sábado, 10 de agosto de 2013

Dia 9 - Cadavo Baleira - Lugo. 32 larguísimos y mas bien pesados kilómetros.

Etapa larga como un día sin pan y en su mayor parte bastante monótona y pesada, Mucho rato por carretera y una entrada a Lugo larga y pesada, como son las entradas a las ciudades.
Lo compensa un inicio espectacular y la ciudad de Lugo, que es una maravilla con su catedral y su muralla romana.
He llegado bastante cansado, pero yo creo que mas por la monotonía de los últimos kilómetros que por otra cosa, pero ahora ya estoy recuperado y dispuesto a patear Lugo.
Dado que la etapa era larga, hoy me he levantado a las seis. Cadavo está completamente cubierto de niebla cuando me asomo a la ventana. Deben ser esas nieblas bajas que ayer veíamos desde A Fonsagrada en el valle. Hoy, como estamos en el fondo del valle, estamos metidos de lleno en ellas.
La mañana es fría y húmeda y aún es completamente de noche. Me preparo sin prisa y a las siete, justo cuando abren el bar bajo a desayunar. Me tomo mis habituales café con leche y vaso de leche y ya recojo todo para ponerme en marcha. Cuando bajo de nuevo, en la cafetería está el argentino y su pareja, que también van a salir pronto.
Me despido de ellos y a las siete y media, ya con suficiente luz, me pongo en marcha.
Para salir de Cadavo hay que volver al punto por donde entramos al pueblo, donde están la iglesia y el albergue. En el porche de la iglesia me encuentro al del perro. Este tiene una pelota de tenis y está jugando por allí.  Me dice que ha dormido en el porche y que ha pasado algo de frío. También me comenta que la etapa de hoy es muy aburrida.
Con estas buenas perspectivas y en medio de la niebla comienzo la etapa. Y ¿como la comienzo?. Pues como va a ser, subiendo. Cadavo está en el fondo del valle, así que toca subir. Se empieza por una carreterrilla asfaltada que pronto se interna en un bosque convirtiéndose en un camino de tierra bastante decente que pica hacia arriba con fuerza. A estas horas y con el relente que hace, hasta apetece subir. Comienzo despacio hasta que las piernas van calentándose poco a poco y voy cogiendo ritmo.
La subida es bonita, entre pinos y vegetación y no excesivamente empinada en comparación con las que ya hemos pasado.
Llegamos hasta una carretera. Eso es bueno, porque las carretetas significan siempre pendientes mas suaves. Continuamos por un sendero paralelo a la carretera que ya en terreno casi llano corona en dos kilómetros y medio el alto de la Vacariza, único del dia.
Al coronar salimos de la niebla y el espectáculo es magico. Estamos justo en el límite entre la niebla del valle y un  magnífico día soleado. En el mismo plano se ven zonas completamente soleadas y zonas neblinosas. Las colinas verdes se extienden hasta donde se pierde la vista. Es precioso.
Inmediatamente comenzamos a descender por un sendero ancho y cuidado que se interna en un bosque de pinos. Llegamos a  una ermita, la de Nuestra Señora del Carmen, famosa porque se hace en ella una popular romería el primer domingo de Agosto.
Sentado en la ermita hay un peregrino arreglando su mochila y por delante llevó a otro que va a mi mismo ritmo. En el transcurso de esta etapa estaré un rato con cada uno de ellos.
Pasada la ermita llegamos al primer pueblo de la jornada, Vilabade, a seis kilómetros de la salida. Es un pueblo pequeño, pero tiene una iglesia espectacular. Es conocida como la Catedral de Castroverde y parece ser que fue fundada por San Francisco de Asís en su peregrinación de 1.207.   El edificio actual es del siglo XV y es una iglesia enorme ( y a estas horas cerrada ), que tiene un espectacular porche de entrada que haría las delicias de mi amigo el del perro, que por cierto se llama Turco ( el perro, el dueño no tengo ni idea).
Al lado de la iglesia hay un magnifico Pazo que data de la misma época y que ahora es un hotel rural, por lo que está perfectamente conservado. Un conjunto sorprendente en un pueblecito como este.
A la salida de Vilabade me alcanza el peregrino que estaba en la ermita. Va con ganas de charla y continuamos juntos hasta el siguiente pueblo. Me cuenta que salió de Oviedo el lunes, así que me ha ganado tres etapas. Está haciéndose etapas de cuarenta kilómetros (según él), y dice que iba con unos chicos que le han dejado atrás porque iba lento. La verdad es que anda bien y a ritmo. Ayer llegó por lo visto a Cadavo a las diez de la noche, pero hoy solo va a ir hasta Lugo. La historia es sospechosa, pero no tengo motivos para no creerle.  Charlamos del Camino y me dice que él se hizo el del Norte el año pasado y que le gustó mucho. Charlando llegamos sin notarlo al siguiente pueblo, Castroverde, a ocho kilómetros y medio de la salida. Aquí nos separamos. Yo me meto en un bar a tomar una coca ( que de aquí hasta Lugo ya no hay mas bares) y él se va a buscar un cajero.
Refrescado continúo Camino. Salimos de Castroverde por un bonito pero corto camino por un bosque que en breve nos deja otra vez en una carretera. La etapa de hoy ha tenido casi mas trozos de carretera que de campo, lo cual siempre es mas aburrido. Al cabo de un rato de tedioso caminar por el asfalto volvemos a un camino de tierra que por arbolado nos acerca a nuestro siguiente punto de referencia, el Crucero y la Iglesia de Santo Tomé de Souto de Torres, en el kilómetro doce y medio.
Justo antes de llegar adelanto a un grupo numeroso de ocho personas. Es el mas grande que he visto hasta ahora. Conozco a varios de otros días. Está el que el otro día iba con la guiri habladora (hoy ha cambiado de guiri), el rapado que volvía porque se había confundido y el de Bueu.
Llegamos casi juntos al crucero y allí se queda todo el mundo un rato haciendonos fotos. La verdad es que el crucero y la iglesia, situados a las afueras de un pequeño pueblo, son muy bonitos. La iglesia es una típica iglesia gallega con el cementerio adosado y el crucero, aunque reciente, es estilizado y con buenas esculturas.
Todos se marchan antes que yo pero al poco, en una ligera subida, vuelvo a pasarles.
Viene ahora un tramo monótono y aburrido de seis kilómetros por caminos y carreteras locales que nos hacen pasar por tres pequeños caseríos en los que lo único que puede encontrarse son perros ladradores y un par de máquinas de vending metidas en pequeñas cabañas de piedra.  En una de ellas, que tiene además dos mesitas fuera, están parados el chico con el que fui antes y la valenciana con la que cené anoche. Les saludo y continuo. Yo quiero un bar de verdad y no una máquina.
Tras el último de estos caseríos se sale de nuevo a una carretera y comienza una subida muy fuerte de un kilómetro y medio hasta llegar a una cantera. Delante mio llevo al otro chico que vi esta mañana cerca de la ermita. Al coronar el alto me paro un rato a descansar y a hablar con Paloma antes de comenzar el descenso por un sendero mas agradable que nos lleva de nuevo hasta una carretera, esta vez mas grande y con mucho tráfico.
Justo antes de llegar a la carretera me paro a ponerme el gorro, porque ya el sol aprieta de lo lindo y allí está sentado el que iba delante mio. Me espera y continuamos juntos por el siempre peligroso arcén de la carretera. Esta si que tiene mucho tráfico y el arcén es en ocasiones estrecho, por lo que hay que ir con mucho cuidado.
Hablamos obviamente del Camino y me cuenta que este es su primer Camino, lo que es muy raro, porque por aquí todos somos repetidores. Pero lo gordo es que se ha equivocado hoy de senda y se ha hecho cerca de tres horas de mas. Salió esta mañana a las cinco de Cadavo y al llegar al alto, se equivocó (era de noche aún) y no se dio cuenta hasta hora y media después. Yo le vi por primera vez bajando el alto a las ocho y pico, o sea que la historia es creíble. Con todo, hoy se va a hacer como cuarenta y cinco kilómetros. Y va el tío a buen paso. Es el mayor problema de salir de noche. El riesgo de equivocarte es grande, y aquí los errores se pagan en tiempo y cansancio.
El tránsito por la carretera se acaba después de un alto y cogemos otra carretera ya sin tráfico que se aleja ascendiendo. En ese momento oímos por detrás un tac-tac rítmico molestísimo. Es el de los cuarenta kilómetros diarios, que viene andando con dos bastones y nos pasa como una locomotora. Al pasar nos dice que el bollo que se ha comido debía tener algo, que va como una moto. Yo creo más bien que se ha tomado el bollo y algo mas.
Se aleja rápidamente, pero unos cientos de metros mas y vemos que ya no va tan rápido. Se le ha debido pasar el efecto turbo. De todos modos ya no le volveremos a pillar mas.
La ruta sigue por senderos entre campos cultivados con ocasionales manchas boscosas. Es un tramo bastante monótono, sobre todo si comparas con lo que hemos visto en las etapas anteriores. Así que hablamos de los tramos que mas nos han gustado y así va pasando el tiempo . Cuando llegamos al kilómetro veinticinco y veo que en As Casas de Viña, último pueblo antes de Lugo, no hay bar, decido parar en la primera sombra que vea. Hace un calor tremendo, quedan siete kilómetros y ya me he tomado dos pastillas de glucosa. Me arrepiento de no habeele pedido al de los bastones un "bollo" especial de esos que le hacen volar bajo. Tengo que comer algo. Mi compañero decide seguir y me quedo sentado debajo de un árbol comiendo lo de siempre:chorizo, nueces y una naranja.
Ya descansado y con combustible sigo. Los últimos kilómetros, como siempre que se entra en una ciudad, son una pesadez y se hacen eternos. Además,ahora los mojones marcan la distancia que queda hasta Santiago ¡en metros!. Es desmoralizante andar lo que a ti te ha parecido una eternidad y ver que solo has avanzada cuatrocientos metros.
Como a cuatro kilómetros de Lugo alcanzo a un grupo grandecito y me pongo a seguirlos. Así por lo menos tengo una referencia. Cuando quedan tres kilómetros se ve por primera vez la ciudad. Parece cerca, pero queda aún un buen rato de cruzar carreteras por puentes. Cruzamos la A- 6, varias carreteras mas pequeñas y yo creo que hasta la Buenos Aires - Mar del Plata.
Por fin llegamos al primer barrio de Lugo, que es justo el que está mas abajo de toda la ciudad. Así que toca terminar en cuesta. Justo antes de empezarla alcanzo a la pareja de las vendas múltiples. Van muy despacio y él cojea bastante. No quiero ni preguntarles a que hora han salido.
Un kilómetro de cuesta final por las calles de Lugo (escaleras incluidas) y aparecemos ante las impresionantes murallas de la ciudad vieja de Lugo. Cruzamos la Puerta de San Pedro y entramos en el cielo del final de etapa. ( que buen símil me ha salido).
Al lado de la Plaza Mayor está mi hotel, el Mendez Nuñez. Es un buen hotel, grande y moderno. La habitación es muy cómoda y grande y tiene hasta un apararo que hace que salga aire frío o caliente según quieras y que no había visto desde Oviedo.
He llegado a las dos y cuarto. He hecho muy buena media y estoy bastante cansado, lo que es normal después de 32 kilómetros poco amenos.
Me ducho, lavo la ropa, etc....y luego salgo a ver un poco la ciudad. Pero antes, por primera vez en el Camino, decido comer algo para recuperar fuerzas. Me siento en una de las terrazas de la magnífica plaza Mayor y me tomo una ensalada y un helado de café. Mientras como, un pájaro bastante descarado se posa en mi mesa y empieza a picotear el pan. Me hace gracia y le dejo. Al final corto el trozo que ha picoteado y se lo tiro al suelo para que siga con el festín.
Luego voy a ver la Catedral, que es muy bonita, y como siempre he dicho que la mejor forma de recuperarse del cansancio es andar, me doy una vuelta a la muralla de Lugo.
Me encanta la muralla de Lugo. Es la muralla original romana que está perfectamente conservada y que rodea a toda la ciudad. Desde la Catedral una rampa asciende hasta la parte de arriba de la muralla y puedes dar la vuelta entera a la ciudad andando por arriba de la muralla. Son dos kilómetros de paseo muy agradable en el que ves de una vez toda la ciudad. Cuando llego de nuevo a la  catedral veo que hay una boda de postín. El novio es marino, y da gusto ver a todos los invitados con los uniformes de la armada.
Completada la vuelta y vista la boda, me acerco a un Carrefour Market a comprar comida para mañana y después me siento en una terraza en la plaza mayor a tomar una coca y escribir. A las ocho voy a misa a la Catedral. Es misa cantada, con cuatro celebrantes y dura una hora larga. En mi mismo banco se sientan el argentino y su chica. Al terminar la misa les preguntó y me dicen que han llegado a las tres y media pasadas hechos polvo.  Mañana quieren hacer una etapa más corta para recuperar
Ceno en la misma terraza en que he comido. Tomo mejillones, una milanesa y un helado de postre.
Y me voy al hotel a terminar de escribir, que todos los días me dan las tantas.
Una etapa rara. Muy larga y aburrida por los paisajes y la monotonía de la entrada en Lugo. Pero muy bonita al inicio y que nos deja a solo un poco mas de cien kilómetros de Santiago.
Mañana haré 26 kilómetros hasta Ponte Ferreira y pasado, si todo va bien, empalmaré con el Camino Francés en Melide.
Ya queda poco.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Cristina la madrugadora ha hecho pleno. Los libros son el Codex Calixtinus y Las Cantigas de Santa Maria de Alfonso X. Los milagros de la Virgen tienen lugar en la Iglesia de Villalcazar de Sirga o Villasirga, que  aconsejo  vivamente conocer a quien no la conozca.
Juan el copiota, con su táctica de apuntarse a las respuestas de Cristina horas mas tarde, también ha acertado todas y Carmina ha acertado con el Codex y con Alfonso pero ha fallado con la iglesia.
Para hoy la pregunta es literaria.
Hay tres países que según las estasdísticas, aportan un número inusual de peregrinos al Camino gracias a tres libros escritos en años recientes ( es decir en este siglo o el pasado} que son un tremendo éxito en esos países.
Uno es un país asiático, otro es europeo y el tercero es sudamericano (advertencia para quien corresponda: Existen más países en sudamérica aparte de Argentina)
- ¿ Que tres países son?.
- ¿Como se llaman los tres libros y sus autores?.
No es tan difícil como parece. A buscar....
Amanecer en Cadavo
Subida a La Vaqueriza
Saliendo de la niebla
Llegando a Vilabade
Iglesia de Vilabade
Camino a Santo Tomé
Camino a Santo tomé
Cruceiro de Santo Tomé
Cruceiro de Santo Tome
Cruz camino a Lugo
Pony en el Camino
Entrada al casco antiguo de Lugo
Plaza Mayor de Lugo
Catedral de Lugo
Catedral desde las murallas
Murallas de Lugo
Murallass de Lugo
Boda naval en la Catedral
Compañero de mesa

2 comentarios:

  1. Yo a mi hora me quito las legañas y descubro que Cristina gentilmente me cede la iniciativa de publicar. Como la Mari (o Nurse Mery según se hace llamar) ya ha conseguido publicar y también duerme al parecer, me lanzo y digo que creo saber dos libros: uno de Paulo Coelho (El Peregrino de Compostela) y otro que igual es el de Hape Kerkeling el alemán ("Bueno, me largo" se titula). El asiático lo dejo para las damas (estoy crecido a estas horas).

    Y mi comentario (que no epístola del Peregrino) de hoy se refiere a cómo nuestro Antonio confiesa que el Camino Primitivo parece el Tour de Francia en tiempos de Pantani. Que si uno adelanta disparao tras tomarse un bollo, que si me hago cuarenta kilómetros o más porque me equivoco y me quedo corto, que si resucitan los que el día anterior se caían por los terraplenes.... ¿Por qué la Guardia Civil no realiza controles aleatorios? ¿Es lectura edificante el tal Coelho, que iba cargado hasta las trancas para escribir?

    Antonio: antes de que salga publicado tu nombre en La Voz de Galicia en el escándalo del dopaje peregrino, cuéntanos en confianza qué te trapichean esos amigos que te has hecho últimamente con los que charlas sin parar y os reís mucho juntos.

    Porriño, el condenado por desconfiado

    ResponderEliminar
  2. Hoy es día de descanso y he dejado que mis contrincantes me adelanten para que sigan la carrera con entusiasmo!!!
    Doy por buenas kas respuestas de Juan y veo que Maricruz ya le ha entrado el gusanillo del trivial peregrino.
    Pero lo que más me preocupa y se que luego lo padecerá la Sra. Rodríguez es lo argentinizado que regresara su santo esposo!!!
    Cita la ruta Buenos Aires-Mar del plata, come milanesas y hablan con el vos y dice Che!!!!!
    Besos y ojo que mañana madrugada

    ResponderEliminar