domingo, 20 de marzo de 2016

Dia 2 . Vila do Conde- Barcelos. 34 kilómetros con lluvia y barro.

Dia complicado el de hoy. Muy largo, tanto por la etapa como por las condiciones del tiempo y del terreno. Mucha lluvia, mucho asfalto, mucho pavés, mucho barro y pocos peregrinos. No se donde están todos, pero hoy solo he visto a dos parejas a lo largo de la etapa. Vale que el tiempo  no acompaña, pero esta ausencia de peregrinos no es normal. En carretera es normal no encontrarse a mucha gente, ya que todos vamos casi al mismo ritmo y, salvo que alguien pare, es difícil adelantar. Pero en los bares normalmente nos agrupamos todos. Aquí ni eso. Los  bares están vacios, lo que indica que no hay nadie en la carretera. Y eso que ya he enganchado con la ruta interior que viene de Porto, por lo que ya no es excusa la ruta alternativa que cogi ayer. Supongo que en cuanto empiece la Semana Santa y ya en España, veré mas gente. Peto bueno, tampoco se va mal solo y en realidad yo soy un peregrino más bien solitario, así que no me molesta la ausencia de gente.
Ahora estoy en Barcelos, la ciudad del gallo. Llueve y no se está a gusto paseando, así que me he metido en un bar a empezar esta crónica de un dia lluvioso e intenso.
Me he despertado a las seis y media, con las piernas recuperadas del paseo de ayer. Los gno,mos del Camino han hecho su trabajo por la noche y los músculos están en buena forma para una nueva etapa.
Tras recoger todo en sus correspondientes bolsas de plástico y guardarlo en la mochila, salgo del hotel a las ocho menos cuarto. El día está algo fresquito y cubierto, aunque no llueve y no parece que lo vaya a hacer de momento.
A estas horas Vila do Conde está despertando y apenas hay gente por las calles. Además es sábado con lo que al personal se le pegan más las sábanas de lo habitual.
Salida del Hotel en Vila do Conde
Deshago el camino desde el hotel hasta el puente de acceso a la ciudad y , antes de cruzar este me desvio a la derecha, por una carretera que se aleja del mar pegada a la ribera del río. Desde el paseo fluvial se tienen buenas vistas del inmenso convento de Santa Clara, que domina la ciudad y del puente y la desembocadura del río Ave, que baja con  mucha agua.
Monasterio de Santa Clara
Puente del rio Ave
La primera parte de esta etapa son nueve kilómetros de enlace entre Vila do Conde y el camino principal que viene de Oporto, con el que enlazaremos en un pueblo llamado Arcos. Este tramo se hace todo por carreteras estrechas y poco cuidadas,que resultan muy peligrosas, pues no tienen arcen y los coches te pasan rozando la mayoría de las veces.
Carretera de Pavés a la salida de Vila do Conde
El inicio no es tan así. La carretera es ancha y se anda a gusto los primeros kilómetros. Vila do Conde y el mar van quedando atrás y le echo un ultimo vistazo desde un cruce de carreteras donde se d¡sigue por una carreterilla ancha que lleva al pueblo de Touguinha, que es mas bien un barrio de Vila do Conde al que no se llega apenas a entrar, pues el camino se desvìa para pasar bajo una autopista. 
Entrada a Touguinha
Aquí la señalización que es bastante buena en toda la etapa, es algo confusa. Me paro a consultar mi guía y cuando miro para atrás veo que viene una pareja de peregrinos jóvenes y de sexos variados  que me indican por gestos y desde lejos que siga de frente. Se lo agradezco también con gesto y sigo pasado el puente de la autopista por una carretera ancha desde la que se tienen buenas vistas de la zona de Vila do Conde.
Al poco la carretera empieza a subir hacia un crucero que se ve entre unas casas. En la cuesta me alcanzan los dos peregrinos que me señalaron antes el Camino. Les agradezco la ayuda y veo que hablan inglés con mucho acento, acento nórdico por mas señas, asi que supongo que serán teutones vikingos o nibelungos, vaya usted a saber. Son jóvenes y van como locomotoras así que rápidamente me distancian aunque los voy a ir teniendo a la vista mucho rato.
Los primeros peregrinos que veo
Pasada la cuesta se llega a una zona de carreteritas muy pequeñas que además están cerradas por las altas vallas de piedra de las casas y quintas que hay a los lados. Es una zona endiablada y peligrosísima, pues si se cruzan dos coches apenas hay espacio y con las vallas el pobre peregrino no tiene sitio donde apartarse, por lo que estos tramos hay que hacerlos lo más deprisa posible y poniendo mucha atención a los ruidos de los coches que pueden venir por delante o por detrás. Es estresante y además, en muchos tramos la carretera es de pavés, esos pequeños adoquines molestísimos para andar y que además tienen la peculiaridad de que cuando se mojan resbalan. Así que en este tramo todo son ventajas.
EL tramo desemboca en una carretera más ancha y despejada, en la que dejamos el pueblo de Touguinha y entramos en el siguiente, que en un alarde de originalidad se llama Touguinho. Deben ser  com  Villarriba y Villabajo pero en versión portuguesa. 
Entrada en Touguinho
Pues en Touginho hay un puente precioso que cruza el rio Este, que es un afluente del Ave. Debe ser una pena ser un afluente que desemboca en su río principal a menos de un kilómetro de la desembocadura. A puntito ha estado de ser un rio de verdad y no un simple afluente…pero así son las cosas. Por lo menos el puente es precioso y tiene unas pequeñas cascadas que son una delicia de ver. 
Touguinho
Puente de Touguinho
Cascada en el puente de Touguinho
  Tras el puente comienza una subida a un montecillo. La carretera sigue siendo espantosa. Estrecha y6 de adoquines, destroza los pies y obliga a andar con mucho cuidado. A media subida un par de carteles nos visa de que dejamos Touginho y entramos en Junqueira. Justo en el límite hay una entrada a una especie de parque o finca que es espectacular. Parece la entrada a un palacio, y al cruzarla puede verse un largo camino emparrado que es una preciosidad. Entro a verlo un poco y luego sigo subiendo.

Entrada en Junqueira
Puerta de la finca
Emparrado en la finca
Al final de la subida, que es bastante fuerte pero corta se llega a la iglesia de Junqueira, una iglesia pequeñita que entro a ver un momento.
Iglesia de Junqueira
Un tramo más , ya en bajada, por esas carreteras infames con muros a los lados que son una trampa para peatones y llego a un cruce con una carretera importante en el que hay una enorme iglesia, la de Sao Simao de Junqueira, que están preparando para la semana Santa. 
Iglesia de Sao Simao de Junqueira
La iglesia se deja a la derecha y continúo por otra carretera como las de antes, aunque afortunadamente el tramo es corto hasta cruzar por un puente elevado la autopista A-7.
Carretera trampa para peatones
Cruce de la autopista
 Justo allí tomo un desvío de unos trescientos metro para ver el monumento megalítico de Fulom. Se trata de unos montecillos en los que se supone que hicieron enterramientos en el año 3000 antes de Cristo. La verdad es que son dos montecillos como otros cualquiera, y como ya no viene ningún pariente  a ponerles flores a los enterrados, pues no hay nada que ver, porque huesos no quedan y piedras tampoco. Eso si, el caminito hasta llegar es de los más agradables, de tierra y por un bosque de pinos que es una delicia.
Monumento megalítico de Fulom

Vuelvo a la carreterra y un poco más adelante, tras cruzar un nuevo puente sobre el Rio Este, llego en subida a Arcos, que es donde se une el Camino que viene directo de Oporto con el que traigo yo desde Vila do Conde. Pienso que a partir de ahora veré más peregrinos, pero no. Solo veré otros dos más en lo que queda de etapa. 
Puente de Arcos
Arcos es un pueblo grandecito que tiene una bonita iglesia y un crucero resultón, y poco más. 
Capillita en la carretera hacia Arcos
Iglesia de Arcos
Crucero en Arcos
Justo a su salida, ya con diez kilómetros de etapa a las espaldas, veo a lo lejos a la segunda pareja de peregrinos del día. Están un poco lejos, pero espero alcanzarles antes de terminar la etapa…
Peregrinos a la salida de Arcos
Desde Arcos, dos kilómetros y medio más nos llevan hasta un nuevo pueblecillo, San Pedro de Rates, que solo tiene una cuesta muy fuerte y una estatua de tamaño natural de San Pedro a su entrada. 
Salida de San Pedro
Tras cruzar Rates dejamos ya las carreteruchas con vallas mataperegrinos. Ahora voy por una carretera estrecha, pero con arcenes en los que apartarte y con vistas amplias y despejadas del paisaje que me rodea. Todo es verde y bastante llano, con lo cual se ve mucho terreno. La mayor parte es terreno de cultivo pero está salpicado de caserios y bosquecillos por todos lados. Un paisaje bonito que me recuerda a algunos asturianos de la costa.
Al poco tiempo la carretera se convierte en una senda de tierra que comienza a subir la única elevación que se ve en los alrededores. Se llama el Alto de la Mujer Muerta y aunque no es muy empinado si pica en las piernas. Justo al empezar a subir comienza a llover fuerte por primera vez en el día, lo que me obliga a ponerme el poncho. 
Pero además la lluvia provoca que el camino, que debe estar ya empapado de lluvias anteriores, se embarre completamente. Todo se llena de charcos y barro y el caminar se hace lento y pesado. Pero como compensación el agua despierta los colores y los olores del bosque por el que voy subiendo. Es siempre una delicia avanzar por un bosque húmedo. Todos los matices de verde aparecen de repente y el olor a eucalipto y pino lo inunda todo. Es vigorizante .
Subida al alto
Con este subidón de energía paso por un cartel que anuncia que Barcelos, el destiono del día está a catorce kilómetros. O sea, que ya he pasado la mitad de la etapa mientras subía al monte. Eso está bien, porque la etapa esta siendo dura, con miucho tobogán y ya empiezo a estar cansado. En un momento dado de la subida paso por un cartel que anuncia que entramos en el municipio de Barcelos, que debe ser muy grande, pues aún la distancia es mucha.
Subida al Alto
Subida al alto
Tras cruzar una carretera (y haberme puesto y quitado el poncho unas cuantas veces, pues no hace mas que llover y dejar de llover) continúo por caminos de tierra que atraviesan tierras de cultivo  y carreteritas pequeñas que bordean fincas y quintas con elevadas vallas. Es una zona muy bonita, con muchas zonas boscosoas,  pero muy cansada, con continuas subidas y bajadas que machacan las piernas. Hay un trozo especialmente bonito con muretes de piedras cubiertos de musgo que bordean la carretera que atraviesa un bosque de pino y eucalipto.
Valla de musgo
Valla de musgo
Por este terreno llego al siguiente pueblo, Pedra Furada. Es un pueblo como gallego, de esos que están esparcidos por varios kilómetros. Tiene una iglesia pequeña en la que hay una piedra redonda con un agujero en medio que es la que da el nombre al pueblo. No se que significado tendrá la dichosa piedra, pero no tiene nada de particular.
Iglesia de Pedra Furada
La Pedra Furada
Un kilómetro y pico más adelante, y aún en el mismo pueblo, paro por primera vez en la etapa a tomar algo en un bar qiue está al borde de la carretera. Llevo ya 25 kilómetros y me faltan aún nueve para llegar a Barcelos, así que me he ganado el descanso. E·n el bar, como ya he contado antes, no hay un solo peregrino. El camarero me dice que han pasado muy pocos hoy, y muy amable me da un mapa de Barcelos donde me señala las cosas importantesa. Aprovecho para sellar antes de salir de nuevo y encarar la última parte de la etapa.
Bar en Pedra Furada
El terreno sigue siendo de continuo sube y baja por carreterillas estrechas en las que cada vez hay más casas. Se ve que nos estamos acercando ya a Barcelos que es ciudad importante.
Vista de Barcelos
 Paso así por Carvajal, que tiene un bonita iglesia, antes de llegar a la zona industrial de Barcelinhos, que es el pueblo inmediatamente anterior a Barcelos. Bordeo la zona industrial antes de callejear un poco por Barcelinhos y llegar al puente qiue separa Barcelinhos de Barcelos.
Puente de entrada a Barcelos
Es una vista preciosa. Barcelos ocupa un monte al otro lado del puente y justo de frente se ve un edificio de piedra inmenso que parece medio derruido y detrás una iglesia muy bonita.
Molino de Agua a la entrada de Barcelos
Iglesia de Barcelos
Edificio a la entrada de Barcelos
Cruzo el puente y me dirijo ya hacia el hotel, que está obviamente en la parte  alta del pueblo. Las calles por las que subo sin muy bonitas, y me llama mucho la atención que hay en muchas de las amplias plazas unas estatuas enormes de gallos, de los más variados diseños y colores. Y es que el símbolo de Barcelos es el gallo, y eso viene de que en Barcelos tienen la misma leyenda del gallo que cantó después de asado que en Santo Domingo de la Calzada. Por supuesto ellos sostienen que su historia es la buena, pero esta leyenda del gallo o la gallina que se levantan y cantan después de asados está en varios pueblos del camino y es siempre muy popular.
El gallo de Barcelos
Finalmente llego al Hotel Bagoeiras, un hotel algo antioguo pero bien conservado, que está situado en la enorme plaza del mercado de Barcelos , que es una de las más grandes que he visto yo nunca. He llegado a las tres y veinte, o sea que no he hecho un mal ritmo para los 34 kilómetros de etapa.
Hotel Bagoeira
Descanso un poco y salgo a ver la ciudad. Hay mucha gente paseando y de compras en este sábado cubierto y lluvioso. Bajo hasta la iglesia que vi al llegar, que es la principal de Barcelos y que es muy parecida a la de ayer de Vila do Conde.
Iglesia de Barcelos
Cuando subo de nuevo empieza a llover fuerte, así que me refugio en un bar y comienzo a escribir esta crónica.
A las siete bajo a misa a la iglesia principal y después ceno en un restaurante pequeñito ubas berenjenas con champiñones y cabrito asado que está muy bueno.
Y ya me recojo a terminar de escribir antes de dormir. Mañana tengo también una etapa muy larga, de más de treinta kilómetros, así que hay que descansar.
Barcelos

TRIVIAL DEL CAMINO
Luis ha acertado el primero la pregunta de ayer. Las flechas azules que van en el sentido contrario de las amarillas marcan la dirección de Fátima, el santuario portugués de referencia.
En esta zona abundan mucho y casi siempre, al lado de una flecha amarilla encuentras una azul.
Flechas azules y amarillas
Por cierto, perdón por la referencia al Alcoyano. No iba con mala intención, sino por la sempiterna alusión a la moral de ese equipo, que deben ahora imitar los teutones para intentar eliminar al Florentino's team.

 Para hoy una pregunta de bucear en Google.
-Todos sabemos que el Camino de Santiago puede empezar en cualquier parte, pero hace poco se ha anunciado en la prensa que un grupo de militares han iniciado el Camino de Santiago mas largo hasta ahora llevado a cabo.
¿ de donde parte ese Camino y cuantos kilómetros tiene?

4 comentarios:

  1. Para que veas que hacemos los deberes en Google. El Camino de Santiago más largo parte de la Antártida, concretamente de la base española Gabriel de Castilla, y recorre 14.075 kilómetros. ¡No nos habiamos dado cuenta que el Camino estaba haciendo su efecto y que hablabas inocentemente!. ¡Que tengasun día estupendo!.

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  2. Para que veas que hacemos los deberes en Google. El Camino de Santiago más largo parte de la Antártida, concretamente de la base española Gabriel de Castilla, y recorre 14.075 kilómetros. ¡No nos habiamos dado cuenta que el Camino estaba haciendo su efecto y que hablabas inocentemente!. ¡Que tengasun día estupendo!.

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  3. Hoy llego tarde a la pregunta, es lo que tiene madrugar para ver la F1. De momento este camino está siendo flojo de peregrinos curiosos con los cuales ir inventando historias y haciéndote el camino menos pesado, a ver si hay más suerte a partir de ahora.

    Que tengas un buen día y buen camino peregrino

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  4. Sinceramente, Peregrino, la ausencia de teutonas, coreanas, pijogrinas, familiares de Martin Sheen, etc, hace perder color a este camino portugués. Las fotos están muy bien pero esperemos que surja alguna aventura digna de tus crónicas. Hay que dar vidilla a tu recorrido, cual Quijote lusitano. ¡Suerte!

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