domingo, 13 de abril de 2014

Dia 3 - Hornillos - Castrojeriz. 21 kms cómodos y bajo el sol.

Hoy no tenemos canales, ni patos, ni pavos reales. Estamos en un hotel en medio de Casstrojeriz , a donde hemos llegado a la una y media tras una etapa cómoda y descansada.
Bueno, descansada no, porque los veintiun kilómetros nos los hemos hecho uno tras otro. Y además en un día bastante caluroso , lo que tiene mas mérito.
Hemos dormido bastante bien, aunque los patos que había fuera del hotel han estado graznando a ratos durante toda la noche. Yo creí que estos bichos dormían, pero se ve que no. A pesar de eso, la noche no ha sido mala, como digo y nos hemos despertado a las siete y cuarto.
Nos arreglamos y a las ocho ya estamos en el comedor desayunando. Un desayuno sencillo de café con leche y tostadas con mermelada y en marcha. Hemos desayunado juntos los dos matrimonios de Madrid, las alemanas y nosotros. Los. catalanes han preferido levantarse mas tarde.
La furgoneta de la Casa Rural, que es de nueve plazas, nos lleva de una vez a los ocho hasta la misma plaza de Hornillos donde nos recogió ayer.  Tras las preceptivas despedidas nos ponemos en marcha a las nueve.
El día está completamente despejado y prometa calor, aunque a estas horas el sol aún nos aprieta demasiado y se está bastante bien caminando.
Hoy hemos decidido hacer un experimento. Vamos los dos con las zapatillas de paseo en vez de con las botas de andar. Paloma tiene un hematoma en una espinilla y prefiere no ponerse las botas para no presionarlo y que vaya a peor. Por mi parte yo quiero probar que tal se va con zapatillas, que son mucho mas ligeras y ventilan mejor los pies que las botas.
Pues eso, nos ponemos en marcha  atravesando Hornillos por su única calle, que desemboca en un camino ancho que va alejándose del pueblo.
El paisaje y el Camino son iguales a los de ayer. Campos ondulados y verdes, con cultivos comenzando a crecer, y siempre con ligera tendencia ascendente.
Paloma pone de inmediato la directa y  comienza a coger distancia. No la volveré a ver hasta Hontanas, once kilómetros después.
A poco de salir vemos que por el Camino viene un coche de la Guardia Civil, que debe estar patrullando. Me parece bien. Estas cosas dan sensación de seguridad a los GUIRIS, que luego las fue tan al volver a casa.
Los guardias saludan a todo el mundo mientras nos cruzamos con ellos. Muy bucólico y pastoril todo.
El Camino no ofrece mucho mas que contar en los primeros kilómetros. Hay bastante movimiento de peregrinos, pero no se camina molesto. No demasiados ciclistas, pero siempre hay alguno que te pasa y te pega un susto de muerte, pues llegan sin avisar.
Tras cinco kilómetros de caminar incesante por esta paramera, llegamos a una pequeña bajada que anima un poco el cotarro. A la derecha de la bajada se ve un arroyo, una zona arbolada y un edificio a sus pies, alejado como unos ciento cincuenta metros del camino.
Es el famoso albergue de Arroyo San Bol. Se trata de uno de culto de perroflautagrinos y demás especies pseudoesotéricas del Camino. Lo construyeron hace años y enseguida cogió fama porque decían que era "muy auténtico". Eso significaba que no tenía ni electricidad, ni agua corriente ni camas o literas. Eso si, los porros circulaban libremente y todo era muy hippie y muy alternativo. Ahora no se como estará, pero supongo que seguirá conservando algo de esa "autenticidad" que por mi parte pueden quedarse para ellos solos los pUrigrinos.
Eso si, el albergue está en un sitio precioso donde se debe descansar muy a gusto, ya que no hay una sola casa en cinco kilómetros a la redonda.
Tras la bajada al albergue toca ahora una subida ligerita que nos deja en lo alto de una amplia meseta, completamente verde y llana y sin un solo árbol.
Todos los campos están cultivados  y aquí y acullá se ven montones de piedras que han sido  retiradas por los agricultores para limpiar los campos. Debe ser un trabajo de chinos.
También se ven un montón de los cada vez más habituales molinos eólicos, que dominan este alto.
Hace bastante calor y ya hay que quitarse el jersey y ponerse el gorro. En un momento dado me doy cuenta de algo curioso. Estoy oyendo trinar a cientos de pájaros por todos lados, es un concierto precioso, pero ¿Donde están todos esos pájaros?. No veo ninguno, y eso que voy por una zona con una visibilidad enorme para ambos lados, completamente llana y sin un solo árbol. Es evidente que los pájaros cantores están en los cultivos que rodean el camino, pero estos no miden mas que un palmo de alto.... Un misterio del Camino, el de los pájaros invisibles.
Este tramo de visibilidad infinita es  precioso y dura casi cinco kilómetros, hasta que nos acercamos al único pueblo intermedio de la jornada : Hontanas.
Este también es un pueblo misterioso, como los pájaros cantores. Cuando vas por el alto del páramo, ves un cartel que te anuncia que está a dos kilómetros. Lo raro es que con la visibilidad que hay deberías verlo ya; al menos la torre de la iglesia. Pero no se ve nada. Así que sigues andando y ves otro cartel que dice que Hontanas está a quinientos metros..... Imposible. Veo todo perfectamente a mucha distancia y aquí no hay pueblo alguno. Es solo cuando estás prácticamente encima cuando ves que, según vas avanzando, una torre de iglesia va surgiendo del suelo. Y de repente, ves de una vez todo el pueblo, que no es pequeño , pero que está construido en una hondonada profunda que impide que lo veas hasta que te tropiezas con él.
Hontanas me recibe con repicar de campanas sostenido. Y es que son las once del Domingo de Ramos y va a empezar la misa. Digo me recibe, porque Paloma ya ha llegado hace más de un cuarto de hora y me espera sentada y aburrida en la pequeña plaza del pueblo, pegada a la iglesia.
Según mi Gps, yo he hecho los once kilómetros de Hornillos a Hontanas a una velocidad media de cinco kilómetros, que es una muy buena media. Paloma me ha sacado quince minutos, o sea que ha tenido que venir a una media superior a los seis por hora, que es casi la velocidad a la que yo entreno en Madrid sin mochila ni nada.  Esta chica anda mucho, mucho....
Me siento a tomar una coca que amablemente me tiene ya comprada Paloma. Al poco llega el cura del pueblo, un señor muy mayor, que va vestido ya de ropajes para decir misa. Se nos acerca y nos dice: "como no vais a comulgar, aquí os regalo unos caramelos". Y nos da un puñado de caramelos que agradecemos mucho. Sigue haciendo lo mismo con los peregrinos que hay sentados por allí, hasta que una señora sale de la iglesia y le dice que si piensa empezar la misa, que ya es hora.
El cura se va para la iglesia diciendo a la señora que como a las once no había nadie esperando a la bendición de ramos, pues ha decidido hablar con los peregrinos, que es lo que le gusta. Todo un personaje, el cura.
Entramos un momento a la iglesia, pero decidimos no quedarnos a misa, pues pensamos que luego podremos escucharla en Castrojeriz. Grave error. En Castrojeriz no hay misas por la tarde, y nos quedamos desmisados...
Descansados yo un poco y Paloma un mucho, que para eso ha llegado antes, continuamos Camino. Ya no tenemos ningún pueblo más en los diez kilómetros que nos quedan hasta la meta.
El paisaje a partir de la salida de Hontanas cambia. Ya no es ese paisaje verde, uniforme y cultivado. Ahora es un paisaje mas agreste, con parches de tierras pardas mezclados con campos cultivados y mas colinas que antes.
Avanzamos por un sendero de tierra estrecho a media ladera de un monte. El sendero va paralelo a una carretera que une Hontanas con Castrojeriz.  Es cómodo para andar y más variado que el anterior. Ahora vamos juntos, porque Paloma ha decidido no correr y va a mi ritmo, lo que se agradece por la compañía.
Tras dos kilómetros pasamos junto a las ruinas de una torre de vigilancia y dos kilómetros anodinos mas adelante, desembocamos desde el sendero a la carretera que venimos viendo todo el rato a nuestra izquierda.
Es una carreterilla estrecha, sin arcén y afortunadamente con casi nulo tráfico. Los laterales de la carretera están guardados por enormes árboles alineados en su arcén. Resulta un paseo agradable, aunque ya el sol pega fuerte y la temperatura se ha elevado bastante.
Tras unos dos kilómetros por esta carreterilla llegamos a uno de los lugares mas curiosos del Camino: las ruinas del Convento de San Antón.
Es este un lugar curioso. Se trata de las ruinas de un antiguo convento, que en la edad media fue muy famoso porque en él se curaba una enfermedad gangrenosa propia del centro d Europa, que se denominaba el fuego de San Antón. Enfermos franceses y alemanes venían hasta aquí por el Camino. El que conseguía llegar al monasterio se curaba, lo que le atribuía al convento fama de milagroso. La razón de las curaciones era sin embargo en esta ocasión, más científica que milagrosa.
El Fuego desean Antón lo causaba un hongo, el cornezuelo, que se desarrolla en el centeno. La enfermedad aparecía por tanto en los países del centro de Europa donde el pan se hacía de centeno. Los enfermos, para curarse, atravesaban su país y, al entrar en España, cambiaban su dieta y comenzaban a comer el pan español, que era pan de trigo. Su cuerpo comenzaba por tanto a depurarse del cornezuelo y, para cuando llegaban a San Antón, los cuidados de los monjes completaban en milagro de la curación.
Hoy solo quedan las ruinas del monasterio, que tienen la particularidad de que la carretera las atraviesa por en medio, pasando por debajo de dos altos arcos que sostenían en su tiempo el porche de acceso al convento. En ese porche hay dos hornacinas que los monjes usaban para dejar comida para los peregrinos que pasasen por allí y que, no estando enfermos,no tenían acceso al monasterio. Hoy las hornacinas siguen en su sitio, pero no hay comida...
Lo que sí han hecho es construir un albergue de peregrinos dentro de las ruinas del monasterio. Es un sitio muy curioso y debe merecer la pena dormir allí.
Nosotros nos sentamos en una especie de canal de agua pecado a la tapia del monasterio y descansamos un poco mientras comemos allí el fiambre y el queso que nos quedan y las consabidas naranjas.
Acabado el almuerzo, continuamos hacia Castrojeriz, que está ya solo a algo más de tres kilómetros y que, al contrario que Hontanas, no disimula para nada su presencia.
Al contrario. La llegada a Castrojeriz es una de las más bonitas del Camino. Nada mas dejar san Antón, la carretera da una suave curva a la que sigue una recta de tres kilómetros al fondo de la cual está Castrojeriz.  Es un pueblo que está al pie de un alto monte en cuya cima destacan las ruinas de un castillo, que en sus tiempos fue un importante baluarte de la reconquista.
El pueblo en si está al pie del monte.A la derecha del mismo destaca un enorme monasterio, que es el de la Virgen del Manzano. El grueso del pueblo está a la izquierda del monte, con otras dos iglesias y calles que se ven descolgándose por la ladera del monte.
La carretera avanza directa hacia el centro del monte, con lo que la vista según te vas acercando es preciosa. Recorremos ese tramo rápidamente, con fuerzas recuperadas tras la comida y nos desviamos a la derecha justa al pie del monte para entrar por el monasterio de la Virgen del Manzano, que obviamente está cerrado.
Bordeamos el monte a media ladera hasta llegar al barrio principal del pueblo. La calle principal es larga como un día sin pan. Mide en total dos kilómetros desde que entras por el Convento hasta que sales por el otro lado. Es una calle muy larga.
Nuestro hotel, el Iacobus, está situado en la mitad del pueblo, cerca de la Plaza Mayor. Es un edificio grande y algo antiguo. Nos dan una habitación cómoda, aunque con una ducha algo pequeña.
Son las dos menos cuarto. La etapa se nos ha dado muy bien y ya está liquidada.
Nos duchamos y yo lavo mi ropa mientras Paloma se pega una siesta. Ella no necesita lavar, ya buque se ha traído mas ropa y espera llegar al miércoles,  que dormimos en otro sitio con lavadora.
Estamos en la habitación descansando hasta que ya nos hartamos y bajamos a la terraza del hotel a tomar algo.
Es una terraza preciosa, muy grande y con unas preciosas vista sobre el valle. Es la ventaja de un pueblo en la ladera de un monte, que las vistas son preciosas.
Se está además muy bien al solecito. En la terraza están también las alemanas de ayer, que ya han llegado. Yo las llamo las Karinas, porque las dos se llaman Karin.
Tras un rato muy agradable en la terraza, salimos a dar un paseo por el pueblo, que es bastante bonito. Su arquitectura es curiosa. Consiste en una serie de calles paralelas que van bordeando el monte, y que están unidas por algunas calles pequeñas perpendiculares que bajan la ladera. Muchas casa en piedra y bonitas en la calle principal y una Plaza Mayor porticada que merece la pena.
Tras el paseo volvemos al hotel.Paloma se sube a la habitación y yo me quedo de nuevo en la terraza escribiendo. Ahora en la terraza no solo están las Karinas, sino también los dos matrimonios de Madrid, así que estamos todos los que hemos compartido autobús esta mañana.
A las ocho y media cenamos en el hotel. Ya hace algo de fresco para cenar en la terraza, así que cenamos en el comedor. Menú del peregrino muy sencillito: menestra de verdura para los dos de primero, lomo con patatas para paloma y huevos con morcilla para mi de segundo y plátano de postre. Justo pero bien.
En el comedor está también un grupo de como unos diez chavales con sus monitores. Este@n haciendo el Camino. Hay un tal Nacho que debe ser madridista, porque el profesor le va actualizando el partido que está jugando el atleti. Así de paso me entero yo.
Cuando el profesor le dice:
- Nacho, el atleti ha ganado dos- cero.
Nacho responde:
- ¡ Esto es una pesadilla!.
Si, Nacho, es una pesadilla rojiblanca.......
Con esto subimos a la habitación. Hace algo de fresco y el aire acondicionado no funciona, así que Paloma baja a hablar con el encasrgado del hotel , que se  muestra extrañado y dice que ahora sube a mirar.
Al cabo de casi una hora no ha subido.
No sabe este con quien se juega los cuartos. Paloma vuelve a bajar y a los cinco minutos el aire funciona como la seda.
Ya con la habitación calentita, nos dormimos. Mañana es una etapa de veinticinco kilómetros, con la cuesta mas fuerte de este Camino justo al principio y varios lugares mas muy interesantes.
TRIVIAL DEL CAMINO.
La pregunta del día de ayer la ha ganado Cristina. Lo siento Juan, pero tu cálculo ha sido excesivamente optimista. Con este Camino habré hecho aproximadamente 1.700 kms.  Así que Cristina era la que mas se había acercado hasta que María ha irrumpido en la web del Cardenal a última hora con 1.376 kms, una cifra que parece calculada por un ingeniero ( y no miro a nadie). Así que Maria es la ganadora. Y como veo que esto es un cachondeo y os gusta mas a casi todos contestar a Paloma que a mi, a partir  de ahora podéis contestar en el blog, por whtasapp, por mail o publicándolo en el ABC, me da igual.
La pregunta de hoy es internacional. Hoy hemos pasado por dos albergues especiales del Camino: el de San Bol, por su connotación hippie, y el de San Antón, por el lugar donde está ubicado.
En la etapa de mañana pasaremos por otro albergue muy especial y relacionado en cierto modo con nuestro amigo Agustín. Las preguntas son:
- ¿Como se llama este albergue, donde se encuentra y quienes lo regentan?
- ¿Que curiosa ceremonia, propia de estas fechas, acostumbran a hacer a los peregrinos que paran en este albergue?.
- y como me han gustado las de calcular, también quiero que adivineis, basándoos en lo que ya habéis leído sobre nuestro modo de peregrinar, a que hora vamos a  pasar por ese albergue. ( aquí hay un margen amplio, ya que lo mas probable es que Paloma pase mucho antes que yo.Así que la hora válida es la del paso de Paloma). Es mas, ya que os gusta tanto, el que mande un whatsapp a paloma en los quince minutos previos o posteriores del momento en que pasemos, tiene un punto extra......
Y AUPA ATLETI!!!!!!!!!!!!

3 comentarios:

  1. Esta si que era difícil. La contesto por partes. Creo que es el Albergue de san Nicolás Dirección: Situado entre Itero del Castillo e Itero de la Vega
    Localidad: Itero del Castillo (Burgos)
    Propiedad del albergue: Confraternitá de Santiago de Compostela
    Institución o administración encargada de los costes de mantenimiento: La confraternitá son italianos. Su sede está en Perugia (Italia)
    Y tal vez a las 11,30 Paloma pase por allí

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  2. Yo no puedo con Cristina, que investiga a unas horas propias del Cono Sur. Chapeau por ella.
    Así que sólo diré que Paloma pasará a las 10.30 por allí.
    Respecto a los kilómetros del Peregrino, creo que es muy modesto, porque a una media de 25 kms diarios más o menos, creo yo que lleva hechas más de 80 jornadas desde 2010. ¡No seas humilde, que mucho has recorrido! Como las "Karis" de Hannover.
    Y me gustan los misterios de pájaros y pueblos ocultos, y de mujeres que desaparecen y reaparecen con una coca a los once kilómetros.
    ¡Buen día, chicos!

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  3. Creo que Paloma pasará a las 10 de la mañana, ya que si salen a las 8 de la mañana son dos horas de caminatas. Le mandaré un watsupp a ver si ya pasó el albergue de los familiares de mi santo esposo!!
    Besos y buena jornada!!

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