sábado, 9 de agosto de 2014

Dia 9- Lourenzá - Abadín. 29 kilómetros. Mercado medieval y etapa de montaña

¿He vuelto al Camino Primitivo?. Desde luego por la orografía esta es una etapa mas del primitivo que del Camino de la Costa.
Y es que estoy muy cerca del trazado del primitivo y hoy he tenido una etapa de montaña muy similar a las que tuve el año pasado. Un fuerte y largo puerto y el resto de la etapa salpicada de subidas y bajadas de consideración.
En medio, una catedral impresionante, la de Mondoñedo, que tenía un ambiente medieval inusual que la realzaba mucho.
Buen tiempo en general, cubierto y fresquito, pero solo ha llovido algo menos de una hora, así que muy bien.
Ahora estoy en Abadín, un minipueblo gallego con dos supermercados, tres bares y una farmacia. Nada mas. Ideal para descansar y reponer fuerzas sin nada que hacer.
Tengo delante a unos ciclistas que han parado a descansar y están comentando que los albergues de aquí y de Villalba, que es el siguiente pueblo, están llenos. No se donde se mete toda esa gente, porque en el Camino apenas he visto a casi nadie. Ellos siguen ahora hasta Villalba, que es mi parada de mañana.
Al lado hay otros ciclistas belgas, muy mayores, que también siguen. Pero estos tienen truco. Van con bicicleta de motor. Es es un buen sistema para hacer el Camino, y al alcance de cualquiera.
Pero vamos con la etapa, antes de contar su final.
Hoy me he dormido y en vez de a las siete, me he levantado a las ocho menos cuarto, con lo que me he preparado más deprisa que de costumbre y he salido aún un poco sonado al Camino, tras beberme lo que quedaba del brick de leche que me dieron ayer.
Así que los primeros kilómetros s me han hecho largos y difíciles.Además, el Camino ayuda a la dificultad. La salida de Lourenzá se hace tras pasar por la Iglesia, cuya fachada es como bien habéis adivinado, sorprendentemente parecidsa a la de la Catedral de Santiago, porque las hizo el mismo arquitecto, y usó la iglesia de Lourenzá como ensayo para su obra maestra en Santiago.
Inmediatamente el Camino abandona el pueblo por una muy fuerte y estrecha cuesta que pica mucho en las piernas, pero que es preciosa, pues va toda entre vegetación muy cerrada que apenas deja pasar la luz. El terreno está muy húmedo porque ha estado lloviendo toda la noche, y el olor a vegetación y tierra húmeda es delicioso.
El tiempo es fresquito y está cubierto, pero no llueve y parece con tendencia a despejar.A pesar de eso me cuesta andar. Tengo los músculos mas entumecidos que de costumbre y me cuesta desperezarlos. Así que no voy muy rápido. Pasado el cementerio del pueblo el terreno se suaviza un poco y la senda se hace algo mas ancha, aunque sigue subiendo.
Hay varios peregrinos delante y detrás mio. Es raro, porque normalmente apenas se ve a nadie. Adelanto a los franceses. Se ve que ella no ha conseguido acabar aún con él, que hoy va muy animado al principio de la etapa.
En breve llegamos al alto que domina Lourenzá y comenzamos a bajar por el otro lado hasta el poblado de Arroxo. Solo llevamos tres kilómeos de etapa y se me han hecho larguísimos.
Desde Arroxo se sigue una carretera y tras pasar una rotonda se asciende un poco más para bajar luego hasta otro pequeño pueblo llamado San Pedro de la Torre.
Ya son cinco kilómetros de etapa y las piernas empiezan a responder mejor. A la altura de la iglesia de Sán Pedro, se coge un nuevo camino que nos lleva hasta un alto desde el ya se puede ver Mondoñedo, el siguiente destino, al fondo del valle. Mondoñedo es un pueblo muy grande e importante. Ya desde e esta altura destacan por encima de todo las dos torres de su Catedral. Y es que Mondoñedo tiene una catedral que merece la pena ver.
Tres kilómetros de bajada por un bonito bosque y llego a la carretera nacional que entra aquí en Mondoñedo. La entrada es larga y pesada, pero cuando se llega al centro merece la pena.
La plaza mayor no es grande, y está dominada completamente por la Catedral, cuya fachada ocupa totalmente uno de los laterales. Los otros tres están cerrados por casas, algunas de ellas porticadas.
Pero además hay un mercadillo medieval muy bien montado. A mi no  me suelen gustar los mercadillos medievales, pero este está muy bien montado y el lugar para ponerlo no puede ser mejor.Los figurantes van perfectamente caracterizados y los puestos están muy conseguidos. Con la catedral de fondo, realmente no hace falta un esfuerzo de imaginación muy grande para imaginarte que realmente estás en el medievo.
Entro a ver la catedral, que como suele suceder es mas bonita por fuera que por dentro. Destacan una spintiuras murales muy bien conservadas, que parecen haber sido rescatadas recientemente del estuco que debía cubrirlas.
Me siento menos uno de los bares de la plaza y descanso un poco, ya que se que a partir de ahora viene un trozo muy largo sin ningún tipo de servicios hasta el final de la etapa.
Veo pasar algunos peregrinos con niña misma cara de despistados que debo tener yo en esta plaza tan peculiar.
Y hay ya que continuar. Quedan aún 18 kilómetros con dos subidas importantes.
La primera de ellas, que es la subida mas larga de todo el Camino del Norte, sube unos cuatrocientos metros en diez kilómetros. Empieza nada mas salir de la plaza mayor de Momndoñedo, donde una calle muy empinada me saca rápidamente del pueblo y gana altura hasta llegar a una carretera, que va a ser la que se tendré que seguir las próximas dos horas largas.
No es una subida excesivamente dura, pero es muy larga. Alterna trozos casi llanos o en bajada con subidas algo más pesadas. Todo el rato se hace por una carretera sin apenas tráfico y que va subiendo el monte con dirección general a otro monte que se ve bastante lejos enfrente y por el que discurre muy alta una autovía. Según el plano, es allí a donde tenemos que llegar. Da grima ver lo lejos y lo alto que está. Pero paso a paso se llega a cualquier parte, así que subo animado por la carretera.
A poco de empezar me encuentro a los peregrinos con bebe. Están sentados descansando con una señora del lugar que les da conversación. No creo que se enteren de nada. A mi me dice que un poco mas arriba hay una fuente con agua buena. Y es cierro, la fuente además es preciosa. Está como rehundida en el terreno y muy trabajada en piedra.
Y sigo y sigo subiendo.
Lentamente la carretera se va acercando al fondo del valle y por tanto al monte de enfrente. A la vez se gana altura y la vegetación va siendo mas abundante y cerrada.
De tanto en tanto se pasa al lado de un par de casas aisladas. Lo curioso es que todos estos minipoblados tienen nombre.
Me pasa algún grupo de ciclistas, que van sufriendo lo suyo, pero no veo a ningún peregrino a pie hasta casi llegar al final de la carretera, diez kilómetros después de haberla cogido.
Poco antes de llegar al final cae un fuerte pero corto chaparrón que me obliga a ponerme el chubasquero. Afortunadamente dura poco y refresca el ambiente, lo que se agradece. Es la única vez que me ha llovido en todo el día.
Estoy ya al final del valle y las dos montañas ya casi se han juntado. El problema de ese casi es que la autopista a la que hay que llegar se ve en el otro monte y todavía bastante más arriba de donde estoy.
La carretera termina en un pueblecito algo mas grande que los anteriores (cuento hasta seis casadas, todas muy deterioradas). Allí se toma un sendero a la izquierda. Allí hay una peregrina comiendo algo para reponer fuerzas antes de la última subida. La saludo y sigo.
El sendero baja hasta el valle por el que corre un arroyo antes de comenzar a subir. Nada mas empezar a subir rodea unas instalaciones de una antigua fábrica de marmoles y empieza a tirar hacían arriba con unas rampas terribles, de las que realmemnte duelen a las piernas, y mas a esta altura de la etapa. Es una subida mucho mas fuerte que la anterior. Se hace por un sendero de tierra y las vistas son muy bonitas, pero es muy dura la subida. A mitad me paro para comer algo sentado en una roca. Y continúo.
Hago despacio la última parte de la subida, que tiene probablemente las rampas mas fuertes de todas, pero en la que se va más animado porque ves que la autovía está casi al alcance de la mano. Un último esfuerzo y ya estoy al borde de la autovía. Ha costado mucho subir desde el valle, que desde aquí se ve prácticamente entero hasta casi Mondoñedo. Es una vista preciosa que recomiendo vivamente hacer llegando por la autopista en coche, y no por el valle a pie como yo.
Ya esto parece hecho, pero aún quedan seis kilómetros para llegar. El Camino va ahora paralelo a la antigua carretera nacional y es bastante llamó, aunque sigue teniendo tendencia a subir.
Como siempre estos últimos kilómetros se hacen especialmente largos y pesados. Parece que se estiran y estiran y no se quieren acabar nunca. Es lo que tiene el cansancio acumulado.
Pero todo tiene su fin, y estos últimos kilómetros también. Tras una curva aparece el pueblo de Gondán, que está ya prácticamente unido a Abadín. En Gondán encuentro el primer bar abierto desde que salí de Mondoñedo, así que paro y descanso un poco. Mas que nada porque acabo de ver que cuando he dicho que Gondán y Abadín están prácticamente unidos, se me ha olvidado especificar que el "prácticamente" es una fuerte cuesta que aún me queda por subir.
Pero ya huele a hotel y subo la cuesta sin problemas. El Hotel Casa Goas está en la única calle de Abadín que, como he dichjo al principio, no tiene prácticamente nada. Me dan una habitación grande y cómoda, con una ventana a la calle principal y por fin, a las tres y cuarto, doy por terminada esta etapa, probablemente la mas de montaña hasta ahora; aunque las subidas y bajadas a los acantilados asturianos también se las traían.
Despues de descansar como es debido y curarme una gran ampolla que me ha salido en la planta del pie doy un paseo de quince minutos y me siento en la terraza de un bar, donde he empezado a escribir esta crónica.
El resto de la tarde lo paso en la habitación descansando y escribiendo. Me viene muy bien este pueblo sin nada para descansar toda la tarde. 
A las ocho y media bajo a cenar. Antes de salir veo por la ventana que en el bar de enfrente están los peregrinos con bebe y los franceses. Hoy tampoco ha conseguido cargárselo.
Ahora tengo otra teoría respecto a los franceses. Él va todo el día dando chupitos al camel-bar que lleva. El camel bar es un depósito de agua que va en la mochila y que tiene un tubo que llega hasta la boca y permite beber con solo coger el tubo con la boca. Pero el francés no lleva agua, sino whisky. Por eso cuando le veo al principio de la etapa va fresco y con su mujer; pero si le veo más tarde va colorado, resoplando y separado de su mujer, que pasa de él cuando está pedo. ¿ Que os parece?.
Bueno, volviendo a la realidad, ceno menú peregrino de sopa de fideos y chuleta de cerdo y me resguardo en la habitación.
A sido de nuevo un día muy largo y estoy ya muy cansado de tantas jornadas maratonianas.
Menos mal que mañana la etapa es en teoría corta hasta Villalba ( 20 kms) y terminó en un Parador. Lujo para el peregrino.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Como habéis podido leer en la crónica, lo que tienen en común los dos recintos es el arquitecto y la impresionante fachada. Así que trozos los que han respondido lo han hecho correctamente.
Sois ya unos expertos del Camino.
Y por eso la pregunta es de expertos.
¿ Que asociación Británica que publica una excelentes guías tiene además dos albergues, uno en el Camino Francés y otro en el Camino del Norte?. ¿En que pueblos están esos albergues?.
Feliz noche.

3 comentarios:

  1. Impresionante la catedral y como le gustaría a mi hija BELEN el mercadillo medieval. Menos mal q mañana la etapa será más corta y disfrutarás como un rey en el parador. La de pregunta de hoy es un poco difícil pero a ver si es la asociación Confraternity of Saint James y uno de los albergues está en Miraz( el del camino del norte) y el del camino francés está en Rabanal del Camino, Albergue Gaucelmo gestionado también por la Hermandad de la Asociación inglesa Confraternity of Saint James. Buenas noches y buen camino!!!

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  2. Yo no tengo nada que decir ante la respuesta de Cristina, que además tiene el mérito de publicar a la 1 y 24. ¡Casi ná!

    Respecto de la crónica, me parece muy rico este camino, con ese contraste tan fuerte entre mar y montaña. La etapa de hoy será ya bastante llana hasta Villalba.

    Y se va fraguando el crimen perfecto con los chupitos del francés. Es necesario que departas con él para saber su versión. Igual te ofrece y te enganchas a ese invento para los próximos caminos. Averiguaremos.

    ¡Disfruta del Parador, Peregrino!

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  3. Que crecidita está Cristina , contestando la primera y sin nadie que le haga sombra, Si os dais cuenta en la pareja del frances la mujer sea cual sea la versión es la que sale peor parada, o se lo quiere cargar o no lo aguanta por estar pedo. Pobre francesito que vida más dura debe tener

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