viernes, 29 de marzo de 2013

Dia 7 Santo Domingo de la Calzada-Belorado

Cronicas de un peregrino.
Dia 7 29 de Marzo.
Santo Domingo de la Calzada - Belorado 23 kms

Hoy hemos llegado completamente calados. Nos ha llovido todo lo que ha querido en la última hora, con lo que ahora se agradece mucho mas estar tumbado tranquilamente en el hotel, recien duchados y calentitos, sin nada que hacer en toda la tarde.
El día ha sido bueno aunque con cielo muy cubierto, mucho viento que molesta al caminar y algo de frio hasta los cinco últimos kilómetros, ya cerca de destino, que es cuando se ha puesto a llover con ganas.
El parte médico es que Paloma tiene una uña del pie que parece infectada y yo tengo la pierna izquierda completamente hinchada y con un bulto sospechoso. Ninguna de las dos cosas nos ha impedido andar, así que no hay problema.
La etapa ha sido muy amena, porque pasa por cinco pueblos, así que cada pocos kilómetros tienes una meta parcial, y eso hace mas corto el tiempo. Además en casi todos ellos había algo que ver. Es la etapa de las pilas bautismales. En cuatro de los pueblos hay pilas medievales que son una maravilla. Así que hemos disfrutado bastante.
Nos hemos levantado a las siete y a las ocho y cuarto estabamos.ya en ruta. Hemos salido de Santo Domingo bordeando la muralla, que la verdad está en bastante mal estado y no es muy atractiva. Enseguida hemos enfilado el puente que sustituye al que construyó Santo Domingo y hemos cogido dirección a Grañon por el arcén de la carretera. El Camino sigue por un desvio por la derecha por el que vemos grupos de peregrinos, pero tras un rodeo vuelve para cruzar la carretera, así que nosotros acortamos y seguimos todo el rato por la cerretera hasta llegar al lugar del cruce.
Desde allí un largo sendero de tierra que va ascendiendo continuamente pegado a la carretera conduce a Grañon. No hemos encontrado ni un solo bar abierto en la salida de Santo Domingo, así que vamos sin desayunar. La senda es bonita, todo el campo está verde y si te vuelves, vas viendo Santo Domingo, que se aleja poco a poco.
Desde que pase yo por aquí han acortado un poco el Camino, que antes daba un enorme rodeo ante de llagar a Grañón. Ahora va bastante mas recto y en algo mas de hora y media recorremos los siete kilómetros hasta allí. Con ganas ya de desayunar entramos en un bar que está muy bien. Tienen una bollería excelente y unos bocadillitos que tienen muy buena pinta. Paloma toma un bollo y yo un bocadillo de jamón. Muy rico todo.
En el bar hay un cartel curioso que contiene los diez mandamientos del peregrino, que son los siguientes:

"1-Seguirás las flechas sobre todas las cosas.
2-No recorrerás kilómetros en vano.
3-No descansarás las fiestas.
4-Llamarás a tu padre y a ru madre.
5-No pararás.
6-No llevarás calcetines impuros.
7-No te quejarás.
8-No dirás falsas distancias al hablar.
9-No tendrás pensamientos ni deseos de irte.
10- No codiciarás las ampollas ajenas.
Estos diez mandamientos se encierran en dos:
Andarás sobre todas las cosas y cuidarás la mochila del prójimo como la tuya misma. "

Gracioso. Al salir del bar vamos a la iglesia del pueblo, que tiene una de las pilas bautismales de las que he hablado antes. La.iglesia en su conjunto es muy bonita, sobre todo una escalera de piedra que sube hasta el coro y que es una preciosidad.
Antes de salir del pueblo paramos en una panadería de esas que solo el olor que sale de ellas te invita a entrar.
Dentro hay no solo pan, sino toda clase de bollos buenísimos. Ahora entiendo el secreto de la bollería tan buena que tenían en el bar. La compran aquí seguro.
Aprovisionados con pan y media docena de pequeñas palmeras de chocolate hacemos los cuatro cómodos kilómetros hasta el siguiente pueblo, Redecilla del Camino. A mitad de la ruta entre los dos pueblos se encuentra la frontera entre La Rioja y Burgos, que está marcada con un enorme panel donde aparece todo el tramo del Camino en tierras castellanas. Allí me espera Paloma, que se había adelantado y juntos bajamos hasta Redecilla, primer pueblo castellano del Camino.
Es, como casi todos los pueblos del Camino una larga calle que bordea la ruta. En su iglesia tiene una preciosa pila bautismal, que se considera una de las joyas del Camino. Representa una ciudad amurallada, la Jerusalén Celestial del Apocalipsis. Pero para nuestra desgracia la iglesia está cerrada y no podemos verla. La verdad es que estamos teniendo suerte y estamos encontrando casi todas las iglesias abiertas,lo que no es muy normal. Esta es la excepción.
Nos di en que no la abren hasta las doce, así que decidimos seguir. El siguiente pueblo, Castildelgado, está a solo dos kilómetros, así que llegamos en un abrir y cerrar de ojos.
Es un pueblo similar al anterior, algo mas pequeño y en su iglesia tiene otra pila bautismal medieval bonita. Esta tiene motivos florales y cabezas esculpidas. La iglesia, como todas las de la zona tiene un retablo de altar muy trabajado y completamente dorado. Estos retablos tan historiados destacan mucho en estas iglesias pequeñas de los pueblos por los que vamos pasando.
Otros dos kilómetros nos separan del siguiente pueblo, Viloria de Rioja. Lo del nombre no se entiende, porque está en Burgos y no en la Rioja. Supongo que son ganas de tocar los huevos de los del pueblo.
Este es un pueblo muy pequeño pero muy importante, ya que aquí nació Santo Domingo de la Calzada y, como no su pila bautismal, mucho mas sencilla que las anteriores que hemos visto, se guarda en su iglesia, qe visitamos.
Despues paramos un rato a tomar un poco de agua y descansar en un parquecillo que hay pegado a la iglesia y nos hacemos una foto que Paloma lleva intentando hacerse desde el principio y que es digna de una tienda de fotos gallega : los dos de espaldas de manera que se nos vean las mochilas, sentados en un banco y girando la cabeza para mirarnos amorosamente. Para potar, vamos. Hemos intentado hacerla en la iglesia, pero he colocado la cámara en un banco de tan mala manera que se ha caido antes de hacer la foto.
Seguimos despues cuatro kilómetros más hasta Villamayor del Rio, el último pueblo antes de nuestro destino. El cielo está cada vez mas cubierto de negras nubes cargadas de agua que, de momento no descargan. El Camino es sencillo y recto va pegado a una carretera y sigue sus suaves subidas y bajadas.
A la entrada de Villamayor nos desviamos a un bar-restaurante en el que compramos dos refrescos y nos sentamos fuera a comer las provisiones que nos quedan de otros días: chorizo de pamplona, queso y mortadela, todo ello con el riquísimo pan de Grañón. De postre palmeritas de chocolate.
Retomamos el Camino para hacer los últimos seis kilómetros hasta Belorado y casi inmediatamente se pone a llover. Y esta vez es lluvia de verdad, además acompañada de un fuerte viento que la hace mas desagradable. Cubremochilas, chubasqueros, capas... todos los que vamos por el Camino nos cubrimos como podemos. Incluso una saca un paraguas, que se le da la vuelta casi de inmediato por el viento. No queda mas que apretar los dientes y seguir para adelante. En breves minutos estoy completamente calado. Solo me he puesto el chubasquero y los pantalones acaban completamente mojados. Paloma es mas previsora y se pone la capa, con lo que apenas se moja. Yo es que le tengo manía a la capa. Me cuesta mucho ponermela y además es como una sauna portatil. Pero si había un dia para capa, ese era hoy.
Los kilómetros bajo la lluvia se hacen molestísimos, pero mal que bien los hacemos y llegamos a la entrada de Belorado, donde tenemos que cruzar la nacional en una peligrosa curva. Un kilómetro mas por las calles del puebloy llegamos a nuestro hotel, el hotel Jacobeo. Justo cuando llegamos está dejando de llover, peroya nos da igual.
Nos metemos en nuestra habitación y ponemos la ropa a secar antes de ducharnos y tumbarnos a descansar, como todos los días.
Estamos em la habitación hasta las cinco, hora a la que salimos con la intención de ver un poco el pueblo. Pero está lloviendo con ganas otra vez, así que nos quedamos en el bar del hotel a tomar algo.
Grave error. Un tipo llamado Carlos se nos acerca y comienza una conversación sobre el Camino, que al principio parece inofensiva. Yo le sigo al principio la corriente, pero la cosa deriva hacia un monólogo sobre la existencia de Dios, del universo y de cualquier cosa. No se como callarle y Paloma se parte de risa, al igual que todos los demas que están en el bar. Finalmente expone toda su teoría sobre la creación que es algo así como que el hombre se creo a si mismo (y por tanto es Dios). Esto pasó en otro planeta, pero luego vinieron aquí en naves espaciales. Yo ya ni le contesto, a ver si se da por vencido, y al final se da cuenta y nos deja en paz. ¡Menudo chalado me ha tocado! .
Con todo esto ya es casi hora de ir a los Oficios, que empiezan a las seis. Sigue lloviendo, pero vamos de todos modos y Paloma entra, pero yo prefiero quedarme en un bar escribiendo. En el bar hay un campeonato de mus, y es muy divertido oir las discusiones entre todos los parroquianos.
Los Oficios duran una hora larga. Espero a Paloma a la salida y vamos a un bareto a hacer tiempo hasta que empiece la procesión a las ocho. Queremos verla salir y luego ir a cenar. Ahora no llueve, pero hace frio y viento y no se está a gusto en la calle.
Nos acercamos hasta la iglesia desde donde sale la procesión y se nos acerca uno que nos dice que están buscando voluntarios para empujar los pasos. No nos decidimos a ello y luego me arrepiento. A Paloma no le apetecía, pero yo, en cuanto lo he pensado en frío me he dado cuenta de que me hubiese hecho ilusión participar. Pero mi primer impulso ha sido decir no, y ya no hay vuelta atras, porque ya han encontrado los voluntarios que necesitaban.
Así que vemos los pasos en la iglesia mientras se están preparando para salir y nos vamos a cenar a un restaurante en la Plaza Mayor. Tiene un menu bastante vulgar y sencillito. Paloma toma ensalada y huevos fritos y yo huevo a la cubana y filetes de lomo. En el restaurante están también los ingleses que vimos en el restaurante de Nájera. El sigue teniendo la cara igual de roja que entonces, a pesar de que no hemos visto el sol desde entonces.
Cuando salimos la procesión está pasando lo mas deprisa posible por la Plaza Mayor, porque vuelve a llover con fuerza y se les van a mojar las imágenes. Podían hacer como en un sitio que he visto hoy por la tele, que como llovia le han puesto al Cristo un chubasquero y han seguido con la procesión.
Nosotros cruzamos deprisa la procesión y nos vamos al hotel a recogernos.
Mañana toca la última etapa de esta peregrinación en pareja. Paloma sigue con su uña dolorida y yo tengo el tobillo y la pierna derecha completamente hinchados. Puede ser un derrame o una rotura de fibras. La verdad no me duele demasiado, pero veremos mañana.
La etapa es de recorrido variable, ya que en principio queremos llegar a San Juan de Ortega, a veinticuatro kilómetros, pero si nos apetece podemos seguir cuatro kilómetros mas hasta Ages o seis hasta Atapuerca antes de coger un taxi que nos lleve a Burgos, ya que en ninguno de los tres pueblos hay autobus.
El autobus para Madrid sale de Burgos a las seis, así que tiempo tenemos de sobra.
Ya veremos lo que hacemos, ya que la etapa incluye pasar los Montes de Oca, que son durillos, y no se como responderá mi pierna.

2 comentarios:

  1. Acabo de leer la cronica y me dejais preocupada con vuestras dolencias. Ya estareis acostados, pero si no es asi, tomaros ambos un antiiflamatorio y Paloma que mañana se acolche bien la uña para que la moleste lo menos posible. Mañana, antes de empezar, otro antiiflamatori con protector gastrico.
    Animo!

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  2. Antes de acostarse hay que seguir las recomendaciones de la Mari para el día siguiente. La pena es que el consultorio ha llegado un poco tarde hasta que ha sabido conectarse con los peregrinos.

    Por lo demás, no sé que es peor, si la lluvia, el viento o un zumbao en un bar, pero como siempre, la viva crónica de Antonio nos tiene en ascuas, porque parece como una película del oeste y no sabes cómo terminará esa escena. Agradecemos mucho los detalles que nos hacen vivir vuestra experiencia.

    Esperamos que la foto del besito haya salido por más que digas que potas y que se te cayó la cámara. Por otro lado, los peregrinos saben que si se lo piden los nativos, deben empujar pasos de Semana Santa, con lo que no sé si os podrán sellar el paso por Belorado.

    Aunque ya estaréis en camino a esta hora (8 de la mañana) esperamos Churri y Porre que podáis aguantar la última etapa. ¡Ánimo y bravo por la gesta!

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