Precioso, cómodo y ameno el día de hoy.
Los treinta y dos kilómetros casi llanos que separan
Molinaseca de Villafranca cruzan todo el valle del Bierzo, de cordillera a
cordillera. De los Montes de León a los montes de Galicia. Una jornada fácil
que me ha servido para recuperar los pies y sobre todo los dedos dañados ayer.
Me los he protegido bien, he andado con las zapatillas en vez de con las botas
y han resistido como campeones. Eso si, tengo una de las uñas completamente
despegada y seguro que se me caera. No la salva nadie.
La etapa de hoy es
una sucesión de pueblos cada pocos kilómetros, lo que ameniza los muchos
kilómetros de asfalto que hoy se hacen. Y es que la jornada de hoy se hace toda
por carretera, salvo un pequeño tramo
entre Camponaraya y Cacabelos y los últimos tres kilómetros antes de
llegar a Villafranca. El resto, carretera y más carretera.
Molinaseca |
He salido a las ocho y cuarto, cuando todavía es casi de
noche en Molinaseca. La mañana es muy fría y obliga a ponerse gorro y guantes
para empezar a caminar.
Nadie por las calles y ningún local abierto para
desayunar, así que cruzo Molinaseca y enfilo la larga recta de tres kilómetros
que lleva hasta el desvío a Campos por el arcén de la carretera.
Salida de Molinaseca |
Salida de Molinaseca |
Esta primera parte de la etapa, que normalmente se hace muy
pesada si la coges al final de la etapa, como suelo hacer yo para dormir en
Ponferrada, la cubro hoy con rapidez. Es todo el rato subida y voy comprobando
como los pies responden bien y apenas noto las uñas dañadas ayer. O sea que
bien.El cielo está aquí completamente despejado y la caminata
empieza a calentar el cuerpo. No hay por supuesto nadie en el Camino, pero
durante la etapa de hoy veré la astronómica cifra de cuatro peregrinos, que
comparados con los cero de ayer son una multitud. El Camino ya no es lo que
era. Esta masificado.
Desvio a Campo |
Tras tres kilómetros corono la subida justo donde el camino
oficial abandona la carretera y da un enorme rodeo para entrar en Ponferrada,
pasando por la localidad de Campos y rodeando toda la ciudad. Hoy he decidido
no hacer el rodeo y continuar por la carretera, que tiene una excelente acera
hasta entrar en Ponferrada por el lado contrario al que se entra normalmente.
Esta opción ahorra un par de lkilómetros y es altamente reccmendable, por lo
que he podido comprobar hoy.
Al llegar al alto y el desvio me quedo pasmado. La vista es
preciosa. Todo el valle aparece cubierto por una niebla muy baja, que deja ver
las casas más altas de Ponferrada, que de este modo parece una isla que emerge
de un mar de bruma blanca. Al fondo se ven las montañas nevadas de los Montes
de León en los que contrasta el blanco de las nieves con el ocre y verde oscuro
de los bosques y arboledas de las partes más bajas. Y todo ello termina en el
mar de niebla. Es una preciosidad de vista que disfruto mientras descanso un
poco.
Desvio a Campo |
Tal copmo he decidido, evito el desvío y continúo por la
carretera, acercándome en líneas recta a Ponferrada por una zona de
urbanizaciones de chalets. La vista sigue siendo preciosa. Voy bajando por la
acera de la carretera viendo de frente Ponferrada, que parece tener un perfil
cambiante según los jirones de niebla se mueven a través de ella.
Ponferrada en la niebla |
Ponferrada |
Ya cerca de la ciudad cruzo el Rio Boeza, afluente del Sil
que se une a este precisamente en la ciudad de la Pons Ferrata. Una subida por
una zxona industrial indiferenciada me deja en las arrabales de Ponferrada, por
los que me guío con Google Maps hasta cruzar el Rio Sil por un precioso puente
techado en sus dos lados, para mayor comodidad de los peatones.
Puente rn Ponferrada |
Inmediatamente encuentro ya el Camino oficial, que baja
desde la parte antigua de la ciudad por una anchísima avenida en la que hay varias
estatuas curiosas. Destaca una que representa a unas pimenteras.
Las Pimenteras. Ponferrada |
Salgo de Ponferrada sin ver su casco histórico, pero no me
importa, porque ya lo conozco de sobra y hoy la Ciudad de los templarios es
para mi solo una ciudad de paso.
La salida de Ponferrada se hace por un camino arbolado que
me lleva hasta Compostilla, un barrio de Ponferrada creado para los
trabajadores de la central Térmica que destaca tanto en la bajada desde los
montes de León.
Camino a Compostilla |
La niebla se concentra a mi derecha, impidiendo ver los
contornos de Ponferrada y su enorme y negra
torre quebrada, que es la referencia habitual en estos lares.
Cruzo Comnpostilla, que parece una ciudad residencial pobre,
pero muy agradable. Zonas ajardinadas
enmarcan los bloque de pisos de tres alturas. En un momento dado el Camino pasa
por un pasaje abierto en medio de uno de ellos y que un artista anónimo (y
bueno) ha decorado con unos bonitos graffitis alusivos a Ponferrada y Compostilla.
Graffiti en Compostilla |
Compostilla tiene dos bonitas capillas, modernas pero una de
ellas con un crucero muy bonito.
Iglesia en Compostilla |
En un momento dado me despisto del Camino. De
inmediato un señor me llama:
-
Perdone, el Camino sigue por aquí, de frente.
Perdone, pero es que he dejado el camión tapando la señal. Ahora mismo lo
quito.
Amabilísimo el señor, le agradezco la atención inusual y
continuo el Camino.
Capilla en Compostilla |
Comnpostilla está casi unida con Columbrianos. Las separa (o
une) un túnel bajo la autopista que tras atravesarlo me deja en la bonita
iglesia de San Esteban, que aparece casi oculta por la niebla en la que estopy
empezando a meterme y que m,e va a acompañar durante buena pàrte de la jornada.
Iglesia de San Esteban. Columbrianos |
Pasada la iglesia me fijo en una casa donde están celebrando
una matanza. Hay un cerdo ya muerto y limpio en una mesa y otro colgando de un
gancho. Varias personas se afanan a su alrededor, arrastrando paja para
absorber la sangre, preparando artesas y utensilios, o simplemente mirando.
No es la primera fiesta de la matanza que che visto en esta
peregrinación. Ayer en Molinaseca vi varias casas en las que habían matado y
estaban despiezando y durante la etapa de hoy veré otras cuantas. Me llama
mucho la atención, pues es una fiesta para mi desconocida y sin embargo muy
importante en las economías rurales.
Matanza. Columbrianos |
Matar el cerdo en la antigüedad equivalía a sobrevivir
durante el invierno. La matanza era y sigue siendo una fiesta familiar en la
que se reúne toda la parentela para festejar un año más. Es el equivalente
europeo (pues no solo se celebra en España) del día de Acción de Gracias
americano, solo que allí matan pavos y aquí cerdos, que duramn más y tienen
cosas más ricas.
Columbrianos |
Cruzo Columbrianos, que como todos los de aquí es un pueblo
más largo que ancho construido a lo largo de la carretera. Hay una bonita
capilla en la que me hago una foto, pero poco más.
Iglesia en Columbrianos |
A la salida de Columbrianos por carretera ya estoy metido en
la niebla de lleno.
No es una niebla densa. Está muy a ras de suelo y deja pasar mucha claridad, con lo que se ve
bastante bien. Pero sirve para desdibujar todos los contornos, convirtiendo
este paisaje vulgar de campos y chalets en un sendero mágico en el que las
distancias y las referencias se pierden y todo adquiere un tono pastel que te
hace pensar que estás en un lugar de ensueño, en Narnia o en el país de Nunca Jamás.
Niebla en el Camino |
El tramo de casi tres kilómetros entre Columbrianos y
Fuentes Nuevas se hace así muy agradable. Apenas hay circulación en la
carretera y esta aprendiz de niebla deja visibilidad suficiente para que no
haya problemas.
Entrada a Fuentes Nuevas |
Crucero en Fuentes Nuevas |
Fuentes Nuevas recibe al peregrino con un precioso crucero,
situado justo antes de entrar en el largo pueblo, que cruzo sin parar
volviendo a una carretera solitaria que , de nuevo entre la niebla me conduce
en dos kilómetros más a Camponaraya; un pueblo de más de un kilómetro de largo
en el que yo, que soy hombre de costumbres siempre paro.
Iglesia en Fuentes Nuevas |
Y paro siempre en el mismo sitio (ya he dicho que soy hombre
de costumbres). En un bar situado cerca de la salida del pueblo en la Plaza del
Reloj.
Así que hacia allí me dirijo.
Torre del Reloj. Camponaraya |
Tengo en mente un bocadillo de tortilla francesa que me
alegre la mañana.
Mientras cruzo el pueblo veo a los primeros peregrinos de
esta peregrinación. Es una familia de tres miembros, Padre, Madre y un hijo con
síndrome de Down que están sentados en un banco descansando. El chaval me
saluda alegre y yo le devuelvo el ¡Buen Camino!.
Llego al bar, que gracias a Dios está abierto y me siento a
descansar mientras me preparan un monstruoso bocadillo de tortilla que sabe a
gloria y que riego con dos coca colas. Me encantan estos tentempiés camineros,
que recuperan fuerzas y siempre saben a gloria bendita.
El reposo del Guerrero |
Mientras estoy allí pasa la familia peregrina de antes.
Nuevos saludos y ellos continúan su Camino mientras yo termino mi bocata.
Tentempie a media mañana |
Ya repuesto continúo Camino. La salida de Camponaraya se hace por una subida que lleva a cruzar una
autopista por un puente elevado.
Cruce de la autopista |
Viene ahora el primer tramo no asfaltado de la
etapa. Es un discurrir ondulado por campos de viñedos que ahora aparecen
desnudos y retorcidos en filas inmensas.
El camino baja hasta un arroyo donde crece un pequeño bosque
y allí me cruzo de nuevo con la familia caminera, que está descansando a la
sombra de los árboles. Nuevos saludos cordiales y yo continúo entre la viñas y
la neblina acercándome a Cacabelos, el pueblo más grande de la jornada.
Camino a Cacabelos |
Es este un tramo precioso que se disfruta mucho. Termina al
cruzar una carretera y acercarnos a Cacabelos pasando por las naves de la
Cooperativa Vinícola del Bierzo, donde deben terminar todas las uvas de los
viñedos que, ahora casi muertos, acabo de pasar.
Camino a Cacabelos |
Cacabelos ya está a tiro de piedra. Una suave bajada y
atravieso el largo pueblo. Es un pueblo importante. Recuerdo que la primera vez
que pasé por aquí me perdí y acabé en la plaza central donde pregunté al
primero que ví por la dirección, sin darme cuenta de que era ciego. Eso si, me dio
las indicaciones perfectamente.
Cacabelos |
Cacabelos |
Esta vez cruzo el pueblo sin perderme, pasando por su bonita
iglesia y llegando al puente sobre el rio y el precioso Santuario de la Quinta
Angustia situado justo a la salida de Cacabelos y al comienzo de la durísima
cuesta que viene ahora.
Santuario de la Quinta Angustia |
Y es aquí donde veo a mi cuarto peregrino de la jornada. Es
un chaval joven y con pinta de colgado que está sentado en un banco,
descansando. Lleva un sombrero negro e ala ancha que le da un aspecto de rabino
judío bastante curioso. Parece despistado y apenas responde a mi saludo, así
que sigo, afrontando ahora el comienzo de la durísima cuesta que marca la
salida de Cacabelos.
Es una subida de más de un kilómetro que se hace por el
arcén de la carretera. Es muy empinada y pica mucho en las piernas a estas
alturas de la jornada. Además, al entrar en Cacabelos la niebla a desaparecido,
así que ahora el sol pega, no muy fuerte, pero se nota y más en la cuesta.
Cuesta de Pieros |
Paciencia y paso
corto y llego al pueblo de Pieros, situado a mitad de la subida y donde paro a
descansar en una parada de autobús al
pie de la carretera que tiene al lado una fuente de agua fresquísima que es una
bendición. Como cecina y lomo del que compré en Astorga y reposo unos diez
minutos antes de afrontar la última parte de la cuesta, cuyo final alcanzo
enseguida.
Parada de autobus en Pieros |
Aquí hay un desvio que permite llegar a Villafranca, que
ahora está a unos seis kilómetros por el pueblo de Valtuille de Arriba,
evitando la carretera nacional. El problema es que es más largo, así que paso
del desvío y continúo, ahora cuesta abajo, por la carretera, que no tiene
demasiado tráfico.
Camino a Villafranca |
Es un tramo bastante pesado de dos kilómetros y pico que
termina al tomar un desvío a la derecha que me hace llegar, ya por pista de
tierra, hasta las puertas de un estudio de escultura al aire libre que muestra
curiosas figuras de animales , extraños árboles y otras cosas raras y modernas.
Llaman mucho la atención todas estas piezas situadas en medio del campo.
Desvio a Villafranca |
Estuidioo del escultor |
Tras el curioso estudio de escultura, una fuerte pero corta
cuesta me deja en una nueva zona de viñedos en la que sucesivos toboganes me
van ascendiendo hasta la entrada de Villafranca del Bierzo.
Cuesta en la llegada a Villafranca |
La entrada a Villafranca se hace por su parte más alta, con
lo que al llegar ves todo el pueblo, que es grande, a tus pies.
Llegando a Villafranca |
Llegando a Villfranca |
Lo `primero que te encuentras es la Iglesia de Santiago. es
un pequeño templo románico, pero que es importantísimo en el Camino.
Villafranca del Bierzo |
Tiene una
puerta lateral, llamada la Puerta del Perdón, que es la única puerta en el
Camino que gozaba del privilegio de que el peregrino que la cruzase, si estaba
enfermo y por esa causa no podía llegar a Santiago de Compostela, obtenía las
mismas indulgencias que si lo hubiese hecho. Así que más importante no podía
ser esta pequeña iglesia situada a la entrada de Galicia.
Al lado de la iglesia está el Albergue Ave Fenix, del mítico
personaje del Camino Jesús Arias “Jato”. Un personaje de los que da el Camino
que ha tenido que reconstruir este albergue dos veces tras sendos incendios.
Iglesia de Santiago |
Entro a sellar y a comprar una botella de agua y ya continúo
hasta el Parador de Villafranca, donde voy a dormir esta noche a costa de los
puntos de Amigos de Paradores que tengop acumulados y que amenazan con caducar
si no los utilizo.
Llego a las cuatro menos cuarto, tras más de ocho horas de
etapa y descanso en mi habitación. Este es un parador moderno y las
habitaciones son blancas y funcionales.
Parador de Villafranca |
A las seis y media salgo a dar una vuelta y me entretengo
escribiendo en un bar en el que están poniendo futbol. Ya ha acabado el Barça- Madrid cpon el mejor de
los resultados posibles para un atlético como yo. Un empate con gol del odioso
Sergio Ramos en el minuto en que suele meterlos, el noventa y tantos. Al menos esta
vez ha servido para darme una alegría. Pero nunca le perdonaré el de la final
de la Champions. He jurado odio eterno a Sergio Ramos, como hizo Anibal con los
Romanos
Ceno en el Parador muy bien. Un menú de otoño en el que
elijo primero una excelente parrillada de verduras y luego un filete de
ternera.
Y después me recojo ya en la habitación a descansar.
Como ayer, me dormiré pronto, que mañana toca la subida al
Cebreiro y hay que estar desacansado.
Buenas noches y Buen Camino.
Debes estar agobiado con tanto peregrino, te vas recuperando con nota de tus problemas podologicos. buen tiempo por lo que cuentas fresquitos y con niebla pero fantástico para caminar. Buena entrada en Galicia y subida al Cebreiro.
ResponderEliminarBuen Camino
¡Ojalá el tiempo se mantenga así!. Hoy es una buena etapa para que se te acaben de curar los dedos y prepararlos para mañana con tanta bajada. Disfruta de la subida y del Cebreiro "todo para tí". Cuídate mucho. Buen Camino.
ResponderEliminarQue pena me das sacrificándote para que no caduquen tus puntos de amigos de paradores que seguro que alguno lo has conseguido conmigo , por lo que es mío y no me has pedido permiso para usarlos
ResponderEliminarQue pena me das sacrificándote para que no caduquen tus puntos de amigos de paradores que seguro que alguno lo has conseguido conmigo , por lo que es mío y no me has pedido permiso para usarlos
ResponderEliminar