miércoles, 18 de junio de 2014

Dia 0- Empezar por el principio

Pues una vez mas La De La Mochila Azul y el Caracol Peregrino estamos saliendo de Madrid en tren para acercarnos al Camino.
Y este año va a ser la segunda peregrinación, tras la que hicimos en Semana Santa desde San Juan de Ortega a León.
Pero para mi esta es especial.
Es muy corta,es cierto, ya que solo vamos a estar cuatro días en el Camino aprovechando el puente del Corpus. En cuatro días apenas les da a las piernas tiempo para calentarse en los algo más de cien kilómetros que vamos a hacer.
Pero para mi sigue siendo muy especial.
Y es que con  las etapas que vamos a hacer  completo en su totalidad el recorrido del Camino Francés por España. Este tramo es la tercera vez que intento hacerlo. La primera fue hace tres años, cuando tuve que  cambiar de fechas y acortar el Camino que tenía previsto por incompatibilidad de fechas en el trabajo. La segunda fue el año pasado en Semana Santa,cuando teniéndolo ya todo preparado con Paloma, tuvimos que cambiar el recorrido a última hora porque el tiempo era deplorable. Y este tramo es mejor hacerlo con buen tiempo.
Y esta vez,la tercera,parece que es la buena. Por lo menos ya estamos en el tren,hemos salido de Madrid y el tiempo parece que va a ser bueno. Salvo extraña circunstancia en tres horas estaremos en Pamplona. Hoy dormiremos allí y mañana a primera hora cruzaremos la frontera ( en taxi, no a pie todavía) para ir hasta Ostabat, ya unos veinte kilómetros en el interior de Francia.
Y allí Dios mediante comenzaremos a caminar. El taxista se irá  y nosotros comenzaremos a volver sobre nuestros pasos para acercarnos de nuevo a la frontera. Los galos pensarán al vernos pasar:
- ¡ Están locos estos romanos ! ( que es lo que piensa siempre un buen galo),
y nosotros haremos esa primera etapa, extra y extraña para casi todos los peregrinos, que terminará en el inicio oficioso ( ya que oficial no hay ni puede haberlo) del Camino Francés: Saint Jean Pied de Port, último pueblo francés a los pies de los pirineos.
Desde allí cruzaremos al día siguiente los Pirineos para llegar a Roncesvalles, pueblo emblemático del Camino y del Romancero medieval. Recibiremos allí si es posible la más auténtica bendición peregrina y al día siguiente bajaremos la vertiente española de los Pirineos para llegar a Akerreta, ya a solo quince kilómetros de Pamplona, donde el Domingo concluiremos esta mini- peregrinación.
Es muy, muy apetecible. Y la idea fue de Paloma.
Empezamos a prepararla en el mismo tren que desde León nos devolvía a casa tras nuestra peregrinación de Semana Santa.
Paloma dijo que quería hacer las etapas de los Pirineos y, como sus deseos son órdenes ( y a mi me apetece tanto o mas que a ella) , pues dicho y hecho.
Como las etapas las tengo ya estudiadas al dedillo, fue fácil buscar transporte y alojamiento.
La único decisión a tomar era el lugar desde donde empezar. La salida normal es Saint Jean, pero eso nos dejaba un día libre. Por otra parte, empezar el primer día subiendo los pirineos parece duro, así que lo ideal era aprovechar ese día para hacer piernas y empezar desde algo mas lejos.
Lo ideal hubiese sido empezar desde Saint Palais, ya que a la salida de este pueblo, en la Estela de Gibraltar, es donde se juntan los tres Caminos franceses que entran en España por Roncesvalles. Pero eso sería una etapa de unos treinta kilómetros, asequible, pero demasiado larga para el primer día. Así que la idea es empezar desde Ostabat, a veinte kilómetros de Saint Jean Pied de Port, con lo que haremos una primera etapa cortita y asequible.
El tiempo se prevee bueno, pero a pesar de ello hay que llevar equipacion completa. Esta zona de los pirineos es famosa por sus bruscos cambios de tiempo, sus tormentas repentinas y sus veloces nieblas. Es zona de alta montaña, por lo que toda precaución es poca. Así que llevamos forro polar y ropa de lluvia. Con ello mi mochila pesa diez kilos y medio y la de Paloma siete. Pesos aceptables.
Me apetece muchísimo este tramo. Debe ser uno de los mas bonitos del Camino,y desde luego es uno de los que mas historia y leyenda concentra. La gran epopeya francesa, la Chanson de Roland, que glorifica una soberana paliza que les dieron los navarros a los gabachos, sucede en estos montes. Y cuando los franceses decidieron volver a tocarnos las narices, Napoleón hizo pasar justo por aquí a su ejército. Por eso la vía principal para llegar de Saint Jean a Roncesvalles se llama Ruta Napoleón.  Es la ruta que se utiliza si hace buen tiempo. En caso de inclemencias meteorológicas el Camino entra en España por Valcarlos antes de subir directo a Roncesvalles.
En fin, voy a dejar de relamerme anticipando lo que nos espera. Ya lo contaré en su momento y ya cruzaré cada puente cuando llegue a él.
Cuando escribo esto estamos ya cerca de Zaragoza. Paloma está dormida a mi lado. Adoro los viajes en tren. Te permiten hacer de todo y son rápidos y cómodos. Vas viendo el paisaje, tienen cafetería y no te hacen desnudarte antes de entrar como en el avión. Una gozada. Y eso lo digo mientras escribo en mi butaca viendo una película (bastante mala, por cierto) y tomandome una Coca Cola ( la bebida del peregrino!!!) y unas aceitunas. Así que sé de lo que hablo.
Llegamos a Pamplona sin mas incidencias que la desesperación de un señor que va justo delante nuestro y que se ha saltado su parada. Tenía que bajar en Tudela y se ha despistado, con lo que ya ha tenido que seguir  hasta Pamplona.
A las seis y media ya estamos en el hotel Maisonnave, un clásico en el casco viejo de Pamplona a dos pasos de la Plaza del Castillo.
El hotel está recientemente renovado y es cómodo y funcional. Muy bien.
Dejamos las cosas en la habitación y salimos a dar un paseo. El casco viejo está abarrotado. La tarde es deliciosa para pasear y eso se nota. Hay mucho extranjero. Ya estamos a apenas veinte días de los sanfermines y ya los americanos empiezan a llegar tras los pasos de Hemingway, que aquí esta presente por todos sitios y que incluso tiene un paseo al lado de la plaza de toros.
Vemos el bonito monumento a los encierros, que representa en metal y a tamaño natural una escena de toros y mozos revueltos en pleno encierro.
Luego bajamos hasta lalaza de roros,. Ya están comenzando a poner las vallas que cierran el recorrido del encierro. Bajqmos por estafeta, repleta de gente, de bares y de ambiente.
Entramos en la preciosa iglesia de San Saturnino o San Cernín, que tiene dos estilos y parece que son dos iglesias unidas una a la otra.
También vemos la iglesia de Santo Domingo, a la que se llega tras bajar una escaleras que están detrás de su pórtico y que no tiene nada de especial.
Así llegamos hasta los corrales de los encierros y la hornacina de San Fermín, donde los mozos piden cantando su protección al Santo antes de los encierros:
"A San Fermín pedimos
Por ser nuestro patrón
Nos guíe en este encierro
Dándonos su bendición."
Nosotros también se la pedimos para estos cuatro días y luego volvemos a la calle Estafeta para cenar algo. Paramos antes a comprar provisiones para mañana: embutidos, algo de fruta y agua para hacer el Camino.
Tomamos pinchos en un par de sitios. En el segundo se nos ocurre pedir una tortilla de bacalao y nos ponen una tortilla gigantesca, de un mínimo de seis huevos. Está muy buena y nos la conseguimos terminar entera, pero obviamente aquí se acaba la cena.
Rebosando bacalao por las orejas volvemos al hotel y ya nos quedamos viendo el Chile - España antes de dormirnos para empezar mañana con fuerzas.
Una tarde en Pamplona muy agradable que debe ser el preludio de cuatro días maravillosos.
Mañana veremos.

1 comentario:

  1. Buen camino!! No sabía que empezaban ayer y han hecho bien porque así se evitaron la amargura de ver la derrota en grupo!! Besos y desde aquí seguiré las crónicas

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