martes, 11 de agosto de 2015

Dia 8 – Saint Jean Pierd de Port – Roncesvalles. 28 kilómetros. LA ETAPA.

Cambio de Camino y cambio de escenario, aunque no nos vamos demasiado lejos.
Del Camino Aragonés pasamos al Francés, que y alcanzamos el último día en Obanos. Pero tras la boda en Fuenterrabía (todo un éxito, por cierto. Teníais que ver que elegante iba vuestro peregrino de chaqué) he retrocedido hasta pasar de nuevo a Francia con la intención de cruzar los Pirineos por segunda vez en esta peregrinación; esta vez desde Saint Jean Pied de Port.
Es una etapa que conozco del año pasado y de la que no puedo tener mejores recuerdos. En Junio del 2014 la hice con Paloma. Fue un día durísimo, muy exigente pero muy gratificante. Llegamos a Roncesvalles muertos de cansancio pero contentísimos de haber hecho LA ETAPA.
Y es que esta es LA ETAPA, con mayúsculas. La que para mucha gente abre el Camino Francés. La más temida, la que tiene más desnivel, la que cuenta con mayor record de peregrinos perdidos, lesionados o incluso fallecidos, la que todo el mundo mira con miedo e ilusión cuando prepara su Camino
Por eso he querido incluirla en este Camino ecléctico del 2.015. Porque estando tan cerca, no me resistía a volver a hacerla.
Así que aquí estoy, en Saint Jean Pied de Port. El pueblo más caminero de Francia. Llegué ayer en autobús desde san Sebastián. Una combinación perfecta. Un autobús directo desde San Sebastián que solo tardo hora y tres cuartos en dejarme en una de las puertas de acceso al casco viejo de Saint Jean, junto a otra docena de peregrinos.
Puente sobre el NIve
Es Domingo y Saint Jean está petado. Es un pueblo muy turístico y las calles rebosan de gente, a pesar de que el tiempo estás cubierto y llueve intermitentemente. Yo me abro paso y me dirijo al Hotel Ramuntxo, el mismo en el que estuve el año pasado con Paloma; en el que esta vez me dan una habitación bastante peor, pero suficiente.
Hotel Ramuntxo. Saint Jean
En Saint Jean
Paso la tarde paseando por el pueblo, que es precioso,con calles y casonas medievales muy bien conservadas, o descansando en la habitación los ratos que llueve más. Ceno en el mismo hotel (piperada vasca y trucha con almendras) y me acuesto pronto esperando que el tiempo mejore durante la noche, tal como han anunciado.
Saint Jean
Tras una buena noche de descanso me levanto a las seis. Lo primero es mirar por la ventana a ver que tiempo hace….niebla. 
NIebla en la Salida de Saint Jean
Esta todo con niebla. Me conecto a internet para revisar el pronóstico del tiempo y veo que anuncia tiempo soleado. Así que esto debe ser una niebla baja que seguramente desaparecerá a medida que avance el día o que superaré en cuanto suba un poco del valle.
Así que a las siete menos diez estoy ya en la calle y en la niebla. Subo primero a la cercana oficina del peregrino, donde ya estuve ayer para pedir la previsión oficial y preguntar si había algún problema con el paso por la ruta Napoleón. Quiero ver si han dejado algún aviso de última hora en la puerta, pero no, no hay nada.
Niebla en la salida de SAint Jean
Así que tomo la calle adelante y con otros peregrinos me dirijo a la Puerta de España, que es la salida oficial al Camino de Saint Jean Pied de Port. Paso el puente sobre el rio NIve, cubierto por la niebla, y subo por la Rue d’Espagne hasta la Porte  d’Espagne. Es curioso. Saint Jean es un pueblo vasco por los cuatro costados; orgullosos de su tradición vasca , y sin embargo a estos parece no darles alergia el nombre de España, como a otros que yo se me. Y es que los franceses siempre han tenido muy claro lo que es el cáncer de las nacionalidades y lo han sabido gestionar mejor que nosotros.
Nada más pasar la puerta de España y dar los primeros pasos hay que tomar la decisión del día: unos carteles informan de las dos rutas posibles para llegar a Roncesvalles.
Carteles e n la división de los Caminos
La Ruta de Valcarlos sigue el valle subiendo ligeramente hasta llegar al pueblo de Valcarlos, ya en España, donde se sube de golpe en los últimos kilómetros hasta el Alto de Ibañeta, a solo kilómetro y medio de Roncesvalles. Es la ruta aconsejada en caso de mal tiempo, y para el año que viene tienen previsto que sea la única que se pueda utilizar en los meses de invierno, pues por lo visto las protecciones civiles de ambos países están ya hasta los mismísimos de tener  que rescatar peregrinos que se aventuran por la Ruta Napoleón en días peligrosos.
La ruta Napoleón, que es sion duda la preferida de los peregrinos y la que da su fama principalmente a esta etapa,  comienza subiendo bruscamente desde Saint Jean y sigue subiendo un total de mil trescientos metros hasta llegar al Alto de Lepoeder, donde comienza a bajar a falta de cuatro kilómetros hacia el Alto de Ibañeta donde se junta con la Ruta de Valcarlos.
Inicio de la Ruita Napoleón
Hoy, a pesar de la niebla que ahora tenemos en la salida, todos los peregrinos que veo y que salen a esta rtremprana hora eligen la ruta Napoleón, más dura pero que promete ser mucho más bonita.
Comienza esta ruta con una primera durísima pendiente de algo más de un kilómetro que, a modo de aperitivo de los que va a ser la jornada, nos va sacando de Saint Jean.
Camino a Hontto
Viene bien al principio para calentar músculos y hacer sudar desde el principio, pero cuesta Dios y ayuda superarla. Pasos cortos y no mirar hacia arriba es una buena técnica.
Pronto paso las últimas casas de Saint jean, casi todas las cuales ofrecen alojamientos para peregrinos y empiezo a ir por zona más despejada.
Camino a Hontto
La niebla sigue presente, aunque parece que cada vez es menos densa. En efecto, al cabo de un par de kilómetros de subida la altura ganada ya hace que poco a poco la niebla vaya quedando abajo y comienzo a ver un día completamente radiante de sol, sin ninguna nube en el horizonte.
Saliendo de la NIebla
La temperatura es algo fresquita, lo quie es ideal para caminar. Así que con un nuevo ánimo ahora que ya he superado la niebla, sigo hacia arriba.
Saliendo de la niebla
Voy todo el rato por carretera. En realidad esta etapa se hace en casi su totalidad por una careterilla estrecha y de muy poco tráfico, que solo usan los locales y algún turista que sube a ver las cimas. No es peligrosa y sirve de guía durante todo el Camino.
La pendiente, tras el primer duro kilómetro, no es tan dura ahora y se sube bien a ritmo. Hay varios grupos de peregrinos o peregrinos solitarios en el Camino, lo que viene también bien para marcar el ritmo de la subida.
Camino a Hontto
Paso así por algunas granjas aisladas hasta llegar al cabo de unos cuatro kilómetros de etapa a un lugar donde se ve una cuesta muy fuerte que lleva hasta unas casas que se ven bastante por encima de donde estoy en la ladera del monte. Es aquí donde empieza la subida hasta Hontto (que son las casas que se ven) y luego hasta el refugio Orisson. En total unos tres kilómetros y medio en los que se vencen unos trescientos cincuenta metros de desnivel.
Dura cuesta Camino a Hontto
La primera parte, hasta Hontto, se hace salvando dos fuertes rampas por la carretera, que dejan baldado. A cambio, cada vez las vistas son mejores y más agradecidas. No es que compense del todo, pero al menos consuela. 
Vistas en la subida a Hontto
Voy subiendo a tirones hasta llegar al refugio de Hontto, donde paro, al igual que casi todos los que pasan y decanso un rato tomando la primera botella de agua del día. No es que haga calor, pero el esfuerzo continuado exige hidratación constante.
Refugio de Hontto
Mientras estoy allí esperando pasan dos chicas, cada una de ellas con un perro. Al principio pienso que son peregrinas, pero no las vuelvo a ver en todo el día. Supongo que serían veraneantes de la zona que pasean subiendo y bajando el Camino de Santiago.
¿Peregrinas? con perro
Tras el refugio de Hontto, la carretera sigue picando hacia arriba fuertemente unos cientos de metros hasta que se abandona por un  camino de tierra que sale a la izquierda y que se encamina directo a una alta loma que se ve al fondo. 
Camino a Orisson
A medida que te acercas ves que hay peregrinos subiendo la colina en todas direcciones, y es que esta loma se sube por un Camino en Zig-zag que va ganando altura de manera progresiva con rampas bastante duras, pero bastante menos de lo que seria subir directos hacia arriba. El sendero no es muy ancho y hay una zona donde tenemos que compartirlo con unas cuantas vacas que están allí tranquilamente pastando y que nos miran con cara de vaca al pasar, con un poco de aprensión, a su lado.
Camino a Orisson
Termina este tramo duro volviendo a la carretera, que en unos metros más nos lleva hasta otro punto importante de la subida. Es la llamada Mesa de Orientación, un mirador hacia el valle, que lla se ve muy abajo, pues estamos a una altura ya de 700 metros. La niebla se ha ido disipando en el fondo del valle y comienzan a distinguirse ya los pueblos y aldeas que salpican todo el paisaje. Además se ven todas las elevadísimas montañas que nos rodean y que comienzan a ser más impresionantes a medida que nos vamos acercando al corazón de los pirineos. En el mirador han puesto una mesa con un dibujo de la zona que explica lo que es cada pueblo y cada pico que se ve. De aquí le viene el nombre al sitio de Mesa de Orientación.
Mesa de Orientación
Vista desde la Mesa
Paso solo un momento viendo el paisaje y sigo subienddo fuertemente por la carretera, ya en dirección al refugio de Orisson, que se encuentra ya a solo un kilómetro. Justo antes de llegar a él, el Camino da un respiro y así se llega al refugio bajando.
Camino a Orisson
El refugio de Orisson está situado en el kilómetro ocho de etapa. Para llegar a él hay que subir aproximadamente la mitad del desnivel total que tiene la etapa, y que es de 1.350 metros desde Saint- Jean al Alto de Lepoeder. Es un lugar ideal (de hecho el único) para partir esta etapa en dos. Así, se puede llegar a Saint Jean, hacer el día de la llegada estos ocho kilómetros y dejar una etapa mucho más asequible para el día siguiente.
Refugio de Orisson
El refugio es apenas una cabaña pequeña y tiene enfrente, pegada a la ladera, una preciosa terraza con unas vistas alucinantes a las cordilleras y valles que desde aquí se dominan. Me pido dos Cocas y me siento un rato en la terraza a disfrutar del paisaje y descansar de este primer tramo ya vencido, sin duda el más duro de la etapa.
Descansando en Orisson
El flujo de peregrinos es constante. Se nota que en esta etapa todo el mundo procura empezar lo antes posible y así, en estos primeros kilómetros vamos todos bastante agrupados.
 Terminado el descanso, continúo hacia arriba. El siguiente tramo de la etapa me tiene que llevar en cuatro kilómetros en los que se salvan doscientos metros de desnivel hasta la hermosísima pradera de la Virgen de Biakorrl, que para mi es el punto más bonito de esta etapa, solo superado por la cama en la que uno se desploma al llegar a Rncesvalles.
Saliendo de Orisson
En este tramo la vegetación ya empieza a desaparecer y los montes aparecen desprovistos e árboles y tan solo cubiertos de hierba. Eso implica que lo que empiezan a aparecer son toda clase de animales que pastan libremente en los campos. Al poco de salir de Orisson hay un tramo en el que veo delante mio una piara de unos cinco cerdos en medio del Camino; un poco más adelante un rebaño de ovejas y en un montecillo al lado del camino, otro de vacas.
Cerdos en el camino
Y es que este paisaja es una delicia para los pastores. La hierba sale sola y para alimentar al ganado solo tienen que dejarlo suelto. Y nosotros los peregrinos lo agradecemos, pues vamos todo el rato viendo una fauna que incluye, además de los animales que ya he citado, manadas de caballos y buitres que revolotean a muy escasa distancia del suelo, supongo que esperando que alguna oveja o algún peregrino la palme para caer encima como lo que son: como buitres.
Camino a Biakorri
El camino hasta la Virgen de Biakorri se hace todo por carretera. Son rectas medianamente largas que te permiten ir viendo el desnivel que vas ganando y a la vez los cada vez mejores panoramas de sierras, montañas y valles (todos verdes) que ya se desarrollan en todas direcciones a donde mire. Una auténtica pasada.
Camnino a Biakorri
De vez en cuando pasan por la carretera coches de turistas que están igual que yo, admirando el paraje natural; aunque en su caso, bastante más cómodos.
Camino a Biakorrio
Finalmente llego a la pradera de la Virgen de Biakorri. Está situada tras una curva de la carretera en una cima que divide dos valles, con lo que las vistas son espectaculares. 
Llegada a la pradera de la Virgen
Es una ancha pradera, toda  verde, al fondo de la cual hay una pequeña formación rocosa en cuya cima se encuentra una preciosa imagen, no muy grande de una Virgen con niño. La Virgen va vestida dde azul y está coronada; pero la imagen es mucho más bonita desde un poco lejos, ya que se integra cpompletamente en el paisaje y hace que la formación rocosa parezca un altar natural. Es una preciosidad de sitio.
Pradera de la Virgen de Biakorri
Virgen de Biakorri
Obviamente paro allí y me paso un ratillo viendo el paraje, descansando y comiendo un poco. Ayer compré en Saint Jean chorizo, Jamón de york y un fuet del país que ahora saben a gloria. También tengo una naranja, pero esa la dejo para luego.
De nuevo observo que el flujo de peregrinos es constante en este lugar, pero además ahora llegan algunos coches de turistas que ven rápidamente a la Virgen y luego siguen su ruta.
Virgen de Biakorri
Yo también continúo, ya algo más cansado, pero aún en buen estado. Ya hemos subido un kilómetro de altura desde que salimos de Saint Jean, o sea que solo quedan por ganarle al monte otros cuatrocientos cincuenta metros para culminar la subida del día.
Camino a Bentartea
El siguiente tramo es más suave. Lleva desde la Virgen de Biakorri hasta el punto donde se abandona definitivamente la carretera para dirigirse directos al Col de Bentartea y la frontera española- Tiene cuatro kilómetros y gana tan solo ciento veinticinco metros al monte.
Pero tampoco es un tramo de relax. Yo creo que esa altitud la gana casi toda en los primeros cientos de metros desde la Virgen, que son bastante duros.
Camino a Bentartea
 A partir de allí la carretera llanea e incluso baja un poco. Varias curvas de la carretera se cortan por mullidas praderas de hierba que los pies agradecen. Esta es la zona del Camino donde aparecen los caballos que pastan salvajes en manadas grandecitas. En un momento dado una de estas manadas comienza a correr, no se porque, y se echa encima de un rebaño de ovejas, que huyen despavoridas en todas direcciones, dejando el paso libre a los caballos.
Casmino a Bentartea
Un poco más adelante una bandada de unos diez buitres planean pasando a tan solo unos metros por encima de mi cabeza. Es una pasada de tramo, ya sin vegetación  ninguna excepto la hierba que lo cubre todo.
Camino a Bentartea
El tramo llega  un punto donde una pequeña cruz de piedra encerrada en un cercado marca el punto donde abandono la carretera que me ha traído desde Saint Jean y me dirijo por un sendero hacia un camino que asciende fuertemente entre dos montes. 
Desvio de la carretera hacia Bentartea
Cruz en el desvio
Es un ascenso duro pero bastante corto, que nos lleva a un collado donde hay una placa con una inscripción  referente al Codex Calixtinus y un puesto de caza construido con cemento. Estos son muy habitruales en esta zona, ya que por lo visto, cuando es el paso de las palomas en Octubre y Noviembre se ponen morados a cazar.
Subida a Bentartea
Desde el collado sale un Camino que va llaneando en dirección a la ya cercana frontera española. Llega un punto donde el sendero se convierte en una especie de barrizal negro y asqueroso que avanza pegado a una valla de alambre, por lo que no puedes evitarlo de ninguna manera. El caso es que las tierras aquí son de pizarra y esta, machacada por el paso de miles de peregrinos y húmeda por las últimas lluvias, forma este barrizal por el que veo a un par de ciclistas que tienen que echar pie a tierra, pues no pueden avanzar.
El camino embarrado de pizarra
El tramo de pizarra dura poco y el sendero, siempre nivelado llega a otro punto emblemática: la Fuente de Roldan. 
Camino a la Fuente de Rolkdan
Es una fuente de agua buenísima y helada que sienta de miedo tras el esfuerzo de la subida. Todo el que pasa se para a pegar un trago. Además, la Fuente marca ya la entrada en España, pues está justo en la coima del Alto de Bentartea, a 1.310 metros de altura. 
Fuente de Roldán
Un primer letrero en piedra nos indica la distancia a Santiago y otro cartel nos dice que desde aquí hasta Roncesvalles hay 83 postes de señalización (unos postes de madera numerados de un par de metros de altura)  que van marcando el Camino a Roncesvalles. El cartel indica incluso que a partir del poste 38 tendremos cobertura telefónica de compañías españolas, lo que es falso, puesa al menos de Movistar no hay cobertura en todo lo que queda de Camino, e incluso en Roncesvalles es muy baja.
 Me paro en la Fuente a descansar y comer todo el fiambre que me queda y la naranja. También aprovecho para rellenar las botellas de aguia con fresca agua de la fuente y después continúo, ya por tierras navarras, como anuncia una piedra esculpida que está situada nada más salir de la fuente.
El Camino continua ahora casi llaneando y entrando en un hermoso hayedo cuya sombra se agradece mucho. 
Camino a Lepoeder
Es un bosque precioso y lo único malo que tiene es que el suelo está compuesto de una masa de hojas descompuestas, que al estar mojadass, hacen bastante difícil el andar. Los ciclistas tienen que poner de nuevo pie en tierra, lo que siempre es muy celebrado por los que vamos a pié.
Camino a Lepoeder
Camino a Lepoeder
El bosque dura un par de kilómetros hasta que acaba en un punto donde hay una pequeña Cabaña-refugio en medio del monte, que puede ser muy útil en Invierno, cuando las tormentas repentinas son frecuentes en esta zona.
Cabaña- Refugio

Hoy , lo que empieza a hacer aquí es bastante calor, aunque corre un viento muy agradable que refresca el ambiente.
Desde la cabaña se ataca ya el último tramo de la subida. Es el ascenso al Alto de Lepoeder, que se ve ya a nuestra derecha, y que no parece gran cosa. Tiene 1.450 metros de altura, por lo que desde la cabaña la subida es de solo unos cien metros en dos kilómetros.
La cabaña desde3 la subida a Lepoeder
La senda hacia Lepoeder es ancha y cómoda, con el solo inconveniente del sol que va dando y la ventaja de que la pendiente es constante y no muy fuerte. Las vistas hacia el lado francés son preciosas y todo ello, más la perspectiva de que la subida está casi vencida, hace que la sibida la haga a bastante buen ritmo para la altura de la jornada a la que estamos. 
Siubida a Lepoeder
La úlima rampa hasta Lepoeder estña flanqueda por una manada de caballos que están en una ladera, aparentemente mirando como llegamos los peregrinos. Es una manada grande, y es que los caballos son ya los únicos animales a esta altura.
Subida a Lepoeder
Llegada a Lepoeder
Llego a Lepoeder tras vencer la cuesta dde los caballos. Desde su cimna, en la que han colocado un extraño monumento-asiento para peregrinos de madera, se tiene ya una magnífica vista de la vertiente navarra del monte, Se ve desde aquí Burguete, pueblo al que llegaré mañana e incluso Roncesvalles se ¡distingue bastante cercano entre los árboles.
Alto de Lepoeder
Vista desde Lepoeder. Burguete
Vista desde Lepoeder. Roncesvalles
Paro un poco en la cima a descansar y admirar el panorama y comienzo la bajada.  Hay dos opciones para bajar. La primera baja en 3,6 kilómetros por un hayedo, con pendientes muy inclinadas. El otro es más suave y tiene algo más de cuatro kilómetros, pero es mucho menos peligroso. Así que elijo el fácil y comienzo a bajar hacia una carreterilla que comienza a descender. A mi izquierda veo el hayedo por donde va el otro camino, que ciertamente parece muy inclinado.
Señlalización de las bajadas
El que yo llevo es cómodo y muy bonito. Las vistas hacia Roncesvalles son una preciosidad y hay varias manadas de caballos por allí disfrutándolas.
Bajada a Ibañeta
A medida que bajo, el Camino empieza a atajar curvas de la carretera, biuscando siempre la ruta más directa a Roncesvalles. 
Bajada a Ibañeta
Al cabo de un rato la carrterilla se interna en un muy agradable bosquecillo, donde una manada de caballos está paciendo justo en el Camino, lo que me obliga a dar un pequeño rodeo para no ponerles nerviosos.
Caballos en el Camino
Tras tres kilómetros de bajada llego al último hito de la loranada antes de Roncesvalles. Es el puerto de Ibañeta,  donde se encuentra la picuda capilla de San Salvador, construida en recuerdo de una más antigua que hacía sonar su campana para orientar a los peregrinos medievales.
Ahora los peregrinos nos orientamos por GPS y la capilla está cerrada, aunque numerosos  turistas pululan por allí.
Iglesia de Ibañeta
Ya tengo ganas de llegar y apenas paro. Comienzo a bajar por la carretera hacia Roncesvalles, que está a poco más de un kilómetro. Es lo que hice en Junio cuando vinimos Paloma y yo. Pero en un momento dado me doy cuentas de que hay una senda que sale desde delante de la iglesia y que va a la izquierda de la carretera, evitando esta.
Llegando a Roncesvalles
Así que me voy a la senda, que es un camino muy agradable y mucho más seguroque el arcén de la carretera.
Y por la senda, en poco más de un kilómetro, entro por fin en Roncesvalles, por la parte de atrás del Albergue de peregrinos, que hay que atravesar para salir a la zona donde está el hotel. 
Llegando a Roncesvalles
La afluencia de peregrinos es grande. Cuando atravieso el vestíbulo del albergue veo una cola de unos veinte que están esperando a registrarse; y siguen llegando.
Yo me voy al hotel. Son las tres de la tarde, con lo que la etapa ha durado casi exactamente ocho horas. Y no se me han hecho largas. Esta etapa es tán variada y entretenida que el tiempo se pasa volando y no tienes sensación de agobio por la lentitud del paso de los kilómetros.
Albergue dde Roncesvallles
Pido mi habitación en el hotel y me dan para mi solo un enorme apartamento de dos pisos y cuatro camas. Lo de los dos pisos es un coñazo, pues tiene las camas y el cuarto de baño situados arriba y abajo hay un salón con cocina americana donde está la tele. 
Apartamento en Roncesvalles
Así que me paso el rato subiendo y bajando las empinadas escaleras. Adermás no hay nada de cobertura en la habitación, con lo que para llamar a Paloma tengo que bajarme al exterior del hotel, que es el único lugar donde se coge un poco.
La tarde, como es habitual la dedico al aseo y al descanso. Doy una vuelta por el pueblo, que está lleno de turistas y a las ocho voy a una Misa del Peregrino abarrotada, en la que se lee en tres idiomas (español, italiano e ingles) y en la que la bendición del peregrino nos la dan en diez idiomas, incluido el Coreano. Una misa y una bendición preciosas y muy sentidas.
Finalmente ceno en el mismo hotel . El restraurante esta desbordado de gente, pero me atienden rápida y eficazmente y así tomo en seguida mi Sopa de Ajos y una excelente trucha.
Y con esto me vuelvo a la habitación y doy por concluida LA ETAPA, que ha resultado tan bella y emocionante como la suponía en prncipio.
Y así, además es como he cruzado dos veces los pirineos en la misma peregrinación; algo que no debe ser muy usual.

Trivial del Camino.
Cristina y Luis han dado con la respuesta. Tanto el camino del Norte como el del Interior, que en Oyarzun son el mismo, pasaban justo por la puerta del Hotel donde estuvimos para la boda. Y es que Paloma lo eligió perfectamente para que yo estuviese ambientado.
Para hoy una pregunta local que os permitirá descubrir una preciosa leyenda:
-         Como se descubrió, según la leyenda, la hermosísima imagen de Nuestra Señora de Roncesvalles que hoy se venera en la iglesia de este monasterio en el que estoy?.

Buienas noches y Buen Camino.

3 comentarios:

  1. Tiene que ver con una fuente un ciervo al que se le iluminaba la cornamenta el obispo de Pamplona

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  2. Paloma que ha vuelto con fuerza ya ha contestado, no obstante y para evitarle a Antonio que nos tenga que describir la leyenda, corto y pego
    Sobre la Virgen hay una hermosa leyenda. A pocos metros del antiguo albergue de Itzandegia está la Fuente de la Virgen. Dice la tradición que ante un ataque a la Colegiata (unas versiones de la leyenda lo atribuyen a los moros, otras a los franceses) un canónigo de la Colegiata entierra a la Virgen para evitar su destrucción o saqueo. El canónigo se llevó a la tumba el secreto del lugar de enterramiento, por lo que se creyó que la Virgen había sido destruida.

    Tiempo más tarde, unos pastores observan como un ciervo se acercaba todas las noches a beber de una fuente, y, al hacerlo, su cornamenta se iluminaba con dos luminosos luceros. Ante el prodigio los pastores ponen el extraño suceso en conocimiento del obispo de Pamplona, que, en un primer momento, no cree la historia del ciervo.

    A la noche el obispo despierta. Su habitación está iluminada con un mágico resplandor. La luz rodea a un ángel. Con afable voz el ángel reconviene al obispo: “Debes hacer caso a los pastores y dirigirte a la fuente de la que te han hablado. Allí te espera Nuestra Señora.”

    Virgen de Roncesvalles - OrreagaEl obispo, sorprendido ante la aparición del ángel, reúne a su séquito y se dirige a Roncesvalles. Busca a los pastores y les levanta de sus camas para que le guíen. Todavía de noche, la comitiva, bajo la luz de las antorchas, se dirige a la fuente. El obispo manda excavar a su alrededor. Al poco, las azadas dan con una urna de mármol. Al abrirla, descubren, a la Virgen de Roncesvalles y su vestido de plata refulge maravillosamente a la luz de las antorchas.
    Buen camino peregrino.

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  3. Qué bonita etapa Antonio, sin duda en mi caso para hacerla en coche. Preciosas las vistas. Y qué le habrás prometido a Paloma que se queda hasta altas horas de la madrugada para poder contestar.... Menos mal que Luis nos detalla la leyenda como es debido!!! Y a seguir con fuerzas disfrutando del camino peregrino!!!!

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