El tren que me lleva a Astorga rueda ya acercándose a
Segovia. Va lleno de gentes que se desplazan a sus quehaceres, a ver a sus
seres queridos, a hacer gestiones o negocios… y a peregrinar, como yo. Ya he
visto en la estación varios mochileros que montaban en mi mismo tren. Gente de
edad madura. Peregrinos veteranos, peregrinos de invierno.
Y es que este tren me lleva al comienzo de mi primer camino
de invierno, un camino que me atrae y asusta en igual medida.
Astorga desde el tren |
Camino de Invierno. Camino frio y nuboso. Camino de lluvia y
nieve. Un Camino más duro de los que estoy acostumbrado a hacer y seguramente
más bello, más agreste y desagradecido que los muelles y soleados Caminos de
Primavera o Verano que ya estoy acostumbrado a hacer.
Me apetece mucho esta nueva experiencia caminera por lo
noivedoso que tiene. Voy a patear sendas ya conocidas, pero que en una estación
diferente, serán seguramente completamente distintas de las que ya Tan bien
conozco. Los verdes y amarillos de los campos habrán sido sustituidos por los
ocres y marrones de la tierra durmiente. Los calores vereniegos cambiarán por
el intenso frío de las mañanas. Los días largos y fáciles de caminar habrán
sido sustituidos por días con pocas horas de luz en los que hay que aprovechar
casi cada hora para completar las etapas.
Un Camino diferente que me apetece conocer.
El tramo del Casmino Francés que voy a hacer es el que va
desde Rabanal del Camino, en la falda de los Montes de León, hasta Santiago.
Doscientos cuarenta kilómetros en los que se atraviesan dos de las principales dificultades montañosas del Camino: Los Montes
de León, con la su7bida a Foncebadón y la Cruz de Ferro; y los Montes de
Galicia, con las mítica subida al Cebreiro.
Es uno de los tramos que más me gustan del Camino Francés.
Por la subida a Foncebadón, por la emoción de la llegada a La Cruz de Ferro,
por la belleza de la bajada a Molinaseca, por la dureza de la subida a O
Cebvreiro, por el anochecer desde su cima, por los Altos de San Roque y Do
Poio,por el Malecón de Sarria, por el pantano de Portomarín y el Cruceiro de
Ligonde, por Vilar de Donas y Santa Maria de Melide, por el bosque de Pedrouzo
y por el Monte del Gozo. Por tantos y tantos senderos y tantas y tantas flechas
amarillas. Por la llegada a Santiago y la visita al Apostol….
Así que lo voy a disfrutar como un enano.
La verdad es que he cambiado de itinerario varias veces
desde que pensé en hacer este Camino de Invierno aprovechando el Puente de
Diciembre. Al principio pensé comenzar la Via de la Plata desde Sevilla,
pensando que el tiempo estaría más asegurado. Pero resulta que las previsiones
meteorológicas dicen que va a hacer mejor tiempo esta semana en el norte que en
el sur de España. Así que parece qwue he acertado mirando hacia el camino
Francés. El primer itinerario que preparé empezaba en Ponferrada, para evitar
precisamente los montes de León. Pero cuando he visto que la previsión mejoraba
por días he cambiado para incluir el tramo de Rabanal a Ponferrada. La última
modificación del itinerario la hice ayer mismo cogiendo hotel en Molinaseca
para hacer noche allí y poder hacer la etapa Molinaseca-Villafranca, que había
eliminado por falta de tiempo y que ahora voy a hacer, aunwue a costa de doblar
la última etapa y hacerme como última jornada los cuarenta kilómetros de Arzua
a Santiago.
Ese día iré justo de luz. Y es que en estas fechas los
eternos días de verano han desaparecido. Ahora amanece sobre las ocho y media y
a las seis y media es de noche; así que solo tienes unas diez horas de luz al
día. Justitas para una etapa de cuarenta kilómetros. Pero no me preocupa,
porque en esa última etapa los diez últimos kilómetros, deasde el Aeropuertpo,
son sencillos y casi urbanos, y no tienen ningún riesgo.
La previsión meteorológica da tiempo entre soileado y
cubierto pero sin muchas lluvias durante toda la semana. Ya ha estado nevando
en los altos la semana pasada, así que espero que las vistas en la subida al
Teleno y al Cebreiro sean espectaculares.
La mochila pesa más en este Camino de Invierno. Hay que
traer equipo distinto preparado para el rigor del clima. Pantalones más
gruesos, botas altas y pesadas, ropa
interior climatizada, chubasquero y polainas, guantes y gorro de nieve,
jersey…. aproximadamente dos kilos más a la espalda, que supongo se notarán.
Por otra parte, no he preparado nada el físico para este
Camino. Desde Agosto no he andado un solo día. Han sido unos meses de un estrés
terrible en el trabajo y no he tenido voluntad para ponerme a entrenar. Espero
no notarlo demasiado, aunque seguro que los primeros días van a ser duros.
Pero de eso va una peregrinación de invierno. De dureza. De
soledad y voluntad. De determinación y aguante. Espero estar a la altura.
Además, supongo que por primera vez voy a poder ver el final
del Camino Francés sin las masas de gente wque habitualmente lo inundan en
verano. Y eso será una experiencia diferente. Un Camino diferente.
El tren se acerca ya a León. Estamos ya en territorio del
Camino. Desde mi asiento puedo ver perfectamente el reguero de árboles que
flanquea el Camino entre Sahagñun y Mansilla de las Mulas. Es el final del
Páramo, la zona más temida del Vcamino por los Guiris y que a mi me encanta por
sus amplitudes y sus soledades. La vista abarca todo el horizonte y se recrea
en los campos ahora desnudos y fríos, pero terriblemente calurosos en verano.
El cielo está cubierto y la luz es plomiza y apagada, pero
la recta senda del camino, flanqueada por esos árboles colocados a intervalos
de diez metros, destaca en el paisaje plano y monótono de esta zona. Esto es ya
Camino de Santiago.
En algunos campos están quemando rastrojos y eso oscurece
aún más el paisaje, que ahora en Diciembre tiene tonos apagados y mustios.
Tonos de descanso y de espera, de reposo hasta la próxima germinación, de
defensa ante los elementos adversos del invierno. Es un paisaje bello y un tanto
intimidante que el tren cruza con rapidez.
En León cambio de tren y tomo un regional que en apenas
media hora más me lleva hasta Astorga. No es que vaya a empezar el Camino desde
aquí, sino un poco más lejos. O un poco más cerca de Santiago, que todo es
segun se mire. Voy a dormir en Astorga, pero mañana cogeré un taxi a primera
hora que me acercará a Rabanal del Camino, donde comenzaré realmente con los
siete kilómetros de subida hasta Foncebadón y la Cruz de Ferro. Un comienzo
duro pero precioso.
Desde León, el tren ha seguido prácticamente la misma senda
que el camino. Así que he ido viendo cómodamente sentado los pueblos que en
otra ocasiones he pasado andando: La Virgen del Camino, Villadangos del Paramo,
Oncina de la Valdoncina, Hospital de Órbigo… Hasta llegar por fin a Astorga.
Dos etapas del Camino en media hora. No está mal.
No hace frio en Astorga. Está cubierto pero no llueve y la
temperatura es aceptable. Subo andando hasta el centro de la ciudad, donde
está mi Hotel, el Hotel Ciudad de Astorga, muy cercano a la Catedral y al
Palacio de Gaudí. La mochila pesa. Se
nota el qequipamiento de invierno que castiga la espalda y las rodillas. Llevo
en total, contando la cámara de fotos, unos trece kilos, que es un poco
demasiado. Pero mañana quitaré peso al ponerme encima la ropa de abrigo y las
pesadas botas de senderismo que ahora llevo en la mochila y se notan.
Mientras avanzo hacia el hotel por las calles de Astorga veo una curiosa pintada que dice así:
" ¿Qué sabemos de Bellido Dolfos?"
Me quedo perplejo. ¿Será un servicio cultural del ayuntamiento de Astorga?. ¿Acaso es un concurso?. ¿Puede ser una pregunta de selectividad?....
Yo se de Bellido Dolfos que era hijo del traidor Dolfos Bellido y que mató al Rey Don Sancho en las afueras de Zamora. Pero no se más. Acaso ahora le quieren convertir en un heroe leonés porque mató a un rey Castellano. Debe ser eso. Politiqueos absurdos.
¿Qué sabemos de Belklido Dolfos? |
Dejo ya encargado el taxi para mañana y compro algunas
provisiones para la etapa de mañana. Por supuesto, estando aquí no puedo dejar
de comprar una excelente cecina que aromatiza toda la mochila y tiene una pinta
excelente.
El hotel está muy bien. Ya he estado enél otras dos veces,
solo y con Paloma. Mi habitación tiene vistas a un jardín interior y a la torre
dde la catedral, que se ve entre casas.
Hotel Ciudad de Astorga |
Salgo a dar un paseo a las seis. Ya es noche cerrada y no
hay mucha gente por las calles. Hay muchos establecimientos cerrados y pienso
que eso me va a pasar en el Camino. Seguramente encontraré cerrados muchos
bares, que solo abren en la temporada de verano para aprovechar la crecida de
la corriente de peregrinos. Ya se verá.
A las siete voy a misa a una iglesia pequeña que tiene un
convento de clausura. Las monjas están en la parte de atrás de la iglesia tras
una reja y cantan francamente bien. Es una misa corta y bonita que sirve de
prólogo al Camino. Peregrinar es rezar ccon los piés, así que no está mal
comenzar la peregrinación con una misa.
Catedral desde el Hotel |
Me siento luego en un bar a tomar unas bravas mientras escribo
y hago tiempo hasta la hora de cenar.
Veo solamente un par o tres de peregrinos en esta ciudad,
que en verano rebosa de ellos. Va a ser un camino solitario. Mejor.
Ayuntamiento de Astorga |
Mientras paseo veo un cartél en un bar que me parece genial. Dice así:
"CERRADO Lunes, Martes, Miercoles y Jueves por descanso del personal."
¡Es la semana laboral de tres días!. Todo un logro del sindicalismo ibérico. Espero que a los pobres trabajadores de ese restaurante no les hagan currar el fin de semana, porque con esa jornada tienen que estar agotados.
Una buena semana laboral |
Me acerco también a ver la bonita estatua del peregrino que hay en la puerta del Albergue de Astorga. Representa más bien a un biajero que a un peregrino. Carga a sus espaldas una maleta en vez de una mochila y tiene un sombrero de ala ancha y una gabardina que no encajan demasiado con la imagen del peregrino; pero eso si, lleva un bordón en su mano izquierda. Es muy bonita y ahora de noche, con el albergue iluminado al fondo destaca más.
Peregrino en Astorga |
Ceno en el restaurante del Hotel, un pequeño mesón donde me
dan unas setas con jamón y un entrecot aceptables.
A las nueve me recojo en la habitación. Mañana empieza este
camino y he citado al taxi que me llevará a Rabanal a las ocho menos cuarto,
cuando todavía será de noche.
Ya comienza este Camino. Espero que se de bien.
Albergue de Astorga |
Buen Camino Antonio. Te seguiremos y envidiaremos.
ResponderEliminar¡Querido Antonio!. Que sorpresa y que envidia. Yo no me atrevería sola en esta época, sobre todo por la falta de luz y de peregrinos. Nosotros tambien preferimos la soledad, pero tanta, tanta.... creo que me agobiaría un poco. Mucha suerte, cuidate mucho y Buen Camino
ResponderEliminarMe ha encantado esta crónica de las más bonitas que has escrito
ResponderEliminarMe ha encantado esta crónica de las más bonitas que has escrito
ResponderEliminar