jueves, 8 de agosto de 2013

Dia 7 - Grandas de Salime - A Fonsagrada . 27 kilómetros desde Asturias a Galicia

HoMuswos salido de Asturias y entrado en Galicia por la provincia de Lugo. Ha sido una etapa larga, con un buen puerto en medio y muy agradable.
El tiempo ha sido bueno y, aunque ha estado cubierto y hemos tenido niebla en el puerto, no ha llovido nada y la temperatura, algo fresquita, ha sido ideal para caminar.
Se ha pasado lloviendo toda la noche, y cuando me he despertado a las siete también llovía a modo.
Así que me he preparado rápido para salir lo antes posible y he bajado al bar a desayunar. Estaba lleno de peregrinos también desayunando. A esta alturas nos conocemos todos al menos de vista, así que nos saludamos y me tomo un café con leche y un vaso de leche, a los que me invita el dueño del hotel, ya que le debe dar cosa cobrarme un desayuno sin comer nada.
Le pago la habitación, me pongo el chubasquero, las polainas y toda la parafernalia de lluvia y salgo a la calle. Ha dejado de llover en ese mismo instante. Así que me quitó todo lo que me he puesto de mas y arranco. A esto se le llama medir bien el momento de la salida.
La salida es como casi todas, en subida. Se sube hasta la última casa del pueblo por una calle que termina en un camino de tierra que sigue subiendo. El camino está completamente húmedo, pero es de buen piso y no se ha formado barro, que puede ser el mayor enemigo en un día como el de hoy.
Al poco rato de subir llegamos a una carretera que se sigue por un andadero en bastante mal estado que hay en su lateral. Pasamos por una fábrica de leche y cogemos un sendero que nos pasa ya al valle siguiente al de Grandas. Al llegar a los tres kilómetros de etapa alcanzamos un pequeño núcleo de casas llamado Cereijeira. El Camino no llega a entrar en el sino que lo rodea por un sendero que circula entre campos cercados de pastos donde hay bastantes vacas haciendo las cosas que hacen las vacas. El camino es llano y de momento un tanto aburrido.
Al poco el sendero entra en un bosque que en un kilómetro mas nos lleva hasta la ermita de la Esperanza de Malmeira, otra de esas pequeñas ermitas que hemos visto por Asturias y de las que vamos a ver mas en el día de hoy.
El tiempo sigue cubierto y fresco, muy agradable para caminar y parece que va mejorando por momentos. Como de costumbre no hay nadie en el Camino y avanzo a buen ritmo en estos primeros kilómetros.
Un kilómetro mas y llegamos a Castro, pequeño lugar que tiene un albergue y un asentamiento prerromano llamado Chao Samartín que quiero ver. Está un poco alejado del Camino y cuando llego está cerrado. Dado que son las nueve no me extraña. Debe ser un sitio importante, porque han construido un centro de interpretación enorme allí.
Lo bueno es que desde el centro de interpretación se ve perfectamente el poblado. Es un pueblo completo con restos de cabañas de piedra todas muy juntas y en el que se hace difícil adivinar donde estaban las calles. Tiene forma circular y supongo que en sus tiempos estaba rodeado por una muralla.
Bueno, el desvío al final ha merecido la pena. Retorno al Camino que avanza por un sendero boscoso pegado a  una carretera. De repente oigo un grito:
- ¡ Buen Camino,Peregrino !.
Miro y veo que es el peregrino del perro, que avanza por la carretera. Me dice a gritos que conoce ya la zona y que prefiere ir por el asfalto. A cada uno lo suyo. Sigo por el agradable sendero entre árboles, que a ratos está bastante embarrado, pasando por las ruinas de lo que fue una malatería hasta llegar a una nueva capilla muy similar a todas las anteriores y dedicada a San Lázaro.
Un poco mas adelante llegamos de nuevo a la carretera, que comienza a ascender fuertemente, pues este es justo el comienzo del Puerto del Acebo, en cuya cima pasaremos de Asturias a Galicia.
Se comienza subiendo una recta interminable con fuerte pendiente y por la carretera. Estas rectas son mortales porque ves por delante toda la carretera y te desmoralizas. Menos mal que no hace sol, porque tampoco hay un solo árbol donde refugiarse.
Dos kilómetros de ascenso por esta carretera infernal y llego muy cansado a una parada de autobús a la entrada del pueblo de Peñafuente. Es el kilómetro diez de etapa y quedan aún mas de cuatro para el alto. Allí está el peregrino del perro descansando. Me siento con él y me cuenta que ha dormido fenomenal en el porche de la iglesia y que me vio salir esta mañana. El perro está jugando alrededor nuestro y no para. No parece cansado para nada. Me dice que en este terreno va fenomenal, pero que si va por terrenos muy pedregosos le pone unas fundas de cuero para proteger las almohadillas.
Yo sigo por el Camino, que ahora se desvía de la carretera por la derecha y comienza a ascender muy fuertemente entre las casas del pueblo. Él me dice que va a seguir por la carretera, que también llega a lo alto del pueblo.
A las casas del pueblo les sigue un sendero también bastante empinado que asciende mas  o  menos un kilómetro. Luego se nivela algo y llegamos a una pequeña área de descanso que paso de largo. En este tramo paso a dos chicas, una de las cuales es albina y que van bastante despacio. Por eso las paso, porque mi ritmo en la subida tampoco es que sea gran cosa.
En dos kilómetros y medio llegamos a la carretera de nuevo. Estamos ya a mil metros de altura y estamos entrando en la niebla que está aposentada en lo alto del puerto.
Al llegar a la carretera me encuentro otra vez al del perro, que está llegando a mi misma vez. Me dice que él va a seguir todo el rato por la carretera, porque ahora viene un fuerte repecho hasta lo alto que la carretera evita. Yo, con la niebla que hay me da miedo el arcén, y prefiero seguir por el Camino, aunque sea mas largo y duro.
Y lo es, sobre todo en los primeros metros, que son una cuesta de campeonato. Subimos otros cien metros desde la carretera hasta un parque eólico que hay en la cima. Estamos completamente metidos en la niebla y no se ve nada. Es una pena, porque aquí los paisajes tienen que ser maravillosos, pero a cambio, es muy especial la sensación de estar metidos en la nube, en lo alto del monte y oyendo el zumbido monótono y grave de los molinos de viento que no puedo ver pero que siento muy cerca. Solo de vez en cuando se adivinan entre la niebla las aspas de alguno de los molinos girando lentamente, como si fuesen las enormes helices de un transatlántico varado en la cima de la montaña.
Es un tramo muy especial que disfruto mucho.
Al  llegar a la cima la senda se nivela y va bordeando los molinos hasta llegar a un punto donde una sencilla placa marca el limite provincial entre Asturias y Lugo. Ya estamos en Galicia.
Han sido 160 Kilómetros bellísimos y durísimos por Asturias. Me han encantada estas etapas de montaña, por parajes espectaculares y siempre verdes. Y ahora quedan otros tantos kilómetros por Galicia. Mas suaves pero también ondulados y estoy seguro que también con parajes que merecen la pena.
Nada mas entrar en Galicia comienza el descenso, al principio bastante fuerte hasta llegar a una casa aislada en medio del monte donde un tío avispado ha puesto un bar. El sitio se llama Casas del Acebo, pero debería llamarse Casa del Acebo, porque solo hay una.
El bar está perfectamente situado,  a 15 kilómetros del inicio de etapa y 12 del final y justo tras pasar la frontera con Galicia y subir el Puerto. Todo el mundo para allí. Saludo a varios conocidos. Una pareja, la que me encontré en la etapa de Berducedo y que no consiguieron plaza en mi albergue, me pregunta que donde voy a dormir. Les digo el sitio y el señor le dice a su mujer.
- Apuntaló, que este escoge bien los sitios para dormir.
Luego me los encontraré en A Fonsagrada en la misma pensión que yo.
Sello la credencial y sigo ruta.
El Camino sube aún una cuestecilla que se hace dura por inesperada y luego comienza a llanear y a bajar ligeramente. La niebla ser ha quedado en lo alto del puerto y por aquí el día está mejorando a ojos vista e incluso empieza a aparecer el sol.
El paisaje es más despejado. Menos bosques y más zonas cultivadas y de pastos. El paraje ya es más gallego, con suaves montes y tierras onduladas en las que se ven caseríos dispersos.
Enseguida se acostumbra uno a la nueva dirección de las conchas  señalizadoras. La mayor parte de las veces resulta evidente, con lo que enseguida te acostumbras a seguir la dirección de los rayos de la concha.
Seguimos por una buena senda peatonal de tierra paralela y algo por encima de la carretera. Ahora el ritmo es rápido. Adelanto a una pareja joven a la que veo todos los días y que cada día aparecen con una venda nueva. El lleva una en la rodilla y otra en el muslo, ella en el tobillo. Van hechos un cromo, pero siguen.
En un momento dado, justo antes de llegar a un pueblo llamado Fonfría, vemos ya Fonsagrada en un alto. Está aún a mas de ocho kilómetros pero ya se puede ver perrfectamernte que el final va a ser duro, pues el pueblo está situado en una elevada meseta.
Atravesamos Fonfria y cogemos otro sendero casi llano que nos lleva hasta Silvela, pueblos pequeños que se pasan sin pena ni gloria, con ganas ya de llegar a destino.
Pasado Silvela hay una capilla similar a las anteriores, pero esta ha sido restaurada recientemente y está nueva.
El sendero nos lleva ya muy cerca de A Fonsagrada. Y como era de prever, nos deja al pie de la meseta donde está el pueblo. Los dos últimos kilómetros son como de puerto. Una subida muy dura y mas a estas alturas de la etapa , con veinticinco kilómetros que pesan como veinticinco kilos en la mochila. Nos lleva a un cruce  con las primeras casas del pueblo a la vista donde hay dos flechas que señalan a dos calles distintas. Hay que acertar cuál es la buena para llegar a la Pensión Manolo, que es mi destino.Apuesto por la de la derecha y acierto. A apenas trescientos metros veo el cartel de la pensión. Son las dos y diez y la etapa está cumplida.
Como en casi todos estos casos la recepción de la pensión está en el bar que tiene debajo. Pido la llave y me dicen que el DNI me lo devuelven por la tarde cuando pague. Así que les pago de inmediato. Yo no vuelvo a dejar el carnet después del susto del otro día.
Mi habitación esta en un segundo piso sin ascensor, lo que es una gozada tras la etapa de hoy. Es como todas, suficiente; pero tiene unas espectaculares vistas. No hay ningún edificio delante, y como A Fonsagrada está en un alto, se ve todo el paisaje hasta el lejano horizonte. Una pasada. Abajo justo hay un prado con vacas pastando y en la lejanía se ve un gran parque eólico en la cima de unos montes.
Hago todos mis deberes hogareños y, tras descansar un poco, salgo a conocer el pueblo. Es un pueblo bastante grande, extendido por la cima de la meseta. Es moderno y no tiene una parte antigua que   merezca la pena. La iglesia es bonita por dentro pero sin nada especial. También tiene un museo etnográfico, bastante peor que el de ayer. Está montado en un edificio moderno de tres pisos. Está bien puesto y al igual que el de ayer, tiene reproducciones de escenarios típicos. No falta la escuela, la cocina, la zapatería, etc. Pero con todo, le falta el espacio y la gracia del de ayer. También tiene una exposición fotográfica sobre el interesantísimo tema " A vaca e nos".
Tras ver el museo y aumentar mis conocimientos sobre la vaca vuelvo a la habitación hasta casi las ocho, hora a la que voy a misa.
Al final dan una bendición del peregrino un tanto desangelada. De mas de cincuenta peregrinos que debe haber en el pueblo, solo ha venido uno: yo. Así que me dan la bendición a mi solo. Como el año pasado en León, pero sin japoneses haciendo fotos.
Ya bendecido me voy a cenar. En la puerta del restaurante me encuentro con la pareja que lleva cada día mas vendas. Él me dice que está de bajón anímico, que le cuesta mucho y que cada vez piensa mas en un taxi. Ella está mas animada. Les comento que estamos justo en los dias mas duros anímicamente. El cuerpo ya se resiente del esfuerzo y a estas horas de la tarde pensar en que mañana tienes que hacerte otros treinta kilómetros se te hace un mundo. Pero que en dos días se le habrá pasado.
Les dejo allí rumiando sus desgracias, entro en el restaurante, me siento y de inmediato empiezan a llegar peregrinos. Aquí están todos y no en misa.
Y es que me da la impresión de que el tipo de peregrinos en este Camino es distinto. Mas gente joven, mas gente que viene por los paisajes o a hacer senderismo y mas gente que viene simplemente a hacer turismo barato.
Ceno pulpo que está muy bueno ( el pulpo de A Fonsagrada tiene fama de ser de los mejores de Galicia), y truchas pequeñas fritas ( me ponen cinco truchas del tamaño de una sardina). Están muy ricas.
Durante la cena hablo con mi tia Carmina y con mi primo Ricardo, que piensa hacer el Camino y se está empezando a preparar. ¡A ver si se anima mas gente !.
Al salirdel restaurante hace bastante frío. El día está ahora completamente despejado y a novecientos metros que estamos la temperatura baja mucho.
Vuelvo a la habitación ( que está calentita) pensando que ya ha terminado el día, pero me espera una sorpresa espectacular. El sol se está poniendo en el horizonte justo delante de mi ventana. La puesta es preciosa y tiñe el lejano horizonte de todos los colores. Me recuerda la que vi en año pasado en O'cebreiro.
Puesto en sol , me tumbo a terminar de escribir.
Mañana es un dia de largo kilometraje. Quedan sesenta kilómetros hasta Lugo, así que me tocan dos días seguidos de treinta.Parecen mas fáciles de terreno y me han dicho que ya no son tan bonitos como los pasados, pero ¿que mas da?. El Camino tiene toda clase de kilómetros y hay que recorrerlos todos, sean como sean.
( Esta bonita enseñanza del Camino se la dedico a Paloma, que echa de menos las enseñanzas de las crónicas del año pasado).
Trivial del Camino.
Como bien han acertado la tía Carmina y Juan, la otra obra del maestro Mateo es el perdido coro pétreo.
Era de piedra, como bien dice Cristina.
Cuando se desmanteló parte de los sillares se usaron para hacer la Puerta Santa, concretamente las figuras que hay en el exterior de la puerta pertenecían al coro de piedra y otra parte del coro se ha descubierto recientemente y ha servido para hacer una magnífica reconstrucción del coro pétreo que puede verse en el Museo de la Catedral y que os aconsejo no os perdais si vais a Santiago.
Por cierto, como podéis comprender no tengo ni idea de como va la puntuación. Ya lo contaré cuando vuelva.
Hoy hay dos preguntas, una del Camino en si y otra de la preparación del Camino por el peregrino, que le dedico a mi primo Ricardo, para que le sea útil.
Las preguntas son estas:
- ¿ Como se llama y donde vive el último templario?.
- ¿Cual es el peso máximo recomendado que se aconseja comúnmente para la mochila ( llena) de un peregrino?.
Hala, a escarbar en la wikipedia.
Saliendo de Grandas
Capilla.
Chao Samartin
El peregrino del perro
Chao Samartin
Subida a El Acebo
Alto de El Acebo
Molinos en la niebla
Limite de Asturias y Galicia
Puerro del Acebo.Bajada.
Fonsagrada a ocho kms
Camino a Fomsagrada
Llegando a Fonsagrada
Vista desde mi habitación
Iglesia de Fomsagrada
Museo: cocina
Museo: cucun
Museo: alumno en ña escuela
Puesta de sol
Puesta de sol
Puesta de sol

4 comentarios:

  1. Admiración por los 30 km diarios que caminas, tengo clarísimo que sólo podré ver paisajes similares si voy en coche!!!!

    Y que bien que has puesto una enseñanza porque la Sra. Rodríguez ya sabes que tiene un carácter muy especial y podría molestarse si no hacen lo que ella manda!!!! Por otro lado estará contenta que en este camino no te cruzas con Teutonas alemanas o con Bárbara. Siempre es mejor compañía un hombre con un perro!!!
    no pasando al concurso, os diré que Google me ha ayudado a encontrar al último templario que es Tomás Martínez de Paz y que se encuentra en Manjarín.

    Respecto al peso de la mochila aconsejan que como máximo sea el 10% del peso del caminante pero como máximo para hombres se reocmienda entre 7/8 kilos.

    A ver si con estos puntos igualo a los que encabezan la tabla de ganadores, y puedo seguir en carrera para el almuerzo con la tía Carmina.

    Besos

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  2. Cristina acabas de cambiar el premio , yo comprendo que lo de la comida es muy apetecible pero creo que el premio era una sesión de fotos con el peregrino , así que si el premio es la comida yo empiezo a contestar aunque sea familia del peregrino.
    Gracias Mendes por la enseñanza realmente es muy edificante , besos de la Sra de Rodriguez que eso del caracter especial no se corresponde para nada conmigo sino con tu maridito y su barbacoa.
    besos

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  3. Tarde llego como siempre y ya no aspiro más que al bronce. Para ello, Paloma Rodríguez no debe participar, porque aunque disfrace su identidad con el nuevo apellido, en las bases está claro que ella se limita a leer embelesada las crónicas de su marido. Acabo de hablar con ella y amenaza con concursar a saco.

    En cuanto al trivial de hoy, yo me adhiero a las respuestas de Cristina la temprana, a ver si así pillo algo de consolación.

    La verdad es que hállome distraído con la fusión del Peregrino con la tierra astur-galaica. Cada día le veo más aferrado al terruño y este año va a ser duro para este hombre volver a la árida meseta. Se emociona con las vacas, los hórreos, los caminos bien tupidos... Y de la comida ni hablamos que la mención al pulpo hace salivar a los pringaos como nosotros.

    Bueno, querido Peregrino, que parece que ya has hecho lo más difícil y ahora te va a parecer el resto muy convencional. Disfruta y danos envidia, que de eso se trata.

    Un abrazo desde la estepa castellana.

    Porre (mugiendo de envidia)

    Última hora: la Cristina se ceba, me llama y además de sus respuestas afirma que se hace fotos con Villa por la calle. Esto puede interesar al Peregrino en su lado atlético (igual Antonio ahora se ha hecho del Compostela e ignora su pasado colchonero)

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  4. He visto la foto de Villa y Cristina. Ella le mira con ojos golositos y él parece realmente acongojado ante la presencia acosadora de la fan. ¿Qué tiene que decir Agostino al respecto?

    Y también..."éramos pocos y.... publica Mari en el blog". Según ella, sus comentarios se han ido al ciberespacio y a ver cuándo vuelven. Sólo nos faltaba otra competidora. Me veo con la medalla de chocolate.

    Porre (el que tiene mal perder)

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