jueves, 1 de diciembre de 2016

Dia 0 - Un Camino de Invierno


El tren que me lleva a Astorga rueda ya acercándose a Segovia. Va lleno de gentes que se desplazan a sus quehaceres, a ver a sus seres queridos, a hacer gestiones o negocios… y a peregrinar, como yo. Ya he visto en la estación varios mochileros que montaban en mi mismo tren. Gente de edad madura. Peregrinos veteranos, peregrinos de invierno.
Y es que este tren me lleva al comienzo de mi primer camino de invierno, un camino que me atrae y asusta en igual medida.
Astorga desde el tren
Camino de Invierno. Camino frio y nuboso. Camino de lluvia y nieve. Un Camino más duro de los que estoy acostumbrado a hacer y seguramente más bello, más agreste y desagradecido que los muelles y soleados Caminos de Primavera o Verano que ya estoy acostumbrado a hacer.
Me apetece mucho esta nueva experiencia caminera por lo noivedoso que tiene. Voy a patear sendas ya conocidas, pero que en una estación diferente, serán seguramente completamente distintas de las que ya Tan bien conozco. Los verdes y amarillos de los campos habrán sido sustituidos por los ocres y marrones de la tierra durmiente. Los calores vereniegos cambiarán por el intenso frío de las mañanas. Los días largos y fáciles de caminar habrán sido sustituidos por días con pocas horas de luz en los que hay que aprovechar casi cada hora para completar las etapas.
Un Camino diferente que me apetece conocer.
El tramo del Casmino Francés que voy a hacer es el que va desde Rabanal del Camino, en la falda de los Montes de León, hasta Santiago. Doscientos cuarenta kilómetros en los que se atraviesan  dos de las principales  dificultades montañosas del Camino: Los Montes de León, con la su7bida a Foncebadón y la Cruz de Ferro; y los Montes de Galicia, con las mítica subida al Cebreiro.
Es uno de los tramos que más me gustan del Camino Francés. Por la subida a Foncebadón, por la emoción de la llegada a La Cruz de Ferro, por la belleza de la bajada a Molinaseca, por la dureza de la subida a O Cebvreiro, por el anochecer desde su cima, por los Altos de San Roque y Do Poio,por el Malecón de Sarria, por el pantano de Portomarín y el Cruceiro de Ligonde, por Vilar de Donas y Santa Maria de Melide, por el bosque de Pedrouzo y por el Monte del Gozo. Por tantos y tantos senderos y tantas y tantas flechas amarillas. Por la llegada a Santiago y la visita al Apostol….
Así que lo voy a disfrutar como un enano.
La verdad es que he cambiado de itinerario varias veces desde que pensé en hacer este Camino de Invierno aprovechando el Puente de Diciembre. Al principio pensé comenzar la Via de la Plata desde Sevilla, pensando que el tiempo estaría más asegurado. Pero resulta que las previsiones meteorológicas dicen que va a hacer mejor tiempo esta semana en el norte que en el sur de España. Así que parece qwue he acertado mirando hacia el camino Francés. El primer itinerario que preparé empezaba en Ponferrada, para evitar precisamente los montes de León. Pero cuando he visto que la previsión mejoraba por días he cambiado para incluir el tramo de Rabanal a Ponferrada. La última modificación del itinerario la hice ayer mismo cogiendo hotel en Molinaseca para hacer noche allí y poder hacer la etapa Molinaseca-Villafranca, que había eliminado por falta de tiempo y que ahora voy a hacer, aunwue a costa de doblar la última etapa y hacerme como última jornada los cuarenta kilómetros de Arzua a Santiago.
Ese día iré justo de luz. Y es que en estas fechas los eternos días de verano han desaparecido. Ahora amanece sobre las ocho y media y a las seis y media es de noche; así que solo tienes unas diez horas de luz al día. Justitas para una etapa de cuarenta kilómetros. Pero no me preocupa, porque en esa última etapa los diez últimos kilómetros, deasde el Aeropuertpo, son sencillos y casi urbanos, y no tienen ningún riesgo.
La previsión meteorológica da tiempo entre soileado y cubierto pero sin muchas lluvias durante toda la semana. Ya ha estado nevando en los altos la semana pasada, así que espero que las vistas en la subida al Teleno y al Cebreiro sean espectaculares.
La mochila pesa más en este Camino de Invierno. Hay que traer equipo distinto preparado para el rigor del clima. Pantalones más gruesos, botas altas y pesadas,  ropa interior climatizada, chubasquero y polainas, guantes y gorro de nieve, jersey…. aproximadamente dos kilos más a la espalda, que supongo se notarán.
Por otra parte, no he preparado nada el físico para este Camino. Desde Agosto no he andado un solo día. Han sido unos meses de un estrés terrible en el trabajo y no he tenido voluntad para ponerme a entrenar. Espero no notarlo demasiado, aunque seguro que los primeros días van a ser duros.
Pero de eso va una peregrinación de invierno. De dureza. De soledad y voluntad. De determinación y aguante. Espero estar a la altura.
Además, supongo que por primera vez voy a poder ver el final del Camino Francés sin las masas de gente wque habitualmente lo inundan en verano. Y eso será una experiencia diferente. Un Camino diferente.
El tren se acerca ya a León. Estamos ya en territorio del Camino. Desde mi asiento puedo ver perfectamente el reguero de árboles que flanquea el Camino entre Sahagñun y Mansilla de las Mulas. Es el final del Páramo, la zona más temida del Vcamino por los Guiris y que a mi me encanta por sus amplitudes y sus soledades. La vista abarca todo el horizonte y se recrea en los campos ahora desnudos y fríos, pero terriblemente calurosos en verano.
El cielo está cubierto y la luz es plomiza y apagada, pero la recta senda del camino, flanqueada por esos árboles colocados a intervalos de diez metros, destaca en el paisaje plano y monótono de esta zona. Esto es ya Camino de Santiago.
En algunos campos están quemando rastrojos y eso oscurece aún más el paisaje, que ahora en Diciembre tiene tonos apagados y mustios. Tonos de descanso y de espera, de reposo hasta la próxima germinación, de defensa ante los elementos adversos del invierno. Es un paisaje bello y un tanto intimidante que el tren cruza con rapidez.
En León cambio de tren y tomo un regional que en apenas media hora más me lleva hasta Astorga. No es que vaya a empezar el Camino desde aquí, sino un poco más lejos. O un poco más cerca de Santiago, que todo es segun se mire. Voy a dormir en Astorga, pero mañana cogeré un taxi a primera hora que me acercará a Rabanal del Camino, donde comenzaré realmente con los siete kilómetros de subida hasta Foncebadón y la Cruz de Ferro. Un comienzo duro pero precioso.
Desde León, el tren ha seguido prácticamente la misma senda que el camino. Así que he ido viendo cómodamente sentado los pueblos que en otra ocasiones he pasado andando: La Virgen del Camino, Villadangos del Paramo, Oncina de la Valdoncina, Hospital de Órbigo… Hasta llegar por fin a Astorga. Dos etapas del Camino en media hora. No está mal.
No hace frio en Astorga. Está cubierto pero no llueve y la temperatura es aceptable. Subo andando hasta el centro de la ciudad, donde está mi Hotel, el Hotel Ciudad de Astorga, muy cercano a la Catedral y al Palacio de Gaudí.  La mochila pesa. Se nota el qequipamiento de invierno que castiga la espalda y las rodillas. Llevo en total, contando la cámara de fotos, unos trece kilos, que es un poco demasiado. Pero mañana quitaré peso al ponerme encima la ropa de abrigo y las pesadas botas de senderismo que ahora llevo en la mochila y se notan.
Mientras avanzo hacia el hotel por las calles de Astorga veo una curiosa pintada que dice así:
" ¿Qué sabemos de Bellido Dolfos?"
Me quedo perplejo. ¿Será un servicio cultural del ayuntamiento de Astorga?. ¿Acaso es un concurso?. ¿Puede ser una pregunta de selectividad?....
Yo se de Bellido Dolfos que era hijo del traidor Dolfos Bellido y que mató al Rey Don Sancho en las afueras de Zamora. Pero no se más. Acaso ahora le quieren convertir en un heroe leonés porque mató a un rey Castellano. Debe ser eso. Politiqueos absurdos.


¿Qué sabemos de Belklido Dolfos?
Dejo ya encargado el taxi para mañana y compro algunas provisiones para la etapa de mañana. Por supuesto, estando aquí no puedo dejar de comprar una excelente cecina que aromatiza toda la mochila y tiene una pinta excelente.
El hotel está muy bien. Ya he estado enél otras dos veces, solo y con Paloma. Mi habitación tiene vistas a un jardín interior y a la torre dde la catedral, que se ve entre casas.
Hotel Ciudad de Astorga
Salgo a dar un paseo a las seis. Ya es noche cerrada y no hay mucha gente por las calles. Hay muchos establecimientos cerrados y pienso que eso me va a pasar en el Camino. Seguramente encontraré cerrados muchos bares, que solo abren en la temporada de verano para aprovechar la crecida de la corriente de peregrinos. Ya se verá.
A las siete voy a misa a una iglesia pequeña que tiene un convento de clausura. Las monjas están en la parte de atrás de la iglesia tras una reja y cantan francamente bien. Es una misa corta y bonita que sirve de prólogo al Camino. Peregrinar es rezar ccon los piés, así que no está mal comenzar la peregrinación con una misa.
Catedral desde el Hotel
Me siento luego en un bar a tomar unas bravas mientras escribo y hago tiempo hasta la hora de cenar.
Veo solamente un par o tres de peregrinos en esta ciudad, que en verano rebosa de ellos. Va a ser un camino solitario. Mejor.
Ayuntamiento de Astorga
Mientras paseo veo un cartél en un bar que me parece genial. Dice así:

"CERRADO Lunes, Martes, Miercoles y Jueves por descanso del personal."

¡Es la semana laboral de tres días!. Todo un logro del sindicalismo ibérico. Espero que a los pobres trabajadores de ese restaurante no les hagan currar el fin de semana, porque con esa jornada tienen que estar agotados. 
Una buena semana laboral
Me acerco también a ver la bonita estatua del peregrino que hay en la puerta del Albergue de Astorga. Representa más bien a un biajero que a un peregrino. Carga a sus espaldas una maleta en vez de una mochila y tiene un sombrero de ala ancha y una gabardina que no encajan demasiado con la imagen del peregrino; pero eso si, lleva un bordón en su mano izquierda. Es muy bonita y ahora de noche, con el albergue iluminado al fondo destaca más.
Peregrino en Astorga
Ceno en el restaurante del Hotel, un pequeño mesón donde me dan unas setas con jamón y un entrecot aceptables.
A las nueve me recojo en la habitación. Mañana empieza este camino y he citado al taxi que me llevará a Rabanal a las ocho menos cuarto, cuando todavía será de noche.
Ya comienza este Camino. Espero que se de bien.




Albergue de Astorga

4 comentarios:

  1. Buen Camino Antonio. Te seguiremos y envidiaremos.

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  2. ¡Querido Antonio!. Que sorpresa y que envidia. Yo no me atrevería sola en esta época, sobre todo por la falta de luz y de peregrinos. Nosotros tambien preferimos la soledad, pero tanta, tanta.... creo que me agobiaría un poco. Mucha suerte, cuidate mucho y Buen Camino

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  3. Me ha encantado esta crónica de las más bonitas que has escrito

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  4. Me ha encantado esta crónica de las más bonitas que has escrito

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