domingo, 16 de agosto de 2015

Dia 14- Meson do Vento – Sigueiro. 27 kilómetros de transición.

Etapa tranquila, larga y sin mucho aliciente. Este tránsito desde Betanzos hasta Santiago pasando por la meseta central de la provincia de La Coruña es bastante anodino, similar todo el rato en cuanto a paisajes y sin pasar por ninguna población digna de reseñar, por lo que la crónica parece repetitiva a fuerza de pasar por carreterillas por bosque o carreterillas despejadas. Pero no todo puede ser tan variado y divertido como los Pirineos o Navarra… Todo hay que andarlo y todo cuenta.
Hoy el tiempo ha sido bueno para caminar. No me ha llovido en todo el día, aunque el cielo ha estado completamente cubierto todo el día y se andaba de miedo fresquito, incluso con el jersey.
Y eso que cuando me he despertedo y he abierto la ventana, no se veía nada por dos razones. En primer lugar porque era de noche y en segundo porque había una espesa niebla que cubría todo Meson do Vento. 
Amanecer en Meson do Vento
Así que me he preparado, un tanto resignado a otro día mojado, y a las siete y media pasadas he salido del hotel.
Para entonces la niebla ya ha levantado algo y se puede ver perfectamente y sin problemas. Saludo a los empleados de la gasolinera donde está el hotel, que son los únicos que están levantados un Domingo a estas horas, y comienzo la etapa.
Saliendo del Hotel
Como ayer abandoné el Camino para venir a dormir a Meson do Vento, hoy lo primero que hay que hacer es volver a la senda. La verdad es que es muy sencillo y no hay que volver al punto donde lo dejé ayer, que era el albergue, sino que se toma una carreterilla que sale en diagonal de Meson do Vento y en apenas un kilómetro se une al Camino, más delante del Albergue.
Saliendo de Meson do Vento
 Por delante de mí va una pareja que también estaba durmiendo en el Canaima y que están volviendo al Camino.
La visibilidad es buena ya y las nubes, que siguen bajas , no impiden ver a la distancia normal. Eso sí, hace un fresquito importante, por lo que se agradece el jersey que llevo puesto.  
Camino al Camino
En cuanto retomo el Camino veo que por detrás, desde la dirección del Albergue viene otra pareja como a unos doscientos metros, así que no parece que vaya a ser un día solitario en el Camino. Me gusta tener gente cerca en la carretera porque te dan referencias  y te marcan el ritmo.
Enlace con el Camino
Así que emparedado entre dos parejas hago los primeros kilómetros de la etapa por una carretera despejada y llana que no ofrece mucho aliciente hasta que llego al primer caserío de la jornada, que se llama Cabeza de Lobo.
Camino a Cabeza de Lobo
 Tiene la consabida iglesia y cruceiro, pero lo que llama la atención no es eso. 
Iglesia de Cabeza de Lobo
Cruceiro en Cabeza de Lobo
A la salida del pueblo veo de repente una enorme estatua de Santiago en piedra. Según he leído mide seis metros, y de verdad los aparenta.
Estatua de Santiago
 Y cuando me acerco veo que hay más esculturas alineadas al borde de la carretera  Algunas son normales, como una Virgen con el Niño o una cabeza de Caballo, pero otra son extrañísimas, como una especie de montaña rusa en la que hay dos tractores con unos monigotes dentro. 
Montaña Rusa en cabeza de Lobo

Es un sitio curioso. También hay dos hórreos modernos y una escultura de un perrito. La más bonita y conseguida es la del Santiago gigante, que es bastante buena.
Sigo para adelante, y a unos cien metros de allí me despide el último grupo escultórico. Se trata de dos verdes dinosaurios de enorme tamaño, el mayor de los cuales enseña amenazadoramente los dientes en mi dirección.
Dinosaurios
Continúo por la carretera que pasa por las pequeñas aldeas de Carreira y Mámoas, sin nada que destacar,  antes de abandonarla para entrar en un sendero de tierra algo empinado que discurre entre árboles cerca del pueblo de Carballeira.
Camino a A Rua
Camino a A Rua
Toca ahora el rato de sendero entre árboles de cada etapa. La verdad es que a medida que el camino se acerca a Santiago hay más zonas despejadas o cultivadas y menos zonas boscosas. En esta zona el cultivo mayoritario es el maíz, del que he visto hoy grandes campos.
Camino a A Rua
Camino a A Rua
El sendero se termina en una carreterilla secundaria que llega hasta el pueblo de A Rua, doinde hay un bar en ele que paro a tomar algo. Hoy como hace fresquillo pido un café con leche que me tomo mientras veo en la tele el comienzo de la final de Badmington en la que Carolina Marín va a ganar el íitulo mundial. De momento, cuando yo lo veo el partido acaba de empezar y va perdiendo por cuatro a dos.
Cruceiro en A Rua
Llegan otros peregrinos que se sientan en el bar. Hay un grupo de tres chicos (dos chicas y un chico) jóvenes y también una pareja de guiris a los que veo casi todos los días y que hoy estaban durmiendo en el mismo hotel que yo.
Yo me marcho el primero y de inmediato llego a la iglesia de San Paio, que está a apenas cincuenta metros del bar. La iglesia está cerrada, claro,  pero tiene delante un bonito cruceiro y en la fachada una escultura de San Paio que me parece lo más.
Está metido en un nicho, vestido con un casacón rosa y unas botas como de piel vuelta de borrego y tiene un brazo arriba y el otro abajo, con todo el cuerpo retorcido como si se estuviese cayendo por un precipicio. Un horror muy del gusto de por aquí.
San Pelayo en A Rua
San Paio ( o Pelayo ) , es un Santo muy de la zona. Fue un niño, sobrino de un obispo, que fue secuestrado por los moros y llevado cautivo a Córdoba. El sultán pidió rescate por él, pero su tío que era un rata no quiso pagarlo. El sultán entonces decidió meterlo en su cama, que a los moros les gustan los jovencitos. Como el chaval dijo que nones, el sultán le exigió que entonces abjurase de su fe. El chaval era recio y dijo también que nanay; en vista de lo cual el sultán, harto ya del jueguecito, le corto la cabeza y se fue a consolar al harén. Siglos más tarde Franco lo revitalizó en los grupos juveniles llamados Flechas y Pelayos (Flechas por la Falange y Pelayos por el mártir).
Pasada la iglesia, el Camino continúa un rato por una carretera recta y despejada, pasando por un campo de girasoles que , como no hayt sol, miran cada uno para donde les parece.
Girasoles despistados
Sigo por la carretera hasta que a la izquierda sale un sendero que lleva hacia una zona arbolada a la
 que se accede por un bonito puente de madera. Este es uno de los tramos de bosque bonitos que abundan por aquí.  El sendero es cómodo para caminar y los árboles tienen todos los tonos de verde posibles. 
Camino a Poulo
Camino a Poulo
Camino a Poulo
Al cabo de un rato se llega a un túnel que pasa por debajo de una autopista.
Puente bajo la autopista
En la pared del puente hay una pintada. Está hecha con un verde fosforescente reivindicativo. Es el tipo de pintadas que llaman a la rebelión, que provocan revoluciones, caídas de gobierno y de cabezas de reyes. Podemos no podría expresar mejor su ideario en una sola frase. La pintada dice así: Por favor , Seamos Correctos... Tras meditar un rato su profundo significado, continúo camino, anonadado por tamaña llamada a destruir la sociedad capitalista que nos oprime.
Por Favor, Seamos Correcctos
El Camino pasa ahora por una Casa Rural aislada en un paraje precioso antes de llegar a una iglesita con su consabido cementerio que se alza sola en un prado inmenso que se entrevé desde el camino en medio del bosque. Un lugar precioso y sugerente. Se trata de la Iglesia de San Xulián do Poulo.  
Camino a Pôulo
Iglesia de san Xulian do Poulo
Iglesia de San Xulian do Poulo
Un poco más adelante, en una subida, se pasa al lado de un bonito horreo antes de continuar llaneando.
Camino a Poulo
Camino a Poulo
El sendero desemboca, ya en el kilómetro trece de etapa, en un cruce de carretera en el que no se ve mojón ninguno. La dirección parece clara, pero conviene asegurarse. Para ello, alguien ha atado de un arbol una cinta amarilla que indica la dirección. Un buen sistema de señalización de emergencia.
Cinta señalizadora
Camino a Poulo
Camino a Poulo
 La carretera sigue entrando en el puebllto de Poulo, donde hay un bar llamado O cruceiro, situado justo al lado de un bonito Cruceiro a un lado del Camino y en el que pienso parar a comer, pues mi guía, y varios anuncios que he visto en el Camino, dicen que es el último sitio antes de Sigüeiro. Y es cierto, como comprobaré luego.
Entrando a Poulo
Así que paro allí y me pido un bocadillo de tortilla francesa que sabe a gloria. No acostumbro a comer mucho durante las etapas, pero hoy me apetecía.  Mientras estoy allí entran otras dos parejas de peregrinos que también se ponen a desayunar. Estamos casi a mitad de la etapa y este es un sitio perfecto para parar.
Bar O Cruceiro en Poulo
Salgo del pueblo por una carretera a cuya derecha se ve un pueblo grande como a unos tres kilómetros; es Ordes, el pueblo más grande de toda esta zona, al que el Camino no llega a entrar.
A la salida de Poulo hay una casa moderna en la que han puesto una enorme cruz que desentona bastante. Me gustan más los sencillos cruceiros que este derroche de piedra.
Casa con crucifijo enorme
Los siguientes kilómetros son bastante agradables. Casi todo el rato el camino va por senderos boscosos o por senderos bordeados de árboles que son muy agradables de andar. No hay apenas desniveles y el caminar se hace rápido y fluido.
Camino a Sigüeiro
Camino a Sigüeiro
Hay algunas casas bonitas y veo también bastante a medio construir, como si la crisis les hubiese pillado a los dueños con la casa a medio construir y sin más pasta.
Camino a Sigüeiro
Camino a Sigüeiro
También pasa el Camino por alguna bella corredoira de altas paredes con raíces de los árboles que las coronan saliendo por los laterales. Son tramos preciosos y típicamente gallegos.
Corredoira Camino a Sigüeiro
Corredoira Camino a Sigüeiro
Más kilómetros por este tipo de terreno me llevan hasta los pies de la única subida del día, que no es gran cosa, pero que anima algo la jornada.
La subida termina cuando el sendero se junta con otro más ancho, que es por lo visto el Camino Real, como dice un cartel informativo que allí se encuentra.
Arriba de la subida
Camino a Sigüeiro
Ahora el sendero llanea hasta que cruza una carretera justo al lado de una parada de autobús. Aquí está el desvio que lleva a Deixebre, un pueblo donde se puede dormir aquí cerca. Pero hoy no merece la pena desviarse del Camino. Sigüeiro, que es mi destino, esta ya a solo siete fáciles kilómetros.
Cruce de la parada de Autobus
El sendero sigue ahora pasando debajo de un túnel bajo la carretera y empalma con un sendero más ancho que comienza a dirigirse, recto como una vela, hacia Sigúeiro.
Tunel bajo la carretera
 Es un tramo muy curioso en este Camino Inglés. En el Francés, sobre todo en la meseta, es habitual encontrar largos tramos de carretera rectos; pero aquí es raríasimo. Y este tramo tiene cuatro kilómetros y medio rectos como trazados con tiralíneas. Solo pequeñas subidas y bajadas y alguna carreterilla que cruza el sendero amenizan la caminata. El sendero es muy ancho y avanza entre campos de labor o pequeños bosquecillos a los lados.
El sendero recto a Sigüeiro
El sendero recto a Sigüeiro
Es un tramo en el que solo se puede andar y andar y devorar un kilómetro tras otro. Casi al final, tras subir una cuestecilla, veo que delante llevo a unas diez personas en varios grupos. Me sorprende verlos así de repente, ya que llevo todo el rato solo y sé que llevo detrás una pareja de guiris a los que adelanté hace un rato.
Saturación en el Camino
Ahora tengo una referencia, y me sirve para ver que por fin, mas adelante, el Camino da una pequeña curva, tras la que se llega a un polígono industrial desde el que ya se puede ver a unos dos kilómetros el pueblo de Sigüeiro, que es el destino de hoy.
Por fin una curva
Llegando al polígono
Sigüeiro al fondo del polígono
Llegando a Sigüeiro
Son, como no dos kilómetros rectos tras los que se entra en un pequeño y bonito parque, ya en las afueras de Sigüeiro, que tiene un precioso puente y que desemboca en las calles de la ciudad.
Parque de entrada a Sigüeiro
Parque de entrada a Sigüeiro
Pues ya está. Solo queda buscar el hotel, que lleva el bonito nombre de Sigüeiro Hostel. Es nuevo, ya que antes aquí solo había un hostal bastante regular, que es donde dormí la otra vez.
Mientras callejeo veo  un curioso monumento al Camino Inglés, que muestra lo que parece ser un peregrino en estado de poderosa erección. Un tanto raro este arte moderno. 
Peregrino excesivamente euforico
Sigüeiro
También veo, mientras voy hacia el hotel , otra curiosa pintada que me hace gracia. Dice así:
"Cousas que odio: 
1- Pintadas. 
2-Listas. 
3-Ironía".
Me parece muy graciosa e ingeniosa.
Pintada
El Hotel lo encuentro enseguida y me gusta. Es un edificio restaurado y la habitación es moderna y funcional. El lavabo está en la habitación, separado de la moderna ducha y el WC. Tiene una pequeña tele y persianas eléctricas, que tengo que tener bajadas todo el rato porque la habitación da directamente a una concurrida calle. Pero eso me da igual. La ducha es muy buena y la cama es cómoda. Y el precio es excelente, así que perfecto.
Sigüeiro Hostel
Sigüeiro Hostel
He llegado muy pronto, antes de las dos, así que descanso un buen rato antes de salir a dar una vuelta por el pueblo. Es Domingo y todo está cerrado. Además este pueblo no tiene nada que ver, es moderno y por no tener no tiene ni una iglesia dentro. Hay que salir un poco del pueblo para ir a la Iglesia. Me acerco a ella para ver si hay misa y compruebo que no hay misa por la tarde. Bueno, el intento está hecho, pero hoy me voy a quedar soin misa dominical. Iré en Santiago a cambio…
Vuelvo al Hostal, que tiene una preciosa terraza que da


 al Rio Tambre, que pasa justo por la parte trasera del local. Me siento allí a escribir y me tomo un par de tostas; una de pulpo y otra de jamón, ambas con queso y muy ricas.
Terraza del Hotel
Vista desde la terraza del hotel
Luego vuelvo a la habitación a seguir descansando y viendo la tele. A las ocho y media me voy a cenar a un restaurante cercano que conozco de la otra vez que vine y que tiene unas truchas con panceta que me encantan. Me ponen un plato grande con una docena de truchas fritas diminutas, algo mayores que boquerones y más anchas. Cada trucha lleva encima una loncha de panceta frita. Las acompaño con una ensalada y de postre tomo tarta de queso. Muy buena cena para rematar el día.
Mañana si todo va bien llegaré pronto a Santiago. Estoy solo a diecisiete kilómetros, o sea a algo así como cuatro horas de marcha. Espero que el tiempo me respete. Al final, salvo los dos primeros días, no me ha llovido más, así que si mañana no llueve el balance de días con/sin agua será positivo…

TRIVIAL DEL CAMINO.
Pues la pregunta de hoy solo la han acertado Carmina y Cristina. El personaje al que me refería es el Obispo Teodomiro. No vale la respuesta de Paloma, ya que el arquitecto Domingo Antonio de Andrade, que sí está enterrado en la Catedral, murió en el siglo XVIII. Es quien hizo la torre del Reloj de la catedral; pero no es un personaje relacionado con el descubrimiento del sepulcro del Apostol , que sucedió en el siglo IX. Teodomiro era entonces Obispo de Iria Flavia y fue a quien acudió el pastor Pelayo para decirle que había visto luces en un monte. Teodomiro acudió allí y descubrió el lugar del sepulcro. Luego construyó allí la primera catedral de Santiago y fue enterrrado en sus muros. Al expandirse la catedral, su tumba quedó oculta , y fue descubioerta al hacer trabajos arqueológicos en el subsuelo. Actualmente la lápida de su tumba puede verse en la catedral, al lado de la entrada de Platerías y de la puerta de la tienda de recuerdos de la Catedral.
De todos puntos, minipunto también para Paloma por el esfuerzo y por revelarme un detalle que desconocía.
Y hoy seguimos con la Catedral y las vicisitudes de los restos del Apostol, que estuvieron mucho tiempo perdidos por culpa de un pirata. La Pregunta es:

¿De que pirata estoy hablando; por qué este pirata es culpable de la desaparición y entre que años estuvieron perdidos los restos del Apostol.?

Es una bonita historia para buscarla en Google.

Buenas noches y Buen Camino
























































3 comentarios:

  1. Mendes se te ha colado una foto mía en la crónica. Francia Drake es el pirata.Y los años ni idea

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  2. Paloma este año mereces un premio por lo participativa y por ser la primera en responder!!!😖😖 Mañana leeremos la crónica y contestáremos el trivial en grupo😉. Completó la repuesta de Paloma según Google ( que conste que lleva tiempo la búsqueda de respuestas para alguen no entendido en la materia y encima argentina)A .finales del siglo XVI fueron trasladados los restos del Apóstol para ocultarlos de la posible profanación por parte del pirata Francis Drake. Tan ocultados fueron que se perdieron. Tres siglos más tarde, en 1.879, el Cardenal de Santiago dijo haber encontrado los restos perdidos del Santo. Cinco años después, el Papa León XIII reconoció oficialmente este segundo hallazgo.

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  3. Llevo dos días de retraso y a estas horas imposible ganar El Trivial, de todas maneras y como el buen peregrino les da puntos s todos yo me apunto s la respuesta es Crustina que añade a la ed Paloma el año

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