martes, 11 de agosto de 2015

Dia 9 – Roncesvalles – Larrasoaña. 28 kilómetros por bosques y montes, con un final industrial.

Esta es una etapa peligrosa. Después del esfuerzo de Roncesvalles los músculos están cansados y hoy hay que hacer cerca de treinta kilómetros con varias subidas y bajadas y por algún tramo de terreno incómodo para caminar. Por eso merece la pena hacerla con calma, para evitar lesiones.
Además hoy la previsión del tiempo da alerta por altas temperaturas en la zona, así que hay que ir despacito e hidratado.
He dormido fenomenal en el apartamento para cuatro yo solo. Ni un solo ruido hasta las seis de la mañana, cuando suena el despertador y me pongo en marcha. Hoy tardo un poco más en arrancar que de costumbre. Noto las piernas pesadas y me tomo mi tiempo para despertarme, arreglarme y guardarlo todo antes de salir. Bajar con la mochila las escaleras entre los dos pisos del apartamento es un deporte de riesgo, ya que están muy empinadas y hay que hacerlo con mucho cuidado.
Dejo la llave en la puerta y salgo al exterior, frente a la fachada de la Iglesia de Roncesvalles. El dia de momento está completamente despejado y fresquito. Voy con jersey y se agradece.
Bajo por el túnel que da salida del recinto del monasterio y la Iglesia y paso delante de la iglesia antiogua y el silo de Roldán antes de coger el sendero que dirige el Camino hacia Burguete. 
Silo de Roldan. Roncesvalles
Al inicio del mismo hay un cartel que dice que quedan 790 kms a Santiago. Es un punto de foto obligada para los varios grupos que están a punto de empezar su Camino y que hacen cola pacientemente para acercarse al cartelito de marras.
Yo, como ya tengo esa foto, enfilo el sendero que recto y en ligera bajada nos saca de Roncesvalles pegados a la carretera. Al poco de iniciarse el Camino se mete entre árboles. Es un primder tramo muy bonito que discurre muy cerca de la carretera pero arropado por una bonita arboleda que la disimula.
Salida de Roncesvalles
Muy cerca del incio del senddero, en el otro lado de la carretera, puede verse una bonita cruz. Es la Cruz de los Peregrinos, un crucero gótico que pusieron aquí en 1880 y que han tenido el “acierto” de dejar en el lado de la carretera por el que no pasan peregrinos.
Cruz de Peregrinos
Sigo avanzando por el bonito bosque de hayas y robles, que poco a poco va alejándose de la carreterra, que deja de oírse. Hay poca gente en el Camino, aunque mucha más que en el Aragones. Aquí, casi todo el rato vas viendo a alguien delante o detrás. Hay grupos familiares, gente sin mochila, parejas que hacen el Camino juntos como paloma y yo….es el inicio del Camino Francés para muchos y se nota en la alegría que llevan y el entusiasmo que ponen. A lo largo de la etapa muchos ánimos se irán calmando a medida que muchos pies se vayan deteriorando.
El Camino por el bosque dura unos dos kilómetros y termina con un bonito cruceiro moderno justo donde el sendero sale a unas naves industriales a la entrada dde Burguete, que es el primer pueblo que vamos a atravesr y que ayer se veía casi inalcanzable desde el Alto de Lepoeder. Pues aquí estamos, no era inalcanzable…
Crucero al final de la senda a Burguete
Antes de entrar en Burguete hay un bar que está lleno y un supermercado que también. Un área de descanso con mesas y bancos de piedra y bien puesta nos da entrada en Burguete, que es un pueblo bonito. Se cruza por su calle mayor, que es a la vez la carretera. Las casas son todas de estilo Vasco, con ventanales y balcones en madera, tejados inclinados y paredes encaladas que dejan ver la piedra en las esquinas. Muchas de ellas tienen impresionantes arcos en las puertas principales. Además la calle está flanqueada en ambos lados por un canal de limpieza de aguas, el cual salvan las entradas de las casas con pasarelas de piedra colocadas sobre el mismo. 
Buirguete
En la plaza central esta la maciza iglesia, cerrada como de costumbre. Este era el pueblo favorito de Hemoingway en esta zona. Solía venir aquí (cuiando estaba sobrio) a pescar truchas en los arroyos de la zona.
Iglesia de Burguete
Hoy Don Ernesto no está ni se le espera, así que salgo de Burguete por una calle lateral que lleva a una pasarela que salva un riachuelo. El año pasado se había situado aquí un vejete simpático del pueblo que a toda chica que pasaba le preguntaba de donde era y le plantaba dos besos. Hoy no está el besucón y las peregrinas pasan tranquilamente sin pagar peaje.
Salida de Biurguete
Al salir de Burguete continuamos por una pista ancha y bien conservada que avanza entre prados donde pastan algunas vacas. Hacia atrás pueden verse los pirineos ya en la distancia y Burguete, que se va alejando. 
Camino a Espinal
Al poco el sendero entra en una zona de bosque muy agradable, ya por un sendero más estrecho y teniendo que salvar varios regatos de agua por improvisados puentes de piedra.
Camino a Espinal
 Es un tramo de andar fácil, pero que acaba en un fuerte repecho que me lleva hasta una pista ancha y cómoda que ya va bajando hacia un pueblo que se ve en la distancia y que es el próximo destino: Espinal. 
Camino a ESpinal
Estamos ya en el Valle del Erro, y este es su primer pueblo. El pueblo se ve de lejos y tardo un ratillo en llegar. 
Llegando a Espinal
Se entra justo de frente a su iglesia, que es muy apuntada y recuerda mucho a la que ayer vimos en Ibañeta. El tejado tan inclinado le da un aspecto nórdico. Tiene un campanario exento a un lado y está situada a las afueras del pueblo, a cuya calle principal llego de inmediato.
Iglesia de espinal
Al igual que en Burguete, la calle principal es a la vez la carretera, pero aquí hay cómodas aceras por las que caminar. El sol enmpieza ya a hacer de las suyas, así que me quito el jersey antes de atravesar todo el pueblo, que no es tan señorial como Burguete, pero que es bonito, de casas uniformes y bien cuidadas.
Espinal
Al final del pueblo se tuerce a la izquierda para salir inmediatamente del mismo y enfilar hacia un monte que se ve en la distancia, no muy alto ni amenazador. Es el alto de Mezkiriz, que toca subir ahora.  La subida se inicia suave y por un terreno despejado, en el que se va viendo como el Camino va ganando altura poco a poco al pueblo de Espinal, que empieza a quedar a nuestro pies. 
Inicio del Alto de Mezkiriz
Al cabo de algo menos de un kilómetro se interna en una zona de bosque y empieza a subir con más fuerza. La senda es ahora estrecha y está flanqueada por una valla de alambre que impide el paso a un bosque muy denso y oscuro que se ve a la derecha. 
Subida al Alto de Mezkiriz
Subida al Alto de Mezkiriz
La subida es fuerte, pero dura poco. Finalmente se nivela y comienza a avanzar al borde de un campo de labor que está en la cima y que permite tener unas muy buenas vistas del valle hacia el que vamos. Puede verse sin problemas el siguiente pueblo de la ruta, que es Bizcarreta, y que se encuentra aún como a unos tres kilómetros de distancia. 
Camino a Bizcarreta
Tras pasar el campo llego a una carretera que hay que cruzar y donde hay una estela de piedra labrada dedicada a la Virgen de Roncesvalles, adornada con flores, piedras y otros cachivaches que dejan los peregrinos a su paso.
Al otro lado de la carretera el Camino entra en un precioso y denso hayedo que se disfruta mucho. Es un bosque denso y tupido, de árboles muy altos y el suelo cubierto de hojas secas. Una delicia para andar. 
Camino a Bizcarreta
Camino a Bizcarreta
Tras atravesar el bosque salgo a un alto al lado de la carretera. No se sigue la carretera sino que se toma un camino artificial empedrado muy cómodo y que debe ser una delicia en caso de lluvia para evitar el barro. 
Biozcarreta a lo lejos
Por este cómodo camino entro a Bizcarreta, donde lo primero que se ve es un bar con terraza que está lleno hasta la bandera. Así que yo sigo Camino, entrando en el pueblo y me paro en un bar más pequeño situado en la plaza Mayor del pueblo y que está casi vacio. El sitio lo hace todo en estos casos. El primer bar tiene el beneficio de su ubicación y los peregrinos sedientos van parando allí sin hacer los poco más de trescientos metros que les llevarían a este bar vacío.
Para mi mejor, ya que puedo sentarme sin problemas en una mesa en la terraza y descansar un rato. Llevo ya 12 kilómetros de etapa y está empezando a hacer bastante calor, por lo que el descanso se agradece mucho.
Bar en Bizcarreta
Tras un rato continúo. Una senda similar a la que traía hasta ahora me acerca en apenas dos kilómetros a Lintzoain, el siguiente pueblo de la jornada y donde arranca el Alto de Erro. 
Lintzoain a lo lejos
Antes de llegar al pueblo puede verse desde un alto la magnitud de la primera rampa del Alto de Erro. Es una cuesta fortísima que sale recta desde Lintzoain ganando altura en vertical al monte. Desde donde estoy pueden verse grupos de peregrinos reptando por ella. La verdad, desde aquí asusta. Luego cuando uno está en ella se da cuenta de que, siendo muy dura, no es tampoco la pared vertical que parece desde aquí.
Cuiesta de Lintzoain
Bajo a Lintzoain pasando junto al frontón, muy grande para lo pequeño del pueblo, y al girar en una calle a la derecha me encuentro ya de frente a la cuesta. Comienza en una placita donde hay varias casas en las que en la puerta pone el año de construcción, que es en todos los casos en el siglo XIX. Entre dos de ellas hay una pasarela de madera que las une, y justo al pasar por debajo de ella, como si fuese una señal de salida , empieza la cuesta. Está cementada y tiene unas estrías que la atraviesan para dar mejor agarre a los pies. 
Cominzo de la cuesta de Lintzoain
Es muy dura de subir, pero haciéndolo despacio y poco a poco la supero con solo una parada intermedia (para ver el panorama, claro). Al terminar este repecho el terreno sigue subiendo, pero ya a otro ritmo. Se convierte simplemente en una subida dura por un sendero estrecho y de piedras que avanza entre árboles cuya sombra mitiga el intenso calor, al contrario que la cuesta inicial que estaba completamente despejada.
Subida a Erro
Es algo más de un kilómetro duro de subida, tras el que la senda se relaja y comienza a llanear o subir levemente por en medio del bosque. 
Subida a Erro
A partir de aquí el Camino hacia el Alto de Erro es pues bastante cómodo y da tiempo a disfrutar del paisaje y del bosque por el que avanzamos. Hay tramos de ligeras o no tan ligeras subidas que hacen ir ganando altura y así, tras cuatro kilómetros por este terreno aparece el Alto de Erro. Lo que pasa es que aparece debajo de donde me encuentro. Y es que al Alto de Erro se llega bajando hasta una carreterra que viene de Pamplona y que es la que marca donde está ubicado el alto. Hay allí justo una explanada con un pequeño monumento y, lo que es mejor, una furgoneta con bebidas frías que un  avispado tiene allí siempre como negocio. Ha puesto hasta mesas y sillas, así que la cosa debe ser más o menos oficial. 
Bar en el Alto de Erro
Me pido dos cocas y me paro allí a tomar el resto del fuet que me sobró ayer del que compre en Saint Jean y a descansar un poco. Aprovecho para sellar la credencial y me fijo en que en el suelo el de la furgoneta a puesto un cesto de los de frutas con un cartel que dice: “deja lo que no quieras y coge lo que necesites”.  En el cesto hay varias prendas de ropa, aunque lo que más abunda, curiosamente, son los sujetadores. No entoiendo nada. Se lo pregunto al tio y me dice quie es que una vez pasó una que dejó su sujetador y se casó al poco tiempo, con lo que ahora hay muchas que hacen lo mismo y que se ha convertido en una tradición. Me huele fatal. Para mi que la tradición la está queriendo empezar él.
Tras un rato de descanso empiezo la última parte de la etapa. Tengo que bajar primero tres kilómetros hasta Zubiri, para después atacar los últimos cinco kilómetros hasta Larrasoaña, donde termina hoy la etapa.
Vistas desde la bajada a Zubiri
Y la bajada es fuerte. Recuerdo que el año pasado Paloma llegó abajo queriéndome pegar, harta de tanta bajada y cansada de la jornada. Hoy comienzo la bajada con ánimo. Hace ya mucho calor, que mitiga algo la sombra de los árboles que hay a lñps lados del Camino. 
Bajada a Zubiri
Bajada a Zubiri
Son tres kilómetros de bajada muy dura, con muchos tramos pedregosos y estrechos que obligan a ir con mucho cuidado y mirando muy bien donde pisas antes de dar cada paso. 
Llegando a Zubiri
Llegamdo A Zubiri
Es ciertamente una bajada cansada que a estas alturas de la etapa las rodillas sufren. Finalmente comienzo a ver entre los árboles los tejkados de las primeras casas de Zubiri y un poco después me encuentro frente al Puente de La Rabia, que de entrada al pueblo.
La leyenda  de este puente dice que cuando los lugareños estaban construyendo el puente, encontraron allí los restos de Santa Quiteria, protectora de la rabia. Cuando intentaron llevarlos a Pamplona las mulas que los llevaban se negaron a irse de allí, por lo que los restos se quedaron en Zubiri. Esta leyenda de los santos tozudos que se niegan a abandonar el lugar donde han sido encontrados es muy habitual en el Camino. 
El nombre de Puente de la Rabia le viene de la tradición de que los animales (de dos o cuatro patas) quedan curados de la rabia si dan tres vueltas al pilar central del puente. Y en mi opinión si no se curan el problema se resuelve igual, porque el pilar central es enorme, está en medio de la corriente y seguro que se ahogan.
Puente de la Rabia. Zubiri
Esta vez no pico como hice el año pasado. No cruzo el pùente. El año pasado me equivoqué y Paloma y yo cruzamos el puente y salimos incluso a la nacional antes de darnos cuenta de que íbamos mal y que el camino sigue a la izquierda del puente sin entrar a Zubiri.
Así que esta vez le doy simplemente un vistazo al puente y tomo el camino corecto, que por cierto en este punto está deficientemente señalizado. Seguro que son los mismos del pueblo los que no quieren que la cosa esté clara, orque así más peregrinos entran en Zubiri y más negocio hacen lpos comercios de la zona.
Comienza ahora lo peor y más pesado de la etapa. Un sendero, que inicialmente es muy bonito, por una zona de bosque en la que hay un puente precioso, nos lleva en un kilómetro hasta la puerta misma de una inmensa fábrica de Magnesita. 
Camino a la Fábrica
Es gigantesca, olorosa, sucia, ruidosa… reúne todas las condiciones para pensar que estamos en las puertas de Mordor. Enormes montones de minerales dde desecho se alinean en las afueras d la fábrica y continuamente están entrando y saliendo del recinto de la misma enormes camiones.
Un panorama precioso. 
Fábrica de Magnesita
El Camino lo que hace es rodear la fábrica subienddo a una colina cercana por una carretera bastante empinada y sin una sola sombra. Hace mucho calor, y al lado de la fábrica parece que aún más, por lo que la subida es una tortura. Y la fábrica es pequeña. Tiene más de un kilómetro de larga contando los montones de deshechos, por lo que este tramo se hace agotador e interminable.
Fabrica de Magnesita
Finalmente se llega a un punto en el que se baja bruscamente por unas escaleras hasta perder de golpe toda la altura que se había ganado y llegar a un punto anacrónico. 
Final de la fábrica
Una preciosa cascada de agua natural marca el final de la zona industrial. Está aquí como puesta a posta, para indicarnos que se acaba Mordor y volvemos a la Comarca.
Cascada al final de la fábrica
Dejando atrás la cascada y la fábrica, el camino sigue ahora por un sendero empedrado artificialmente con losetas lisas y cómodas que avanza por una zona arbolada y agradable, pero que es en fuerte subida hasta llegar a un pueblo llamado Ilarratz.
Caminop a Illarratz

Su principal monumento es una fuente cubierta en la que paramos todos los que vamos llegando, pues el calor ahora es muy fuerte y merece la pena hiodratarse y descansar un poco.
Fuente de Illarratz
Lo hago antes de seguir por una carretera asfaltada y sin tráfico que , tras ochocientos metros y pasar por una preciosa capilla que se ve en un lateral, la de Santa Lucía, entra en otro pequeño casería llamado Eskirotz, al que apenas llegamos a entrar pues el Camino no hace sino rozarle antes de seguir por un sendero de tierra y piedras estrecho y entre árboles hacia Larrasoaña, que ahora se encuentra tan solo a dos kilómetros de distancia.
Capilla de Santa Lucia
Dos kilómetros que se hacen los más largos de la etapa. Y es que siempre los kilómetros finales, cuando ya estas deseando llegar a destino, parece que tienen más metros de lo habitual.
Camino a Larrasoaña
Finalmente la senda que traigo desemboca en otra más ancha desde la que se ven a apenas veinte metros, al otros lado de un río las casas de Larrasoaña.
Pues ya casi está la etapa rendida. Solo queda abandonar el camino y entrar en Larrasoaña, ya que el camino no lo hace. El camino sigue hacia la izquierda, en dirección a Akerreta, que fue donde dormimos el año pasado. Para entrar a Larrasoaña giro a la derecha y cruzo un precioso puente del siglo XV, el puente de los Bandidos, llamado así porque aquí se colocaban los bandoleros para expoliar a los peregrinos, obligados a cruzar por aquí el rio.
Puente de los Bandidos. Larrasoaña
Hoy los bandoleros prefieren los parlamentos a los puentes, así que cruzo el puente sin riesgo y me doy de frente ccon una enorme y preciosa iglesia, absolutamente desproporcionada para el pueblo. Es la Iglesia de San Nicolás de Bari, patrón del pueblo.
Iglesia de Larrasoaña
Encuentro rápidamente mi alojamoiento para hoy ya que elpueblo es muy pequeño. Se trata de la Pemnsión Sangalo, que en realidad es una casa de campo en la que alquilan tres habitaciones. Mi habitación es grande y parece un dormitorio de una casa cualquiera, con su cómoda, sus libros en la estantería, una peccera llena de conchas….El baño es moderno y está todo muy limpio, así que perfecto. Lo único que no tiene es televisión, así que toca tarde de relax.
Pension Sangalo
Descanso un poco antes de salir a ver el pueblo. No tiene nada de nada. Solo tres albergues, por lo que está repleto de peregrinos que se agolpan todos en la terraza del único bar del pueblo. Yo me siento dentro a escribir y reservo sitio para cenar a las siete.
Es una cena en una mesa corrida de once personas, que comparto con ocho italianos y dos portorriqueños, padre e hijo, que están haciendo el Camino juntos.  Obviamente hablamos del camino, de donde ha empezado cada uno,  de la etapa de hoy, de las que vienen… Una cena divertida y además rica. Yo tomo Macarrones con tomate, carne y verduras de primero, estofado de ternera muy bueno de segundo y helado de postre.
Terminada la cena me recojo en la habitación a las ocho y media.
Mañana tengo día de traslado. Me levantaré pronto para hacer los kilómetros que me quedan hasta Pamplona y luego, a eso de las once, cogeré un coche de alquiler para trasladarme hasta El Ferrol, donde comenzaré con el Camino Inglés la última parte de esta extraña y caótica peregrinación.

TRIVIAL DEL CAMINO.
No acabo de entender muy bien la alusión de Paloma a la cornamenta del Obispo de Pamplona. Me parece un poco irrespetuosa para ser sincero.
Pero Luis lo ha dejado todo en su lugar con la `precisa descripción de la leyenda de la aparición de Nuestra Señora de Roncesvalles.
Para hoy, una pregunta de frases camineras:
-Con que lugares relacionarías las siguientes frases del Camino:
              - “Agua, higos y amor”
              -“Donde el Camino del viento se une al camino de las Estrellas”
              - “El turista exige, el peregrino agradece”
              - “La puerta se abre a todos, enfermos y sanos. Así a los católicos como a los paganos, a judíos, herejes, ociosos y vanos”


Buenas noches y Buen Camino

5 comentarios:

  1. Hoy Paloma cuando lea la crónica tendrá morriña, pero también vomprobará que el peregrino este año, se ha hecho la etapa más corta.

    Trivial
    1ª, 2ª y 4ª- Puesto de Felisa Logroño
    Sierra del Perdon
    Hospitalidad de Roncesvalles
    3ª- En El Camino

    Buen camino, Ultreia

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  2. Poca morriña, esa etapa no la disfrute nada para mi creó que la peor de todos los caminos . Como me imaginó que la respuesta de Luis es la correcta yo ni me molesto que la pregunta se las trae. Buen viaje mañana

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  3. Poca morriña, esa etapa no la disfrute nada para mi creó que la peor de todos los caminos . Como me imaginó que la respuesta de Luis es la correcta yo ni me molesto que la pregunta se las trae. Buen viaje mañana

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  4. Comparto la respuesta de los especialistas. Y esta vez si que puedes hablar desde los tres caminos!! Ya nos contarás lo ruidosos que deben haber sido los comensales italianos, te habrás acordado de tu amigo el Cardenal!! Besos

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  5. Aqui estoy, aunque no escriba, leyendo tus cronicas todos los dias.
    Me parece muy bonito, pero durisimo. Entre el calor, las cuestas rompepiernas... me agoto.
    Veo que te cuidas muy bien con las comidas, y que te hidratas apropiadamente.
    Buen viaje, que sigas disfrutando. Un beso

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