viernes, 18 de abril de 2014

Dia 7 - Terradillos de los Templarios-El Burgo Ranero. 34 kilómetros. Una jartá de andar.

Vaya pedazo de etapa. No por lo complicada, ya que mas llana no puede ser, sino por lo larga y por el calor que nos ha hecho. Una pasada de etapa que nos tiene ahora rendidos en la cama descansando.
Nos hemos tirado siete horas y media en la carretera y hemos llegado muy cansados al hotel a olas tres y media de la tarde.
Pero bueno. Ya se ha terminado la etapa y las dos que nos quedan son cortitas, así que a recuperar.
Anoche me lo pase muy bien viendo la Finan de copa que ganó el Madrid. La vi en la sala común del albergue, que estaba llena. Había mayoría de catalanes, pues estaban las dos familias que conocimos en Hornillos. Había algunos menos del Madrid y tres o cuatro del atleti. El resto, indiferentes. La gente estuvo muy educada y no hubo mucho follón, pero fue divertido.
Y eso que yo estaba bastante cabreado, pues se me ha estropeado la tarjeta de la cámara de fotos. No se que leches le ha pasado, pero no la lee ni la tablet ni la cámara. Por eso no pude mandar anoche fotos con el blog. Hoy he cambiado de tarjeta y por lo menos puedo seguir sacando fotos y espero poder publicarlas. En cuanto a la tarjeta estropeada, espero que no se hayan perdido los cientos de fotos y vídeos que he hecho en estos días. Me daría muchísima pena. Así que si algún lector caritativo sabe si hay algo que pueda hacer para recuperarlas, agradecería muchísimo su ayuda.
Tras el partido me metí con cuidado en la habitación, pues Paloma estaba ya dormida y monté mi chiringuito eléctrico. No os he contado como es, pero es la leche. Tengo un enchufe múltiple del que cuelgo tres enchufes, uno de ellos con entrada doble USB. A su vez de uno de los USB vuelto un hub múltiple de cuatro USB. Con este montaje cargo a la vez el móvil, el tablet, la máquina de fotos, el mp3, y tres cigarrillos electrónicos. Cualquier día de estos reviento la instalación eléctrica de algún hotel.....
Hemos dormido muy bien y nos hemos levantado a las siete, para salir prontito, igual que ayer, pues la etapa es larga. Para cuando salimos, ya hay mucha gente que se ha marchado, pues aquí la gente madruga siempre muchísimo.
Desayunamos un café en el mismo albergue y a eso de las ocho estamos ya saliendo al Camino.
El tiempo es perfecto de momento. Está completamente despejado y no hace nada de fresco. Seguro que a medida que avance el día empezará a hacer mucho calor pero ahora hacemos los primeros metros muy cómodamente.
Salimos al Camino cruzandomTerradillos de los Templarios, que es pequeñito y sin nada reseñable. En el otro albergue hay también poca actividad. La gente ya ha debido salir al Camino hace tiempo.
Abandonamos Terradillos por un sendero de tierra que avanza entre campos cultivados. El terreno ahora al inicio es mas variado que el de ayer. Tiene curvas, variedad de campos cultivados e incluso algunas pequeñas lomas que animan bastante.
Tras tres kilómetros por este sendero, llegamos al primer pueblo de la jornada, que se llama Moratinos. Es un pueblo pequeñito que a la entrada tiene unas curiosas casas excavadas en la loma.
Por lo demás poco hay que ver.Son curiosas algunas casas construidas de adobe y también es bonita la plaza de la iglesia. Al lado hay un bar donde hay varios peregrinos desayunando. Hoy hemos visto menos gente que otros días. No se lo que han hecho, pero parece que han desaparecido.
Nosotros no paramos de momento. Salimos de Moratinos y tomamos una senda simiñar a la anterior.
El día es muy despejado, y a nuestra derecha y a mucha distancia se distinguen perfectamente los Picos de Europa, que están con bastante nieve.
En dos kilómetros más llegamos a San Nicolás del Real Camino, que es el último pueblo de las provincia de Palencia, que hemos atravesado entera en cuatro etapas. Cruzamos rapido San Nicolas, que no tiene nada que ver y tomamos a la salida una sendas que avanza paralela a la n-120 y muy cerca de la Autovía del Camino de Santiago, que en esta zona de verdad va cercana al Camino, lo que es un coñazo.
Esta senda es en ascenso y al llegar arriba vemos que al otro lado está Sahagún, aún a bastante distancia en la bajada que hace ahora el Camino. Justo en el alto de esta cuestecilla está el límite entre Palencia y León.
El Camino se aleja ahora un poco de la autopista, que comienza a alejarse hacia el norte para rodear Sahagún. Bajamos el montecillo y seguimos paralelos a la nacional, que se dirige directa a entrar en Sahagún. En esta zona nos adelantan los bilbaínos en sus sillas de ruedas y bicicletas. Van por la carretera, que les resulta mas cómodo. Uno de ellos ha decidido correr y va como unos doscientos metros por delante del resto, dándole a tope al acelerador. Me pregunto si para ir por carretera necesitarán algún tipo de carnet. Dejándole con esta duda siguen por la carretera hasta Sahagún.
Pero el Camino no entra en Sahagún por la carretera. Llega un momento en que hay que cruzarla para llegar hasta una pequeña ermita de estilo románico mudéjar, es decir románico en ladrillo. Es la ermita de la Virgen del Puente, llamada así porque a ella se accede por un pequeño puente de piedra. Paloma me espera, como de costumbre, cuando llego. La ermita es pequeña y bonita por fuera. Parece que están haciendo trabajos de restauración en los acessos a la misma y han puesto al descubierto algunos muros de ladrillo en la parte de delante que no se lo que serán. La ermita está cerrada, pero puede verse por dentro por un ventanuco.tiene un suelo de mosaico que parece muy bonito.
Dejamos la ermita y pasamos entre dos columnas que hay a su salida y que dicen respectivamente:
"Sahagún, centro geográfico del Camino " y "Sahagún, centro histórico de la orden de Cluny".
Ambas son ciertas. Sahagún es prácticamente el punto medio del Camino en España. Además es muy importante porque aquí se junta al Camino Francés uno de sus afluentes principales : el Camino de Madrid.
En cuanto a la segunda, Sahagun fue el centro de actividad de la Orden en España y tuvo el mayor monasterio, del que hoy sólo queda la que fue su pueetra principal.
Avanzamos los dos kilómetros que quedan hasta Sahagún, a donde se entra por una zona industrial bastante fea. Cruzamos las vías del tren por un puente y ya estamos en la puerta del albergue de Sahagún, que es un edificio bastante grande y que a la puerta tiene una bonita estatua de un peregrino antiguo. Ahora está cerrado, pero ya hay algún peregrino esperando.
Paloma y yo nos acercamos a la Plaza Mayor, que es bastante bonita y nos sentamos a tomar algo. Llevamos ya quince kilómetros y aún nos quedan dieciocho mas hasta nuestro destino.
Se está bien en la terracita con el sol que ya empieza a calentar, pero todavía nos queda muchísimo Camino, así que tras tomar un refresco rápido continuamos.
A la salida de Sahagún pasamos por lo que queda de la puerta del antiguo convento de Cluny. Es una puerta gigantesca en piedra, como de cuatro pisos de alto, que da idea de la magnificencia y la dimensión del convento.
La salida se hace por un precioso puente de piedra tras el cual viene una avenida arbolada que es donde se sitúa la Leyenda de las lanzas.
Se trata de una de las leyendas que se cuentan en el Codex Calixtinus. Se supone que Carlomagno se enfrentó aquí con el ejército del líder musulmán Aigolando. Estando los dos ejércitos acampados frente a frente junto al río Cea, los franceses clavaron sus lanzas en el suelo para dormir. A la mañana siguiente se encontraron con que las lanzas de los guerreros que habrían de morí en el combate habían echado raíces y florecido. Y fueron muchas, porque en la refriega murieron cuarenta mil cristianos. Claro, eso les pasó por ir al combate sin lanza.
Hoy en día no quedan tantos árboles, pero el paseo arbolado que tiene como medio kilómetro, es bien bonito.
Tras el paseo se inicia una senda ascendente pegada a una carretera que nos va alejando de Sahagún rápidamente. Es un trozo bastante pesado pues el paisaje es aún bastante urbano y el tráfico es abundante.
Son ya las doce y el calor empieza a ser importante. Ya nos hemos despojado de todas la ropa sobrante y el gorro es imprescindible para continuar.
A cuatro kilómetros de la salida de Sahagún, y siempre por esta senda pegada a la carretera légamos a uno de los puntos importantes del día. Estamos en una rotonda a la entrada del pueblo de Calzada del Coto. Aquí el Camino se separa en dos y tienes que decidir como llegar a Reliegos, que está a unos treinta y cuatro kilómetros de aquí. Si torcemos a la derechs , entramos en Calzada del Coto y luego tomamos una vía romana que nos lleva hacia Reliegos pasando por Calzadilla de los Heremanillos. Es una ruta solitaria e interesante.
Si seguimos de frente llegaremos a Reliegos pasando por Bercianos y El Burgo Ranero, por una senda muy bien acondicionada, que presenta la particularidad de que tiene un falso plátano plantado cada diez metros. Una auténtica avenida de árboles que mide treinta y cuatro kilómetros.
En todo caso hoy no podemos llegar a Reliegos, así que la decisión está condicinada por el lugar donde vamos a dormir. Elegimos la segunda opción, porque El Burgo Ranero está a catorce kilómetros de aquí, lo que completa una etapa de algo mas de treinta kilómetros, ,difícil pero accesible.
Así que seguimos de frente y nos internamos en la senda de los falsos plátanos. Es una senda recta, llana y bien cuidada que va paralela a una carreterilla auxiliar. Al principio tiene gracia lo de los árboles, pero cuando ya llevas varios kilómetros con  los jodidos árboles a tu izquierda acabas hasta el gorro.
Además, puestos a poner árboles  podían haber  puesto unos que diesen mas sombra. Estos falsos plátanos apenas tienen hojas y dan una sombra que es una mierda.
Decidimos quedar en Bercianos, que es el pueblo anterior a El Burro Granero y que está a unos seis kilómetros de aquí.
Son seis kilómetros largos, muy calurosos y aburridos. La pista es casi toda recta y apenas hay gente en el camino. Muchos se habrán quedado en Sahagún, algunos habrán ido por Calzada del Coto y otros estarán recogidos por el calor.
El caso es que vamos prácticamente solos.
Pasamos por un par de áreas de descanso bastante chungas. Han puesto unos bancos de piedra en medio del campo y ya está. No árboles que den sombra, ni una fuente, no siquiera papeleras. Una de estas áreas está situada a los pies de un enorme puente de una obra de ferrocarril que no se cual será, pero que ya estaba aquí cuando paseo hace tres años y que según mis recuerdos, no ha avanzado nada.
Antes de llegar a Bercianos pasamos al lado de una bonita ermita situada a un lado del Camino. Es muy interesante y está situada en un descampado como a kilómetro y medio del pueblo.
Pueblo al que se llega por una recta en ascenso en la que lo único que destacs es un monumento que han puesto y que representa una especie de puerta de tubo metálico que está plantada en medio del camino, por lo que por fuerza tienes que pasar por debajo.
Pasado este punto, se llega ya a Bercianos de Real Camino; uno des esos pueblos en que el nombre es mas largo que el pueblo. Lo primero que se ve al llegar es un bar nuevo, moderno y con pinta agradable. Adentro de cabeza. Nos sentamos en una mesita y tomamos unos refrescos. La chica que lleva el bar es muy simpárica . Al poco aparece el que parece ser su marido. Luego nos enteramos de su historia. Ella es alicantina y el croata. Se conocieron en el Camino y se casaron. Decidieron poner un negocio en el Camino y  lo recorrieron de nuevo buscando ahora un lugar donde instalarse. Encontraron este, que está muy bien situado y aquí se quedaron. Su idea es poner un albergue, pero para eso necesitan una pasta que de momento no tienen. Historias de emprendedores...
Terminadas las Cocas Colas seguimos Camino. Aún nos quedan siete kilómetros y queremos parar en un área de descanso a dos kilómetros de este pueblo para comer algo y afrontar así los últimos kilómetros hasta la meta.
Ahora si que ha desaparecido la gente y andamos completamente solos por el Camino. Los pocos que quedaban en ruta han debido quedarse en Bercianos y vamos completamente solos por el sendero de los plátanos.  En este tramo vemos que está volviendo en bici el de Bilbao. Le saludamos y sin parar nos dice que vuelve a por la furgoneta porque Uxue está mala. Luego nos enteraremos que está con algún problema de estómago. Espero que se ponga bien y mañana les veamos de nuevo.
Llegamos al área de descanso.  Y comprobamos que es aún peor que las anteriores. Y eso que está en un sitio bonito, al lado de un riachuelo que está como a unos cinco metros por debajo del camino. Allí han colocado un par de mesas al sol, Pero han olvidado el pequeñ detalle de poner una senda que baje el desnivel y permita llegar a las mesas desde la senda. Un detalle tonto. Así que, como no nos apetece bajar despeñándonos, comemos tranquilamente al borde del Camino.
Los últimos, monótonos y aburridos cinco últimos kilómetros los hacemos casi juntos. Ninguna variación en el sendero hasta que, a un kilómetro y medio de la meta, cruzamos un nudo de carreteras por dos túneles y enfilamos un sendero de kilómetro y medio que ya nos deja en la entrada de El Burgo Granero, nuestro bien ganado destino de hoy. A la entrada Paloma se coloca junto al cartel que anuncia el nombre del pueblo y me dice que le haga una foto para no olvidarse nunca de lo cansada que ha llegado hasta aquí.
Y es que han sido muchos kilómetros, treinta y cuatro y la mayoría de ellos con un sol de justicia.
A las tres y media llegamos al CTR Piedras Blancas y subimos rápidamente a nuestra habitación, donde nos derrumbamos en la cama.
Es un hotel pequeño, con bar restaurante debajo, pero que tiene unas habitaciones limpias y que están bien.
Nos arreglamos y nos recuperamos un poco del esfuerzo antes de salir a dar un paseo por el pueblo. Lo damos en un periquete, porque no hay nada que ver. Un par de cruceros, un par de albergues llenos (¿Donde estaba esta gente hoy?) una iglesia construida como muchas de las casas en adobe, y una enorme charca que es la que da el nombre de ranero al pueblo, ya que se supone que deba estar llena de ranas croando. Pero deben estar de huelga, porque no se oye a ninguna.
Tras el paseo nos sentamos en la terraza del bar del hotel a tomar un refresco. Se nos acerca un matrimonio a los que conoce Paloma que se paran a hablar con nosotros y terminan sentándose  a nuestra mesa. Son muy simpáticos y hablamos del Camino. Ellos están ambos jubilados y están haciendo el Camino desde Burgos, con intención de llegar a Santiago.
Viven en Alicante y tienen entre los dos cuatro hijos.
Hablamos un bien rato hasta que a las ocho menos cuarto Paloma y yo nos vamos a misa, quedando con ellos a la salida para cenar juntos, ya que ellos se alojan en el otro hotel del pueblo, que parece tener un menú mejor.
Mientras vamos a la iglesia nos adelanta a toda leche por las polvorientas calles del pueblo un Mercedes que hace chirriar las ruedas en las curvas y que frena bruscamente cerca de la iglesia. Nos fijamos a ver quien es el macarra que conduce así. Y lo vemos bien visto: es el cura del pueblo con sotana y todo que se mete en la iglesia para oficiar.
La iglesia por dentro es mas bien fea. El cura, como era de esperar da la misa a todo trapo. En un momento dado decide qwie hay que cantar algo y , ni corto ni perezoso, deja el altar y, sentándose en un órgano que hay al lado se pone a tocar y a cantar una canción incomprensible que nadie en la iglesia  conoce. Cuando termina, vuelve al altar y sigue la misa.
Cuando termina la misa yo salgo y Paloma sigue un rato dentro porque están exponiendo el Santísimo.
Mientras esperó fuera sale el cura y me pregunta si soy peregrino. Hablamos apenas un minuto en el que me pregunta de donde soy, de donde vengo, a donde voy, donde vivo, en que trabajo y de paso me cuenta la etapa de mañana.
Inmediatamente se monta en el Mercedes y sale a toda pastilla, supongo que a dar otra misa en un pueblo cercano. Interesante vida, la de cura rural.
Cenamos con los de Alicante. Es una cena muy interesante en la que hablamos de todo: del Camino, de los de Bilbao, de hijos y sus carreras.... Me llama la atención que a ellos les prepara el Camino una agencia de viajes, que hace exactamente lo mismo que hago yo preparando etapas y seleccionando y reservando hoteles.
Terminada la cena nos vamos a la cama a eso de las diez.
Mañana toca ya etapa corta, de menos de veinte kilómetros, toda llana y por la senda de los plátanos.
Una gozada tras la etapa de hoy.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Bueno, hoy solo acierta Cristina con los trece pueblos del Camino en Palencia. Y eso siendo bueno, porque en uno de ellos no se entra. Pero como ha tenido el detalle de citar el primero y el último, se los doy por bueno.
En cuanto a Juan, su desvarío alcohólico acerca de un maestre templario y un tesoro es completamente incierto. Lo que estuvimos buscando ayer en Terradillos Paloma y yo es la gallina de los huevos de oro, que se supone que está enterrada en este pueblo.
Para hoy  la pregunta es la siguiente:
El tramo donde estamos era muy tenido en la edad media y moderna. Un peregrino cuenta que llegando al Burgo Ranero encontró un peregrino moribundo que estaba siendo devorado por unos animales.
- ¿ Como se llamaba el peregrino y que nacionalidad tenía?
- ¿Que insospechados animales estaban devorando al peregrino moribundo?
- ¿Porque el peregrino que nos cuenta la historia sigue hoy en día presente en El Burgo Ranero ?
Y una pregunta numérica interesante:
- Según lo que cuento en la crónica , ¿ a que distancia podía verse hoy el horizonte?.
Buenas noches y buen descanso.

1 comentario:

  1. Estamos contentando de regreso a Madrid Juan, Churri, Agustin y la que suscribe y decimos que el peregrino es el italiano Domenico Laffi, que los animales son los lobos y que Domenico esta presenté porque hay un albergue con su nombre. En cuanto a la distancia creemos que en línea recta no más de 90 km. Besos de toda la panda y se los extrañó mucho!!! Buen final de esta etapa, que será el inicio de la próxima!!!

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