Dia 7 – Palas de Rei – Arzua. 31 kilómetros muy variados y calurosos.

Penúltima etapa de este mini camino del verano 2016. Ya estoy en Arzúa y mañana espero hacer de un tirón los cuarenta kilómetros que me separan de la Plaza del Obradoiro para dar por cumplida la peregrinación.

Hoy he llegado a Arzúa cocido por el calor. La verdad es que he pillado en Galicia unos días excesivamente calurosos para la época, y mañana prometen más calor, así que habrá que salir temprano para aprovechar las buenas primeras horas de la mañana.

Esta ha sido una etapa larga y con dos partes muy distintas. Hasta la litad de la etapa, al llegar a Melide el terreno es ondulado pero sin muchas dificultades. Tienes algunas cosas bonitas que ver y además, al ser las primeras horas de la mañana, pues se va caminando sin tanto problema de calor.

Salida del Hotel

Desde Melide a Arzua, en cambio, el terreno se hace mucho más duro, teniendo que pasar sucesivamente tres montes no muy largos, pero con cuestas muy duras y con una llegada final a Arzua con una cuesta muy dura y que después de ella tiene una zona por carretera  que se hace eterna hasta que llegas a este pueblo, grande y lleno de albergues, pero sin muchos monumentos o cosas que merezca la pena ver.

Además he pasado una noche bastante mala. Algo del menú peregrino que cené anoche se negaba a ser digerido, y hasta que no lo he empujado con un Alka-Seltzer, no ha habido manera de pegar un ojo.

Salida de Palas

De todas maneras me he levantado como siempre a las siete y a las ocho menos diez estaba ya en la calle, comenzando la etapa por la calle principal de Palas de Rey, donde ya marchan muchos peregrinos.

Salida de Palas 

La salida se hace bajando por una plaza ancha donde hay una bonita imagen de Santiago peregrino. Es una reproducción que representa a Santiago con aspecto cansado apoyado en su bordón. A mi me parece muy bonita. Ayer alguien había puesto unas botas delante de la escultura, lo que le daba una aspecto muy majo.

Santiago Peregrino cansado

Se callejea un poco tras la plaza por el interior del pueblo para evitar la carretera, que finalmente cruzo para llegar a una plaza donde hay otra escultura bonita. Esta es de estilo moderno (tipo Sagardelos) y muestra a dos peregrinos mirándose y señalando en dirección a Santiago. 

Estatua a la salida de Palas

A partir de allí salimos ya a la carretera que aleja al Camino de Palas de Rey. Voy unos cientos de metros por la carretera hasta tomar un desvío por un precioso camino entre árboles que tras un rato en el que se cruzan un par de caseríos innominados sin nada digno de mencionar, nos devuelve a la nacional, que simplemente cruzamos para de inmediato meternos en una preciosa senda de eucaliptos, muy abundantes ya en esta zona, y algunos robles.

Salida de Palas

Es un camino bonito y en bajada, que me lleva en poco más de un kilómetro a una zona donde una hilera de losas de piedra sirve de ayuda en caso de que las lluvias hayan embarrado el camino. Hoy no hace falta. El terreno está completamente seco y aunque todavía no hace calor, el pronóstico del tiempo es de temperaturas por encima de los treinta grados.  Y a fe que los vamos a alcanzar a lo largo del día.

Camino a San Xulian

Prosigo tras este tramo subiendo un poco hasta llegar, en el kilómetro cuatro de etapa, a un pueblo llamado San Xulian do Camiño, donde hay una iglesia románica de finales del siglo XII que obviamente solo puede verse por fuera.

Camino a Leboreiro

El pueblo no tiene nada más, así que continúo por el mismo tipo de terreno boscoso y agradable hasta llegar a una bajada que se hace por una preciosa corredoira, de las que voy a ver varias en la jornada, que descienda hasta cruzar el rio Pambre en A Campaña.

Camino a Leboreiro

Viene después un bonito tramo de bosque muy cerrado y con rocas y árboles retorcidos y cubiertos de musgo, en los que el Camino avanza por senderos flanqueados por bonitos muretes de piedras. Es una zona preciosa, que termina al entrar en Casanova, donde un cruceiro preside la entrada al pueblo, que por otra parte no tiene nada más que ver.

Camino a Leboreiro 

Subiendo y bajando pequeñas cuestas llegamos asía a O Coto, en el kilómetro nueve de etapa, cuyo único mérito es ser la primera aldea Coruñesa del Camino. Ya he dejada atrás Lugo y lo celebro parando a tomar la primera coca del día . Ya empieza a hacer calorcillo, aunque por suerte eel terreno por el que se discurre es muy boscoso y proporciona abundante y agradecida sombra al caminante.

Camino a Leboreiro

O Coto está en un alto, así que a su salida el Camino baja por el mismo tipo de agradecido terreno que llevamos hasta ahora hasta llegar a un pueblo importante de la jornada: Leboreiro.

Entrada a Leboreiro

Leboreiro es citado en el Codex Calixtinius por el nombre de  Campus Leporarius o campo de las liebres. Es un pueblo muy pequeñito, pero que tiene algunas casas bonitas para lo que se estila por la zona y además tiene cuatro cosas dignas de ver con calma.

A su entrada hay un bonito crucero que armoniza muy bien con el pueblo. Un poco más adelante se llega a una pequeña plaza donde hay un enorme cabazo, que es un canasto de paja tejido para guardar el maíz, y que está situado en un pedestal justo enfrente de la preciosa iglesia románica de Santa Maria, que aunque está cerrada, deja ver la preciosa imagen de la virgen que tiene esculpida en el tímpano de la fachada.

Cabazo e Iglesia de Leboreiro

Tras ver este conjunto se sale del pueblo bajando para llegar a la cuarta atracción, que es un puente apuntado de piedra del siglo XVI sobre el río seco, que aunque es pequeño, es muy bonito y presenta una fuerte pendiente en sus dos lados.

Puente de Leboreiro

Y tras este tramo tan bonito vienen ahora tres kilómetros bastante peores. La senda sube ya por un terreno bastante más despejado y por lo tanto caluroso,  para cruzar el Parque Empresarial de Melide. Es una travesía larga por una senda de tierra encajonada entre el parque y la carretera, con algunos árboles cuya sombra no alcanza a mitigar el fuerte calor que ya hace.

Parque empresarial de Melide

En este tramo me cruzo con una familia de coreanos, padre, madre y dos niños, que van como yo haciendo fotos constantemente. La madre va con una sombrilla y guantes en las manos y saluda festiva y alegre con un comprensible ¡Buen Camino! a todo aquel con el que se encuentra. Va por delante del resto de la familia y es el padre el que va ocupándose de los dos chicos de unos diez u once años.

Parque empresarial de Melide

En el centro del parque hay una piedra conmemorativa. En esta piedra antes estaban colocadas tres placas bastante ridículas que daban los nombres de todos los promotores de este polígono. Hoy la piedra queda pero las placas han desaparecido. Supongo que un cambio de gobierno municipal ha propiciado que el nuevo ayuntamiento quite el recuerdo de los anteriores.  O eso, o alguien ha robado las placas para venderlas al peso…

Piedra sin placas

Cruzado finalmente el parque empresarial, la cosa mejora bastante.

Parque empresarial de Melide

El Camino baja por una senda boscosa y agradable hasta alcanzar San Xoan de Furelos, quen es la antesala de Melide, que ya se ve a apenas un kilómetro de distancia.

Bajada a San Xoan de Furelos

En San Xoan  lo primero que destaca es el precioso puente medieval de cuatro arcos por el que se cruza el rio Ulla. 

Puente de San Xoan

Puente de San Xoan

Está además protegido por casas y vegetación y hace un rincón precioso. Casi enfrente del puente hay una bonita iglesia que hoy encuentro cerrada y una casa-museo tradicional, que está bien puesta y se ve en un minuto.

Iglesia de San Xoan

Saliendo ya del pueblo hay un abarrrotado bar que pone a todo trapo música moderna, que no pega nada con el entorno. La verdad es que he notado que el número de bares en este tramo del Camino se ha multiplicado. Te encuentras seguro al menos uno en cada núcleo de población y luego en las zonas rurales de repente te aparece una casa en la que han colocado cuatro mesas y la han convertido en un bar. Así que no hay problema ninguno de avituallamiento.

Melide

Yo paso de largo del Bar estridente y hago el último kilómetro hasta Melide, pesado y en subida sin sombra. Llego a la calle principal de Melide, a quince kilómetros de la salida y mitad de etapa, a las once y media.

Melide es un pueblo muy grande y con toda clase de servicios. Es un buen punto para un final de etapa y aquí empalma el Camino del Norte con el Francés., con lo que hay peregrinos para aburrir. 

Melide

Visito la célebre pulpería Ezequiel, con sus calderos enormes donde cuece el pulpo a la vista de todos, pero prefiero pararme a descansar en una terraza de un bar mas normal, ya que a estas horas el pulpo no me apetece nada.

Veo también la preciosa iglesia románica de Santa Maria y San Pedro y luego me encamino ya a la salida de Melide.

Melide

Salida de Melide

Para salir hay que recorrer un par de bonitas calles donde veo una preciosa escultura de la Virgen y subir luego hasta el cementerio, desde donde se baja a una carretera que abandono tras trescientos metros para llegar a la preciosa iglesia de Santa Maria de Melide. Hoy tengo suerte y la encuentro abierta, con lo que puedo ver su interior, que es lo mejor.

Santa María de Melide

Se trata de un templo románico del Siglo XII de una sola nave, dentro guarda dos tesoros. En el ábside hay una serie de pinturas románicas perfectamente conservadas, que son una auténtica maravilla. Llenas de colorido y expresión, dan idea de cómo concebían los espacios sagrados en aquella época.

Santa María de Melide

Santa Maria de Melide

Lo segundo a ver es la única reja románica que se conserva en Galicia.

La verdad es que es una iglesia preciosa y merece la pena la visita.

Santa María de Melide

Y a partir de aquí comienza la segunda parte de la etapa, mucho más sinuosa y trabajosa que la anterior.

Camino a Boente

El Camino baja primero por un sendero entre bosques y prados hasta el paso del rio Catasol. Este debe ser el paso más fotografiado del Camino.

Camino a Boente

 Se trata de un paso de losas de piedra en un lugar donde el rio hace una especie de pequeño embalse en medio de una zona boscosa. El paraje es precioso y todo el mundo se para a hacer una o varias fotografías.

Paso del Rio Catasol

Pasado el paso del rio, comienza la primera de las cuatro fuertes subidas que tiene este tramo hasta Arzúa. Esta primera es más suave que las otras, pero en cambio es bastante más larga. Se va subiendo al principio entre bosque cerrado que poco a poco va abriéndose y dejando pasar al inclemente sol que ya machaca los sesos. Es una subida para hacer a ritmo y de manera continua. Mirando abajo y con pasos cortos.

Camino a Boente

Poco a poco gano altura hasta que se llega a la cima, con buenas vistas pero que se disfrutan muy poco, pues inmediatamente el Camino empieza a bajar hasta llegar a Boente, un pueblecito que atraviesa la nacional 547 y que tiene una iglesia que merece la pena ver.

Boente

Además siempre que he pasado estaba abierta, así que me encamino a ella. El edificio no dice nada, pero en el altar tiene dos bonitas esculturas, una de Santiago vestido de peregrino, y otra de San Roque. Son esculturas muy naif, como hechas por un aficionado, pero que me parecen preciosas.

Iglesia de Boente

Camino a Boente

Desde Boente se sigue bajando un poco por zona de praderas hasta llegar a un arroyo. Es mala noticia, porque eso significa que ahora toca subir. 

Comienzo de la cuesta de Castañeda

Y se sube muy fuerte. Esta es la peor cuesta de todas las del día. Muy larga y empinada, aunque gracias a Dios por terreno cerrado en casi todo su recorrido, sube desde el arroyo hasta alcanzar un viaducto de la carretera en un recorrido de unos quinientos metros que son durísimos. Hay varios peregrinos reptando por ella, como yo, y veo a una familia con dos niños, todos en bici, que la suben a pie. No debe ser facil subirla en bici, no.

Ciuesta de Castañéda

Final de la cuesta de Castañeda

Yo la subo como la anterior, a ritmo y sin pensar en lo que me queda, sino simplemente en el próximo paso, y en el próximo, y en llegar a la siguiente sombra, y a la siguiente…

Con estos trucos mentales llego a la altura del viaducto y descanso allí un poco.

Camino a Ribadixo

EL Camino sigue subiendo por la carretera, pero ahora por una pendiente mucho más asequible que parece un juego de niños comparada con la que acabo de subir. A cambio, aquí el terreno es completamente despejado y hace un calor que recuece el cerebro.

Camino a Ribadixo

Mojo el gorro en una fuente para que vaya fresquito al menos un rato y sigo subiendo y llaneando hasta llegar a la cima de este monte en una zona de chalets aislados y comenzar una muy fuerte bajada hasta una zona recreativa, donde hay muchos peregrinos descansando, seguramente porque nada más pasarla empieza la tercera subida, que se ve en casi toda su longitud desde la zona recreativa, pues es una larga y recta carreterilla que sube directa un monte.

Camino a Ribadixo

No es tan inclinada como la anterior, pero es muy larga y sin descansos intermedios o zonas de menos pendiente hasta casi llegar arriba.

Camino a Ribadixo

La cuesta tiene ochocientos metros hasta su parte superior, y con lo que ya llevo encima se hace un suplicio. Los cercanos árboles no llegan a dar suficiente sombra a la carretera y el asfalto recalentado hace que la sensación de calor se acentúe.

Camino a Ribadixo

Por eso se agradece cuando ya casi arriba la cuesta tuerce a la derecha y se interna entre unos arbolillos que dan algo de sombra, a la vez que va disminuyendo gradualmente la pendiente hasta alcanzar la cima.

AL terminar la cuesta el camino llanea un poco por la cima pasando cerca del pequeño pero muy importante pueblecito de Castañeda.

Camino a Ribadixo

De nuevo se empieza  a bajar. Es ahora una bajada muy fuerte de dos kilómetros, con vistas excelentes de los  montes que nos rodean y que ya permite adivinar en la distancia la entrada de Arzua.

Camino a Ribadixo

Tiene cuestas con mucha pendiente que hay que bajar con cuidado para las rodillas y hay un par de bares en ella. No paro en ninguno hasta que finalmente llego al final de la cuesta, donde está el albergue de Ribadixo, a los pies del rio Iso, donde se están bañando multitud de peregrinos entre gritos alborozados y risas.

Ribadixo

Ribadixo está a solo tres kilómetros de Arzua y es un sitio muy popular para parar. Aparte de este albergue hay otros dos y toda la zona está llena de peregrinos que ya han terminado su jornada y que dan mucha envidia.

Ribadixo

A mi me quedan aún tres kilómetros muy duros hasta Arzua.

De Ribadixo se sale por una fuerte cuesta que comienza nada más pasar el rio por un bonito puente.

Cuesta de Ribadixo

 No es excesivamente larga, pero tiene una muy fuerte pendiente, que obliga a parar de vez en cuando. 

Final de la cuesta de Ribadixo.

La cuesta termina en una carretera que el Camino rodea para pasar por debajo de ella y comenzar a subir a Arzua por una calle en curva y completamente despejada donde hace un terrible calor. La calle es en subida y se hace pesadísima. 

Entrada a Arzua

Terminada la curva sigue una larga recta de un kilómetro en la que al final empiezan a verse ya las calles de Arzúa. 

Entrada a Arzua

También esta recta, viendo ya cercana la meta se hace interminable, pero finalmente se pasa el cartel que anuncia la entrada a Arzua y llego a las primeras casas. Casi cada una de ellas tiene un bar debajo y todos están llenos de peregrinos celebrando el fin de la etapa. El pueblo tiene una calle principal, que es por la que avanzo y a mitad de la cual se encuentra Casa Teodora, mi Hostal para el dia de hoy.

Entrada a Arzua

Es un hostal  muy sencillito, pero es de lo mejorcito que hay aquí. Tiene más fama como restaurante que como hotel, pero es suficiente para pasar la noche. Lo único que echo de menos es que no tiene aire acondicionado, porque el calor a las tres y media, cuando he llegado, es de mas de treinta grados y no hay quien lo aguante.

Arzua

Así que me refugio en la habitación con una botella de litro y medio de agua hasta que a las seis salgo a dar una vuelta.

Casa Teodora

La verdad es que Arzua no tiene nada especial que ver. Así que tras dar una vueltecilla buscando sombras, porque el calor sigue siendo insoportable,  me siento en una terraza a escribir, antes de  cenar en el restaurante del hostal, que está hasta los topes.

Tomo almejas a la marinera y chuleta de ternera, con queso de Arzua de postre. Muy buena calidad todo y muy bien hecho.

Casa Teodora

Inmediatamente me subo a la habitación y abro las dos ventanas a ver si se crea algo de corriente que refresque.

Voy a dormorme pronto, porque mañana quiero salir lo más temprano posible, pues la etapa es muy larga y quiero intentar evitar las horas de más calor.

TRIVIAL DEL CAMINO.

Juan ha acertado la pregunta de O Rosario. Allí rezaban los peregrinos un rosario ante la primera vista del Monte Sacro, donde la leyenda dice que los discípulos de Santiago amansaron con una cruz a los toros bravos que les había mandado la reina Lupa, y que se dejaron uncir y llevaron dócilmente el cadáver del Apostol hasta pararse justo en elligar donde ahora está su sepulcro.

Una bonita historia.

Y para hoy, la última pregunta de este Camino es otra bonita historia..

Durante la construcción de la Catedral de Santiago era costumbre que los peregrinos, para ayudar a la misma, cogiesen en una población del camino una piedra caliza y la llevasen cargando hasta otro pueblo por el que he pasado hoy y en el estaban los hornos de cal de donde se nutría la catedral.

¿Cómo se llamaban ambos pueblos, aquel en que los peregrinos cogían las piedras y aquel en que las dejaban?

Buenas noches y buen Camino.