De Madrid a Zaragoza; de Zaragoza a Pamplona; de Pamplona a
Saint Jean…
Un largo recorrido para iniciar este camino, que si no me
equivoco es el decimoséptimo desde que en 2.010 me enganché a esta aventura
peculiar, física, espiritual, religiosa y maravillosa que es el Camino.
Pamplona |
Y todo el día después de que Barcelona haya sido sacudida
por un cobarde ataque terrorista que nos ha conmovido a todos.
El tren en el que voy tiene precisamente destino Barcelona,
aunque yo lo abandonaré en Zaragoza para empalmar con el que me lleve a
Pamplona. Allí cogeré un autobús para ir a Saint Jean, desde donde mañana
comenzaré la aventura; que esta vez parto en dos. Voy a ir primero hasta
Pamplona, donde cogeré un autobús a Saint Jean Pied de Port. Camino “partio”,
pero Camino que cumple con las dos premisas que quería esta vez: pasar de nuevo
los pirineos y ver de nuevo a las Virgenes de Biakorri y Roncesvalles y llegar
a Santiago a presentar mis respetos al Apostol..
Solo tengo una semana, por lo que tendré que doblar una
etapa al final y hacer los cuarenta kilómetros de Arzua a Santiago del tirón.
Pamplona |
Comienzo este camino tras el maravilloso viaje a Grecia con
Paloma. Durante diecinueve días hemos recorrido toda la Grecia continental a
nuestro aire; en un viaje que como todos los que hago con Paloma, ha sido
perfecto. Atenas, Naupli, Olimpia, Delfos, Meteora, Salónica, Sounio y tantos
otros sitios están aún muy vivos en la
memoria.
Tengo aún el sabor de la sal del Egeo, del exquisito queso
Feta y de las berenjenas fritas; he preparado las piernas subiendo a Delfos, a
Acrocorinto y a Mistra y he recargado casi a tope las pilas para el nuevo
curso. Solo me falta rematar con estos siete días de caminata solitaria; que ya
se han convertido en una deseada costumbre.
He preparado este Casmino a toda prisa, pues me decidí a
venir en el último momento; pero lo he preparado con el cariño de siempre. Casi nada nuevo en la mochila; el equipo está
completo hace tiempo y ya casi no tardo nada en hacer la mochila. Así que tras
volver anteayer de Grecia, hoy ya estoy camino de Saint Jean, con la misma
ilusión y ganas de siempre.
He visto varios capítulos de una serie nueva de documentales
que stán poniendo en la tele y que se llama Buen Camino, que me han servido para
meterme en ambiente. ES una serie bien hecha, basada en testimonios de peregrinos
y centrada en la zona de Galicia, pero con escapadas a otros puntos y otros
Caminos. Está muy bien y los personajes escogidos son muy representativos, por
su tipología y motivaciones, de lo que el Camino representa. Me dan mucha
envidia los que comentan que han hecho el Camino completo. Es cierto que siete
días apenas da tiempo para aclimatarte al Camino y superar los primeros
momentos de dureza física; pero si no hay más tiempo, no lo hay; y buenos son
por lo menos estos siete días.
Pamplona |
Camino que por lo visto sigue marcando records. Creo que
este año van de nuevo más peregrinos que nunca en año no Santo; y es que esto
engancha y el que lo prueba repite. Así que espero encontrar mucha gente en el
Camino. Muchos españoles, que los guiris en esta época del año se quedan en
casa por el calor, y mucha juventud, que esta no es época de pre o post
jubilados como yo.
Monumento al encierro |
El tren, que ha salido a las siete y media, va bastante lleno. Chema se ha ofrecido
voluntario para traerme a la estación de Atocha; pues dice que así aprovecha
para luego ponerse a estudiar. Le agradezco de corazón el esfuerzo; que me
ahorra un madrugón mayor y un taxi.
El tiempo no se sabe muy bien como será. Está algo revuelto
por el norte, tras un verano de un calor pavoroso que nosotros hemos
“disfrutado” en Grecia. Claro que allí teníamos playas y piscinas a gogo para
superarlo y aquí solo cabe esperar la ducha del final de la etapa… Pero ya
veremos como se da, que cada Camino es distinto y nunca haces dos veces el
mismo.
Plaza del Castillo |
El viaje hasta Zaragoza es rápido. En hora y veinte minutos
estoy ya dando vueltas por la desangelada y
liosa estación de Zaragoza. Es una especie de bunker enorme y recto, en
el que para acceder a las vías tienes que coger unos diminutos pasillos que te
bajan al subsuelo de la estación, donde están los accesos. No es nada evidente
y los ocho o diez con mochila que venimos desde Madrid damos vueltas hasta
orientarnos. Finalmente pasamos un nuevo control de acceso y el Alvia que viene
de Barcelona y nos tiene que llevar hasta Pamplona llega puntual. Puntual y
lleno. Tan lleno que hay varias personas en mi vagón que tienen billetes
repetidos con otros y tienen que esperar de pie hasta que pase el revisor a
deshacer el entuerto.
Yo tengo suerte y mi sitio va vacío. La casualidad (o el
algoritmo de asignación de asientos de Renfe, hace que me toque al lado del
mismo señor que ha venido a mi vera desde Madrid. También es un peregrino o
senderista, más joven que yo, pero con el pelo completamente blanco, lo que
anima bastante.
El tren sale de Zaragoza a paso de tortuga, mientras el
revisor juega al Tetris con la gente y los va colocando finalmente a todos en
algún asiento.
El cielo está muy despejado todo el viaje y parece hacer
calor.
A las once y media y sin incidentes llegamos a Pamplona.
Ahora toca esperar tres horitas hasta que salga el autobús para Saint Jean, así
que para ir haciendo piernas subo andando hasta el casco viejo.
Calle Estafeta |
El camino hasta
allí es muy bonito, cruzando un precioso puente y entrando por una puerta
majestuosa que atraviesa la muralla. Me acerco despacio por la calle mayor
hasta la plaza del ayuntamiento y justo cuando llego dan las doce. Toda la
plaza está llena de gente parada y callada, haciendo un círculo en torno al
ayuntamiento. Se está justo haciendo un minuto de silencio por las víctimas de
los atentados de ayer en Barcelona. Es bastante impresionante. Los ediles
municipales están en las escalinatas del ayuntamiento y hay cámaras de
televisión y sobre todo, mucha gente en silencio. Es un minuto largo y emotivo
que termina con un aplauso colectivo.
Minuto de silencio en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona |
Me acerco luego a comprar un poco de jamon y lomo a la misma tienda donde lo compramos en abril,
cuando estuvimos aquí y completo las compras para mañana con una botella de
agua, un hermoso y colorado tomate y una naranja. Ya estoy preparado para la
etapa.
Ciudadela de Pamplona |
Tambien me compro un bocadillo de jamón que me como mientras
recorro lka calle estafetas y la plaza del castillo, que están repletas de
gente. Mucho turismo y mucho peregrino por todos sitios.
Llegada la hora me acerco a la estación de autobuses de
Pamplona, que está situada al lado de la ciudadela, en un subterraneo. El
autobús parte a su hora, las dos y media, con una veintena de peregrinos.
Estación de Autobuses de Pamplona |
EL viaje dura hora y media y es precioso. Me pongo en la
primera fila, al lado contrario del conductor y voy viendo todo el camino que
tendré que recorrer en los tres próximos días.
Y es que el autobús sigue prácticamente el mismo recorrido
que el Camino, pasando por Larrasoaña, Zubiri, el alto de Erro, Roncesvalles y
bajando luego a Valcarlos antes de llegar a Saint Jean. Precioso camino, pero
complicado para un autobús. Hay cantidad de curvas cerradísimas que el
conductor tiene que tomar casi parado y rozando los precipicios de los lados.
Varias veces tenemos que pararnos hasta que dejen de pasar coches por el otro
lado para poder continuar. Además, al acercarnos a Roncesvaslles el tiempo
empeora mucho. Está completamente cubierto, con lluvia y niebla, aunque no muy
densa. No son condiciones ideales para andar ni para conducir, pero espero que
mejoren mañana.
Saint Jean Pied de Port |
Pasado Valcarlos entramos ya en Francia y desaparece la
niebla, aunque no la llovizna suave.
En Saint Jean no llueve cuando llegamos y me encuentro el
pueblo abarrotado de turistas; o sea, como siempre. Está muy cubierto y
desapacible, pero no hace frio.
Lo primero que hago es entrar por la Porte D’Espagne y
acercarme a la bonita iglesia a rezar un podo por el éxito de este Camino. la
iglesia es preciosa, y llama siempre la atención el rincón lleno de altas velas
de peticiones que deja la gente.
Iglesia de Saint Jean Pied de Port |
Me acerco a la oficina de información del peregrino, pues se
me ha antojado tener una credencial francesa, que no tengo ninguna. La consigo
sin problemas y de paso me informo de que la ruta napoleón está abierta y que
mañana prometen mejor tiempo. Veremos.
Iglesia de Saint Jean Pied de Port |
Después me acerco a mi hotel habitual, el Ramuntxo, donde me
dan una habitación amplia, mejor que la de la última vez.
Descanso un poco y salgo a dar una vuelta por el pueblo.
Sigue lloviznando y está bastante oscuro, por lo que me siento en un bar a
escribir un rato.
Saint Jean Pied de Port |
Cuando dejo el bar para seguir andando, comienza a llover
más fuerte, así que me voy a la habitación y me quedo hastra que escampa. En
este hotel se ven las cadenas francesas y las vascas, pero las españolas no han
creído conveniente ponerlas, asñi que veo la ETB en el canal que tienen en
Español estos paletos.
Saint Jean Pied de Port |
Ceno en un restaurante al lado del hotel un plato combinado
con entrecot de buey, patatas, ensalada y pisto por 18 euros, lo que para este
pueblo está muy bien.
Y ya me voy a la habitación a descansar. Mañana quiero salir
pronto y espero quie el tiempo haya mejorado, pues si no es así va a ser una
etapa de aupa.
Saint Jean Pied de Port |
Te seguiremos Antonio, buen Camino
ResponderEliminar