jueves, 6 de abril de 2017

Dia cero - Madrid. Orense. Comienzo movido con incendio y todo.

Semana Santa en el Camino. Ya no es una novedad, más bien es la norma de los últimos años. Una norma agradable que no quiero quemar a fuerza de repetitiva.
Asñi que este año me planteo una ruta novedosa en el Camino. Ya tengo muchas rutas a la espalda y conozco muchos senderos que llevan al Obradoiro, pero aún me queda uno.
Ya he hecho el Camino Francés, el Inglés, el Portugués, el Aragonés, el del Norte, el del Baztán, el Primitivo….
Y he entrado a Santiago por tres de los cuatro Caminos por los que se puede entrar. Ahora voy a entrar por el cuarto Camino. Y además, por primera vez, no solo voy a entrar, soino que voy a salir, continuando el Camino hacia el mar, hacia el fin de la tierra.
Mis planes son hacer primero el tramo desde Orense a Santiago por elCamino Sanabrés, que es en realidad una alternativa de la Via dela Plata que busca evitar el empalme con el Camino Francés. Y a f´`e que lo consigue, pues esta ruta entra directa a Santiago. Tengo intención de hacer cuatro etapas hasta Santiago. Pero la mayor novedad es que no voy a parar allí. Esta vez voy a seguir, voy a dejar Santiago atrás para llegar a Finisterre primero y luego a Muxia, si todo va según lo planeado.
Yo soy de los que piensan que elCamino de Santiago termina en Santiago, en la tumba del Apostol. Seguir hasta Finisterre no es para mi por tanto la culminación del Camino de Peregrinación, sino una agradable continuación para completar la senda qwue muchos peregrinos han hecho, llegando hasta el mar, ya cercano, tras rendir viaje en Santiago.
Son cuatro etapas más hasta Finisterre y aún otra hasta Muxia, donde rendiré viaje en el Santuario de la Virgen de lka Barca.
Toda una Semana Santa dediada a andar y a descansar andando, que aunque suene paradójico, es muy cierto.
Este Camino seguro que no tiene tanta gente como otros. No espero ver muchos peregrinos y aún así he cogido con anticipación los alojamientos, pues menos peregrinos implica menos hoteles y hay que ser previsor.
El tiempo no parece que vaya a ser malo hasta la segunda mitad dde la Semana Santa; aunque aún no hace calor. He tenido serios problemas decidiendo que ropa traerme, pues la de invierno parecía demasiado, pero la de verano parece poco, pues por las mañanas aún refresca. Así que he cogido un apropiado mix que espero me sirva para todo.
La mochila no pesa demasiado. Con la práctica ya he aprendido a dejar en casa todo lo que no es imprescindible y así llevo una carga más o menos ligera, lo que ayuda mucho al caminar.
Como novedades de equipamiento tengo unas zapatillas de descanso muy buenas y nuevas, que me han regalado mis amigos por mi cumple y que falta me hacían, pues las anteriores terminé de cargármelas en el camino de Diciembre. También he comprado un par de camisetas de senderismo de verano de Decathlon. Creo que ya todo lo que llevo, menos la ropa interior, es de Decathlon, que debería ser nombrado patrocinador oficial del Camino o Proveedor Oficial del Santo Apostol.   
Este Camino además, tiene que ser preparación para el que haré a finales de este mismo mes de Abril con toda la pandilla de los Enebros. Van a ser cuatro días más de Camino en el puente de Mayo; esta vez con mucha compañía y por el Camino Francés. Haremos desde Pamplona hasta Logroño. Somos diez y la verdad, apetece mucho. Va a ser un Camino muy divertido.
Pero ahora toca concentrarse en este  mix Camino Sanabrés-Camino de Finisterre que estoy a punto de empezar.
Cojo el tren en Chamartín a las tres de la tarde, tras trabajar por la mañana. Paloma me lleva a la estación con tiempo de sobra para coger el tren, que sale puntual. Tengo billete hasta Santiago de Compostela, ya que por una de esas cosas raras que tiene Renfe , me salía más barato ida y vuelta a Santiago que Ida a Orense y vuelta desde Santiago. Así que oficialmente voy hasta Santiago, aunque me escurriré del tren en Orense, no vaya a ser que me vea el revisor y no me deje bajar.
El dia es magnífico, incluso un poco caluroso. El tren va lleno y avanza rápido. Es un alvia qque a ratos supera los doscientos cincuenta kilómetros por hora, con lo que en hora y media nos plantamos en Zamora sin apenas notarlo.
Me gusta viajar en tren más que en ningún otro medio de transporte. Siempre que sea un tren rápido, claro. El tren te permite ir haciendo la transición mental entre un lugar y otro, y no solo la transición física comno sucede en el avión. Puedes ir viendo como cambian los pueblos y  los paisajes, puedes ir comprobando los colores de la incipiente primavera y viendo las cigüeñas que ya empiezan a buscar los campanarios y las torres. Puedes ver a la gente trabajando en los campos y puedes descansar o leer sentado cómodamente en tu sillón. Un viaje en tren es un verdadero viaje, y no simplemente un traslado entre punto y punto.
A partir de Zamora el paisaje se ondula y se vuelve más verde a medida que nos acercamos a Galicia. Los campos están floreciendo y muestran por todas partes brotes verdes y amarillos. Los pueblitos se suceden cada vez con más frecuencia y ahora ya el tren no coge las velocidades que traía antes de Zamora. Apenas superamos los cien kilómetros por hora  y el paisaje se va volviendo más salvaje, con menos cultivos y más arbolado a medida que avanzamos hacia Galicia. A los frescos y vivos verdes y amarillos de los campos cultivados se añaden ahora verdes más oscuros de los matorrales bajos y muchos colores lilas de unos arbustos que por aquí abundan. Paisaje más cerrado, pero no menos bonito.
A la izquierda y lejos, muy lejos, se ven los Montes de León, cuyas cimas están aun nevadas. Se adivina el Teleno y se percibe con la mente la Cruz de Ferro, fuera de alcance en esta peregrinación .
Precioso el viaje en tren…. Precioso hasta que llegamos a Puebla de Sanabria. Allí par3ece que el tren para más de lo normal, así que me asomo a la puerta y veo que la máquina de cola, que es la más alejada de donde está mi vagón, está ardiendo.  De los vagones más cercanos la ge3nte está saliendo escopetada y del furgñon se eleva un humo negro y denso. No hay llamas, eso si, pero el humo asusta.
Incendio en el tren
Así que salimos todos del tren en un momento y nos quedamos como pasmarotes en el andén con nuestro equipaje, a ver que pasa.
Incendio en el tren
El maquinista corre hacia atras con un par de extintores y comienza a vaciarlos. En no mucho tiempo llegan dos policías que apartan a todo el mundo y de inmediato dos coches de bomberos. Para entonces el humo ya ha llegado hasta los vagones delanteros y no nos dejan subir al tren. Yo he bajado todo mi equipaje, así que me da igual. Me siento en el suelo a esperar acontecimientos. Y la verdad, no tardan mucho en producirse.
Incendio en el tren
En poco más de media hora desde que nos hemos parado en la estación llegan cuatro autobuses que se sitúan en el parking. Está claro que el viaje en tren se ha terminado, asñi que pregunto al primero de los chóferes a donde va y como me dice que a Orense, me subo directamente. La gente estça todavía dando vueltas por los andenes, porque nadie ha dicho nada aún. Un poquito más de espera y6 la cosa comienza a aclararse. Vamos a ir todos a Orense y allí los que sogan viaje a Santiago, Coruña o Ferrrol cogerán otro tren o un auatobus.
Incendio en el tren
Una vez que se sabe eso comienza la carrera a los autobuses, que yo veo desde mi sillón. Mi autobús es el primero en llenarse y el primero en partir, exactamente a las siete de la tarde, q1ue es más o menos la hora a la que debería haber llegado a Orense.
Así que el viajhe que empezó por lsa vía acaba por la carretera. En una hora y media larga llegamos a Orense y nos dirigimos a la estación. Allí la Policía Local ha montado un dispositivo para que los autobuses puedan dr una vuelta extraña y entrar directamente en la estación.
Incendio en el tren
Y ya hemos llegado, por fin. A eso de las nueve menos cuarto me bajo del autobús. Hay personal de Renfe organizando grupos para los distintos trenes o autobuses y la situación se despeja rápidamente.
La verdad, me ha parecido buena la organización y la rapidez con la que han resuelto el incidente. Los autobuses han tardado ren llegar bastante poco para lo que podía haber sido y no ha habido sensación de desorden ni de improvisación. Por supuesto hemos poerdido tiempo, pero es lo menos qiue puedes esperar en un incidente como este.
Ya con mi mochila al hombro bajo hacia el Hotel San Martñin, que es donde voy a dormir hoy. Paro antes en una parroquia que veo abierta a sellar la credencial y resulta que casualidad de casualidades, es la parroquia de Santiago Apostol, con lo cual el primer sello del Camino lleva al APostol. Buena señal.
Puente Roimano. Orense
Me parece que con el incendio ya he pasado el incidente que tiene que haber en todo Camino, y a partir de ahora todo va a ser más fácil.
Puente Romano. Orense
Cruzo el precioso puente Romano que  salva el Rio Miño y ya entro en la parte más antigua de la ciudad. No tardo mucho en llegar al hotel San Martin, que está en el edificio más alto de todo Orense. Cojo mi habitación, que tiene una tele casi más grande que la cama, y  salgo de inmediato a cenar a un restaurante que me ha recomendado Fernando y 1que se llama Gastro bar San Miguel. Está a unos quinientos metros del hotel y se llega por unas preciosas calles peatonales. Y el restaurante es un acierto total. Cuidado y con pretensiones, se cena de fábula. Tomo unas zamburiñas en su punto exacto con una salsa como de perejil, fresca y ligera y luego una merluza rellena de vieiras con un acompañamiento de berberechos y verduras que es una delicia.
Orense
De postre helado y ya de recogida al hotel. Con todo el lio son las diez y media y ya es tarde para un primer día de peregrinación.
Mañana tengo una primera etapa que no parece muy complicada, de 22 kilómetros hasta Cea. Veremos a ver que tal se dá.

5 comentarios:

  1. Otra aventura para contar!!
    Y que cena mas rica,que envidia...
    Cuidare y disfruta

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  2. No se porque a salido, ni de donde Marta. Como supondras, soy su madre
    Un beso

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  3. No se ni porque ni de donde ha salido Marta...
    Imagino que deduciras que soy su madre.
    Un beso
    M.Cruz

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  4. Ayer por la mañana pensaba Antonio debe estar a punto de empezar el Camino y mira por dónde cuando vuelvo a casa me dice Rosa que Paloma había pasado el parte.
    Y otra Semana Santa volvemos al Camino de tu mano, no ha estado mal para empezar, que tengas buen Camino y esperamos tus crónicas

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  5. Buen comienzo del viaje, las fotos muy chulas .¡Buen Camino!

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