miércoles, 13 de agosto de 2014

Dia 13- Sobrado dos Monxes - Rua. 39 kilómetros. Adios, Camino del Norte. Hola, Camino Francés.

Etapa larguísima para terminar el Camino del Norte y enlazar con el Camino Francés, ya ha solo veinticinco kilómetros de Santiago. Como después de enlazar me he hecho seis kilómetros por el Francés hasta el hotel en Rúa, pues ahora estoy ya a tiro de piedra de Santiago, tan sol a diecinueve kilómetros.
Así que esto se acaba.Y no me da pena. Estoy muy contento del Camino que he hecho, pero me apetece ya ver a la familia y descansar en la playa.
Hoy ha sido un día de lo mas variado, que condensa todo lo que he vivido en estas dos semanas. He tenido niebla, lluvia, frío, sol y calor. He tenido tramos de bosque, senderos despejados y mucha, mucha carretera. He tenido mucho rato en solitario y algunos ratos con mucha gente delante y detrás. Una etapa completita, vamos.
Y ha sido una etapa muy larga, de 34 kms según la guía y 39 según el GPS, que tiene la ventaja de que mañana puedo llegar va Santiago pronto para cumplir todos los rituales y descansar sin problemas.
He dormido bien en el vetusto y deteriorado hotel de Sobrado.  No es un sitio para repetir, pero para lo que lo he usado basta.
Me levanto pronto, recojo deprisa y a las ocho menos cuarto ya estoy saliendo. El día es muy frío y hay una neblina que lo cubre todo. La verdad es que me encanta ese ambiente. Le da al monasterio y a todo el campo alrededor un ambiente algodonoso, muy misterioso y agradable.
Cuando paso por el bar en el que cene anoche están justo saliendo los espías franceses-coreanos. Así que hoy voy a ir delante de ellos desde el principio y no voy a poder observar sus ilícitas actividades. Nos saludamos y les deseo Buen Camino. Tomo algunas fotos del monasterio y me pongo en Camino.
La salida de Sobrado es sencilla. Se sigue un poco por la carretera y se pasa por delante del restaurante bueno del pueblo, que está a quinientos metros del centro, demasiado lejos para que vayan los peregrinos.
Poco más y llego a una carretera que se aleja de Sobrado y que pronto se transforma en un sendero que empieza a ascender fuertemente. No viene mal porque hace mucho frío y se agradece el calorcillo que proporciona el esfuerzo.
Paso a l@s italian@s, que están parad@s a un lado del Camino haciéndole carantoñas a un caballo. Me dicen que van a ir hoy hasta Ardua y yo les digo que voy a continuar hasta Rúa por una variante. Nos despedimos y sigo.
La subida es larga y termina en una planicie que lleva hasta el pueblo de Castro, a 4,5 kilómetros de la salida. Es un pueblo muy diseminado de granjas y casas bajas que se bordea por la parte alta hasta salir, de nuevo en subida, por el barrio de Casanova.
La niebla ya ha levantado, pero eso es peor, porque ahora empieza a llover. Toca ponerse el chubasquero. Como es normal, entre que lo saco, me lo pongo y reanudo la marcha ya ha dejado de llover. Pero me dejo el chubasquero, pues tiene pinta de ir a volver a llover en cualquier momento.
El Camino es todo el rato por carretera, y va por paisajes bastante abiertos. Pasa por granjas en las que hay muchas vacas pastando y por campos cultivados. Como siempre, de vez en cuando se atraviesan preciosos senderos de bosque que con la humedad están muy agradables.
Finalmente salgo a una carretera principal que sigo por el arcén un par de kilómetros hasta llegar a Corredoiras, ya en el kilómetro 9, donde paro en un bar a tomar un café con leche. El tiempo está mejorando, pero aún tengo el frío metido en el cuerpo.
En el bar están los holandeses, que también van a Arzua y que se marchan antes que yo.
Tres kilómetros mas por carretera y llego a Boimorto. Antes paso por el albergue del pueblo, que es moderno y bien puesto, uno de esos excelentes albergues que construye la Xunta.
Cuando estoy entrando en Boimorto veo uno que viene en dirección contraria. Pienso que puede ser uno que vuelve andando de Santiago, pero es peor. Me dice que ha perdido su cartera y que la anda buscando. Menuda faena. Esperó que la encuentre.
En Boimorto paro en un bar para tomar una coca, sellar y asegurarme del desvío a tomar.
Aquí es donde se toma la variante que evita ir hasta Arzua y lleva directa a Rúa. Parece una buena variante, pues permite dejar una última etapa corta, terminando hoya diecinueve kilómetros de Santiago en vez de a los cuarenta que está Arzua. La variante recorta unos seis kilómetros al camino oficial, y solo tiene el inconveniente de que son dieciocho kilómetros por carreteras solitarias y sin ningún servicio hasta empalmar con el Camino Francés en el kilómetro veinticinco de este.
No me preocupa eso. Llevo agua y comida y me gusta ir por carreteras solitarias y sin tráfico. El camarero me confirma donde tengo que tomar el desvío y continúo.
No es nada complicado tomar el desvío. En un cruce una señal indica 10 kilómetros a Arzua y la carretera que yo tengo que seguir sale justo de frente.
Es una carretera ancha y con un gran arcén que lleva en ligero ascenso hasta el gran campo de fútbol del pueblo, desde donde sube hacia una zona arbolada.
El primer tramo de este desvío son diez largos kilómetros casi rectos y todo el rato por carretera en los que solo se pasa por un restaurante que está cerrado y,casi al final, llega a una preciosa capilla situada en una zona boscosa y que tiene delante un hermoso crucero. Es lo mas bonito de todó este tramo y me paro un poco a verla.
El paisaje durante todo el tramo es muy agradable. Muchas zonas sombreadas que se agradecen, porque aunque el día sigue siendo algo fresco, las nubes han desaparecido y al sol empieza a picar.
En todo el tramo solo me encuentro a tres guiris que están descansando a un lado del camino y a un par de ciclistas que pasan rápidos por la carretera.
En una granja que hay po allí y que está cerrada por una puerta azul, me llama la atención un cartel enorme que han puesto en la puerta y que dice: " Cuidado con las cabras". Es intrigante. ¿Tendrán cabras asesinas guardando el recinto?. El pensarben ello ameniza la marcha.
Finalmente, tras casi dos horas de marcha a un ritmo muy bueno, llego a O Alto, pueblo donde termina esta carretera y que son las habituales cuatro casas sin nada mas.
Ya llevo veinticuatro kilómetros y me quedan otros catorce de etapa, pero voy muy bien. Los kilómetros pasan fáciles, a lo que ayuda el terreno, que es completamente llano.
La carreterilla termina en otra, por la que hay que volver unos cuatrocientos metros en dirección a Arzua antes de coger otra carreterilla, ya mas estrecha, que vuelve a tomar la dirección general que traía antes.
Este segundo tramo es de ocho kilómetros, muy similares a los anteriores. Una carretera recta, sin apenas tráfico, que va por campos sin un solo pueblo.
Nadie en todo el rato y un terreno fácil hasta dos kilómetros antes del final.
Poco a poco el Camino se va acercando a unos montes que tenemos a la izquierda. Por esos montes viene el Camino Francés, al que me uniré dentro de poco.
Dos kilómetros antes del final, la carretera empieza a subir. Es una subida larga y recta por la carretera, que con treinta y tantos kilómetros en las pierna cuesta un poco. Termina en unas casas y baja unos cientos de metros antes de llegar a la nacional que lleva a Santiago. La cruzo y sigo por un caminillo de frente. El Camino Francés ya debe estar por aquí, pero no se donde.
No tengo tiempo ni para dudar. De pronto, a escasos diez metros de donde estoy sale de los árboles una peregrina de andarees cansados que cruza la carreterilla donde estoy y se pierdo al otro lado. Antes de que yo llegue hasta allí cruzan otros dos peregrinos mas. No hay duda, he llegado al Camino Francés.
Pido turno para a entrar y me incorporo. Es un senderillo muy estrecho que va paralelo a la carretera que acabó de cruzar. Lo primero que veo, aparte de peregrinos delante y detrás, es el mojón del kilómetro veinticinco. Estoy pasado Salceda, un poco mas arriba del monumento conmemorativo de la muerte del peregrino Guillermo Watt, que está como unos quinientos metros más atrás de donde yo he enlazado con el Camino Francés.
Se acabó el Camino del Norte y su soledad.
Ahora el terreno es ya conocido y se lo que esperar en cada tramo. Me quedan seis kilómetros hasta el hotel. Desde el principio veo mucha mas gente por el camino, y por supuesto, no conozco a nadie. La gente que va a estas horas, las dos y media, son ya los retrasados, los que van mas despacio por algún problema físico o simplemente porque les gusta ir así. Adelanto con facilidad a muchos. Hay mucha gente joven, adolescentes o recién veinteañeros. Hay grupos grandes, pequeños, parejas y caminantes solitarios como yo. Hay mucha más vida. Es el Camino Francés, el de verdad, aunque en este tramo lo es menos que en otros.
Llego pronto a la cuesta de Santa Irene, la única que tengo que pasar. Allí se cruza la carretera y se sigue por un andadero muy ancho subiendo. A media cuesta hay una zona de descanso con un alto molino que recuerda a los del Oeste americano. Antes había visto uno igual en la bonita capilla por la que pasé en el Camino de enlace.
Justo en el área de descanso unos voluntarios de una orden religiosa han hecho una enorme paella de la que ofrecen a los peregrinos que pasamos. A mi también me ofrecen y acepto encantado un plato, que hoy entre pitos y flautas aún nomhe comido nada. Y está buena la paellita.
Reconfortado por la comida llego a lo alto de la cuesta y me paro en uno de los tres bares que hay allí. Esto ya no es el Camino del Norte. Aquí hay bares por todos lados y ni siquiera necesitas llevar agua o comida. Me tomo dos cocas y me fijo en una enorme pancarta que han colocado enfrente, justo por donde sigue el Camino y que lo cruza de lado a lados como a tres metros de altura.
Resulta que una tal Almu se casa con un tal Jose el día 15. Y sus amigos , para que todo el mundo se entere, han puesto este cartel, con lo que debe ser el lema del matrimonio, que no es otro que: "Maís vale un polvo o año, que mil pallas no baño". Enternecedor. No hay como tener amigos poetas.
Paso debajo de la pancarta, que es muy celebrada por todos los que pasan y bajo ya hacia la cercana capilla de Santa y el también cercano albergue del mismo nombre, al lado del cual han puesto este año un bar nuevo que tiene una pinta excelente.
Un kilómetro mas y llego al mojón del kilómetro diecinueve, justo donde hay una caseta de información. De allí sale un caminillo lateral que en ciento cincuenta metros me lleva al Hotel O Pino, que es mi refugio para esta noche.
Ya conozco este hotel del año pasado y está bien. Es pequeño y no muy moderno, pero está limpio y cuidado, tiene una terraza muy agradable para esta tarde de sol que se ha quedado y sobre todo tiene un restaurante excelente.
Etapa cumplida. He hecho 39 kms y son las cuatro de la tarde. Bien.
Otra ventaja de este hotel es que no hay nada alrededor. Así que paso la tarde descansando entre la habitación y la terraza. Por cierto, que la habitación que me han dado este año da a la carretera nacional, y es el único hotel que he visto que en vez de caramelitos, en la mesilla te dejan tapones para los oídos. Debe ser por el ruido que meten los camiones al pasar por aquí, que es bastante fuerte. A mi me da igual, pero Paloma no podría aguantarlo. Ya tengo regalo de santo para Paloma. Voy a llevarle los tapones. Que puntazo de regalo.
Ceno a las nueve de maravilla. Un salteado de setas con una salsa exquisita, un entrecot de buey y helado. Perfecto.
Y ya me subo a la habitación a escribir y ver la tele.
Mañana llegó Dios mediante a Santiago. Sólo me quedan 19 kms de 400. Esto está casi hecho.
TRIVIAL DEL CAMINO.
La pregunta de La Perona estaba dedicada a Cristina, obviamente, ya que su marido va de italiano, aunque todos sabemos que en la intimidad lo que le gusta es beber matecitos.
Hoy penúltima pregunta, que será fácil.
¿Cual es el camino de Santiago que tiene el recorrido mas largo en la península ibérica?.
Atención:Cuenta desde su punto mas normal de partida hasta el momento en que empalma con el Camino Francés. El Francés, obviamente, cuenta en toda su longitud hasta Santiago desde Roncesvalles.
Salud, y ya sabéis lo que dicen Almu y Jose.

2 comentarios:

  1. Enternecedora la etapa y los mejores deseos para Almu y Jose, que pasan a ser célebres en el Camino Francés.

    Para la respuesta, sin Google ni leches digo que el Camino de Levante, el que sale de Alicante. A ver qué tal.

    Y qué contraste para el Peregrino dejar el Camino del Norte y entrar en el Francés. Es evidente que el que te inviten a paellas está muy bien, pero me da que es como meterte en la M30 en hora punta y no hay quien ande.

    Y bueno, muchas felicidades por conseguirlo de nuevo. Ya casi en Santiago y a disfrutar mañana todo el día a tu bola. Nosotros brindaremos esta noche a tu salud y ya nos irás contando tus planes, que se te está quedando pequeña la Península Ibérica. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Como era una pregunta nacional le corresponde a Juan responderle y coincido plenamente con el!! Esta noche brindaremos por el regalo que le conseguiste a Paloma y por tu llegada a Santiago donde disfrutaras una vez más de tu abrazo al apóstol !!! Un beso y te llamamos toda la panda esta noche

    ResponderEliminar