Ultimo día de
peregrinación y etapa muy larga para terminar. Cuarenta kilómetros desde Arzúa
a Santiago, que no se hacen excesivamente pesado ya que desde Pedrouzo, a
veinte kilómetros del inicio, ya vas viendo la meta cerca y además tienes hitos
cada cinco kilómetros: el aeropuerto, Lavacolla, El Monte del Gozo y ya
finalmente Santiago.
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Despertar en Arzua |
De todos modos, las
nueve horas y pico de caminata no te las quita nadie y el calor que ha hecho a
partir de las doce, tampoco.+
Ya estoy en Santiago, ya
he visitado al Santo y ya he recogido mi Compostela. Peregrinación cumplida.
Una peregrinación un
tanto rara, con dos partes muy distintas y muy distantes.
El Camnino del Baztán ha
sido un descubrimiento maravilloso. Preciosos paisajes, preciosos pueblos y un
Camino solitario que merece la pena hacer.
El Camino Francés es más
Camino. Se siente más en él lo que es ruta de peregrinación y no lo que es ruta
de senderismo, a pesar de que la mucha gente a veces lo masifique en demasía.
Así que contento y feliz
con este Camino, y mañana ya a Madrid para trabajar, que no todo puede ser
juerga en casa del pobre.
Para llegar lo antes
posible a Santiago me he levantado a las seis, cuando el sol ni siquiera se
anúncia aún. A las siete estoy ya arrancando por las calles iluminadas por
farolas de Arzúa.
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Arzua |
No soy el único, hay bastantes peregrinos que inician ahora
la etapa, para llegar pronto a los albergues y asegurarse plaza o para
aprovechar las horas más frescas del día y evitar el calor que se anuncia para
el día de hoy.
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Salida de Arzua |
Se sale de Arzua por una
larga calle interior empedrada en descenso hacia un riachuelo que se cruza
antes de empezar una subidilla. Ya empieza a haber algo de claridad, pero en cuento
se acaban las luces del pueblo la luz frontal se agradece, sobre todo para
encontrar las referencias del Camino y no despistarte demasiado.
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Salida de Arzua |
Tampoco es demasiado
problemático, porque llevo peregrinos delante y detrás.
Cruzo el sendero que a
la salida del pueblo lleva al Hotel Suiza y comienzo a ascender un montecillo
que ha estas horas de la mañana y con las piernas aún tiernas se hace algo
duro, aunque con la escasa luz que aún hay se disfruta un montón.
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Salida de Arzua |
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Salida de Arzua |
Pronto llego al pequeño
pueblo de As Barrosas y posteriormente a Preguntoño, donde cruzo una carretera
por un túnel, subiendo entonces fuertemente hasta comenzar a llanear por la
cima de un montecillo desde el que , a la ya suficiente luz del día, se tiene
una preciosa vista de Arzua que queda encima del monte que tenemos enfrente y
en cuya dirección está comenzando a amanecer.
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Preguntoño |
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Arzua desde Preguntoño |
El Camino va ahora un
buen rato por la parte alta de esta meseta, donde se Alternan manchas de
eucaaliptos, que son cada vez más abundantes en esta zona, con campos de
agricultura o ganadería donde se ven muchas casitas diseminadas y aisladas.
Hace fresco aunque el
día está despejado y se camina muy a gusto, ya a plena luz del día y con
abundante compañía de peregrinos mañaneros.
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Peregrinos mañaneros |
Por este tipo de paisaje
voy pasando por aldeas que apenas se distinguen, ya que la costumbre de poner
el nombre a la entrada de los pueblos no parece haber llegado a Galicia. Paso
así sin enterarme por Taberna Vella y Calzada y después de una bajadita llego a
una zona de descanso muy bien puesta donde un cartel anuncia que estamos
entrando en el Concello de O Pino, el último antes del de Santiago.
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Camino a Calle |
Se suceden ahora las
pequeñas subidas y bajadas por una zona ondulada y sinuosa que alterna pequeños
bosquecillos con zonas mucho más despejadas. Vamos a ratos cerca de la
carretera general, pero sin que llegue a ser molesto.
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Camino a Calle |
Paso por Calle, una
población algo más compacta que las otras por las que vamos viniendo y en la
que antes se pasaba por debajo de un horreo que estaba colocada atravesando el
Camino, entre dos casas. Ahora el horreo
ha desaparecido y solo quedan atravesados en el Camino los dos travesaños que
lo sujetaban.
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Camino a Calle |
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Camino a Salceda |
En este tramo paso por
el punto donde enlaza con el Camino Francés el ramal del Camino del Norte que
evita Arzúa y que es el que yo tomé el año que hice ese camino.
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Camino a Salceda |
Se ve llegar
perfectamente la carretera por la que viene, aunque en estos momentos no se ve
a ningún peregrino procedente del mismo.
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Camino a Salceda |
Seguimos por una red de
pistas muy agradables entre árboles y prados pasando por Boavista hasta llegar
a Salceda, en el kilómetro 11, donde hay que bajar hasta la carretera general.
Justo cuando llegas hay un bar con una agradable terracita donde paro a tomar
algo y descansar un poco.
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Camino a Salceda |
Hasta aquí la etapa no es exigente, pero empieza a
hacer calor. Así que aprovecho la parada para quitarme las perneras de los
pantalones y la camiseta interior y para sacar el gorro, que a partir de ahora
va a hacer falta.
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Camino a Salceda |
Tras descansar un rato
continuo unos cientos de metros por el arcén de la carretera antes de volver a
internarme por el bosque. Me llama la atención que en este trozo de carretera
antes solo estaba el bar en el que yo he parado.
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Camino a Salceda |
Ahora hay tres, y en todos hay
gente. El Camino es un negocio que da para mucho, entre bares, albergues, taxis
mochileros, farmacias…. Este año el número de peregrinos oficiales va a pasar
de 275.000. O sea, que el negocio para los pueblos por los que pasa es
tremendo.
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Bar de Salceda |
Claro, que lo del Camino
no es buen negocio para todos.
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Otro Bar en Salceda |
A poco de tomar el sendero, el camino llega al
monumento a Guillermo Watt; un peregrino que murió aquí, a apenas 25 kilómetros
de Santiago, y al que sus amigos y familiares hicieron un bonito monumento que
es una especie de pequeño nicho a un
lado del estrecho sendero, que en esta zona es una corredoira, con lo que el
monumento está como enterrado en la pared del Camino. En el nicho hay una
reproducción en bronce de unas botas de peregrino y una placa conmemorativa.
Las botas están casi tapadas por piedras, papeles y otras cosas que la gente va
dejando, así que las aparto un poco para que puedan verse las botas.
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Memorial de Guillermo Watt |
Viene ahora otro tramo
por bosques muy bonito en el que vamos viendo la nacional a nuestra izquierda
mientras avanzamos a media ladera en una zona donde hay algunos chalets y
bastantes pequeñas fincas.
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Camino a O Empalme |
Finalmente la senda baja
hacia la carretera a la que llega justo
al comienzo de la cuesta de O Empalme. Es este un tramo en cuesta que se hace
por el lateral de la carretera y que culmina en una cima donde hay tres bares
uno enfrente del otro. A media cuesta hay una zona de descanso donde antes
había un muy alto molino de viento del estilo de los del Oeste americano, que
era la seña distintiva del lugar. Ahora el molino ha desaparecido. No se que
habrá sido de él, pero es una pena, pues era muy curioso verlo aquí.
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Cuesta de O Empalme |
La cuesta, aunque es
algo larga, no es complicada y se sube rápidamente.
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Cuesta de O Empalme |
Inmediatamente, el Camino
gira hacia un sendero de tierra y comienza a descender por un sendero de tierra
paralelo a la carretera hacia A Rua.
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Cima de O Empalme |
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Camino a Rua |
Antes de llegar, un
pequeño desvío por un puente bajo la carretera permite visitar la pequeña
ermita de Santa Irene y su fuente de aguas curativas. Yo me desvío para verlo,
ya que solo alarga unos doscientos metros el camino, que se retoma un poco más
adelante. Hay dos chicas muy jóvenes que están dudando por donde ir y les
indico las dos posibilidades. Ellas siguen por el Camino normal.
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Fuente de Santa Irene |
La ermita está cerrada a
cal y canto, así que la veo solo por fuera y veo también la pequeña fuente, que
es bonita y trabajada.
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Ermita de Santa Irene |
Me reuno de nuevo con el
Camino tras pasar el albergue de Santa Irene y ya bajo directamente hasta el
cruce de A Riua. Aquí solia estar un centro de información del Camino, que
ahora han convertido en Pensión. También aquí está el desvio de trescientos
metros que hay que coger para ir al Hotel O Pino, que es en el que yo suelo
dormir cuando hago lo lógico y parto esta etapa en dos. Estoy justo en la mitad
de la etapa, con veinte kilómetros recorridos desde Arzúa y veinte pendientes
hasta la Catedral de Santiago.
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Camino a Rua |
La finalización normal
de la etapa para casi todo el mundo es un kilómetro más adelante, en Pedrouzo,
que es donde están los albergues que faltan en A Rua.
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Camino a Pedrouzo |
Pero hoy no toca parar
aquí, hoy toca ir directos hasta Santiago, así que paso de largo y continúo
hasta el cruce con la carretera general. Aquí, si quieres parar en Pedrouza
giras a la izquierda y subes unos cuatrocientos metros hasta el pueblo qe se ve
en lo alto de La carretera. Pero si como yo vas a continuar, cruzas la
carretera y continúas por un agradable sendero por un bosque que va subiendo
gradualmente y que termina al final de Pedrouzo, evitando así el paso por el
pueblo.
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Camino a Pedrouzo |
Casi todo el mundo va
hacia Pedrouzo así que voy por la senda casi solo.
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Camino a Pedrouzo |
Es una subida algo durilla
que acaba a los pies del polideportivo de Pedrouzo, donde hay un pequeño bar en
el que paro antes de comenzar la segunda y definitiva parte de la etapa hasta
Santiago.
Son las doce, así que no
voy mal de hora.
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Bar en Pedrouzo |
Viene ahora una de las
partes que más me gustan del Camino. Se trata del Bosque de Pedrouzo. Es un
trozo de como un kilómetro de bosque que hay a la salida de Pedrouzo que, no se
porqué a mí me parece una maravilla.
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Bosque de Pedrouzo |
Es una zona llama, con el suelo lleno de
hojarasca que cae de los altos, viejos y rectos eucaliptos. El olor, incluso en
días secos como hoy, es fragante e intenso, y apenas se oye un ruido.
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Bosque de Pedrouzo |
Hay
tramos en que la travesía está jalonada por losas verticales de piedra y el
conjunto es una preciosidad.
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Bosque de Pedrouzo |
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Bosque de Pedrouzo |
Siempre disfruto mucho cuando paso por este tramo,
que tiene dos partes separadas por un trozo de terreno despejado y que termina
al cabo de un rato en una zona ya más de descampado en la que tomamos una
carreterilla que va bajando hacia la carretera.
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Camino a O Pino |
En este tramo me vuelvo a
encontrar con las dos chicas a las que indiqué la dirección en Santa Irene.
Ahora vienen en dirección contraria con dos lugareños que las acompañan. Me
dicen que se han colado. Que ellas iban hasta Pedrouzo y que se han pasado. Los
lugareños las van a devolver en coche a Pedrouzo.
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Camino a O Pino |
Lo que no me explico es como
se han confundido y sobre todo, como me han adelantado. Yo las pasé justo a la
entrada de Pedrouzo, donde hay que cruzar la carretera. Allí está todo lleno de
flechas y letreros que indican la dirección del pueblo. Y por delante de mi no
pasaron cuando estaba sentado esperando en el bar. Solo puede ser que hayan
cruzado todo Pedrouzo (que es grandecito) sin darse cuenta y hayan cogido una carretera
local que les haya traído directas aquí sin atravesar el bosque. Y es que
pasarse, se han pasado tres kilómetros de Pedrouzo…
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Camino a O Pino |
Continúo tras este
encuentro y sigo por la misma carreterilla que termina al cruzar de nuevo la carretera nacional por
debajo de un túnel y llegar al pie de una de las cuestas fuertes de la jornada,
la del aeropuerto. Justo en su inicio hay un bar de lo más concurrido.
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Inicio de la Cuesta del Aeropuerto |
Es esta una cuesta muy
larga, de mil cuatrocientos metros y bastante empinada, sobre todo al inicio.
Además, a partir de la mitad de la subida yo no hay apenas vegetación cuya
sombra mitigue el intenso calor que ya hace.
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Cuesta del Aeropuerto |
La verdad es que esta
subida se hace muy larga y pesada, ya con casi veinticinco kilómetros encima.
Es de las veces que envidias a los que mandan por taxi la mochila; o mejor, a
los que se mandan a si mismos por taxi y que ande la mochila si quiere.
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Cuesta del Aeropuerto |
Con tiempo y esfuerzo se
ve vence la cuesta y ya llego a un cartel que indica que ya estamos bordeando
el aeropuerto de Lavacolla. Justo allí, al final de la subida, unos avispados
han colocado un puesto que vende de todo, desd agua a pulseras y recuerdos. No
es mal lugar, pues todos llegamos con la lengua fuera y , aunque solo sea por
descansar, muchos se acercan a curiosear en el puesto.
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Final de la Cuesta del Aeropuerto |
Vencida la cuesta, toca
ahora rodear el aeropuerto.El camino va ahora por una cómoda senda que recorre
la valla de delimitación del aeropuerto por su lado más largo. Esta senda
termina al llegar a una carretera donde tuerce a la izquierda y llegar de
inmediato al mojón más fotografiado del Camino junto al del kilómetro cien: el
que da acceso al Concello de Santiago.
Es un mojón alto y
labrado con una imagen bonita en la que para todo el mundo a hacerse una foto.
A mi me la hace un simpático ciclista guiri que hay allí descansando y continúo
bordeando ahora el aeropuerto por su lado corto.
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Entrada al Concello de Santiago |
Paso por debajo de las
balizas de aproximación al aeropuerto, cuya línea se ve alejándose de este
sobre altos postes y llego a un arroyo que sale del aeropuerto y que tiene un
color tóxico rojizo bastante preocupante. Llama mucho la atención ese color
entre el verde de la vegetación que nos rodea y los peregrinos han convertido
este lugar en un “altar” en el que dejan piedras, ropas, botas, cruces y toda
clase de objetos, consiguiendo que el
lugar, que ya tenía mal aspecto con el color del agua, parezca ahora un
vertedero.
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Balizas del Aeropuerto |
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El arroyo tóxico |
Un rato más bordeando
la verja del aeropuerto y bajamos por carretera hasta la ermita de San Paio,
una bonita ermitilla en el final de esta bajada del aeropuerto que casi siempre
está abierta y que tiene mucha devoción en la zona.
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Ermita de San Paio |
Aparte de la devoción,
también tiene un bar pegado a ella, que está repleto de peregrinos descansando.
Yo veo la ermita y sigo,
pienso parar en Lavacolla, aún a tres kilómetros y para ello tengo que salvar
antes un durísimo aunque muy corto repecho de no más de cien metros que se
encuentra nada más pasar la ermita de San Paio.
Es de los que quitan el
aliento, pero la ventaja es que al ser tancorto vas viendo el final y eso te
anima. Una vez arriba, el camino se interna ya llaneando por un bosquecillo que
nos acerca ya a Lavacolla.
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Cuesta de San Paio |
A Lavacolla se entra
poco a poco. Tu vas por el sendero y van apareciendo casas aisldas a tu
derecha. Luego aparece la entrada al Hotel Xacobeo, que es en el que estuve con
Paloma, Concha y Luis en nuestro primer Camino y de repente te encuentras en
una calle ancha qiue tras dar un giro te deja
a mitad de recorrido de unas escaleras de piedra, en cuya parte superior
está la enorme iglesia de Lavacolla y en la inferior una plaza con un bonito
templete de música y dos bares.
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Camino a Lavacolla |
A la plaza de cabeza. Me
siento en uno de los bares y me tomo tranquilo una coca y agua. Hay varios
peregrinos más, todos descansando, pues solo quedan desde aquí diez kilómetros
a Santiago.
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Iglesia de Lavacolla |
Desde que salimos de
Pedrouzo el número de peregrinos ha descendido radicalmente. Casi todo el mundo
prefiere dormir allí y llegar mañana a Santiago que meterte esta paliza, y ,más
con el calor que hace. Así que ahora somos cuatro gatos en el Camino, pero los
cuatro estamos sentados en este bar o en el de al lado.
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Escaleras de Lavacolla |
Terminado el refresco,
dejo a los otros tres gatos en el bar y sigo. Con treinta kilómetros encima
tengo ya ganas de acabar. Hace ahara ya mucho calor y lo que apetece es llegar
lo antes posible.
Subo las escaleras hasta
la iglesia para de inmediato bajar hasta el cercano puente que cruza el arroyo
Lavacolla, lugar donde según la tradición, los peregrinos se lavaban para
entrar limpios en Santiago.
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Puente de Lavacolla |
Pues me parece un poco
lejos. Si se lavaban aquí y hacía el calor de hoy, àra cuando quisiesen llegar
a Santiago volverían a estar sudorosos, hechos un asco y oliendo a chotuno,
como debo oler yo ahora.
Cruzo el arroyo por el
sencillo puentecillo de madera que tiene y empiezo una de las partes mas pesadas
de la etapa. Viene ahora un tramo de cinco pesadísimos kilómetros, todos por
carrretera, casi todos además en subida y sin apenas vegetación que proteja,
hasta llegar al Monte del Gozo.
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Camino a Santiago |
Se comienza subiendo
fuertemente desde el arroyo hasta llegar
en un kilómetro y medio que se hace eterno a Villamaior. Aquí la cosa mejora
algo, pues aunque se sigue por carretera ahora se va llaneando y teniendo a la
derecha un precioso bosque con abundante sombra, que no podemos disfrutar los
peregrinos pues una valla nos separa de él. Así que nosotros vamos pegados a la
carretera hasta llega un kilómetro mas allá al centro territorial de Televisión Gallega y
girar luego 90 grados para llegar al centro terrtorial de Televisión Española,
que está enfrente de un enorme camping en el que nunca se ve a nadie, mas que
ha peregrinos en su bar.
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Centro territorial de RTVE |
Sigue una recta que
termina a las puertas de un club hípico grande y de buen aspecto y allí el
camino vuelve a girar 90 grados para afrontar una larguísima y descarnada recta
que bordea el centro de RTVE por el lateral y sube hasta la cima de un
montecillo. No hay un árbol, con lo que el calor es insoportable, pero al menos
hay buenas vistas de los montes de la zona.
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Club Hípico |
La cuesta termina a la
entrada de una pequeña urbanización, la de San Marcos, desde la que ya se puede
ver el monumento del Monte del Gozo, que se encuentra ya muy cercano.
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En lo alto de la cuesta |
Se atraviesa esa
urbanización y con un último esfuerzo se sube la cuestecilla que da acceso al
Monte del Gozo; el lugor donde los peregrinos gritaban de júbilo viendo ya las
torres de la catedral de Santiago.
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Vista del Monte del gozo desde la urbanización |
Hoy no se puede gritar
de nada. La zona está en obras, vallada y llena de operarios que lo están
levantando todo. No se que irán a hacer. Un cartel dice que están “remodelando
el entorno del Monte del Gozo”; lo que suele indicar que se lo van a cargar sin
remisión.
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Monte del Gozo |
La Capilla de San
Marcos, que está en el Monte está también cerrada, y con el calor que hace y el
aspecto que tiene esto, no me apetece ir hasta el cercano lugar donde de verdad
se ven las torres de la Catedral y está la bonita estatua de dos peregrinos,
así que apenas paro para ver el monte y comienzo a bajarlo para hacer la última
aproximación a la Catedral de Santiago, ya a tan solo cinco kilómetros.
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Capilla de San Marcos |
La bajada del monte es
una cuesta fuertecilla que bordea el enorme albergue de peregrinos , con
instalaciones de barracones inspiradas en un campo de concentración siberiano y
llegan hasta unas escaleras que me dejan a la entrada de una pasarela de madera
que cruza las autopistas que dan acceso a Santiago.
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Pasarela de madera |
La pasarela está
bastante mal conservada, con traviesas rotas o deterioradas, lo que es una
vergüenza. Ya podían cuidarla tan solo un poco para que los casi trescientos
mil peregrinos que entran en la ciudad tuviesen una mejor primera impresión.
Cruzada la pasarela sin
incidentes, se llega ya a la entrada de la ciudad donde, ahora ya si, un
precioso monumento a modo de puerta de entrada con medallones que reflejan a personajes
ilustres relacionados con el camino, nos da la bienvenida.
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Entrada a Santiago |
Asciendo por la larga
Avenida de San Lázaro y poco a poco me voy internando cada vez más en el
Santiago más tradicional y antiguo.
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Avenida de San Lázaro desde el Monte del Gozo |
Sin casi darme cuenta
llego al cruce que da acceso a la parte vieja por donde estuvo una vez la
Puerta del Camino y tras pasar la Plaza Cervantes, llego a la fachada de la
Azabachería de la catedral, con la fachada de San Martin Pinario a la derecha y
de frente al túnel que da entrada a la Plaza del Obradoiro.
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Primera vista de la Catedral |
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Plaza Cervantes |
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Catedral e Santiago |
Hay muchísima gente pero
lo que más me llama la atención es que hay patrullas de policía Nacional con
ametralladoras preparadas y vigilando la zona.
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Seguridad en Santiago |
Se ve que la seguridad a
aumentado mucho con los últimos atentados en europa. Paso a una de las
patrullas justo a la entrada del túnel del Palacio de Gelmirrez, donde el
habitual gaitero nos recibe con sus sones y ya me encuentro en el centro de la
Plaza del Obradoiro, no tan abarrotada como en otras ocasiones, ya que son las
cuatro y cuarto, la mayoría de los peregrinos de la jornada ya han llegado y los
turistas están viendo otras cosas.
Pues ya está,
peregrinación culminada. Una peregrinación corta, muy agradable y muy calurosa.
Una más.
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Catedral de Santiago |
Pido a unas chicas que
me hagan una foto con la catedral de fondo y me hacen un desastre en el que se
me ve completamente a contraluz, con lo que no se sabe si soy yo o cualquier
otro. Como no miro el resultado al momento, solo me doy cuenta al revisar las
fotos, y para entonces ya no tiene remedio. Pero bueno, como fotos tengo unas
cuantas, pues no importa demasiado.
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Juro que soy yo... |
Inmediatamente me voy a
la nueva ubicación de la Oficina de Atención al Peregrino a conseguir mi
Compostela. Tras una cola de cerca de cuarenta minutos m,e atiende una
voluntaria guiri a la que no le entiendo casi nada. Me hace las preguntas
habituales y me extiende la Compostela a nombre de Antonio Mendes; pero cuando
va a dármela se da cuenta de que en el DNI pone Antonio Francisco Mendes; así
que la rompe y me hace otra.
Ya con mi Compostela a
buen recaudo me dirijo al hotel Rua do Vilar, mi habitual en Santiago por su
buena ubicación a apenas treinta metros de la Plaza de Platerias y en plena Rua
do Vilar y me arreglo rápidamente para asistir a las siete y media a la misa
del peregrino.
Hay bastante gente en esta
misa, pero no tanta como la que suele haber en la misa de las doce, que está
abarrotada.
Al salir quiero bajar al
sepulcro del apóstol a rezar, pero han inventado un nuevo sistema por el que
para ver el sepulcro, tienes que entrar por la Puerta Santa, dar luego el
abrazo al Santo y después bajar al sepulcro. Así que hago la ahora no tan larga
cola para ello y finalmente puedo cumplir con el Apostol rezando en su tumba.
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La Corticela |
Me acerco a la
Corticela, mi capilla favorita de la Catedral, donde también agradezco a la Virgen
el feliz término de esta peregrinación y después me voy a callejear un poco por
el casco viejo, abarrotado de turistas y peregrinos, antes de cenar en
Carretas, el restaurante preferido en Santiago de Carlos Herrera y donde tomo
una nécora, zamburiñas a la plancha y un rodadallo muy rico.
Para cerrar el día me
acerco a la Plaza del Obradoiro, donde como siempre cuando se hace de noche,
está tocando la tuna. Llevo siete años viniendo y son siempre los mismos tunos.
La verdad es que este es el único sitio donde tengo que confesar que me gusta
oir a la tuna: en este ambiente con la catedral de fondo, de noche y viendo la emoción de todos los
guiris que acaban de terminar el Camino y disfrutan muchísimo de este
espectáculo en el que los tunos, que saben latín, les hacen participar.
Y ya me voy a dormir,
pues he dejado para mañana el callejeo por Santiago y no me quiero levantar
tarde. Además, he quedado a la una con Fernando y Maria, que vienen a Santiago
y me hace mucha ilusión verles y tomar algo con ellos.
PostdataComo os dije ayer, aprovecho para responder a dos comentarios de Rosa.
En el primero me
preguntaba por el Belén Peregrino. Pues resulta que es un Belén que pongo en
casa todos los años y que he ido haciendo con figuras de un ceramista Cordobés
llamado Damián Ponce que compro en Santiago cada vez que vengo.
Mide casi dos metros y toda la temática es
peregrina. El portal de Belén es el Pórtico de la Gloria, los personajes que se
acercan al portal son peregrinos antiguos o modernos. Está Santiago a Caballo, herreros, panaderas, lavanderas, curas...,Tiene un albergue, la
iglesia de San Juan de Portomarín., la cruz de hierro, un cruceiro, un horreo, mojones señalizadores del camino… hasta he
puesto un bicigrino, aunque todo el mundo sabe que les odio…
Os dejo algunas fotos para que os hagais una idea.
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Esta es una panorámica de todo el Belén |
La segunda pregunta se refiere a lo que siento al llegar a la plaza del Obradoiro. Llevo 9 entradas como peregrino en el Obradoiro y algunas más como turista, y todas me emocionan. Pero para mi los dos momento cumbre de la llegada a Santiago son la visita a la Capilla de la Corticela, mi preferida de la Catedral, y sobre todo el ponerme a rezar un rato ante la tumba del apóstol. Esos son mis momentos especiales que marcan el final de una peregrinación y me emocionan especialmente.
Buenas noches y Buen Camino a todos.
Ni has puesto crónica, pero viendo las fotos hay dos cosas de las que vas a hablar, la pendiente de Lavacolla una vez cruzada el río que eedouéd de 30 Km, se te ha hecho pesada y una vez que has llegado al Monte del Gozo has dicho que por una vez ni iba s pasar nada y no te has desviado a ver Santiago desde las estatuas de los peregrinos.
ResponderEliminarEnhorabuena por este durísimo Camino, que ok ha sido más dedoués de un viaje que aunque nás relajado también cansa.
Buen Camino Peregrino.
Gracias por tu Camino, gracias por tus fotos, gracias por Permitirnos compartirlo, gracias por acordarte de nosotros en tu caminar. Eres un cielo. Buen Camino Peregrino
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