Dia 7- Pontevedra– Caldas de Reis. 23 kilómetros. Una etapa de transición con mucha gente.

Hoy el camino estaba abarrotado. Parecía el  Camino Francés en sus mejores días. Toda clase de elementos, desde familias enteras con niños y abuelos, hasta grupos de brasileños con banderas, pasando por curas repartiendo galletitas y gente viniendo en dirección contraria. Y ciclistas. Mas ciclistas  que en el día de la bicicleta en Madrid. Esto más que una peregrinación era una manifestación.

Y es que todos los que no vi en el tramo portugués se han concentrado aquí. Tanto que en el periódico de hoy venia la noticia de que en Pontevedra habían batido el record de peregrinos en un día. Hablaban de 123 en el albergue municipal. Súmale todos los de albergues privados y los de hoteles, y eso da un huevo y medio de peregrinos.

Record de peregrinos

Y por lo que se ve hemos salido todos a la misma hora, así que el principio de la etapa, hasta que la cosa se ha ido esponjando ha sido una procesión.

El día ha estado bastante fresco por la mañana, pero completamente despejado. Ideal para caminar hasta casi el final de la etapa, cuando ya ha empezado a pegar más el calor.

Me he despertado como todos los días y he hecho tiempo para salir a las ocho y veinte del hotel. A esa hora, y en Jueves Santo, Pontevedra esta vacío. Solo se ven grupos de peregrinos que convergen todos a la misma zona.

Hotel Rias bajas

Salgo por la Plaza de la Peregrina, preciosa a estas horas y me interno por las calles del precioso casco antiguo de Pontevedra, que ahora están limpiando los barrenderos. No hace falta buscar las flechas. Basta con seguir a uno de los numerosos grupos de peregrinos que se dirigen a la salida de la ciudad.

Plaza de la Peregrina

Pontevedra

Pontevedra

Esta se hace por un enorme y precioso puente sobre el río Lerez, que se cruza antes de empezar a callejear por suburbios de Pontevedra hasta salir a una senda donde una señal nos indica que seguimos en la dichosa via romana XIX. Creo que la tenemos que seguir al menos hasta Padrón, donde supongo que tuerce hacia el este para ir hacia Astorga.

Puente de salida de Pontevedra

La senda es ancha , llana y cómoda y nos va alejando de la ciudad por un parque de especies arbóreas protegidas. Yo no veo ninguna especie arbórea que merezca especial protección, la verdad. Puede que estén detrás de una alta valla que hay a un lado del camino, porque al otro hay un riachuelo y árboles de lo más vulgares.

Camino a Alba

Camino a Alba

Al final de la senda se llega a un cruce donde una señal indica que allí se inicia la llamada “Variante espiritual del Camino de Santiago”. ¡Toma ya!. Un nuevo invento. No contentos con inventar un nuevo Camino casi desde cada pueblo de España, ahora nos salen con esta. Supongo que es la idea de unos cuantos alcaldes avispados que, dado que el Camino  nunca ha pasado ni pasará por sus cercanías, se han inventado esta milonga, y le han puesto el calificativo de espiritual para ver si cuela. Pues no, no cuela. No veo un solo peregrino que se vaya por esa variante, que es larguísima y pasa por Villagarcia de Arosa.

Desvio a la variante espiritual

Desvío a la Variante espiritual

Todos seguimos subiendo ahora una cuesta por una carretera que nos lleva al caserío de Pontecabras (curioso nombre) y un poco más lejos a Alba, pueblo que tiene una gran iglesia y sobre todo un precioso crucero, Tiene la cruz hecha en piedra, pero imitando madera, con sus nudos y todo. En el asta tiene grabada una figura de Santiago en atuendo peregrino muy bonita y lograda. Es una preciosidad de Crucero, colocado a un lado de la iglesia, que obviamente se encuentra cerrada a cal y canto. 

Pontecabras

Camino a Alba

Iglesia de Alba

Crucero de Alba

Yo me quedo un poco viendo la cruz y la iglesia; y me resulta curioso ver como pasan peregrinos charlando y sin dedicarle una sola mirada. Creo que se pierden una de las mejores partes del Camino. Toda esta arquitectura religiosa del Camino es por si sola algo digno de ver.

Salida de Alba

Tras la iglesia, cruzamos el pueblo de Alba, que se une  al poco con otro llamado San Caetano, y a su salida empieza la subidita del día. Son solo 135 metros hasta el alto de San Amaro, pero es una subida preciosa. En este tramo de enlace, ante el éxito obtenido ayer hago alguna foto más de la serie "La Sombra del Peregrino".

Camino a San caetano

La sombra del peregrino 2

Viñedos en San caetano

Comienza subiendo fuerte por carretera hasta llegar a la altura de unas vías de tren que no se llegan a cruzar de momento. 

Comienzo de la subida con San caetano al fondo

El Camino avanza paralelo a ellas por una zona boscosa no muy densa y con un arroyuelo corriendo al otro lado. Numerosos cauces de agua caen desde las vías y cruzan el camino hacia el arroyo. Todo está verde y húmedo y es una autentica delicia caminar por aquí.

Subida a San Amaro

Procuro buscar un hueco en el que no está demasiado cerca de ninguno de los varios grupos que me preceden o me siguen y así, viendo siempre gente pero cómodo, voy avanzando.

Subida a San Amaro

Subida a San Amaro

Subida a San Amaro

Subida a San Amaro

Subida a San Amaro

Este tranquilo y relajante tramo dura inicialmente dos kilómetros y medio, tras los cuales se cruzan las vías por un paso sin barreras y el camino comienza a subir más en serio, alejándose del ferrocarril. Es una cuesta fuertecilla que no dura mucho y que llega hasta el Alto del puerto de San Amaro, donde está el caserío del mismo nombre, en el que destacan dos bares, que están abarrotados. Y eso que son grandes y tienen terraza. Pues hay gente para aburrir. 

Cruce de la Vias

Cruce de las Vias

Yo me paro en uno de ellos y pido una coca cola, que ya van diez kilómetros de etapa y voy bien de teoiempo. Como no hay sitio en el bar ni en la terraza, me siento en un banco de piedra en la calle y veo como se forma cola de peregrinos para sellar la credencial. Yo he sellado cuando he pedido la bebida, pero ahora la camarera está sirviendo mesas y se le amontonan los peregrinos que quieren sello.

Salida de San Amaro

  Desde San Amaro empieza una bajada bonita hacia el valle que se ve abajo.Es también una bajada tendida y sin problemas. 

Salida de san Amaro

  Nada más empezar hay un bonito crucero que me paro de nuevo a ver. 

Esta es una zona muy abundante en Cruceros. En la etapa de hoy he debido ver unos diez; casi todos ellos con aspecto antiguo ya algunos muy trabajados y de una calidad exquisita. Este es el Crucero de Parada  y destaca sobre todo porque está colocado en medio de la bajada, recortándose en el cielo con los montes y el valle como fondo.

Crucero de Parada

Un poco más abajo hay un desvío al Albergue de San Amaro, situado en medio del monte y alejado unos 600 metros del camino. Es un albergue de la Xunta, y me parece incomprensible que lo situen lejos del camino. Debe ser que no tenían otro edificio disponible, ya que para hacer este han ocupado el edificio de la antigua escuela del pueblo, cerrada ahora como otras tantas por falta de clientes.

Ras el desvio se sigue bajando un rato por carretera hasta coger un nuevo sendero que nos lleva hasta A Eira, un bar que está igual de concurrido que los de San Amaro y que se encuentra en el pequeño pueblecito de Barro.

A la salida de Barro hay un precioso crucero, situado en un cruce de Caminos. 

Crucero de Barros

Es antiguo y muy trabajado. Tiene también, como el de Alba, un Santiago Peregrino labrado en el asta de la cruz. Es una preciosidad.  Cuando lo estoy viendo se me acerca uno del pueblo y me dice que para ver un Santiago bonito mire a la casa de la derecha. Miro. Y hay un Santiago. Es una figura de tamaño natural en piedra como las que venden en cualquier tienda de souvenirs de Santiago. Está en el jardín de una casa particular, y parece más un enano de jardín que un Santiago serio. Eso si, le digo al del pueblo que es precioso y le agradezco mucho la información antes de seguir camino.

Santiago del Jardín

Con la parada me ha cogido un grupo de Brasileños parlanchines. Son unos quince y van repartidos en varios grupos por el Camino, hablando sin cesar y llamándose a gritos de un grupo a otro.

Procuro mantener distancias, pero es difícil, así que les voy adelantando como puedo. Pero como yo me paro a tomar fotos, no hay manera. Siempre acabo al lado de uno u otro de los grupos.

Hacen de todo. Se meten en campos de flores para hacerse fotos, se suben a un crucero que hay en el Camino también para hacerse fotos, suben y bajan de grupo en grupo. Son una pesadilla caminera, que bien podía haberse quedado en su casa haciendo el Camino de Ipanema, o el que quiera Dios que tengan allí.

Los brasileños en un Crucero

Los brasileños en el camino

Así que me resigno y sigo con ellos un largo tramo en el que se avanza por una senda que va por un valle muy despejado que tiene el ferrocarril a la izquierda y que está repleto de campos de cultivo.

En uno de los cruces de la carretera veo una furgoneta aparcada. Junto a ella hay un cura y una chica. Tienen unas bandejas y unas cajas y están repartiendo galletas y pasteles a los peregrinos que pasamos. Todo un detalle que agradezco cogiendo un par de galletas,

El tramo termina al llegar a una carretera nacional. Justo enfrente hay un bar al que me dirijo para descansar. Me dirijo yo y todos los brasileños, claro.

Brasileños en el camino

Sello y descanso un poco.Los brasileños, que ya son como de la familia, me preguntan que cuanto queda para Santiago, ya que han visto un cartel en la carretera que dice que son 40 kilómetros, pero según su guía son 45. Tiene razón su guía, claro. Son 40 por carretera, pero el camino siempre da algún rodeo más.

Mientras descanso leo mi guía y veo que estoy justo en el lugar donde surge un desvio que lleva en medio kilómetro al Parque Natural del rio Barrosa, donde según la guía hay unas cascadas que merece la pena ver. Perfecto. Veo las cataratas y me distancio de los brasileños. Dos pájaros de un tiro.

Así que salgo del bar y comienzo a subir por una ancha y muy transitada carretera que en unos trescientos metros me deja en un parking muy grande que está repleto de coches. Es el parking de las cataratas, que están allí al lado.

Y son una preciosidad. Se trata de la ladera de piedra de una montaña por la que cae una cascada de agua muy importante. Hay un senderpo que sube por un lateral y que está concurridísimo. Hay también praderas con mesas, un restaurante, un par de puentes que cruzan el río que surge de las cascadas…Un lugar turístico muy concurrido y agradable de ver.

Las cascadas

Las Cascadas

Las cascadas

Vuelvo al Camino en un momento. La visita me ha llevado un cuarto de hora en total, ha soido bonita y me ha servido para librarme de los brasileños. Todo perfecto.

A todas estas esoy ya solo a siete kilómetros de Caldas de Reis, el destino de la jornada. El camino continúa desde el bar donde me desvié siguiendo por el arcén de la carretera, que afortunadamente es anchísimo y está más que pensado para que caminemos por él con el menor peligro posible.

Tramo por Carretera

Viene ahora un tramo en el que vamos alternando trozos de carretera por el arcén con desvíos que nos llevan por campos de viñedos, ahora completamente desnudos y sin hojas. Y es una pena, porque en algunos tramos el camino pasa por debajo de zonas de parras que si estuviesen cubiertas de hojas darían una sombra muy agradable y harían una vista preciosa.

Desvio de la carreterra

Viñedos

Desvio de la carretera

En una de las múltiples salidas de la carretera se llega a una Capillita de aspecto románico, la de Santa Lucia, que vista desde atrás, por donde se llega, tiene una pinta estupenda. Pero cuando la ves desde adelante la decepción es enorme. Le han adosado una entrada de ladrillos al frente que le quita toda la gracia. Minipunto para los de conservación de Patrimonio de esta zona.

Capilla de Santa Lucia

Camino a Tivo

Camiono a Tivo

Un poco más de camino por estos campos de viñas y llego al último pueblín de la jornada, Tivo, ya a tan solo dos kilómetros de Caldas.Tiene una plaza grande y un bonito crucero a su salida, junto al que hay un albergue en el que me siento a tomar la última coca del día, ya tan cerca del destino. Pero es que es la una menos diez y es muy pronto, así que no tengo prisa por llegar.

Camino a Tivo

Plaza de Tivo

Albergue de Tivo

Descansando en Tivo

Crucero de Tivo

El del albergue me dice que Caldas está lleno, y que ellos esperan llenar también, pues viene mucha gente. Tomo la coca tranquilo antes de atacar la última recta que me deja en un altito desde el que se ve ya Caldas debajo. 

Camino a Caldas

Camino a Caldas

Entrada a caldas

Pues ya está hecho. Solo queda entrar en el pueblo y buscar el hotel. Pero ni eso. Nada más llegar al puente que da entrada al centro del pueblo veo que el primer edificio, de fachada decimonónica bastante destartalada, es el Hotel Balneario Acuña, mi destino de hoy. Pues que bien. Ya he terminado. Solo falta ver como es el hotel. Y la pinta exterior no le hace justicia. Por dentro es un edificio cásico, pero arreglado y cuidado. 

Hotel Balneario Acuña

Lo curioso es que mi habitación no está en el edificio principal, sino en una fila de chalets adosados que se ven fuera, cada uno de los cuales tiene dos habitaciones . La mia es grandecita y con un muy buen baño. Lo mejor es que , como estoy en un balneario, hay un albornoz de esos de cuerpo entero mulliditos y del grueso de una piel de oso polar que es una auténtica gozada.

Habitaciónes del hotel

Estoy en la habitación hasta las cinco, hora a la que salgo a dar un paseo por el pueblo, que tiene tres cosas que merece la pena ver.

La primera es una pequeña fuente termal , que tiene un vaso en el que los peregrinos acostumbran a meter los pies para refrescarlos. Un poco guarro, pero es la tradición.

Fuente termal de Caldas

La segunda es una iglesia grande en una plaza preciosa. Está abierta porque están preparando las figuras para la procesión que supongo que será esta tarde. Así que aprovecho para verla, y como suele suceder, es mejor por fuera que por dentro.

La tercera cosa merecedora de ser vista es un precioso puente romano que hay en una placitas en la que está el albergue de peregrinos. Es un puente pequeño y precioso, situado en un tranquilo remanso del río, que va soterrado por el pueblo y que solo emerge en esta plaza para cruzar el puente. Es una preciosidad de sitio.

Puente Romano

El resto del pueblo no merece la pena, así que me siento en una terraza a escribir. Ya me animo y ceno en el mismo sitio una tabla de embutidos y quesos y unos mejillones, pues no he visto en el pueblo un restaurante que me atraiga.

Terminada la cena voy a la iglesia donde veo salir la pequeña procesión de Jueves Santo. Tres imágenes sencillitas  que sacan de la iglesia y pasean por el pueblo. El punto más bonito es cuando pasan por el puente Romano, así que me adelanto y me coloco allí estratégicamente para tener buenas vistas.

Procesion de Caldas

Procesion de Caldas

Y ya me voy al hotel a ver el partido de España y recogerme hasta mañana. Me toca la etapa más corta, solo 19 kilómet4ros según la guía hasta Padrón. Un paseíto matutino.

Trivial del Camino

Cristina ha acertado el pleno de los Belgas, así que no hay discusión sobre el tema.

Para hoy una pregunta histórica.

Cuando en 1312 el Papa, aliado con el rey de Francia disolvió la orden del temple, todos los países europeos obedecieron la Orden Papal y disolvieron la orden.

Todos menos uno, cuyo rey estaba muy apoyado por los templarios y usó una treta para mantener la orden y dar acogida a caballeros templarios de otros países de europa.

-         ¿Cuál fue ese país, cual fue el rey de ese país  y que treta uso para mantener en lo posible el Temple?