sábado, 3 de agosto de 2013

Dia 2 - Grado - Salas. Otros 24 kilómetros de montaña rusa.

La etapa de hoy ha sido mas suave que la de ayer, pero no mucho.
También ha sido mas corta que la de ayer, pero no mucho.
Ha hecho menos calor que ayer, pero no mucho.
Y estoy menos cansado que ayer, pero.... ¡pero eso es mentira!. Estoy muy cansado, pero en proceso de recuperación.
Ahora estoy es Salas, sentado en una terraza. Está nublado y se está muy a gusto, pero no todo ha sido así. Ha sido una etapa con toboganes y caminos preciosos por el monte. Más larga de lo esperado y que he hecho despacio para no cargar las piernas.
Me despierto esta mañana a las siete, descansado y con las piernas recuperadas del esfuerzo de ayer.  Me ha despertado el ruido que hacen los de las habitaciones vecinas, que están preparándose para salir ya.
Yo me lo tomo con calma y bajo a desayunar al bar del hotel a las ocho.
En el bar están sentados tres peregrinos, dos chicos y una chica bastante entrada en kilos, a los que les da conversación un abuelete que está allí.
Le cuentan que son de Lugo, que van a llegar hasta Santiago y que les está costando bastante. El abuelo mira a la chica y le dice:
- Claro, ¡Es que tu tienes que perder por lo menos diez kilos !.
La chica se lo toma bien y le contesta que por eso está andando.
Divertido por la anécdota,  me tomo un café y un vaso de leche y salgo a la ruta a las ocho y cuarto. El día es como el de ayer, completamente soleado, aunque algo más fresquito a estas horas. Muy agradable para caminar.
El hotel está situado al final de Grado, por lo que de inmediato cojo la ruta, que desde el primer momento empieza a subir.
Esta etapa arranca con la subida mas fuerte del día, para abrir boca. Se sube hasta el Alto del Fresnu; unos trescientos metros de subida en poco más de tres kilómetros.
La subida es por un camino hormigonado y tiene rampas muy fuertes que los abuelos del pueblo están subiendo sin inmutarse como paseo matutino.
Yo soplo y resoplo mientras subo despacio. En una zona mas llana que nos acerca hasta una autopista, me cruzo con un señor de unos sesenta años que está haciendo footing.  Me para y me dice :
- Toma, un pin de Asturias para los peregrinos.
Y me da un bonito pin con el escudo de Asturias que me pongo agradecido de inmediato.
Con un poco mas de peso sigo subiendo y pronto alcanzo a los tres que estaban desayunando en el bar. En efecto, a la chica le sobran diez kilos, o mas bien quince. Va muy despacio, pero no para. Tiene mucho mérito.
Al cabo de dos kilómetros de continua subida llegamos al cruce que lleva a San Juan de Villapañada, que es el pueblo donde está el albergue de Grado. No quiero ni pensar en la idea de haber tenido que subir aquí ayer si hubiese dormido en el albergue.
Desde el cruce la carretera se empina aún mas hasta coronar en un kilómetro el alto del Fresnu. La vista es muy bonita. Se ven los valles de las dos vertientes del monte , con pueblecitos esparcidos, campos cultivados y muchas zonas boscosas. Son valles pequeños, apenas estrechas zonas llanas entre cadenas de montes. Así es todo el terreno aquí, un conjunto de montañas interrumpidas de vez en cuando por un valle.
Un poco mas arriba del alto hay una iglesia bastante grande. Es el Santuario de Nuestra Señora del Fresno, que me abstengo de visitar, ya que a estas horas seguro que está cerrado y no tengo intención de subir mas si puedo evitarlo.
Comienzo, pues, la bajada al siguiente valle, que es el del Narcea. La bajada es por un sendero de tierra empinado y bastante ancho. Las vistas del valle hacia el que vamos bajando son magníficas.
Pasamos dos puentes muy distintos. Uno de piedra del siglo XVII y otro moderno que cruza una autopista. Llegamos a un pueblin llamado San Marcelo, que tiene algunas casa muy bonitas. Casi todas tienen uno de esos grandes horreos asturianos, a los cuales le dan los usos mas diversos. Casi todos contienen grano o maíz, pero algunos los han arreglado y han hecho dentro una habitación que usan como comedor, bodega para tomar algo con los amigos o para otros usos. Algunos están muy cuidados y revestidos de madera nueva, lo que les da un aspecto un tanto nórdico.
Salimos por una carretera para al poco tiempo desviarnos al primero de los muchos senderos mágicos que vamos a coger hoy. Es un sendero muy estrecho y cubierto de árboles que avanza pegado a un pequeño arroyo. La senda apenas se abre paso entre la maleza y tiene el ancho justo para que pase una persona. Pasamos al lado de un pequeño molino de madera en desuso y desembocamos a la entrada del pueblo de La Doriga.
Aquí hay una iglesia del siglo XII dedicada a Santa Eulalia. Está cerrada, pero el exterior es magnífico. Tiene un porche elevado muy grande que se extiende por los dos lados de la iglesia, que están unidos por un arco. El porche es de piedra con tejado de madera.
Al lado de la iglesia hay un atractivo bar, pero solo llevo seis kilómetros, así que resisto la tentación de entrar  y continuo.
El Camino sube ahora por un camino de tierra que llega hasta un punto cercano a una autopista donde están levantados los pilones de hormigón de un puente de carretera que está aún sin terminar.
Justo allí el Camino se desvía hacia una zona boscosa y se transforma en una senda de montaña muy pedregosa que baja de manera muy fuerte hacia en valle que se ve bastante abajo. Es una senda preciosa, pero que exige toda la atención, pues algunos tramos son de fuerte bajada entre piedras y la senda es tan estrecha que apenas te deja elegir el sitio donde poner el pie. Algunos tramos están bastante embarrados y no me quiero imaginar lo que tiene que ser este camino con lluvia.
La senda termina en una carretera que se cruza para avanzar por su arcén y llegar en un par de kilómetros al puente que da acceso a Cornellana, el punto intermedio de la etapa y el pueblo mas importante de la misma.
Es un pueblo grande y feo, sin mas que destacar que su entrada y su salida. La entrada se hace por un puente muy grande que salva el río Nonaya. La salida se hace por el magnífico monasterio de San Salvador.
Cruzo todo el pueblo y antes de llegar al monasterio paro en un bar con terracita. Llevo diez kilómetros y son las once, así que toca una coca y una botella de agua. Aprovecho para hablar con Paloma, que está de excursión y descanso un poco.
Después me acerco al monasterio, que es magnífico aunque está muy deteriorado. Data originalmente del siglo XI, aunque de aquella época no queda nada. Fue posesión de la orden de Cluny y tuvo mucha importancia hasta la desamortización de Mendizabal. Lo mas bonito es el claustro, al que no se puede entrar, pero que se puede ver parcialmente a través de una puerta enrejada.
El monasterio está justo al final de Cornellana, así que, como es natural, ahora toca subir. Y subir fuerte. Una cuesta de narices va dejando muy abajo y muy deprisa Cornellana. Se hace dura hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Sobrearriba. El nombre le viene al pelo, aunque a partir de Sobrearriba seguimos subiendo. Al cabo de un rato dejamos la carretera para coger un sendero de monte que subiendo de manera ya mas ligera, nos va acercando al siguiente valle. Desde aquí hay unas vistas preciosas  de Cornellana y su valle.
Seguimos este sendero hasta llegar a una cantera muy grande, de sílice o algo así que hay que atravesar por un trozo lleno de polvo blanco de la cantera que se pega a todas partes. Subimos de nuevo para rodear la cantera y llegamos a una carreterilla que nos lleva al pequeño pueblo de Llamas, en el kilómetro trece y medio de etapa.
Estamos ahora al pie de un valle muy fertil, encajonado entre montes pero bastante ancho. El camino es ahora de tierra, llano y facil, pero paradójicmente esta es la parte mas aburrida y pesada de la etapa.
Avanzamos entre cultivos y caseríos  diseminados hasta llegar a una larguísima recta al fondo de la cual se ve un pueblo encima de un monte, con su cementerio a la altura del Camino. Pasa el tiempo, avanzo por el Camino, pero el pueblo parece no hacerse mas grande. Por primera vez en mi vida estoy deseando llegar al cementerio de una vez. 
(Leches, que morbosa me ha quedado la frase anterior.... Y la próxima mas....)
Pero como es natural, al final todos llegamos al cementerio, y yo no voy a ser una excepción (aunque me gustaría).
Así que paso el cementerio y llego a una bonita área de descanso con una fuente y banquitos a la sombra. Es cerca de la una y hace mucho calor. El día no ha sido tan caluroso como ayer, pero tampoco ha estado fresco. He sudado a base de bien.
Me siento en un banco y me como un poco de chorizo, nueces y una naranja. Descanso un poco tras la alegórica recta de la muerte (¿captais el doble sentido?), y continúo. Algo falla en mi guía. Según ella, estamos en el kilómetro quince, pero el Gps dice que llevo diecisiete y pico. Y mis pies dicen que doscientos. La guía debe estar mal y me temo que la etapa va a ser de bastantes mas de los prometidos veinte kilómetros.
A partir del área de descanso se termina el llano y entramos en una zona boscosa muy bonita, pero que de nuevo tiende hacia arriba. Las pequeñas cuestas ya ni las noto....bueno, si las noto, y mucho.
Empiezo a estar cansado y me duele el tobillo que me lesione en Semana Santa. Así que despacito y sin forzar.
El Camino además no pide prisas. Vamos por una senda boscosa preciosa, muy estrecha y llena de vegetación, como la de esta mañana. Pero esta va a media ladera. La caída que se ve a la derecha hasta un río que corre unos diez metros mas abajo es muy empinada, así que hay que ir con cuidado por este sendero que además está algo embarrado y resbaladizo. Es un tramo precioso, que parece sacado de alguna película de aventuras de esas que tienen que buscar un tesoro en una selva llena de salvajes y al final lo encuentran y los protagonistas se enamoran. Y el malo muere. Y el amigo gordo del prota se cae en un charco de barro y todos se ríen. Y la chica es tonta del culo, pero está buena.....
Dejemos las divagaciones. El sendero cinematográfico termina en un pueblo llamado Casazorrina ( ¡Vaya, casi como la chica de la película!). A partir de allí es mucho mas anodino. Pasamos por debajo de una autopista y cruzamos una nacional acercándonos a Salas, que tiene que estar ya cerca, pero que no termina de aparecer. Lo hace nada mas pasar un pequeño caserío llamado Mallecín al que está casi unido.
Se entra en Salas por una calle muy larga que da acceso a la pequeña parte central, donde está el Ayuntamiento, la Iglesia, el palacio....y mi hotel, el Hotel Soto. Es mas bien un hostal, una casa de tres pisos reconvertida en hotel, que todavía guarda la estructura de una casa particular. Tiene dos bonitos balcones vidriados que dan a la plaza de la iglesia. Por veinte euros que me cuesta está de cine.
A mi me dan una habitación pequeña en el primer piso. Es pequeña pero tiene dos balcones, uno de los cuales está en la fachada principal. Una buena habitación.
He llegado a las dos pasadas, tras seis horas andando y veinticuatro kilómetros ( y no veinte, como  decía la jodida guía).
Cumplo con el ritual de estiramientos-ducha-lavado de ropa-cuidado de pies-litro de agua p'al cuerpo y me tumbo un ratillo. El hotel tiene una terracita con un tendedero, así que no tengo que montar el chiringuito de ropa mojada en la habitación. Me viene fenómeno, porque la ropa de ayer aún está húmeda y necesito que se seque por fuerza.
A las tres y media salgo a dar una vuelta. Salas es pequeño pero tiene un centro bonito. La iglesia esta al lado del hotel. Parece mas pequeña por dentro que por fuera y es mas bonita por fuera que por dentro.
Al lado está el ayuntamiento, sin nada de particular y cierra la plaza principal (irregular y grande) el palacio de Valdés Salas, un pequeño y bonito palacio del siglo XIV, que ahora es un hotel un tanto caro. El palacio se une por un arco a una torre de vigilancia almenada. El arco que une a ambas da acceso a otra plaza bastante grande. Un río cruza longitudinalmente el pueblo, que está cerrado a su salida por altos montes ( que por supuesto mañana tendré que subir).
Tomo una coca en un bar y compro Diprogenta para las rozaduras que tengo en ambas ingles. (Nota personal: bóxer, idiota, al Camino hay que traer calzoncillos bóxer, que son anchos y no rozan).
Después vuelvo al hotel a descansar hasta las seis, cuando vuelvo a salir a comer algo. Hoy toca un plato de embutido variado. Jamón, queso, chorizo y salchichón. Cinco euros.
Voy a la iglesia a ver a que hora hay misa y  me entero que es a las siete y media. Así que hago algo de tiempo paseando. Veo a unas niñas como de unos diez años que han montado un tenderete en el que venden pulseritas hechas por ellas. Me recuerdan a las que me encontré el año pasado haciendo lo mismo  en Vega de Valcarce, junto antes de subir el Cebreiro. Así que por un euro les compro una para Paloma hija, que se que le va a encantar. Me veo comiendome la pulsera.... Se la daré a mi ahijada Rocío, que es mas de la edad de llevarla.
Voy a misa y al final entro en la sacristía y le pido al cura que me selle la credencial.
Luego compro un tomate y dos naranjas para mañana. Cincuenta céntimos....Se ve que compro fenomenal, porque cuando voy con Paloma a Alcampo no sale nunca por menos de cincuenta euros....
Ceno a las nueve en el Palacio Valdés Salas. Tiene un patio porticado pequeño y muy agradable. No hace demasiado fresco a pesar de que la tarde se ha cubierto completamente y se cena muy a gusto en el patio. Tomo una. crema de nécoras típica asturiana y pitxin al horno ( o sea rape). Está todo buenísimo y sale solo un poco mas caro que las naranjas...
Y ya a la habitación a descansar y a terminar de escribir. Mientras escribo esto me llama To desde Holanda, lo que me hace mucha ilusión.
Y ya a dormir. Ha sido una buena etapa. Bonita y muy variada. El terreno difícil, pero eso ya lo sabía cuando vine. Y se va a poner peor en los próximos días.
Lo curioso es que apenas veo gente. Hoy solo me he cruzado con los del principio de la etapa y solo he visto otros peregrinos cuando he parado en Cornellana. Estaban en los bares descansando como yo.
La verdad es que en este Camino hay muy poca gente. Aquí en Salas he visto algunos, pero en el Camino, entre la diferencia de horarios de salida y lo abrupto del terreno, que hace que no veas muy adelante, no te encuentras prácticamente a nadie. A mi no me importa. Me gusta hacer el Camino solo y no me importa no ver gente.
Mañana se supone que la etapa es corta, de veinte kilómetros de los de la guía, que pueden ser veinticuatro, como hoy. Va subiendo al principio y luego parece llana. Poco a poco vamos ganando altura. Mañana terminaremos ya a casi setecientos metros de altura, listos para atacar ( o mejor, que nos ataque) la montaña de verdad.
TRIVIAL DEL CAMINO.
La pregunta de ayer, cuya respuesta era Puente la Reina, lugar donde se juntan los cuatro caminos que vienen de Francia, la han respondido correctamente Cristina ( con la ayuda de Paloma que estuvo allí hace poco) y mi tía Carmina, que me ha llamado para darme la respuesta correcta a las dos preguntas, cosa que de verdad me ha hecho muchísima ilusión.
Hoy, para mejorar la cosa voy a poner dos preguntas, una del Camino de nivel avanzado y otra Asturiana con un regusto aparentemente erótico festivo.
La del Camino es esta. La introducción os va a gustar mucho a las chicas....
- Isabel la Católica era, por ser Reina, poderosa y por ser mujer, caprichosa. Mala combinación. ( que se lo digan a su marido Fernando, que empezó de rey de Aragón y acabó de marido de la Reina...).
Usando ambas características quiso usar a su favor dos valiosas reliquias del Camino, situadas en lugares distintos del mismo. En uno de los casos tuvo éxito y eso tuvo consecuencias dinásticas. En el otro caso fracasó y dejó un valioso regalo en el lugar.
¿Cuales son estos dos lugares del Camino?.
- La pregunta Asturiana es mas sencilla:
¿Como se traduce al Castellano el nombre del queso AFUEGA'L PITU?.
Saliendo de Grado

A la salida de Grado

Subiendo al alto del fresnu
Iglesia de Santa Eulalia, La Doriga

Bajando desde el Alto del Fresnu

Horreo asturiano

San Salvador de Cornellana
Claustro de San Salvador
Sendero
Sobrearriba
Sendero
Salas
Iglesiade Salas
En la torre del palacio
Patio del Palacio
Palacio de Valdes Salas

5 comentarios:

  1. Antonio nos estas habiendo pensar mucho!! Pero como vamos viajando con Maricruz y Paloma estamos entrretenidos.
    La traducción de lo del queso es fuego en la garganta aunque PITU también sugnifica pollo para los asturianos, y por cierto el queso es buenísimo!!!!

    Y lo de los pueblos Maricruz dice q es O Cebreiro uno y el otro Paloma no nos quiere ayudar en nada!!! Esperamos ansiosamente las respuestas'!!!
    Besos de todos

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  2. Hoy me he retrasado al escribir mi comentario y se ha adelantado Cristina para el Trivial. Y navegando (hoy la pregunta era más difícil) creo que la reliquia de Isabel es el Lignum Crucis que reciben en Compostela como regalo y que termina en la Capilla Real de Granada. A ver si acierto.

    P.D.: Hoy hemos pasado de la sed de Lawrence de Arabia a los momentos necrófilos del Peregrino y a las alucinaciones peliculeras con actriz buenorra incluida. Me sigo preguntando sobre la dieta de este Camino. Esperemos que el rape y la crema de nécoras le sentasen bien.

    Y seguimos con la ingle. Creo que lo próximo es una foto para que Mari evalúe la situación. Sufrimos todos un escozor con el Peregrino...

    Snor de la Por

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  3. Incorrecto, Juan.
    Cristina ha acertado dos de las tres. Solo queda uno de los lugares de Isabel la Católica.
    Está en Burgos y la acción tiene que ver con abejas.
    Por cierto, la dieta bien y la foto de las rozaduras no va ha hacer falta, aunque se que os gustaría.

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  4. En efecto, las pistas ayudan y se trata del milagro que obró San Juan de Ortega en su monasterio, cuando la curiosa y preñada Isabel la Católica exigió que se abriese el sepulcro del santo, saliendo un enjambre de abejas blancas antes de comprobarse que el cuerpo estaba incorrupto. Las abejas al parecer se volvieron con el santo. Y no se sabe si las susodichas se cebaron con la reina por cotilla.

    Debería llevar el Peregrino a su hija Palomita a San Juan de Ortega cuando esté encinta para que el parto sea venturoso. Seguro que a Palomita le parece una excelente idea peregrinar allí cuando esté en estado.

    Esto del Trivial está poniéndose interesante, con preguntas de índole sagrado (reliquias) y profano (quesos). ¡Lo que se aprende viajando!

    Quedo a la espera de la crónica de hoy. Un abrazo para el Peregrino.

    Porrín el asturianín.

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  5. Correctísimo, Juan, pero para llevar a Palomita aún hay tiempo. Además, que la lleve su marido, no vayan a picarme a mi las abejas.

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