sábado, 15 de abril de 2017

Dia 9 Fisterra – Muxia. 35 kilómetros hasta el Santuario de la Virgen de la Barca.


Precioso día final de peregrinación. Una ruta no excesivamente dura y bastante larga muy cerca de la costa todo el rato, con paisajes preciosos y un tiempo bastante frío pero completamente despejado que ayudaba a andar.
Amanecer desde la habitación
Así que he hecho muy buena media y me he cepillado los treinta y cinco kilómetros en siete horas justas. Y sin llegar demasiado cansado.
Amanecer desde la Habitación
Estoy en un hotel boutique llamado A de Lolo, con habitaciones minimalistas en tonos blancos, piedras redondas enormes colgadas en las paredes, que amenazan caerme encima cuando está durmiendo,  una zona chill out y un montón de mariconadas varias. Eso si, las habitaciones están muy bien y son muy cómodas y el restaurante está calificado por Tripadvisor como el mejor de la zona. Así que perfecto para el último día.
Hoy he salido algo más temprano que de costumbre. He dormido muy bien gracias a que la feria no funcionó por la noche y cuando me despierto y abro la ventana veo que el dia es completamente despejado y que hay una preciosa luz que realza los detalles por la zona del mar, que es a la que da mi habitación. Eso si, el frío es intenso, así que me abrigo para salir.
Amanecer desde la habitación
Cruzo Finisterre de vuelta por donde vine ayer, y es que la salida de esta península es obviamente por una carreterilla muy cercana a la de la entrada. En realidad podría salir por la Playa de Langosteira, que es por donde entré ayer, pero prefiero variar.
Salida de Fisterra
Asi que salgo de Fisterra por una calle que sube una colina que a estas horas cuesta un poco. Hoy no va a haber grandes cuestas, pero la zona tiene varias subiditas y bajadas medianas que alegran el día.
Salida de Fisterra
Mientras subo  voy viendo perfectamente a mi derecha la Playa de Langosteira que el sol que sale por detrás de ella ilumina con tonos dorados. La verdad es que es una vista preciosa que hace que merezca la pena salir tan temprano.
Salida de Fisterra

Salida de Fisterra
Pronto me doy cuenta de dos cosas especiales de esta etapa. Las flecha amarillas son dobles. Muestran las dos direcciones, ya que este camino es común según vengas de Fisterra o de muxia. Así que lo que pintan es una flecha de dos puntas con una M o una F en sus extremos, que marcan la dirección a Muxia o Fisterra.
Flechas bipolares
La segunda cosa especial es que los mojones son un caos. Hay mojones para las dos direcciones, con lo cual tienen la flecha para cualquiera de los lados. Normalmente un cartelte dice si es a Muxia o a Fisterra,  pero si algún joputa se ha llevado el cartel, no tienes ni idea. Es muy curioso, pero no causa demasiado problema. En esta etapa la mejor guía es la de la dirección general: el mar a tu izquierda y tira millas.
Camino a San Martiño
En tres cómodos y frescos kilómetros llego al pueblo de San Martiño de Duio, donde destaca la iglesia con cementerio que está a media ladera del monte y es muy bonita, con vistas al mar, que es algo que los difuntos seguro que aprecian mucho.
Iglesia de San Martiño
El camino sigue con tendencia a la subida pero sin que sea demasiado molesto, pasando por los pueblos de Escaselas y Hermedesuxo de Baixo, uno de esos pueblos en los que el nombre es más largo que el pueblo mismo.
Camino a Hermedesuxo
Desde Hermedesuxe sale una larguisima recta por carretera que va acercándose hacia el mar.
Camino a San Salvador
Parece que vamos a tener que hacerla toda, pero a media altura un desvio sale a la derecha y me acerca al pueblo de San Salvador, al final del cual se abandona elo terreno asfaltado y se coge una senda de bosque que alegra un poco las piernas. La subida es fuerte y por una pista despejada, con árboles a los lados. El tiempo es frío y no invita a quitarse el jersey, además de vez en cuando viene una brias fría desde el mar que te quita cualquier gana de quitarte ropa.
San Salvsdor
Unas duras rampas llevan hasta la parte alta del monte y tras una pequeña bajadita llegamos al pueblo de Rial y un poco más allá al de Buxan, ya en bajada. El Camino va de nuevo en dirección al mar y este se puede ver de vez en cuando entre los árboles, dejando postales preciosas.
Camino a Buxan
Esta es una de las etapas que se saborean despacio, kilómetro a kilómetro y vista a vista.
Camoinoa Buxan
Tras pasar Buxan, una carretera baja hasta empalmar con otra más importante que circula a unos quinientos metros de la  línea de costa.
Buxan
 Es un tramo precioso, pues voy viendo continuamente la costa a mi izquierda, pero a cambio es muy cansado, pues las subidas y bajadas son muy fuertes. Hay desvíos de la carretera que llevan a las distintas playas y en todos ellos hay carteles que  advierten que las playas son peligorsas y que no hay vigilancia.
Camino a Padriss

Caminoa Padris
Veo en el monte por encima de la carretera un par de pueblos en los que no llego a entrar. 
Camino a Padris
Finalmemte, tras una fuerte bajada que me deja casi a la altura de la playa, una fortísima subida me lleva hasta el pueblo de Padris, a once kilómetros de la salida.
Camino a Padris
Al llegar a Padris, casi sin aliento, pues la cuesta desde la playa es de las que lo quitan, la senda se nivela y se coge de inmediato un sendero de tierra que va bordeando los montes a media altura. Es un tramo delicioso, en el que me cruzo con muchos peregrinos que vienen haciendo el Camino desde Muxia hacia Finisterre.
Camino a Lires
Este es un tramo precioso de ligera subida por monte bastante cerrado de pinos y helechos que se agradece un montón. Hay tramos muy difíciles, de sendero estrecho con mucha piedra suelta y en bajada, pero en general el tramo se disfruta mucho. 
Camino a Lires
Termina en el pueblín de Canosa, tras el que se baja ya hasta el pueblo de Lires, que marca la mitad de etapa y tiene el único bar en la misma.
Entrada a Lires
Llego a Lires por unos senderos entre campos cultivados una vez terminada la bajada del Monte. Segñun estoy entrando veo bajar a una peregrina mayor, que me pregunta si vengo de Muxia…. Orientada está esta chica… Le digo que no y la conversación es de besugos:
-      - -¿Seguro que no vienes de Muxia?
-      -   Pues no, vengo de Fisterra.
-        - Pues yo he dormido aquí y por donde tu vienes se va a Muxia.
-      -  Tu misma, yo vengo de Fisterra.
-      -   Pues me abré equivocado, o sea, que a Muxia es hacia el otro lado.
-     -    Si, exactamente hacia el otro lado. Te lo aseguro, yo vengo de Fisterra….
Lires

Medianamente convencida, la peregrina sube la cuesta detrás mio. Yo paro a sellar en un hostal y un poco más adelante la veo preguntando a uno del pueblo si va bien para Muxia…
La vuelvo a adelantar mientras pregunta y en breve llego a un desvío que a la derecha marca un bar, mientras que el camino sigue a la izquierda, según indican las flechas en el suelo, iun mojón y un cartel. Solo falta un guardia de tráfico. Yo voy hacia el bar y cuando giro, oigo a la peregrina indecisa detrás mio:
-        -  Oye, ahora es por la izquierda, verdad?.
No me lo puedo creer. Le digo que si, que es por la izquierda pero que yo voy al bar y me dice que ella durmió allí, pero que al salir no ha visto la que es probablemente la mayos concentración de señales del Camino.
Así que subo hasta el bar, que tiene una terraza muy agradable con vistas al lejano mar y me tomo un aquarius y una coca.
Vista desde el Bar de Lires
Hay un opar de pere3grinos guiris más sentados al sol como lagartos. Y es que hoy apetece sol, pues el viento es fresco.
Terminado el refrigerio continúo camino. Este ahora baja fuertemente hasta un arroyo que se salva por un puente. Hasta 2.010 este puente no existía y el río, que es ancho y caudaloso, se cruzaba por unas piedras separadas entre ellas por algo así como medio metro y que en cuanto el rio estaba crecido quedaban cubiertas por el agua, obligando al per3egrino a descalzarse.
POuente a la salida de Lires
Esta línea de piedras puede verse hoy perfectamente, pues está justo pegada al puente que estoy cómodamente cruzando.
Puente a la salida de lires. El paso de piedras.
A partir del cruce del cauce el Camino comienza a subir por un terreno despejado, pasando por un pequeño enclave donde hay tres horreos en medio del monte.
Camino  a Frixe
 Tras pasarlo viene una fuerte subida por carretera en la que veo de nuevo a la peregrina dubitativa. Está en medio de la subida preguntándole a un  guiri cual es la dirección correcta, en este lugar donde no hay ninguna duda de por donde ir…
Sigo subiendo tras ella, y en una bajada la veo que se para y empieza a sacar fotos a una plantas. Rápidamente la alcanzo y cuando llego a su altura me pregunta:
-        -  Oye, tu sabes que plantas son estas?
-      -    Ni idea, yo no soy muy de plantas.
-        -  Es que a mi me parecen berzas, pero  no se…
-      -    Pues Berzas serán, pero yo ni idea…

Camino a Frixe
Sigo rápidamente mientras ella se queda sacándole fotos a las berzas o lo que sean.
Acelero para perderla de vista  y afortunadamente no la voy a volver a ver en toda la etapa. ¡Que tia más pesada!.
Inmediatamente llego en subida a un pueblin llamado Frixe, que se cruza tomando una pista hacia un pinar por el que vamos subiendo hasta llegar a un cruce de una carretera, donde hay un mojón, el único de la etapa, que anuncia la distancia hasta Muxia : 12 kilómetros.
Camino a Guisamonde
Desde Lires todo el camino es subida, y es que esta segunda parte de la etapa es una subidita de unos trescientos metros hasta casi llegar a la vertical de Muxia, donde bajaremos de golpe todo lo ganado.
Así que seguimos subiendo de manera cómoda hasta el poblado de Guisamonde, donde la carretera se hace un poco más empinada hasta llegar al siguiente poblado, que es Monquintian, a mitad de la subida a este monte.
Camino a Guoisamonde

Entrada a Morquintian
A partir de Monquintián la subida se hace más boinita. Ya estamos bastante altos y las vistas son espectaculares.
Camino al Alto

Camino al alto
En un momento dado el Camino abandona la carretera y sube con decisión por el monte hasta llegar a la máxima altira del día, los 270 metros del Facho de Lourido, desde el que se tiene una preciosa vista de todo el terreno, eso si, si consigues abstraerte del vientop frío que corre por estas alturas.
Alto de Facho de Lourido
Y yo solo queda bajar. Estamos aun  a seis kilómetros de la meta y comenzamos a bajar vertiginosamente hacia el mar, por el mismo tipo de bosque de pino que domina toda la zona.
Bajada a Muxia
Tres kilómetros de bajada nos llevan a un pueblecito a media ladera que se llama Xurarantes y tras el cual se llega ya a una carretera que está casi a la altura de la playa de Lourido, que se ve justo de frente,
Playa de Lourido
Los tres últimos kilómetros de la etapa hasta Muxia se hacen por carretera, una carretera que primero se acerca a la línea de costa y luego sigue paralela a esta. Es una carretera descarnada, con unas preciosas vistas , pero con un fuerte viento frío que viene del mar y que es bastante desagradable.
Paso primero por la playa de Longueiron, donde a meda altura del monte que llega hasta ella se ve un espantoso y enorme edificio a medio construir, que no se que será, pero que hace horrible en esta zona.
Playa de Lourido
Despues, ya pegado a la costa, paso por el campo de Futbol de Muxia y en un kilómetro más entro en la población, que no parece especialmente atractiva. Casas modernas y sueltas que no presentan ningún atractivo, agrupadas en dos o tres líneas alrededor de la costa.
Camino a Muxia

Entrada a Muxia

Muxia
Cruzo el pueblo, pasando por delante de mi hotel, pero sigo adelante, saliendo de la población hasta llegar al Santuario de La Virgen de la Barca. Es un lugar Jacobeo importante donde quiero terminar la peregrinación. Aquñi se supone que llegó la Virgen en una barca de piedra para animar a Santiago en su predicación. La barca quedó rota en tre pedazos que ahora se puieden ver entre las rocas del acantilado que está inmediatamente delante del templo.
Santuario de la Virge3n de la Barca
Este está cerrado, pero una reja permite ver su interior sin problemas. Es un templo bonito, pero sobre todo lo que es bonito aquñi es el paraje, al pie del mar y con unas vistas magnñificas.
Santuario de la Virge3n de la Barca

Santuario de la Virge3n de la Barca
Terminada ya la visita, vuelvo hacia el pueblo, que está a apenas un kilómetro. Ya tengo localizado el hotel, pero quierpo pasar por la Oficina de Turismo para que me den mi Muxiuana, el diploma que se da a los que lleguen aquí desde Santiago.
Santuario de la Virge3n de la Barca
Pero la oficina está cerrada, así que pregunto en un albergue cercano y me dicen que aquí lka Muxiana la da cualquier hotel, así que lo mejor es que la pida en el mio. Poco serio parece, pero en fin.
Santuario de la Virge3n de la Barca
Llego por fin al hotel y tardan un poco en atenderme, porque están con el comedor a tope y con mucha gente esperando, y eso que son las tres de la tarde. Buena señal.
Muxia
Finalmente me dan mi habitación y ya puedo subir a descansar y ducharme. Como ya he doicho al proincipio, la habitación está muy bien y es muy cómoda.
Hotel A de Lolo
Tras descansar un rato bajo de nuevo y consigo pro fin mi Muxiana. Así tengo ya todos los diplomas que se pueden t3ener en el Camino de Santiago: La Compostela, la Fisterrana y la Muxiana.  No es que estas dos últimas distinciones tengan algo que ver con la primera, que es mucho más importante, pero francamente, me hace ilusión tenerlas.
Muxiana, Compostela y Fisterrana
Paso el resto de la tarde en un bar cerca del hotel viendo el final del partido del Madrid y el partido del Atleti, antes de ir a cenar al hotel, donde he tenido que reservar mesa, pues es el sitio más solicitado de Muxia.
Puerto de Muxia
Y ceno bien. Unas zamburioñas y un  rape a la gallega, con tarta de orujo de postre ponen fin a esta peregrinación tan especial.
Especial porque ha sido por Caminos nuevos parami, lo que ya empieza a no ser normal.
Especial también porque no ha terminadpo en Santiago, aunque a Santiago vuelvo mañana para tomar el tr4en para Madrid.
Y especial porque cada peregrinación es única; cada peregrinación tiene sus momentos buenos y malos y sus subidas y bajadas, y no solo por cuestas.
Así que cierro esta peregrinación, pensando ya en la próxima, que seguro que llegará.
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