra de tortilla francesa
que da fuerzas y sabe a gloria bendita. Hay tan solo un par de peregrinos más
en el bar, qie me preguntan si está lloviendo y se embuten en todas sus ropas
de lluvia antes de salir.
Yo termino mi bocata y salgo. Ya no llueve y el camino sigue
rodeando la iglesia y comenzando a subir por una zona de pequeñas carreteritas
rurales que van bordeando campos de cultivo mientras ascienden continuamente de
manera suave.
Camino a Picaraña |
Casi de inmediato se pasa por la pequeña iglesia de Santa María
de Cruces y se entra en una zona mas boscosa para continuar alternando zonas de
casas que se atraviesan por callejuelas estrechas con zonas de bosque preciosas
y zonas de cultivo.
Camino a Picaraña |
Camino a Picaraña |
Es un tramo muy variado y bonito. En uno de los caseríos
hay un lavadero curioso, Tiene unas piedras que no suelen tener los muchos que
por aquí hay y que son piedras para restregar la ropa cuando se lava. Es bonito
y curioso.
Lavadero camino a Picaraña |
Con esto llegamos al pueblo de Picaraña de Abajo, donde
atravesamos una zona industrial con comercios y bares antes de empezar a subir
un largo tramo recto de más de un kilómetro por el arcén de una concurrida
carretera nacional muy concurrida que se hace muy pesado.
E·l tiempo aguanta y no llueve, con lo que la única
dificultad es la pendiente de la carretera y lo tedioso de un largo tramo
recto.
Camino a Faramelle |
Camino a Faramelle |
Este se abandona por fin al llegar a una cerrada curva, que
nosotros no tomamos, pues entramos en una carreterilla local muy agradable que,
tras pasar el caserio de Faramello, baja hasta un riachuelo para luego subir
con fuerza hasta una preciosa ermita, la de San Martiño, que tiene delante un
crucero moderno, y detrás uno de los cruceros más antiguos de Galicia, el
crucero de Francos. Es muy distinto de todos los demás; bajo y macizo, con una
escultura tosca y primitiva, pero precioso de ver.
Crucero de Francos |
Me quedo un poco viendo la
ermita y el crucero antes de seguir ahora por unas preciosas carreteras que
recorren abiertos espacios verdes por senderos muy cómodos de caminar y bonitos
de ver. El paisaje hoy es más despejado que otros días. No hay tantos bosques,
pero todo está verde y húmedo, y ocasionalmente cruza pequeños arroyos.
Camino a Parada de Francos |
Así llego a Parada de Francos, ya a once kilómetros de la
salida. Allí hay un bar donde hay algunos peregrinos descansando. Ya hace rato
que veo poca gente. Prácticamente desde que salí de A Escravitude he ido
encontrando cada vez menos gente. Yo no tengo ganas de parar, así que sigo
andando por un parque despejado y muy agradable. Allí me llama To, que se
vuelve hoy a Holanda, para despedirse. Me encanta hablar con él. Poco después paso
el poblado de Osebe y luego Casalonga hasta cruzar un puente sobre el Rio Tinto.
Comienza a llover |
Y más o menos allí se desencadena el infierno. Estopy como a
quince kilómetros de Santiago y empieza a llover fuerte por primera vez en el
día. Me pongo el poncho, esperando que escampe pronto como otras veces; pero
esta vez va en serio.
Camino aMilladoiro |
Empieza a llover fuerte y racheado. Además hay fuertes
ráfagas de viento que llevan el agua a todas partes y hacen difícil caminar.
Atravieso así unas preciosas zonas de bosque, que no puedo disfrutar plenamente
porque la lluvia lo impide y además cada vez el camino de tierra está más
embarrado y difícil de caminar.
Camino a Milladoiro |
Llevo delante a dos tíos que me van marcando el paso, así
que no me tengo que fijar mucho en el camino. No obstante, no puedo dejar de
observar algunas zonas particularmente bonitas de bosque por las que pasamos
lo más deprisa posible.
Camino a Milladoiro |
La lluvia es constante y no cede. Es densa y fría y cala hasta los huesos. Al
cabo de dos kilómetros ya toda la carretera es un puro charco, En las subidas
el agua baja formando arroyos por la carretera y ya da igual donde pisas,
porque todo está igual de embarrado.
Camino a Milladoiro |
v
En poco tiempo, y a pesar del poncho, estoy completamente
calado. EL pantalón, que no está completamente protegido absorbe el agua y
termino calado hasta los huesos. Además los calcetines también absorben el agua
y me calan completamente las botas. Ahora cada paso es como andar chapoteando
en un charco. Cada vez que piso salen burbujitas de las botas, que están
completamente caladas y el pie me resbala dentro de ellas. Es una tortura.
Camino a Milladoiro |
Tras el bosque se llega a una rotonda en la que han colocado
una pequeña caravana que hace las veces de bar. En condiciones normales no
pararía nunca, pero tiene una visera en la que te puedes refugiar de la lluvia,
así que me detengo, al igual que los que llevo delante.
Camino a milladoiro |
Hablo con ellos mientras tomamos algo y me dicen que son
alemanes y que para ellos esteo es un tiempo normal, por lo que no les preocupa
lo más mínimo. Pues a mi me está jorobando y bien.
Los alemanes se marchan antes que yo, que sello la credencial
y me arrojo de nuevo a la piscina. O sea , que sigo Camino.
Camino a Milladoiro |
Se pasa ahora una rotonda y se transita un pequeño trozo de
monte antes de iniciar una subida por una zona urbana llamada Milladoiro. Es una
urbanización de categoría a las afueras de Santiago que vamos callejeando,
siempre en subida y siempre bajo la lluvia. Tiene primero una zona de chalets
de lujo antes de llegar a una part3e más alta de edificaciones muy modernas de
varios pisos.
Camino a Santiago |
La carretera va siempre subiendo y subiendo por calles asfaltadas
y con buenas aceras por las que se andaría cómodo si no estuviésemos en medio
del diluvio.
Finalmente cruzo toda
la urbanización y llego casi a la cima del monte que vamos subiendo. Recuerdo
de la anterior vez que había que continuar recto para llegar al Agro de los
Monteiros, el punto desde donde se ve Santiago por primera vez en el camino
Portugués. Pero ahora han cambiado el camino. En vez de seguir subiendo se gira
a la derecha y se comienza a bajar por
una zona urbana cómoda y que desciende suavemente hacia Santiago, que ya solo
está a unos siete kilómetros.
Santiago |
La ventaja de este nuevo camino es que al estar asfaltado no
está hoy tan embarrado como los caminos de tierra.
Camino a Santiago |
Este último tramo se me hace eterno. Vamos todo el rato
bajando entre casas aisladas.
En un momento dado se tiene una buena vista de Santiago, que
aún aparece lejano. No es tan buena como la que se te3nía desde el Agro dos
Monteiros, pero aún así hoy vale. No son las vistas lo principal, sino llegar
de una vez.
Camino a Santiago |
Tras un rato de bajada llegamos a un cruce sobre las vías de
ferrocarril donde se junta este nuevo camino con el antiguo que bajaba desde el
Agro dos Monteiros. Es casi la entrada de Santiago. Ahora llueve más fuerte y tengo
que cruzar un parque por unos senderos completamente embarrados y en cuesta que
son una tortura. Es una pena, porque la zpona es preciosa, pero solo me paro
una vez, debajo de un puente de carreteras y es para estar algo seco durante un
momento.
Camino a Santiago |
Este tramo termina en un lugar donde pasa algo raro. Hay dos
mojones oficiales del Camino juntos, pero cada uno de ellos señala a una
dirección distinta. ¿Y ahora qué?. La solución está en los mismos mojones.
Cuando me acerco veo que en uno de ellos pone “Corto” y en el otro “Largo”. Así que o es una clase de Barrio Sesamo, o hay
dos modos de llegar al centro de Santiago. El día de hoy no está para
discusiones. Elijo el Corto sin dudarlo y continúo entrando en una zona de casa
modernas que se va acercando poco a poco al centro de la ciudad.
Entrada a Santiago |
Poco a poco y lo que a mi me parece muy despacio vamos acercándonos
al centro de la ciudad. Ya estamos claramente en zona urbana y las calles son
cada vez más densas y llenas de gente.
Entrada a Santiago |
Entrada a Santiago |
En un momento dado miro a un lateral y veo que estoy pasando
por delante del Kids and Us de Santiago. Como soy muy corporativo le hago una
foto y se la mando a Paloma.
Kids and Us Santiago |
A todas estas, a la altura de la entrada a Santiago ha
dejado de llover de repente. No es que haya empezado a llover mas flojo; es que
ha parado de repente. Así que la entrada a Santiago es mas agradable que el resto del final de la etapa.
Unos metros más y llego ya a zona conocida. El Camino
Portugues entra en la zona vieja bordeando el parque de la Alameda y recorriendo
toda la Rua de Francos hasta la catedral. Se entra a la plaza del Obradoiro justo por el
lado contrario de donde entra el camino
Francés.
Bordeando la Alameda |
La rua de Francos está con bastante menos gente de lo que es
normal. Es la calle más turística de Santiago y normalmente está abarrotada,
pero hoy se anda sin problemas.
Entrada a la Rua de Francos |
Rua de Francos |
Llego a la Plaza del Obradoiro completamente empapado a las
dos y media. La plaza también está medio vacia, así que se puede andar sin
problemas. Me acerco hasta el kilómetro cero, en el centro de la plaza, donde
doy oficialmente terminada la peregrinación.
Entrada a la Plaza del Obradoiro |
Plaza del Obradoiro |
Pero antes de ir al hotel me acerco al nuevo centro de
acogida al peregrino, situado en la calle Carretas, cerca del Parador y a unos
trescientos metros de donde estaba el anterior. Es un edificio grande y bien
acondicionado, con la ventaja de que la cola para recoger la Compostela se hace
en un edificio interior, y no a la intemperie.
Centro de Acogida al Peregrino |
Centro de Acogida al peregrino |
Con el día que hace no hay mucha cola, así que espero solo unos
veinte minutos antes de recoger mi Compostela y dirigirme por fin al Hotel Rua
Vilar, situado al lado de la entrada a la Catedral por la Plaza de Platerías.
Cementerio de paraguas en Platerias |
En la Plaza de Platerias |
Subo rápidamente a la habitación y me quieto cuanto antes
toda la ropa empapada. Me doy una larga ducha caliente y descanso un rato
tumbado en la cama de este día tan duro.
Despues salgo a pasear por Santiago. Ahora no llueve y se
está a gusto, ya que no hay demasiada gente por las calles. Entro en la
catedral por la Puerta Santa y cumplo con mis obligaciones peregrinas: el
abrazo al Santo, la visita a la cripta y la visita a la capilla de la
Corticela, mi preferida.
Procesion |
Luego me voy a la habitación a escribir un rato antes de
salir a las ocho y media a ver una preciosa procesión que sale de al lado de la
catedral y baja por la Rua Vilar, justo enfrente de la puerta del hotel. Es una
procesión preciosa, con tres imágenes más una cruz portada por 26 niños, que es
una maravilla. Hay una representación del ejército, y verlo pasar todo por la
Rua Vilar con la catedral de fondo es una maravilla.
Procesion |
Procesión |
Después voy a cenar al restaurante Carretas, donde tomo
zamburiñas y lenguado y me recojo en el hotel, cansado pero contento del día y
del conjunto de la peregrinación.
Ha sido un Camino precioso, de lo mas variado y con condiciones
meteorológicas muy cambiantes, que lo han hecho más interesante.
No es un camino difícil físicamente, salvo por la longitud
de algunas etapas, pero es muy intenso en cuanto a paisajes y zonas que se
atraviesan.
Y mañana ya a Madrid. Me apetece llegar y ver a mi gente,
que ya les hecho de menos.
Catedral de Santiago |
TRIVIAL DEL CAMINO
Hoy era el último día, así que ya no hay pregunta. Luis ha
acertdo la de ayer, pues Iria Flavia fue la antigua sede episcopal antes que
Santiago.
Muchas gracias a todos los que habéis participado y me habéis
ayudado a amenizar el Camino.