jueves, 2 de abril de 2015

Dia 6 - Villafranca del Bierzo- O Cebreiro. 33 kilómetros muy disfrutados.

Preciosa etapa. Preciosa y muy calurosa. Parecía verano. En la subida final a O Cebreiro, que hemos hecho entre las dos y las cuatro caía una solanera que derretía las piedras.
Pero aquí estamos. Ya en Galicia y a solo ciento cincuenta kilómetros de Santiago, a donde por desgracia no podremos llegar este año. Solo nos quedan ya dos días de peregrinación antes de volver a Madrid. Una pena. Ahora ya los pies van solos y una etapa larga y dura como la de hoy apenas se nota.
Y es que esta es una etapa de configuración extraña. Se sale de Villafranca y se hacen veinticinco kilómetros subiendo apenas doscientos metros, para luego, justo al final de la etapa, cuando uno ya está más cansado y hace más calor,  subir cuatrocientos más en apenas ocho kilómetros.
Pero es una etapa preciosa que espero describir como se merece.
Nos hemos levantado como siempre a las siete y nos hemos preparado sin prisas, ya que el desayuno en el hotel no podíamos tomarlo hasta las ocho. Un desayuno sencillo con tostadas y zumo de naranja y a las ocho y media estámos saliendo del hotel.
Hace mucho frío a esas horas, así que llevamos toda la ropa de abrigo puesta. A lo largo del día tendremos que ir quitándonos capas, como las cebollas, pues el termómetro va a ir subiendo mucho. Ahora, por la noche, de nuevo tenemos toda la ropa puesta, pues hace  un frío de aupa.
Para salir de Villafranca tenemos que bajar toda la falda de la montaña donde se asienta el pueblo. Son calles muy bonitas y casi desiertas. Estrechas, de casas de piedra antiguas... Muy agradable el paseo.
Al final del pueblo giramos junto a un hotel con muy buena pinta y atravesamos un puente para comenzar de verdad la etapa.
Antes del puente hay una bonita estatua de homenaje al peregrino, que abundan mucho en el Camino.No es extraño, pues aparte de los muchos beneficios espirituales que proporcionamos los peregrinos a las localidades por donde pasamos; no son tampoco de desdeñar los euros que en mayor o menor abundancia nos dejamos.
Cruzamos, pues, el puente y llegamos a un punto donde hay que elegir que ruta queremos seguir hoy. Hay tres alternativas. La tradicional es a la vez la más fácil y corta y va por el estrecho valle del río Valcarce hasta comenzar la subida a O Cebreiro. Las otras dos van por lo alto de los montes que rodean el valle , una  por los montes de la derecha y la otra por los de la izquierda. Las tres acaban a los pies de O Cebreiro, con lo que la subida final es la misma para todos.
Nosotros optamos por la ruta tradicional y fácil, ya que las otras dos lo único que ofrecen son mejores vistas a cambio de estar subiendo y bajando todo el día del monte como cabras, y vistas ya vamos a tener suficientes andando  por el bonito valle y luego en la subida final.
Siguiendo un poco nos encontramos con dos chicas extranjeras de la edad de Palomita que están consultando su guía. Les preguntamos si necesitan ayuda y nos dicen que quieren coger la ruta Dragónte, pero que no saben como. La ruta Dragónte es la que va por los montes de la izquierda y es la mas difícil, dura y peor señalizada. Si se enteran sus madres, que estarán tan tranquilas en Ohio, en Dusseldorf o en Melbourne, de lo que quieren hacer sus niñitas, les da un pasmo que se quedan en el sitio.
Les indico como coger la ruta ( no se si avisar ya a protección civil para que empiezen a buscarlas o esperar a mas tarde) y seguimos.
Vamos dejando atrás Villafranca por una carretera pegada al Río Valcarce, que ya no nos dejará hasta que empezemos a subir al final de la etapa.
En cuanto nos alejamos un poco se tienen una costas preciosas de Villafranca, que se ve descolgándose de la montaña con sus tres grandes iglesias y su castillo destacando sobre todo lo demás.
Avanzamos como unos dos kilómetros antes de llegar al lugar donde el Valle del Valcarce se estrecha y deja apenas sitio para el río y la antigua carretera  de la Coruña. También pasa por aquí la actual A-6, pero como no cabe en el estrecho valle la han hecho pasar por unos impresionantes viaductos que vamos también a tener por compañía casi toda la jornada.
Este era uno de los tramos más peligrosos del Camino hace años, ya que la senda avanza todo el rato, por falta de mas sitio, por el arcén de la nacional.
Por ello, las autoridades pertinentes tuvieron (por una vez) el acierto de construír un magnífico andadero pegado a la carretera, pero separado de esta por un muro de hormigón  apenas un metro de alto. Esto da seguridad a los peregrinos. Como además la nacional apenas está transitada, pues la mayoría de los vehículos van por la autovía, el tramo antes peligroso se ha convertido ahora en un agradable y seguro paseo.
El paisaje es precioso. Vamos por el andadero pegados siempre al río, que no mes ancho pero lleva mucha corriente. Toda la ribera está cubierta de frondosos árboles que nos dan sombra y en los que se oye cantar a los pájaros. Al otro lado de la carretera , que llevamos a la derecha, la ladera del monte se eleva abruptamente, toda ella cubierta de vegetación.
No hay casi gente, así que vamos paseando cómodamente por el andadero, que es suficientemente ancho como para que tres personas  o incluso cuatro caminen por él sin problemas.
En cinco cómodos kilómetros llegamos al primer pueblo, Pereje. Está situado en un lateral de la nacional y no sería estrictamente necesario entrasr, pero  para obligarnos a entrar en él el andadero se interrumpe en su entrada y el Camino te obliga a cruzar la nacional para entrar en Pereje por una pequeña senda. No importa demasiado, el desvío es inapreciable y el pueblo es pequeño y bonito. Tiene un albergue y una Casa Rural, y. En esta última nos llama la atención que hay colocadas cuatro enormes banderas de España. Parece un bonito gesto, pero en cuanto se fuimos un poco nos damos cuenta que la intención real es jorobar al vecino de al lado, que en su casa ha puesto una enorme bandera del Barca.
Nos reímos un rato de la sana rivalidad de ambos vecinos y continuamos saliendo del pueblo y volviendo a cruzar la nacional para retomar el andadero.
Toca ahora un trecho de cuatro kilómetros, similar en todo al anterior, que nos lleva hasta Trabadelo, el siguiente pueblo. La caminata y el paisaje son idénticos y la regularidad solo se interrumpe cuando de vez en cuando pasamos bajo la autovía, que discurre zigzagueando muy por encima de nuestras cabezas, sostenida por unos enormes pilares de hormigón. Es muy curioso  el ruido que hacen los coches y los camiones al pasar sobre nuestras cabezas. Parecen disparos o truenos cada vez que pasan de una junta de dilatación a otra.
A Trabadelo se entra repitiendo la misma operación que en Pereje: fin del andadero, cruce de la nacional y un sendero nos lleva la entrada del pueblo. Este es un sendero precioso, bordeado de enormes árboles que son en realidad la riqueza del pueblo. Todo el lateral de os senda está lleno de montones de maderos y troncos cortados, y la entrada a la población la jalonan enormes pilas de tablas de madera ya listas para ser transportadas.
A la entrada de Trabadelo vemos un camión que está parado al borde de la sendas, con el motor encendido y su conductor dentro durmiendo. Es un camión muy fácil de reconocer, pues pone "transporte refrigerado de conejos" y está todo pintado con estos animales.
Trabadelo es un pueblo grande y alargado que tarda en atravesarse. Toen algunas casas bonitas pero nada más. Cuando lo estamos atravesando nkos adelanta el camión de los conejos, que para un poco más adelant, mientras las Marias del pueblo mes aremolinan a su alrededor. El tío abre un lateral, y vemos que es un camión supermercado que leva de todo para abastecer a este pueblo. Tiene productos frescos, conservas, congelados... De todo.
Es un buen sistema de distrribución para poblaciones pequeñas.
Pasado Trabadelo continuamos algo más de un kilómetro por una carreterilla local antes de volver a cruzar la nacional y retomar por última vez el andadero que en otros tres kilómetros se termina ya definitivamente a la entrada del pueblo de LA Portela de Valcarce. En ese último tramo de andadero vemos a una coreana andando penosamente. Cuando nos acercamos descubrimos que es que lleva las zapatillas completamente rotas y despegadas. Lo que es raro no es que ande penosamente, sino que ande..
Terminado el andadero se sobrepasa una enorme área de servicio de la autopista y se entra en La Portela de Valcarce. Justo a la entrada hay un nuevo y bonito monumento al peregrino y enfrente un bar en el que hacemos la primera parada de refresco y descanso del día. Son ya unos catorce kilómetros los que llevamos recorridos y el calor empoieiza a obligar a ir quitándose capas de ropa.
La Portela es un pueblo grandecito que se tarda en atravesar. Como los anteriores no tiene nada de particular, salvo que cuando  estamos atravesando nkos pasa de nuevo, pitando, el camión de los conejos. Debe hacer unos cuantos pueblos en ryta por aquí..
A la salida del pueblo caminamos un corto tramo por el arcén de la lateral antes de tomar una carreterilla lateral pegada al río que en muy poco tiempo nos lleva hasta Ambasmestas, nuestro siguiente destino. Vamos todo el rato pegados al río y el calor está empoezandoma ser tan molesto que vemos un rebaño de vacas bañándose en medio de la corriente. Yo puede que sea muy de ciudad, pero de verdad que es la primera vez que veo una vaca bañarse en un río.
Ambasmestas es un pueblo pequeño y bonito, que atravesamos rápidamente para continuar por la misma carretera y llegar al pueblo más grande del valle: Vega de Valcarce. Este si es un pueblo masa grande e importante. Tiene toda clase de servicios... o eso parece, porque de nuevo nos vuelve a pasar pitando el del camión supermercado  los conejos. Parece que nos persigue.
Nosotros paramos a comprar pan ( en una panadería, no en el camión de los conejos) y seguimos. Atravesamos el largo pueblo pegados al río mientras a nuestra izquierda vemos un derruido castillo de imponente aspecto en lo alto de un monte cercano al pueblo. Parece un castillo inaccesible y me pregunto cual será su historia.
El rosario de pueblos continúa. Tras Vega de Valcarce, llegamos en un par de kilómetros a Ruitelán (sí, llegamos a la vez que el camión de los conejos....esto es una maldición o es la CIA que nos persigue).
El valle se está acabando. Las montañas que tenemos enfrente son cada vez más altas y están más cercanas; pero aún tenemos dos pueblos más por los que pasar antes de empezar a ascender. Pasamos primero Las Herrerías, un pueblo de casas sueltas esparcido a lo largo de casi dos kilómetros del han muy estrecho valle y que empalma sin solución de continuidad con Hospital. Ambos pueblos ocupan ya tan solo un lado del río, ya que el valle es ahora tan estrecho que en el otrro lado no hay sitio. Lo que si cabe es la carretera por la que vamos... y por la que en Hospital vuelve a pasarnos pitando el  omnipresente camión de los conejos...
Y aquí se acaba el valle y comienza la subida final a O Cebreiro, el monte que une León con Galicia y en cuya cima vamos a dormir esta noche.
La subida al Cebreiro es la segunda más temida del Camino, después de la de Saint Jean a Roncesvalles. Son casi ocho kilómetros con dos pueblitos intermedios que marcan los tres tramos de la ascensión.
Nosotros atacamos ahora el primero,que en menos de tres kilómetros lleva de Hospital a La Faba ascendiendo unos doscientos metros de altura.
Comienza por una rampa durísima por carretera que sube durante más de un kilómetro a pico por la ladera del monte. Paloma pone su reductora para las subidas y desaparece rápidamente con esa facilidad que tiene para subir. Yo lo hago poco a poco hasta llegar a un punto donde el Camino abandona la carretera y se interna por un sendero que comienza a bajar. Mala señal. Estamos perdiendo una altura que ya habíamos ganado y que habrá que volver a recuperar. Pero por lo menos se avanza cómodo por un sendero entre frondosos árboles que va acercándose  a un riachuelo. Justo donde el sendero cruza este comienza la subida en serio. Allí está parada comiendo y preparándose una familia peregrina con dos niños de alrededor de diez años.
Les saludo y ataco las fortísimas cuestas que nos comienzan a subir hacia La Faba. Es un sendero estrecho , llenos de piedras y encajonado entre árboles y piedra húmedas y cubiertas de musgo. A pesar de lo que se suda para subirlo es realmente precioso, como de cuento de hadas. Paloma no está a la vista y yo para a menudo oficialmente para ver el paisaje, y oficiosamente para recobrar el aliento. El calor se une a la dureza del recorrido para hacer de la subida una pesadilla. Hace un calor axfisiante, casi de verano, y voy sudando por todos los poros del cuerpo.
La subida sigue y sigue en las mismas condiciones hasta que tras una curva aparecer un tramo asfaltado que marca por fin la entrada en La Faba. Es un pueblo muy pequeño de casa colgadas en la ladera,  que sigue ascendiendo la montaña y que tiene un bar en el que me espera Paloma. Hemos quedado aquí para comer y descansar tras este tramo, que es el más dsuromde la ascensión con diferencia.
Cuando llegó me cuenta que hace un momento se acaba de marchar un viejo conocido. ¡Si!. ¡Hasta aquí ha llegado el Camión-Supermercado de los conejos!. Paloma no ha podido resistir más y le ha dichomal conductor que si lo llega a saber mes sube con él en enTrabadelo. Él le ha contado que hace esta ruta todos los días y que tiene horas fijas de parada en cada lugar, por lo que va a ritmo de peregrino. No parece un trabajo muy ameno, no.
Comemos y descansamos antes de atacar el segundo tramo de la ascensión, que lleva de La Faba a Laguna de Castilla, un pueblo que no tiene laguna y que está en Castilla de milagro, pues a menos de un kilómetro de su salida llegaremos a Galicia.
El tramo es algo menos exigente que el anterior. Tiene dos kilómetros y medio y solo ciento cincuenta metros de desnivel ( o esa, como subir Torre Picasso en Madrid pero sin ascensor). El tipo de subida es completamente distinto. El bosque se ha terminado en la Faba y ahora el terreno es completamente despejado. El sendero de arena es exigente y alterna tramos muy duros con otros mas planos que alivian el esfuerzo. Lo mejor son los paisajes. Estamos ya muy altos sobre el valle y las vistas de este y de loa abundantes bosques son magníficas. Es una pasada de panorama que compensa el esfuerzo.Las montañas de esta zona son viejas, altas pero suaves y reedondeadas y con sucesivas hileras de montes muy pegados unos a otros.
Cuando estamos ya casi llegando a Laguna de Castilla nos cruzamos con un rebaño de unas quince vacas que un pastor esta bajando a pastar. El pastor va partido de la risa. No se cual es la gracia hasta que me junto con Paloma, que me dice que cuando se ha cruzado con ella le ha dicho:
- Se ve que a ti no te dan miedo las vacas....¡ Pero hay delante va uno en bici que no se de donde será que cuando a visto que bajaban las vacas por el sendero se ha tirado de la bici, la ha dejado allí y ha salido corriendo!.
En efecto, delante nuestro va un ciclista que ha desoido las indicaciones para que siguiese por la carretera y ahora va con la bici en la mano y el orgullo en los pies después de ver al pastor, al perro del pastor y a las mismas vacas partidos de risa de su evidente cobardía.
Nosotros nos reímos también un rato mientras entramos por fin en Laguna de Castilla y nos sentamos en su bar a descansar un poco. El calor sigue siendo aplastante y hay que reponer líquidos. Allí está también el héroe de la bici, al que miramos con un cierto cachondeo mal disimulado.
Y ya afrontamos el último tramo de la subida, que lleva en otros dos kilómetros y medio hasta O Cebreiro, salvando algo menos de cien metros de desnivel. Es un tramo bastante más sencillo, aunque el cansancio acumulado se nota y mucho.
En este tramo hay dos hitos importantes. A unos setecientos metros de la salida de Laguna de Castila está el primer mojón jacobeo del Camino. A partir de aquí cada 500 metros un mojón similar nos va a indicar la distancia que nos queda hasta Santiago. Este primero marca 152, 5 kms.
Cuatrocientos metros más adelante, un monolito del tamaño de una persona marca la línea divisoria entre Castilla y Galicia. Tras cruzarla ya hemos recorrido enteras desde que empezamos estabperegrinación por etapas anuales las Comunidades de Navarra, La Rioja y Castilla-León. Y ahora ya estamos en la última comunidad.
Cerca de un kilómetro y medio mas y llegamos a la cima del monte entrando en O Cebreiro.
Y parece que entramos en Disneylandia.
Todo está lleno de turistas, autocares, coches, gente, niños... Un auténtico anriclimax para esta durísima etapa.
Y es quemó Cebreiro es un punto turístico fundamental en Galicia y hoy Jueves Santo está de bote en bote.
Nosotros entramos un momento en la bonita iglesia románica y vamos directos a la Venta Celta, que es donde vamos a dormir.
Son las cuatro y cuarto cuando acabamos la etapa tras prácticamente ocho horas de caminata.
Nos aseamos y descansamos hasta las cinco y media , hora en que salimos a ver el pueblo.
Es un pueblo muy pequeño situado en la cima del monte. Y es un pueblo artificial pero muy bonito. Lo único auténtico que tiene es la Iglesia, donde se produjo el celebérrimo milagro de O Cebreiro y donde está enterrado Ellas Vaina, impulsor del Camino moderno e inventor del sistema de flechas amarillas al que tanto debemos todos los peregrinos.
El resto del pueblo son como una veintena de casas de piedra y pallozas restauradas y dedicadas todas ella a negocios de restauración o d e venta de souvenirs. Un moderno y muy bien dotado albergue de la Xunta completa el poblado.
Lo que de verdad atrae aquí a la gente son las vistas, espectaculares tanto si miras hacia el lado de León como si miras hacia Galicia.
A nas seis y media nos encontramos con las dos chicas que vimos esta mañana en Villafranca y que querían hacer la ruta más difícil. Finalmente han sido prudentes y no han hecho esa, sino la intermedia, que va por el lado derecho del valle y es mas sencilla y mejor señalizada.
Asistimos a misa de siete y liegho cenamos en uno cualquiera de los varios restaurantes del poblado. Caldo gallego y filete para Paloma y Sopa de Ajo y Truchas para mi. Muy bueno o mucha hambre, no se distinguir...
Y ya nos recogemos. Ahora hace un frío muy intenso, pero la calefacción de la habitación es buena.
Mañana ya empezamos a bajar hacia Sarria. Solo dos días mas de peregrinación. ¡Como la vamos a extrañar!.
TRIVIAL DEL CAMINO
Como de costumbre, muy acertadas y completas las respuestas sobre las Campanas de Santiago que acabaron de Lámparas en la Mezquita de Córdoba y sobre Cristóbal Halfter y familia, a los que hemos tenido por vecinos en Villafranca.
Hoy dos preguntitas de nada:
- ¿ Cual es el castillo inaccesible que describo en la crónica y cual es su historia (breve, que os conozco).
- ¿Que tres personajes están enterrados en el interior de la iglesis de O Cebreiro?.
Muy fáciles, pero es que tengo sueño,..

5 comentarios:

  1. Pensaba que ibas a preguntar por el nombre del del camión de los conejos. Pero en cuanto al castillo, es el de Sarracín, iniciado al parecer en el siglo IX, nunca conquistado y perteneciente al Conde Varón, ni más ni menos. La otra pregunta neurótica la cedo a quien le plazca. Y por cierto: las vacas por ese camino estrecho, acojonan.

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  2. Me ha escrito Varón en lugar de Gatón y neurótica en lugar de necrófila. En cuanto te descuidas...

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  3. Bonita crónica de la etapa y con toques humorísticos que me han hecho pasar un buen rato, por cierto dile a Paloma que es tan inconsciente como Rosa, esas vacas según fuentes fidedignas gallegas pueden embestir, no como las blancas y negras.

    Enterrados en Santa María re Ocebreiro Juan Santin feligrés de la parroquia de Barxamaior, un monje de Aurixac y el párroco Elias Valiña Sampedro, impulsor del Camino e inventor de las flechas amarillas

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  4. Aquí uno no puede quedarse dormido porq pierde el tren!! Muy valiente Paloma y una luz en las subidas!!! Bueno lo que humildemente encontré es que el cáliz, la patena (ambos, afamadas piezas del románico) y las reliquias del milagro se conservan en O Cebreiro y el sacerdote y el campesino están enterrados, uno al lado del otro, en dos arcos al lado del altar del milagro. Muchos besos

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  5. Isabel Anasagasti3 de abril de 2015, 20:21

    Se ve que hay que madrugar para contestar a las preguntas...Nos ha encantado la etapa sobre todo la descripcion del paso de Castilla a Galicia. Pedro se ha reido mucho con los chascarrillos!!!

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