viernes, 14 de abril de 2017

Dia 8 – Cee – Finisterre. 23 kilómetros, incluida la subida y bajada del Faro del fin del Mundo.

Pues ya he completado la ruta de Santiago a Finisterre. Ya he subido al Faro del Fin del Mundo, y ya he visto el lugar donde se acaba la tierra.
Yo y otros treinta mil, porque esto está de turisteo que parece una feria. Y una feria hay; y está situada exactamente debajo de mi ventana en el hotel. Tengo acceso directo a los caballitos, al tren de la bruja, a la tómbola… Esta noche puede ser precioso.
Iglesia de Cee
Y es que Finisterre está petado de gente. Resulta que la Semana Santa aquí es muy importante y viene mucha gente a verla, así que el pueblo está lleno y es difícil hasta encontrar donde sentarse a tomar algo.
Hay también muchos peregrinos, pero se diluyen entre la multitud.
Ahora estoy sentado en un bar mirando al puerto tras una etapa corta y preciosa, que solo he alargado voluntariamente subiendo hasta el faro antes de llegar al hotel, ya que había llegado a Finisterre muy pronto.
Playa de Cee
Me he despertado en Cee en un día fresco y completamente cubierto, muy distinto de los soleados días que he tenido hasta ahora. Parece un buen día para andar, porque no hace viento y el fresco anima. Así que salgo del hotel a las ocho y cuarto y enfilo directo hacia la playa para comenzar allí la etapa.
Playa de Cee
Al llegar veo a un perroflautagrino que le está preguntando a un paisano por donde va el Camino. El otro le dice que le basta con seguir la playa hasta Corcubión, pero el otro, con un acento francés que tira de espaldas, le dice que no ve ninguna señal y que le está engañando. Lo cierto es que el Camino Oficial va por dentro del pueblo, pero es más bonito por aquí. Así se lo digo al francés, que  no muy convencido todavía sigue igual que hago yo por el paseo de la playa, co9n unas preciosas vistas del entrante del mar donde se encuentran Cee y Corcubión, que es el siguiente pueblo y que está casi unido a Cee por este agradable paseo pegado al mar.
Camino a Corcubion
Llego a Corcubión de inmediato. Es un pueblo más grande que Cee y tiene pinta de más turístico. Hay un bar abierto en el puerto en el que varios peregrinos ( entre ellos el incrédulo galo) están desayunando.
Corcubion
 Para mi es muy pronto, asi que sigocallejeando e internándome en el pueblo Paso por delante de su preciosa iglesia, que encuentro abierta porque están preparando los pasos para la procesión de hoy. 
Iglesia de Corcubion
Simplemente me asomo para ver como es el interior y sigo cruzando el pueblo y alejándome del mar. 

Hay una plaza donde veo dos preciosos horreos y justo al lado una enorme flecha indica que tenemos que meternos por un muy estrecho pasadizo entre dos altos muros de piedra.
Suibida a Vilar
Es la curiosa subida de Corcubión un estrechísimo sendero que sube fuertemente un primer tramos de un monte, encajonado entre estos dos paredones. Desde luego, si viene alguien bajando es imposible que nos crucemos, ya que prácticamente toco las paredes con los hombros.
Subida a Vilar
El sendero es además muy empinado, tanto que en algunas zonas han puesto escalones para facilitar la subida. Dura unos trescientos metros, tras los que se sale a un sendero de tierra mucho más ancho  que ahora ya empieza a subir el monte coin una pendiente más moderada y con cada vez mejores vistas del espectacular paisaje de la ria, Corcubión abajo y el mar delante. Una pasada.
Corcubion desde la subida
La cuesta sigue siendo exigente hasta llegar a una carretera, en el pueblo de Vilar, donde hay un albergue en lo alto y en medio de nada. Allí veo que llevo delante a cuatro peregrinos , que cruzan una carretera y comienzan a bajar por el otro lado del monte.  Les sigo por una senda forestal muy agradable, y más ahora que el sentido de la marcha es descendente.
ALbergue de Vilar
En un rato de agradable descenso, con ocasionales vistas entre los árboles del mar que tenemos a nuestra izquierda.
Cabo Finisterre
Finalmente la senda desemboca en una carretera que, siempre en sentido descendente y casi siempre por su arcén, me lleva a pasar por los pequeños `poblados de Amarela y luego Estorde. Todo el monte es un bosque de pinos muy agradable y hay zonas donde se encuentran apiladas grandes cantidades de madera recién cortada, que dejan un olor a resina muy agradable en el ambiente.
Camino a Amarela

Estorde
Un poco más de bajada y ya llegamos a la altura del mar de nuevo, justo cuando entramos en el pueblo de Sardiñeiro, que tiene unas bonitas playas y parece un pueblo más turístico que los que hemos visto hasta ahora.
Llegada a Sardiñeiro
A su entrada encuentro un bar abierto, con una terracita frente a la playa y, como ya llevo siete kilómetros, paro a descansar un poco mientras contemplo el mar.
Sardiñeiro
Tras la coca de rigor, cruzo Sardiñeiro, para comenzar a subir por una carretera donde un cartel indica que entramos en la península de Fisterra. 
Sardiñeiro
A partir de aquí se comienza a subir fuerte de nuevo por la ladera del monte, ganando altura y vistas sobre el mar. Vamos por una senda boscosa muy agradable y bastante cerrada que se anda cómodamente aunque es en continua pero moderada subida.
Camino a Finisterre
Finalmente la senda llega hasta un precioso mirador desde el que se tiene una magnífica vista de toda la península de Fisterra, con la playa de Langosteira en primer plano, después el pueblo de Finisterre y finalmente el cabo con su característico edificio del faro al final. Es una vista preciosa.  La meta ya está a tiro, con lo que empiezo a bajar muy animado.
Mirador

Mirador
Y la bajada es de aupa. Perdemos en un momento toda la altura que habíamos ganado por una senda que baja casi en picado por el monte, con unas vistas del acantilado que cae hacia el mar que sobrecogen.
Camino a Finisterre
En no mucho tiempo llego a la altura del mar, justo en el punto donde empieza la enorme playa de Langosteira. Es una playa de dos kilómetros de largo que ya da a mar abierto.
Playa Langosteira
 Es una playa muy peligrosa, y todos los años  se ahoga aquí un guiri por la tonta costumbre de bañarse en el mar al terminar el Camino. Hay muchas y traicioneras corrientes, así que se meten al agua aquí y aparecen en Boston.
Playa Langosteira
El Camino se interna dejando la playa hacia el interior del pueblo, pero yo prefiero recorrer la playa. Así que bajo hasta la orilla y me recorro los dos kilómetros por la arena, disfrutando un montón del paseo. El día sigue cubierto, pero esta bastante agradable de temperatura y se anda de miedo. Hay gente pescando en la playa y paseantes varios.
Playa Langosteira
Me acerco cada vez más al pueblo de Finisterre hasta percibir perfectamente su puerto y la subida al faro, que se encuentra a unos tres kilómetros desde el centro del mismo. Llego al final a una taberna a la entrada del puerto y paro a tomar algo. Ya estoy en el pueblo y son apenas las doce menos cuarto. Decido seguir hasta el faro porque aún es demasiado pronto para llegar al hotel.
Playa Langosteira
Así que salgo del puerto subiendo una calle donde hay un precioso cruceiro y entro en el centro de Finisterre, un pueblo grande y bastante feo, que está abarrotado de gente.
Entrada a Finisterre
Voy siguiendo las señales del Googel maps para llegar al Albergue de Finisterre, donde quiero parar a recoger La Fisterrana, el diploma equivalente a la Compostela que te dan cuando llegas aquí. Y es que yo soy muy de diplomas.
 Justo cuando estoy llegando me encuentro una masa de gente, que está contemplando una procesión. Es un paso y en realidad lo que van haciendo es un Viacrucis por todo el pueblo. Como ya he dicho al principio, a Semana Santa de Fisterra es de interés nacional y viene mucha gente a verla.
Primera procesion
El paso está parado justo a la puerta del Albergue, asi que me escabullo entre la gente como puedo y llego a la puerta del mismo. Dentro hay dos hospitaleras que, muy amables , me hacen mi Fisterrana, me dan indicaciones sobre como llegar al faro, me dan un folleto con las procesiones de la tarde y me dejan asomarme a una ventana para ver bien el paso, que está justo delante. Todo en uno, servicio completo.
También me recomiendan que salga por patas, porque la procesión va a seguir por la calle por la que yo tengo que seguir para ir al faro. Así que me despido y sigo antes de que me atropellen los nazarenos.
Sigo atravesando Finisterre y de inmediato me encuentro una segunda procesión, que no ha salido aún pero que se está preparando a iniciar su marcha de inmediato. La evito por los pelos y sigo hasta una iglesia donde hay buna tercera procesión, también preparándose para salir. Esto está lleno de procesiones. A ver si me he equivocado y estoy en la madrugá...
Segunda procesion

Tercera procesion
Por supuesto la salida de Finisterre hacia el faro es en subida., pero es una subida muy asequible. Hay atasco de coches en la carretera que sube, pues el pueblo está por lo visto lleno hasta los topes y están desviando ala gente a parkings alternativos en la subida.
Iglesia en la subida al Faro
Yo a lo mio. Paso de los coches y empiezo a subir el monte. De inmediato llego a una preciosa iglesia en medio de la subida y luego tomo un andadero en el lateral de la carretera que va salvando de manera cómoda la pendiente.  El sendero es cómodo pero estrecho y va muy pegado a la pendiente del acantilado, con lo que impone bastante respeto, sobre todo cuando te cruzas con alguien, lo cual es bastante común, pues el sendero está concurrido.
Finisterre desde la subida al faro
A medida que se sube las vistas son cada vez mejores. Tanto hacia arriba, donde está el faro, como por el lateral, donde se ve3 la costa de Cee y Corcubión de donde vengo, como hacia atrás, donde Finisterre va quedando cada vez más atrás.
A media subida hay una bonita estatua de un peregrino que lucha contra el viento y que recuerda vagamente, aunque en menor escala,  a la del Alto de San Roque.
Subida al faro
Cuando ya me acerco al final del sendero veo que los parkings están repletos. Hay gente por todos lados y un atasco importante. Es la parte buena de subir a pie…
La cima del monte es una gran explanada cerrada en su extremo por el enorme edificio del faro y un hotel, que debe ser precioso para estar aquí, pero mejor con coche.
Llegada al faro
Llego al mojñon que indica el kilómetro cero y hago cola para hacerme una foto detrás de grupos de turistas que no saben ni siquiera lo que esto significa.
Kilómetro cero
Paso el edifico del faro y me acerco al extremo de la península, donde ya no queda más tierra hasta llegar a las américas. Hay una cruz, un cartel que dice que no quemes nada, diversos sitios quemados donde   los peregrinos cumplen el ritual de quemar algo que han traido en el Camino, gaviotas, una isla un poco más lejos….Es una preciosidad de sitio al que hoy solo le sobra un pelín de gente.
Faro de Finisterre
Pero bueno. Estoy muy a gusto. Tras dar una vuelta por toda la cima me siento en una terraza, que es probablemente la terraza con mejores vistas del mundo. 
Non Plus Ultra
Está en lo alto del Cabo y mira directamente hacia una pequeña islita que se encuentra a unos cien metros del cabo. Una auténtica delicia, aunque la cobran…cuatro euros por una coca cola. Pero merece la pena.
Cabo de Finisterre

Faro de Fionisterre
Terminada la visita al Cabo de Finisterre bajo de nuevo al pueblo. El camino de vuelta es tan bonito como el de ida. En realidad es el mismo, solo que visto desde otra perspectiva.
Cabo de Finisterre
Las vistas son preciosas, el camino sigue siendo un poco acongojante y sigue subiendo y bajando un montón de gente.
Bajada del faro

Bajada del faro
Llego a la iglesia que había al principio del pueblo( o al final, según  se mire) y veo que ahora está abierta.  Así que me acerco y doy primero una vuelta a su alrededor. Descubro que en la parte de atrás, oculto a las miradas desde la carretera, tiene un precioso porche porticado.
Finisterre
El interior sin embargo es bastante sencillo. El altar está velado al ser Viernes Santo y  no puede verse.
Porche de la iglesia
Bajo ya hasta el pueblo y encuentro pronto el hotel de hoy, que tiene el curioso nombre del Hotel del Banco Azul. Está al lado del puerto. Llego a las dos menos cuarto y cono encuentro la puerta cerrada, llamo a un timbre. Inmediatamente me abren y me dicen que la hora de entrada es las tres, por eso está cerrado. No obstante, como las habitaciones ya están hechas, me dan la mía, que está en la planta de calle y me puedo acomodar enseguida.
Hot3el do banco azul
El hotel es un hot3el temático, de esos que ahora están de moda, y cada habitación tiene un nombre. La mia es O Faro y no tiene nada que ver con su  nombre. Eso si, es una habitación muy cómoda, muy bien puesta, con una cama y un baño fabulosos y que no tiene más que un pero. Y el pero es externo. La habitación da de frente a la feria que han puesto en el puerto y que tiene toda clase de atracciones y cachivaches. A esta hora no es muy molesta, pero como dure toda la noche voy aviado. Estoy tan cerca, que casi puedo tocar alguna de las atracciones…
Mi habitacion
Tendré que aguantarme. Descanso un buen rato en la habitación antes de salir. El pueblo no tiene nada que ver, pero está a rebosar de gente. Todos los abundantes y terrazas del puerto están llenos y preveo que para esta noche será igual.
Así que decido que hoy voy a cenar prontito y en varios sitios. Voiy con mi ordenador, y donde veo que hay una mesa libre me siento y pido algo para picar. Así como-meriendo-ceno en tres sitios distintos entre las cuat4ro y las siete.Tomo una enasalada de tomate y queseo feta en un sitio, unas zamburiñas y una nécora en otro y unos percebes y un riquísimo cabracho en un tercero. O sea que me pongo doblado  antes de las siete de la tarde.
Cuando vuelvo hacia el hotel la feria está en su apogeo.  Todas las atracciones están funcionando y cada una emite una música distinta. Pero la verdad es que con la ventana de la habitación cerrada el ruido se mitiga bastante. Se oye, si, pero con la tele puesta no es muy molesto de momento.
Otra cosa será esta noche, si sigue así.
La feria desde mi habitacion.

A las diez de la noche salgo otra vez de la habitación. Quiero ve las procesiones que salen de la iglesia que está en la subida al faro.

Procesiones en Finisterre
Asñi que me dirijo allí y me uno a la mucha cantidad de gente que está esperando. El timing esa perfecto. Justo cuando llego y me coloco en la puerta del templo sale la primera cofradía.

Procesiones en Finisterre
Es una procesión grande y bonita. En total salen cinco imágenes, tyodas ellas con sus nazarenos y su banda de música. La procesión tarda una ,media hora en salir de la iglesia.

Procesiones en Finisterre
Cuando ya he visto todos los pasos bajo de nuievo al hotel, adelantando como puedo al mucho público que sigue a la procesión. Es un bonito final de jornada. Me gustaría seguir a la procesión mucho más rato, pero quiero descansar, que mañana tengo etapa larga hasta Muxia, final definitivpo de esta peregrinación.

Procesiones en Finisterre
Por cierto, cuando vuelvo al hotel la feriua ha finalizado. Me parece que voy a doirmir bien.
     
Procesiones en Finisterre

2 comentarios:

  1. Muy bonita e interesante esta etapa. Lo de las muchedumbres inevitable, con lo que te has beneficiado de tu condición de caminante. Y muy interesante la comidameriendacena cual banquete de boda sin interrupción. Buena marcha hasta Muxía, Antonio.

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  2. Menos mal que has vuelto a hacer etapas de kilómetros decentes, porque las primeras fueron de muchísimos kilómetros!! Muy buenas las fotos y ánimo en esta última etapa!

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