sábado, 3 de diciembre de 2016

Dia 2 - Molinaseca - Villafranca del Bierzo. Niebla y sol en el Bierzo

Precioso, cómodo y ameno el día de hoy.
Los treinta y dos kilómetros casi llanos que separan Molinaseca de Villafranca cruzan todo el valle del Bierzo, de cordillera a cordillera. De los Montes de León a los montes de Galicia. Una jornada fácil que me ha servido para recuperar los pies y sobre todo los dedos dañados ayer. Me los he protegido bien, he andado con las zapatillas en vez de con las botas y han resistido como campeones. Eso si, tengo una de las uñas completamente despegada y seguro que se me caera. No la salva nadie.
 La etapa de hoy es una sucesión de pueblos cada pocos kilómetros, lo que ameniza los muchos kilómetros de asfalto que hoy se hacen. Y es que la jornada de hoy se hace toda por carretera, salvo un pequeño tramo  entre Camponaraya y Cacabelos y los últimos tres kilómetros antes de llegar a Villafranca. El resto, carretera y más carretera.
Molinaseca
He salido a las ocho y cuarto, cuando todavía es casi de noche en Molinaseca. La mañana es muy fría y obliga a ponerse gorro y guantes para empezar a caminar.
Salida de Molinaseca
Nadie por las calles y ningún local abierto para desayunar, así que cruzo Molinaseca y enfilo la larga recta de tres kilómetros que lleva hasta el desvío a Campos por el arcén de la carretera.
Salida de Molinaseca


Esta primera parte de la etapa, que normalmente se hace muy pesada si la coges al final de la etapa, como suelo hacer yo para dormir en Ponferrada, la cubro hoy con rapidez. Es todo el rato subida y voy comprobando como los pies responden bien y apenas noto las uñas dañadas ayer. O sea que bien.El cielo está aquí completamente despejado y la caminata empieza a calentar el cuerpo. No hay por supuesto nadie en el Camino, pero durante la etapa de hoy veré la astronómica cifra de cuatro peregrinos, que comparados con los cero de ayer son una multitud. El Camino ya no es lo que era. Esta masificado.
Desvio a Campo

Tras tres kilómetros corono la subida justo donde el camino oficial abandona la carretera y da un enorme rodeo para entrar en Ponferrada, pasando por la localidad de Campos y rodeando toda la ciudad. Hoy he decidido no hacer el rodeo y continuar por la carretera, que tiene una excelente acera hasta entrar en Ponferrada por el lado contrario al que se entra normalmente. Esta opción ahorra un par de lkilómetros y es altamente reccmendable, por lo que he podido comprobar hoy.
Al llegar al alto y el desvio me quedo pasmado. La vista es preciosa. Todo el valle aparece cubierto por una niebla muy baja, que deja ver las casas más altas de Ponferrada, que de este modo parece una isla que emerge de un mar de bruma blanca. Al fondo se ven las montañas nevadas de los Montes de León en los que contrasta el blanco de las nieves con el ocre y verde oscuro de los bosques y arboledas de las partes más bajas. Y todo ello termina en el mar de niebla. Es una preciosidad de vista que disfruto mientras descanso un poco.
Desvio a Campo

Tal copmo he decidido, evito el desvío y continúo por la carretera, acercándome en líneas recta a Ponferrada por una zona de urbanizaciones de chalets. La vista sigue siendo preciosa. Voy bajando por la acera de la carretera viendo de frente Ponferrada, que parece tener un perfil cambiante según los jirones de niebla se mueven a través de ella.
Ponferrada en la niebla

Ponferrada

Ya cerca de la ciudad cruzo el Rio Boeza, afluente del Sil que se une a este precisamente en la ciudad de la Pons Ferrata. Una subida por una zxona industrial indiferenciada me deja en las arrabales de Ponferrada, por los que me guío con Google Maps hasta cruzar el Rio Sil por un precioso puente techado en sus dos lados, para mayor comodidad de los peatones.
Puente rn Ponferrada

Inmediatamente encuentro ya el Camino oficial, que baja desde la parte antigua de la ciudad por una anchísima avenida en la que hay varias estatuas curiosas. Destaca una que representa a unas pimenteras.
Las Pimenteras. Ponferrada

Salgo de Ponferrada sin ver su casco histórico, pero no me importa, porque ya lo conozco de sobra y hoy la Ciudad de los templarios es para mi solo una ciudad de paso.
La salida de Ponferrada se hace por un camino arbolado que me lleva hasta Compostilla, un barrio de Ponferrada creado para los trabajadores de la central Térmica que destaca tanto en la bajada desde los montes de León.
Camino a Compostilla

La niebla se concentra a mi derecha, impidiendo ver los contornos de Ponferrada y su enorme y negra  torre quebrada, que es la referencia habitual en estos lares.
Cruzo Comnpostilla, que parece una ciudad residencial pobre, pero muy agradable.  Zonas ajardinadas enmarcan los bloque de pisos de tres alturas. En un momento dado el Camino pasa por un pasaje abierto en medio de uno de ellos y que un artista anónimo (y bueno) ha decorado con unos bonitos graffitis alusivos  a Ponferrada y Compostilla.
Graffiti en Compostilla

Compostilla tiene dos bonitas capillas, modernas pero una de ellas con un crucero muy bonito. 
Iglesia en Compostilla
En un momento dado me despisto del Camino. De inmediato un señor me llama:
-         Perdone, el Camino sigue por aquí, de frente. Perdone, pero es que he dejado el camión tapando la señal. Ahora mismo lo quito.
Amabilísimo el señor, le agradezco la atención inusual y continuo el Camino.
Capilla en Compostilla

Comnpostilla está casi unida con Columbrianos. Las separa (o une) un túnel bajo la autopista que tras atravesarlo me deja en la bonita iglesia de San Esteban, que aparece casi oculta por la niebla en la que estopy empezando a meterme y que m,e va a acompañar durante buena pàrte de la jornada.
Iglesia de San Esteban. Columbrianos

Pasada la iglesia me fijo en una casa donde están celebrando una matanza. Hay un cerdo ya muerto y limpio en una mesa y otro colgando de un gancho. Varias personas se afanan a su alrededor, arrastrando paja para absorber la sangre, preparando artesas y utensilios, o simplemente mirando.
No es la primera fiesta de la matanza que che visto en esta peregrinación. Ayer en Molinaseca vi varias casas en las que habían matado y estaban despiezando y durante la etapa de hoy veré otras cuantas. Me llama mucho la atención, pues es una fiesta para mi desconocida y sin embargo muy importante en las economías rurales.
Matanza. Columbrianos

Matar el cerdo en la antigüedad equivalía a sobrevivir durante el invierno. La matanza era y sigue siendo una fiesta familiar en la que se reúne toda la parentela para festejar un año más. Es el equivalente europeo (pues no solo se celebra en España) del día de Acción de Gracias americano, solo que allí matan pavos y aquí cerdos, que duramn más y tienen cosas más ricas.
Columbrianos

Cruzo Columbrianos, que como todos los de aquí es un pueblo más largo que ancho construido a lo largo de la carretera. Hay una bonita capilla en la que me hago una foto, pero poco más.
Iglesia en Columbrianos

A la salida de Columbrianos por carretera ya estoy metido en la niebla de lleno.
No es una niebla densa. Está muy a ras de suelo  y deja pasar mucha claridad, con lo que se ve bastante bien. Pero sirve para desdibujar todos los contornos, convirtiendo este paisaje vulgar de campos y chalets en un sendero mágico en el que las distancias y las referencias se pierden y todo adquiere un tono pastel que te hace pensar que estás en un lugar de ensueño, en  Narnia o en el país de Nunca Jamás.
Niebla en el Camino

El tramo de casi tres kilómetros entre Columbrianos y Fuentes Nuevas se hace así muy agradable. Apenas hay circulación en la carretera y esta aprendiz de niebla deja visibilidad suficiente para que no haya problemas.
Entrada a Fuentes Nuevas

Crucero en Fuentes Nuevas

Fuentes Nuevas recibe al peregrino con un precioso crucero, situado justo antes de entrar en el largo pueblo, que cruzo sin parar volviendo a una carretera solitaria que , de nuevo entre la niebla me conduce en dos kilómetros más a Camponaraya; un pueblo de más de un kilómetro de largo en el que yo, que soy hombre de costumbres siempre paro.
Iglesia en Fuentes Nuevas

Y paro siempre en el mismo sitio (ya he dicho que soy hombre de costumbres). En un bar situado cerca de la salida del pueblo en la Plaza del Reloj.
Así que hacia allí me dirijo.
Torre del Reloj. Camponaraya

Tengo en mente un bocadillo de tortilla francesa que me alegre la mañana.
Mientras cruzo el pueblo veo a los primeros peregrinos de esta peregrinación. Es una familia de tres miembros, Padre, Madre y un hijo con síndrome de Down que están sentados en un banco descansando. El chaval me saluda alegre y yo le devuelvo el ¡Buen Camino!.
Llego al bar, que gracias a Dios está abierto y me siento a descansar mientras me preparan un monstruoso bocadillo de tortilla que sabe a gloria y que riego con dos coca colas. Me encantan estos tentempiés camineros, que recuperan fuerzas y siempre saben a gloria bendita.
El reposo del Guerrero

Mientras estoy allí pasa la familia peregrina de antes. Nuevos saludos y ellos continúan su Camino mientras yo termino mi bocata.
Tentempie a media mañana

Ya repuesto continúo Camino. La salida de Camponaraya  se hace por una subida que lleva a cruzar una autopista por un puente elevado. 
Cruce de la autopista
Viene ahora el primer tramo no asfaltado de la etapa. Es un discurrir ondulado por campos de viñedos que ahora aparecen desnudos y retorcidos en filas inmensas.
El camino baja hasta un arroyo donde crece un pequeño bosque y allí me cruzo de nuevo con la familia caminera, que está descansando a la sombra de los árboles. Nuevos saludos cordiales y yo continúo entre la viñas y la neblina acercándome a Cacabelos, el pueblo más grande de la jornada. 
Camino a Cacabelos

Es este un tramo precioso que se disfruta mucho. Termina al cruzar una carretera y acercarnos a Cacabelos pasando por las naves de la Cooperativa Vinícola del Bierzo, donde deben terminar todas las uvas de los viñedos que, ahora casi muertos, acabo de pasar.
Camino a Cacabelos

Cacabelos ya está a tiro de piedra. Una suave bajada y atravieso el largo pueblo. Es un pueblo importante. Recuerdo que la primera vez que pasé por aquí me perdí y acabé en la plaza central donde pregunté al primero que ví por la dirección, sin darme cuenta de que era ciego. Eso si, me dio las indicaciones perfectamente.
Cacabelos

Cacabelos
Esta vez cruzo el pueblo sin perderme, pasando por su bonita iglesia y llegando al puente sobre el rio y el precioso Santuario de la Quinta Angustia situado justo a la salida de Cacabelos y al comienzo de la durísima cuesta que viene ahora.
Santuario de la Quinta Angustia

Y es aquí donde veo a mi cuarto peregrino de la jornada. Es un chaval joven y con pinta de colgado que está sentado en un banco, descansando. Lleva un sombrero negro e ala ancha que le da un aspecto de rabino judío bastante curioso. Parece despistado y apenas responde a mi saludo, así que sigo, afrontando ahora el comienzo de la durísima cuesta que marca la salida de Cacabelos.
Es una subida de más de un kilómetro que se hace por el arcén de la carretera. Es muy empinada y pica mucho en las piernas a estas alturas de la jornada. Además, al entrar en Cacabelos la niebla a desaparecido, así que ahora el sol pega, no muy fuerte, pero se nota y más en la cuesta.
Cuesta de Pieros

 Paciencia y paso corto y llego al pueblo de Pieros, situado a mitad de la subida y donde paro a descansar  en una parada de autobús al pie de la carretera que tiene al lado una fuente de agua fresquísima que es una bendición. Como cecina y lomo del que compré en Astorga y reposo unos diez minutos antes de afrontar la última parte de la cuesta, cuyo final alcanzo enseguida.
Parada de autobus en Pieros

Aquí hay un desvio que permite llegar a Villafranca, que ahora está a unos seis kilómetros por el pueblo de Valtuille de Arriba, evitando la carretera nacional. El problema es que es más largo, así que paso del desvío y continúo, ahora cuesta abajo, por la carretera, que no tiene demasiado tráfico.
Camino a Villafranca

Es un tramo bastante pesado de dos kilómetros y pico que termina al tomar un desvío a la derecha que me hace llegar, ya por pista de tierra, hasta las puertas de un estudio de escultura al aire libre que muestra curiosas figuras de animales , extraños árboles y otras cosas raras y modernas. Llaman mucho la atención todas estas piezas situadas en medio del campo.
Desvio a Villafranca

Estuidioo del escultor
Tras el curioso estudio de escultura, una fuerte pero corta cuesta me deja en una nueva zona de viñedos en la que sucesivos toboganes me van ascendiendo hasta la entrada de Villafranca del Bierzo.
Cuesta en la llegada a Villafranca

La entrada a Villafranca se hace por su parte más alta, con lo que al llegar ves todo el pueblo, que es grande, a tus pies.
Llegando a Villafranca

Llegando a Villfranca
Lo `primero que te encuentras es la Iglesia de Santiago. es un pequeño templo románico, pero que es importantísimo en el Camino. 
Villafranca del Bierzo
Tiene una puerta lateral, llamada la Puerta del Perdón, que es la única puerta en el Camino que gozaba del privilegio de que el peregrino que la cruzase, si estaba enfermo y por esa causa no podía llegar a Santiago de Compostela, obtenía las mismas indulgencias que si lo hubiese hecho. Así que más importante no podía ser esta pequeña iglesia situada a la entrada de Galicia.
Al lado de la iglesia está el Albergue Ave Fenix, del mítico personaje del Camino Jesús Arias “Jato”. Un personaje de los que da el Camino que ha tenido que reconstruir este albergue dos veces tras sendos incendios.
Iglesia de Santiago

Entro a sellar y a comprar una botella de agua y ya continúo hasta el Parador de Villafranca, donde voy a dormir esta noche a costa de los puntos de Amigos de Paradores que tengop acumulados y que amenazan con caducar si no los utilizo.
Llego a las cuatro menos cuarto, tras más de ocho horas de etapa y descanso en mi habitación. Este es un parador moderno y las habitaciones son blancas y funcionales.
Parador de Villafranca

A las seis y media salgo a dar una vuelta y me entretengo escribiendo en un bar en el que están poniendo futbol.    Ya ha acabado el Barça- Madrid cpon el mejor de los resultados posibles para un atlético como yo. Un empate con gol del odioso Sergio Ramos en el minuto en que suele meterlos, el noventa y tantos. Al menos esta vez ha servido para darme una alegría. Pero nunca le perdonaré el de la final de la Champions. He jurado odio eterno a Sergio Ramos, como hizo Anibal con los Romanos
Ceno en el Parador muy bien. Un menú de otoño en el que elijo primero una excelente parrillada de verduras y luego un filete de ternera.
Y después me recojo ya en la habitación a descansar.

Como ayer, me dormiré pronto, que mañana toca la subida al Cebreiro y hay que estar  desacansado.

Buenas noches y Buen Camino.

4 comentarios:

  1. Debes estar agobiado con tanto peregrino, te vas recuperando con nota de tus problemas podologicos. buen tiempo por lo que cuentas fresquitos y con niebla pero fantástico para caminar. Buena entrada en Galicia y subida al Cebreiro.

    Buen Camino

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  2. ¡Ojalá el tiempo se mantenga así!. Hoy es una buena etapa para que se te acaben de curar los dedos y prepararlos para mañana con tanta bajada. Disfruta de la subida y del Cebreiro "todo para tí". Cuídate mucho. Buen Camino.

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  3. Que pena me das sacrificándote para que no caduquen tus puntos de amigos de paradores que seguro que alguno lo has conseguido conmigo , por lo que es mío y no me has pedido permiso para usarlos

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  4. Que pena me das sacrificándote para que no caduquen tus puntos de amigos de paradores que seguro que alguno lo has conseguido conmigo , por lo que es mío y no me has pedido permiso para usarlos

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