Semana Santa en el Camino. Ya no es una novedad, más bien es
la norma de los últimos años. Una norma agradable que no quiero quemar a fuerza
de repetitiva.
Asñi que este año me planteo una ruta novedosa en el Camino.
Ya tengo muchas rutas a la espalda y conozco muchos senderos que llevan al
Obradoiro, pero aún me queda uno.
Ya he hecho el Camino Francés, el Inglés, el Portugués, el
Aragonés, el del Norte, el del Baztán, el Primitivo….
Y he entrado a Santiago por tres de los cuatro Caminos por
los que se puede entrar. Ahora voy a entrar por el cuarto Camino. Y además, por
primera vez, no solo voy a entrar, soino que voy a salir, continuando el Camino
hacia el mar, hacia el fin de la tierra.
Mis planes son hacer primero el tramo desde Orense a
Santiago por elCamino Sanabrés, que es en realidad una alternativa de la Via
dela Plata que busca evitar el empalme con el Camino Francés. Y a f´`e que lo
consigue, pues esta ruta entra directa a Santiago. Tengo intención de hacer
cuatro etapas hasta Santiago. Pero la mayor novedad es que no voy a parar allí.
Esta vez voy a seguir, voy a dejar Santiago atrás para llegar a Finisterre
primero y luego a Muxia, si todo va según lo planeado.
Yo soy de los que piensan que elCamino de Santiago termina
en Santiago, en la tumba del Apostol. Seguir hasta Finisterre no es para mi por
tanto la culminación del Camino de Peregrinación, sino una agradable
continuación para completar la senda qwue muchos peregrinos han hecho, llegando
hasta el mar, ya cercano, tras rendir viaje en Santiago.
Son cuatro etapas más hasta Finisterre y aún otra hasta
Muxia, donde rendiré viaje en el Santuario de la Virgen de lka Barca.
Toda una Semana Santa dediada a andar y a descansar andando,
que aunque suene paradójico, es muy cierto.
Este Camino seguro que no tiene tanta gente como otros. No
espero ver muchos peregrinos y aún así he cogido con anticipación los
alojamientos, pues menos peregrinos implica menos hoteles y hay que ser
previsor.
El tiempo no parece que vaya a ser malo hasta la segunda
mitad dde la Semana Santa; aunque aún no hace calor. He tenido serios problemas
decidiendo que ropa traerme, pues la de invierno parecía demasiado, pero la de
verano parece poco, pues por las mañanas aún refresca. Así que he cogido un
apropiado mix que espero me sirva para todo.
La mochila no pesa demasiado. Con la práctica ya he
aprendido a dejar en casa todo lo que no es imprescindible y así llevo una
carga más o menos ligera, lo que ayuda mucho al caminar.
Como novedades de equipamiento tengo unas zapatillas de
descanso muy buenas y nuevas, que me han regalado mis amigos por mi cumple y
que falta me hacían, pues las anteriores terminé de cargármelas en el camino de
Diciembre. También he comprado un par de camisetas de senderismo de verano de
Decathlon. Creo que ya todo lo que llevo, menos la ropa interior, es de
Decathlon, que debería ser nombrado patrocinador oficial del Camino o Proveedor
Oficial del Santo Apostol.
Este Camino además, tiene que ser preparación para el que
haré a finales de este mismo mes de Abril con toda la pandilla de los Enebros.
Van a ser cuatro días más de Camino en el puente de Mayo; esta vez con mucha
compañía y por el Camino Francés. Haremos desde Pamplona hasta Logroño. Somos
diez y la verdad, apetece mucho. Va a ser un Camino muy divertido.
Pero ahora toca concentrarse en este mix Camino Sanabrés-Camino de Finisterre que
estoy a punto de empezar.
Cojo el tren en Chamartín a las tres de la tarde, tras
trabajar por la mañana. Paloma me lleva a la estación con tiempo de sobra para
coger el tren, que sale puntual. Tengo billete hasta Santiago de Compostela, ya
que por una de esas cosas raras que tiene Renfe , me salía más barato ida y
vuelta a Santiago que Ida a Orense y vuelta desde Santiago. Así que
oficialmente voy hasta Santiago, aunque me escurriré del tren en Orense, no
vaya a ser que me vea el revisor y no me deje bajar.
El dia es magnífico, incluso un poco caluroso. El tren va
lleno y avanza rápido. Es un alvia qque a ratos supera los doscientos cincuenta
kilómetros por hora, con lo que en hora y media nos plantamos en Zamora sin
apenas notarlo.
Me gusta viajar en tren más que en ningún otro medio de
transporte. Siempre que sea un tren rápido, claro. El tren te permite ir
haciendo la transición mental entre un lugar y otro, y no solo la transición
física comno sucede en el avión. Puedes ir viendo como cambian los pueblos
y los paisajes, puedes ir comprobando
los colores de la incipiente primavera y viendo las cigüeñas que ya empiezan a
buscar los campanarios y las torres. Puedes ver a la gente trabajando en los
campos y puedes descansar o leer sentado cómodamente en tu sillón. Un viaje en
tren es un verdadero viaje, y no simplemente un traslado entre punto y punto.
A partir de Zamora el paisaje se ondula y se vuelve más
verde a medida que nos acercamos a Galicia. Los campos están floreciendo y
muestran por todas partes brotes verdes y amarillos. Los pueblitos se suceden
cada vez con más frecuencia y ahora ya el tren no coge las velocidades que
traía antes de Zamora. Apenas superamos los cien kilómetros por hora y el paisaje se va volviendo más salvaje, con
menos cultivos y más arbolado a medida que avanzamos hacia Galicia. A los
frescos y vivos verdes y amarillos de los campos cultivados se añaden ahora
verdes más oscuros de los matorrales bajos y muchos colores lilas de unos
arbustos que por aquí abundan. Paisaje más cerrado, pero no menos bonito.
A la izquierda y lejos, muy lejos, se ven los Montes de
León, cuyas cimas están aun nevadas. Se adivina el Teleno y se percibe con la
mente la Cruz de Ferro, fuera de alcance en esta peregrinación .
Precioso el viaje en tren…. Precioso hasta que llegamos a
Puebla de Sanabria. Allí par3ece que el tren para más de lo normal, así que me
asomo a la puerta y veo que la máquina de cola, que es la más alejada de donde
está mi vagón, está ardiendo. De los
vagones más cercanos la ge3nte está saliendo escopetada y del furgñon se eleva
un humo negro y denso. No hay llamas, eso si, pero el humo asusta.
Incendio en el tren |
Así que salimos todos del tren en un momento y nos quedamos
como pasmarotes en el andén con nuestro equipaje, a ver que pasa.
Incendio en el tren |
El maquinista corre hacia atras con un par de extintores y
comienza a vaciarlos. En no mucho tiempo llegan dos policías que apartan a todo
el mundo y de inmediato dos coches de bomberos. Para entonces el humo ya ha
llegado hasta los vagones delanteros y no nos dejan subir al tren. Yo he bajado
todo mi equipaje, así que me da igual. Me siento en el suelo a esperar
acontecimientos. Y la verdad, no tardan mucho en producirse.
Incendio en el tren |
En poco más de media hora desde que nos hemos parado en la
estación llegan cuatro autobuses que se sitúan en el parking. Está claro que el
viaje en tren se ha terminado, asñi que pregunto al primero de los chóferes a
donde va y como me dice que a Orense, me subo directamente. La gente estça
todavía dando vueltas por los andenes, porque nadie ha dicho nada aún. Un
poquito más de espera y6 la cosa comienza a aclararse. Vamos a ir todos a
Orense y allí los que sogan viaje a Santiago, Coruña o Ferrrol cogerán otro
tren o un auatobus.
Incendio en el tren |
Una vez que se sabe eso comienza la carrera a los autobuses,
que yo veo desde mi sillón. Mi autobús es el primero en llenarse y el primero
en partir, exactamente a las siete de la tarde, q1ue es más o menos la hora a
la que debería haber llegado a Orense.
Así que el viajhe que empezó por lsa vía acaba por la
carretera. En una hora y media larga llegamos a Orense y nos dirigimos a la
estación. Allí la Policía Local ha montado un dispositivo para que los
autobuses puedan dr una vuelta extraña y entrar directamente en la estación.
Incendio en el tren |
Y ya hemos llegado, por fin. A eso de las nueve menos cuarto
me bajo del autobús. Hay personal de Renfe organizando grupos para los
distintos trenes o autobuses y la situación se despeja rápidamente.
La verdad, me ha parecido buena la organización y la rapidez
con la que han resuelto el incidente. Los autobuses han tardado ren llegar
bastante poco para lo que podía haber sido y no ha habido sensación de desorden
ni de improvisación. Por supuesto hemos poerdido tiempo, pero es lo menos qiue
puedes esperar en un incidente como este.
Ya con mi mochila al hombro bajo hacia el Hotel San Martñin,
que es donde voy a dormir hoy. Paro antes en una parroquia que veo abierta a sellar
la credencial y resulta que casualidad de casualidades, es la parroquia de
Santiago Apostol, con lo cual el primer sello del Camino lleva al APostol.
Buena señal.
Puente Roimano. Orense |
Me parece que con el incendio ya he pasado el incidente que
tiene que haber en todo Camino, y a partir de ahora todo va a ser más fácil.
Puente Romano. Orense |
Cruzo el precioso puente Romano que salva el Rio Miño y ya entro en la parte más
antigua de la ciudad. No tardo mucho en llegar al hotel San Martin, que está en
el edificio más alto de todo Orense. Cojo mi habitación, que tiene una tele
casi más grande que la cama, y salgo de
inmediato a cenar a un restaurante que me ha recomendado Fernando y 1que se
llama Gastro bar San Miguel. Está a unos quinientos metros del hotel y se llega
por unas preciosas calles peatonales. Y el restaurante es un acierto total.
Cuidado y con pretensiones, se cena de fábula. Tomo unas zamburiñas en su punto
exacto con una salsa como de perejil, fresca y ligera y luego una merluza
rellena de vieiras con un acompañamiento de berberechos y verduras que es una
delicia.
Orense |
De postre helado y ya de recogida al hotel. Con todo el lio
son las diez y media y ya es tarde para un primer día de peregrinación.
Mañana tengo una primera etapa que no parece muy complicada,
de 22 kilómetros hasta Cea. Veremos a ver que tal se dá.
Otra aventura para contar!!
ResponderEliminarY que cena mas rica,que envidia...
Cuidare y disfruta
No se porque a salido, ni de donde Marta. Como supondras, soy su madre
ResponderEliminarUn beso
No se ni porque ni de donde ha salido Marta...
ResponderEliminarImagino que deduciras que soy su madre.
Un beso
M.Cruz
Ayer por la mañana pensaba Antonio debe estar a punto de empezar el Camino y mira por dónde cuando vuelvo a casa me dice Rosa que Paloma había pasado el parte.
ResponderEliminarY otra Semana Santa volvemos al Camino de tu mano, no ha estado mal para empezar, que tengas buen Camino y esperamos tus crónicas
Buen comienzo del viaje, las fotos muy chulas .¡Buen Camino!
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