¡ Menudo etapón!. Por
todo. Por los paisajes impresionantes del Puerto de Belate, por el tiempo
nublado y lluvioso que ha realzado esos paisajes, por los preciosos pueblos del
valle del Baztán y del de Ulzama y finalmente por su longitud.
El Gps dice que me he
hecho cuarenta y nueve kilómetros, y mis pies lo confirman. Es con mucho la
etapa más larga que me he hecho nunca. En las guías su longitud es de cuarenta
y dos kilómetros, pero entre que el Gps siempre marca algo más y que me he dado
alguna vuelta inesperada por algún pueblo, pues eso, cuarenta y nueve.
He estado once horas y
media en la carretera, y la verdad es que no he parado mucho, pues no he
encontrado casi bares ni sitios abiertos, así que he ido rellenando la botella
de agua en fuentes en los pueblos que pasaba y con eso y los embutidos que
compré ayer he pasado muy bien la etapa.
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Elizondo |
El tiempo ha ayudado.
Muy nuboso y con casi continua llovizna hasta pasar el puerto de Belate y
soleado e incluso caluroso luego, ya en el valle de Ulzama.
La razón por la que he
hecho una etapa tan larga es que mañana me quedan solo trece kilómetros para
llegar a Pamplona. Así puedo coger el tren que me llevará a la una de la tarde
hasta Sarria, para empezar pasado mañana el último tramo del Camino Francés.
Y la verdad es que he
llegado bastante cansado y ya con el piloto automático, pero sin ninguna mala
sensación en las piernas. Creo que la noche de recuperación me hará estar de
nuevo en forma mañana para llegar a Pamplona.
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Elizondo |
Previendo lo que iba a
ser la etapa, me he despertado a las seis de la mañana y a las siete he salido
ya a las calles de Elizondo. El Camino pasa justo a la puerta del hotel, por lo
que, simplemente con girar a la izquierda, ya estoy en él.
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Salida de Elizondo |
El tiempo es raro.
Aunque aún no hay claridad total se ve un cielo muy cubierto y cae una pequeña
llovizna, que sin embargo no es suficiente para tener que ponerse la capa de
lluvia.
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Camino a Lekaroz |
Así que arranco
bordeando el rio Baztán hasta salir pronto de Elizondo por un camino de tierra
que avanza hacia el cercano pueblo de Lekaroz. Llevo delante a un peregrino al
que vi ayer cenando en mi hotel y a un señor mayor del pueblo con paraguas que
va dando un paseo. Anda de miedo y no le puedo coger ni a tiros. Y eso que
enseguida el camino comienza a subir hasta llegar a una carretera que nos
acerca a Lekaroz.
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Camino a Lekaroz |
Allí hay un enorme instituto de enseñanza, que supongo dará
servicio a todo el valle, pues es gigantesco, y una preciosa y enorme iglesia
muy cercana al instituto.
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Camino a Lekaroz |
Desde la iglesia el
camino sigue llano por carretera hacia un pueblo que se ve cercano y que se
llama Irurita. En este tramo me adelanta
también una señora que marcha a muy buen ritmo.
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Iglesia de Lekaroz |
A Irurita se llega
subiendo una cuesta bastante fuerte. Es un pueblo muy bonito, como todos los
del Baztán.
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Camino a Irurita |
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Camino a Irurita |
No es solo el maravilloso paisaje en el que se enclavan, sino sobre
todo los enormes caserones de piedra, preciosos, muy cuidados y casi todos con
escudos señoriales de categoría. Por dar una idea de la clase, mi guía dice que
tenemos que salir del pueblo “junto al palacio de los Gastón y los Casatorre”.
Toma ya.
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Irurita |
Así que saludo a los
Gastón y a los Casatorre y salgo del pueblo por una carretera que tiene unas
vistas preciosas del valle y del pueblo.
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Salida de Irurita |
Al cabo de un ratillo
abandono la carretera por un camino de tierra a la derecha que es una
pesadilla. Bueno, es precioso, pues avanza por un bosque cerrado y hermoso,
pero tiene una pendiente terrible, sobre todo al principio que obligs a
emplearse a fondo. Se trata de un atajo que va salvando las curvas de la
carretera, cambiando distancia por pendiente. Pero aquí se han pasado. Deberían
poner un teleférico…
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Camino a Zigaurre |
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Camino a Zigaurre |
La subida dura
quinientos durísimos metros hasta llegar a un barrio que se llama Barrio de
Zigaurre de Ziga. Son cuatro bonitas casas y una preciosa ermita que dominan el
valle que ya empezamos a ver abajo.
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Ermita de Zigaurre |
Los paisajes son
espectaculares. Montes verdes, caseríos y animales dispersos en los prados en
este final del Valle que es aquí ya muy estrecho pues nos acercamos a su salida
por el Puerto de Belate.
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Camino a Ziga |
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Camino a Ziga |
Avanzo un ratillo por la
carretera antes de volver a salir por un atajo muy trabajoso que nos devuelve
al asfalto un poco más arriba, justo a la entrada del segundo pueblo de la
jornada, que es similar a los anteriores y se llama Ziga.
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Camino a Ziga |
Se ve muy bien desde la
carretera, pues se encuentra al otro lado de un pequeño barranco. Tiene una
iglesia enorme y está en un alto. Así que me ciego por llegar a la iglesia y no
me doy cuenta de que el Camino se desvía antes de entrar en el pueblo.
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Llegando a Ziga |
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Ziga |
Así que llego hasta la
iglesia, la veo por fuera y cuando me pongo a buscar la salida, no la
encuentro. Doy un par de vueltas antes de preguntar a un barrendero, que me
encamina por el camino por el que he venido.
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Iglesia de Ziga |
Casi a la salida pregunto de nuevo
en una de las tres casas rurales que tiene el pueblo y ya me indican bien la
dirección. Es un camino lateral, que se coge justo en la primera casa del
pueblo y que como es normal, sale ascendiendo, ahora más suavemente, hasta
llegar a una carretera que nos lleva en suave ascenso hacia Berroeta.
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Camino a Berroeta |
La distancia a Berroeta
es de tres kilómetros que se hacen siempre en ligera subida por carretera, con
preciosas vistas a los lados.
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Caminoa Berroeta |
A la derecha tengo un pueblo llamado Aniz, que se
ve al otro lado del ya muy estrecho valle.
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Aniz |
De frente tengo las montañas que
tendré que subir en breve y a la izquierda la ladera del monte que voy
subiendo. Es un tramo muy agradable que termina al llegar a Berroeta.
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Camino a Berroeta |
Ya hemos
subido casi doscientos metros, pero a la salida de Berroeta los voy a perder de
golpe. Y es que hay que pasar al otro lado del valle. La carretera salva el
hueco con un enorme viaducto, pero el camino, para evitar ir por la misma, baja
hasta el fondo del valle y de inmediato comienza a subir por el otro lado.
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Berroeta |
Así que a la salida de
Berroeta toca bajar. Ya llevo diez kilómetros de etapa, todos subiendo, y bajar
un poco hasta gusta.
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Salida de Berroeta |
Es una bajada muy fuerte protegida con una barandilla de
madera, que termina en un puente que cruza un regato y a partir del cual se
empieza a subir fuertemente por un camino de tierra bordeado completamente de
árboles que impiden ver el paisaje.
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Salida de Berroeta |
Hay
algunos árboles caidos y atravesados en el camino, que obligan a agacharse para
pasar por debsjo. Eso si, voy oyendo el tráfico que pasa por el altísimo
viaducto cada vez más cercano, con lo que voy teniendo idea de la altura que
voy ganando.
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Camino a Almandoz |
De repente, un claro me
permite ver que ya he superado la altura del viaducto y sigo subiendo
fuertemente hacia un pueblo que se ve ya relativamente cercano.
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Camino a Almandoz |
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Camino a Almandoz |
Tras tanta subida llego
por fin a Almandoz. Es un pueblo en cuesta ubicado a media subida de la
montaña, tan bonito y cuidado como todos los demás de la zona y que tiene una
preciosa y gran iglesia, a cuyos pies paro para descansar un rato y comer y
beber algo.
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Almandoz |
Son ya trece kilómetros de etapa y va siendo hora. Me tomo un poco
de lomo y una naranja y descanso unos minutos antes de continuar, por supuesto
subiendo. Viene ahora la parte más dura de la subida. Estamos a cuatrocientos
metros de altura y tenemos que subir hasta setecientos en tres kilómetros.
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Iglesia de Almandoz |
Salgo de Almandoz, que
por cierto es el último pueblo del valle del Baztán, por carretera que sube muy
fuertemente dejando preciosas vistas de la zona por la que venido. Al poco se
cambia la carretera por un camino de cemento que gana altura a más ritmo.
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Almandoz desde la subida |
Al cabo de un rato, se
cambia el cemento por un camino de tierra ancho y cómodo que empieza a subir
por un bosque precioso. Es una de las zonas más bonitas de la etapa. Es un
bosque mágico, el tipo de bosque que uno se imagina al pensar en brujas o
hadas.
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Camino a Venta San Blas |
Todo verde, con el suelo cubierto de hojas rojizas, árboles bastante
separados que permiten tener perspectiva y algunos ejemplares muy viejos,
nudosos y cubiertos de musgo. Una preciosidad.
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Camino a Venmta San Blas |
Pero todo puede
mejorarse. Al cabo de un rato, se abandona el ancho sendero que traigo y se
ataca una fuerte rampa que termina en medio del bosque.
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Camino a Venta San Blas |
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Camino a Venta San Blas |
Ya no hay camino. Voy
andando por la hierba y la hojarasca guiándome por las flechas pintadas en los
árboles. Además he entrado en una zona de neblina y cae una suave llovizna que
los çarboles apenas dejan llegar al suelo. La impresión de bosque mágico se
realza. En cualquier momento espero ver salir un trasgo, un duende o un
basajaun de detrás de alguno de los árboles. Es una auténtica pasada.
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Camino a Venta San Blas |
Voy ascendiendo
zigzagueando por el monte. Paso al lado de un par de bordas de pastores medio
derruidas, pero que en este ambiente son preciosas.
El final de la subida
tiene mucha pendiente y al fondo se adivina ya la pared de la Venta de San
Blás, que es donde termina este tramo. Estoy deseando llegar y sentarme a tomar
algo, pero como de costumbre, lo que me llevo es una decepción. La venta está cerrada.
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Casmino a Venta San Blas |
Me siento en una mesa de
piedra y descanso un poco mientras me rehidrato y disfruto de la vista. Sigo
entre neblina, con lo que no puedo ver el paisaje hacia el valle. Pero el
bosque donde estoy merece de todos modos mucho la pena. La mesa está en una
amplia explanada al lado de la venta, que está situada al pie de la carretera
que asciende el puerto.
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Camino al Puerto de Belate |
Antiguamente era un lugar estratégico del Camino, ya
que aquí se situaba una ermita y un
hospital de peregrinos. Pero eso era antes. Hoy ni te abren para darte agua.
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Camino al Puerto de Belate |
En la curva de la
carretera hay una fuente y justo por detrás suyo sale una senda de tierra que
continúa ganando pendiente por el bosque. De nuevo vuelve el bosque mágico. Voy
ganando altura zigzagueando entre las hayas guiado por las flechas pintadas en
sus troncos. Paso alguna borda semiderruida y la sensación entre la niebla y la
leve lluvia que lo único que hace es refrescar el ambiente, es la de
encontrarte casi en otro planeta.
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Camino al Puerto de Belate |
Este último tramo hasta
la cima del puerto, de unos tres kilómetros, es algo más suave que el anterior,
con lo que se disfruta más . Hay zonas donde la senda avanza muy estrecha y
pegada a la fuerte pendiente del lado derecho. Hay que tener cuidado, pues el
piso está muy húmedo y un resbalón podría ser un problema.
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Camino al Puerto de Belate |
Poco a poco empieza a
adivinarse la cercanía de la cima. Se nota más luz y comienzan a verse claros
entre los árboles. Y así, finalmente salgo de los últimos árboles a la cima,
despoblada y amplia, que se encuentra cubierta por una fina neblina.
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Camino al Puerto de Belate |
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Llegada a la cima de Belate |
Y allí, parado justo en
la cima, está el Diablo, señor del valle del Baztán, para despedirme de sus
dominios.
Es un enorme macho
cabrío que se encuentra solo en la cima del monte contemplando el otro lado de
la ladera. Tiene una cornamenta respetable y la verdad, su visión impresiona en
este lugar. Es una estampa magnífica.
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El diablo guarda sus dominios |
Aunque no sea en
realidad el Diablo, a mi me impone. Se encuentra en medio del camino y cuando
me oye se da la vuelta y se me queda mirando. No hay otra cabra por las
cercanías (ni para el caso otro peregrino). Así que estamos los dos solos y él
no parece tener intención de apartarse.
Así que echándole valor,
hgago lo que hay que hacer: me aparto yo.
Subo un poco por la
colina alejándome del camino para evitarle y en cuanto me ve apartarme, él
comienza a avanzar a paso lento por el Camino, dejándome bien claro quien es el
que manda.
Me sobrepasa con una
mirada despectiva y continúa hacia el bosque del que acabo de salir. El diablo
vuelve a sus dominios…
Y yo vuelvo al Camino.
Este es ahora una senda estrecha que llanea por la cima de la cordillera en
terreno muy despejado, ya sin árboles.
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Cima de Belate |
Está delimitada cada pocos metros por
enormes losas de piedra, lo que le da un aspecto muy céltico. Es una parte preciosa del camino que forma
parte de una antigua calzada romana.
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Cima de Belate |
Tras cerca de un
kilómetro de llanear por la cima, llego a una amplia pradera donde hay una
ermita reconstruida y unos carteles que indican que este es el lugar donde
abandono el valle del Baztán para entrar en el de Ulzama. Es un paisaje
desolado y misterioso con la neblina que aún hay y me acerco a ver la ermita,
que obviamente está cerrada.
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Ermita en la cima de Belate |
Aquí arriba sopla un
aire fresco, así que comienzo a descender al valle del Ulzama teniendo ya a la
vista unos metros más abajo el antiguo Monasterio- Hospital de Belate, hoy
restaurado parcialmente y al que llego tras una fuerte bajada por unos senderos
muy incómodos, llenos de piedras sueltas que hacen que se tenga que ir muy
despacio.
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Comienzo de la bajada al valle de Ulzama |
A medida que bajo salgo
de la neblina, que está asentada en la cima y comienzo a ver mejor los
preciosos paisajes de pradera de montaña que me rodean. En la zona donde está
el Monasterio aún no hay árboles, pero el bosque espeso comienza muy cerca.
Paro un poco a ver el
monasterio, que está compuesto de dos sencillos edificios de piedra sin nada en
el interior.
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Monasterio de Belate |
Llevo ya más de veinticinco
kilómetros según el Gps y los últimos quince han sido de fuerte subida, así que
me merezco un pequeño descanso. Pequeño porque en cuanto paro refresca, así que
me pongo en marcha de nuevo.
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Monasterio de Belate |
Pienso que ya se ha
acabado la subida del día, y estoy feliz de ello. Por eso, resulta un palo
comprobar que el Camino empieza a subir de nuevo fuertemente tras pasar el
Monasterio de Belate. Y es que tras Belate, hay que subir otro collado aún más
alto, que me lleva hasta los novecientos y pico metros de altitud.
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Camino a Lantz |
Es una subida dura al
principio, por un denso bosque de pinos, que se suaviza cuando alcanzo una
senda forestal que avanza por la cima y en la que hay varios operarios cortando
árboles. Se ve que esta es una zona que están explotando actualmente, ya que me
cruzo con varios vehículos y veo muchos montones de árboles recién cortados que
están a la espera de ser recogidos.
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Camino a Lantz |
El inconveniente es que
con tanto tránsito el camino está completamente embarrado y se hace complicado
transitar por él.
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Camino a Lantz |
Este trozo del Camino se
me hace muy pesado. Todo el rato es igual, en línea recta por la senda y
subiendo ligeramente. Además comienzo a estar cansado y con ganas de parar a
descansar en algún sitio que tenga mesas, sillas y una caja registradora.
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Camino a Lantz |
Tras unos tres
kilómetros por este pesado (y sin embargo bonito) camino, empiezo a entrar en
zona más despejada de árboles y comienzo a bajar, ligeramente al principio y
con más fuerza más adelante.
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Camino a Lantz |
Estoy ya bajando al
valle de Ulzama. Aquí el tiempo está completamente despejado y es incluso
caluroso, así que me pongo mi gorro y paro a beber agua para evitar problemas.
Estoy algo cansado, pero sin mayores problemas tras los treinta y algo
kilómetros que llevo ya encima.
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Camino a Lantz |
La bajada acaba en el
primer pueblo del Valle de Ulzama, que se llama Lantz. Allí lo mejor que hay es
una posada con bar, donde pido una coca y agua.
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Lantz |
Me dicen que agua fría no
tienen, pero que la de la fuente del pueblo es fría y muy buena, así que me
acabo la coca y voy a la fuente, donde bebo a voluntad y relleno mi botella. Es
cierto que el agua está muy buena y muy fría, lo que se agradece.
|
Posada de Lantz |
Lanz no es un pueblo tan
bonito como los que había en el Valle del Baztán. Tiene algunas bonitas casas,
pero no es ese conjunto armónico, señorial y redondo que se veía hasta en el
más pequeño pueblo del Baztán. En todo caso, la realidad es que estoy ya mal
acostumbrado. El pueblo no es feo, como casi todos los de Navarra.
Desde Lantz me quedan
unos quince kilómetros según la guía para llegar a Olaiz, mi destino de hoy.
Dado que llevo ya casi treinta y cinco, pues queda un rato largo. Son cerca de
las tres cuando salgo de Lanz y cojo una carreterilla comarcal sin tráfico que
me acerca al siguiente pueblo, Olagüe, que se encuentra a casi cinco
kilómetros.
El paisaje ha cambiado
completamente. Ya no hay bosques y vamos atravesando compos de labor y praderas
delimitadas por cercados. El ambiente es bastante caluroso y se nota mucho al
caminar
|
Camino a Olague |
Además el camino también
ha cambiado. Prácticamente desaparecen las flechas y las indicaciones, tan bien
mantenidas en el valle del Baztán y que aquí brillan por su ausencia.
Especialmente a partir de Olagüe la señalización es mala o inexistente, por lo
que tengo que ir fiándome de mi guía, que gracias a Dios es muy buena y muy
exacta.
|
Camino a Olague |
Por sendas a través de
prados y tras algo más de una hora que culmina en un interminable tramo recto
por una carretera de asfalto recalentado, hago mi entrada en Olagüe, un pueblo
también bastante anodino donde paro en la fuente a recargar y luego, justo a su
salida, en un bar muy modernillo que hay para tomar una coca y sellar la
credencial, que hasta ahora no lo había hecho.
|
Olague |
El calor ya es fuerte y
no apetece salir del bar, pero no hay más remedio, así que salgo de Olagüe por
una carretera que me permite recorrer, recta como una vela, los dos kilómetros
que hay hasta el siguiente pueblo, Leazkue.
|
Camino a Leazkue |
Este es un pueblo más pequeño y
situado en un alto. Lo atravieso en un momento y justo en su cima tomo un
camino lateral de cemento que comienza a bajar hacia el siguiente pueblo de
este rosario de localidades que jalonan la carretera de Pamplona a Francia,
cuyo trazado vamos más oi menos siguiendo.
|
Camino a Leazkue |
El camino de cemento se
convierte pronto en uno de tierra que avanza, bajando suavemente entre tierras
de labor y pequeñas manchas arboladas. Falta señalización en este tramo y me
tengo que fiar de la guía e incluso de Google Maps para llegar a Etulain, otro
pueblo pequeñínb y sin nada que se cruza para seguir por el mismo tipo de
terreno hacia Burutain.
|
Camino a Burutain |
Por aquí las señales son
ya inexistentes. Hay que tener imaginación para seguir el Camino, y también
tener clara la dirección general que lleva. La carretera nacional, que llevo
cerca, es siempre una buena ayuda y en más de un momento estoy tentado de salir
a ella y continuar por allí hasta el hotel.
Pero mal que bien
atravieso todos los campos de labor existentes y llego a La entrada de Burutain,
pueblo al que no se llega a entrar, pues el Camino se desvía por carretera
entre chalets hacia el siguiente pueblin, Ostiz.
|
Camino a Ostiz |
Como veis este tramo es
un desesperante rosario de pequeños pueblines separados entre si por unos dos
kilómetros. Ninguno tiene el menos servicio y todos están a pocos cientos de
metros de la carretera nacional.
A Ostiz se entra
también, tras atravesar los habituales y recalentados compos de labor, por un
tramo interminable de carretera, que pone a prueba la paciencia.
Pero más se va a poner a
la salida de Ostiz.
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Salida de Ostiz |
Para salir el Camino llega prácticamente hasta el río y
luego se interna por un sendero enano, sin señalizar ni mantener, que va
colgado entre el río y los muros de las casas colindantes. Es el peor tramo de
Camino que yo he recorrido nunca. Menos mal que dura menos de un kilómetro. La
maleza está muy cerrada, lo que hace difícil avanzar, hay verjas ue cierran el
camino y que tienes que saltar o rodear, incluso tengo que pegar un salto para
salvar un regato que baja al río. En otras zonas el sendero ni siquiera existe. Tienes que
imaginártelo y seguir siempre lo más pegado posible al rio.
Este tramo de pesadilla
termina paralelo a la vderja de un picadero desastrado, donde se ven dos
caballos sueltos y nada más.
|
Picadero camino a Eneriz |
Pasado el picadero, por fin termina este tramo
horrible y tuerzo a la derecha cruzando el río po¡r un puente, para subir al
último de los pueblecitos antes de Olaiz; que se llama Eneriz.
La subida a Eneriz es
bastante dura, pero no muy larga. Mas que un pueblo, Eneriz es una sucesión de
chalets residenciales situada en una media ladera de un monte que se sitúa a la
derecha de la Nacional.
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Entrada a Eneriz |
A la salida el Camino
mantiene la altura y la distancia a la
carretera, por lo que voy por un muy agradable camino a media ladera del monte,
con estupendas vistas.
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Camino a Olaiz |
Atravesando prados y bosquecillos por este camino,
recorro los dos kilómetros y medio que hay entre Eneriz y Olaiz y de repente,
en una curva de la senda, aparecen frente a mi las casas de Olaiz. ¡Por fin!.
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Camino a Olaiz |
La verdad es que el
tramo desde Olaiz se me ha hecho eterno y estoy bastante cansado, aunque las
piernas responde aun bien.
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Camino a Olaiz |
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Camino a Olaiz |
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Camino a Olaiz |
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Lavadero en Olaiz |
Olaiz está a media
ladera del monte, con lo que ahora me toca bajar hasta la carretera, donde está
mi hotel, el Hotel Ibaiondo.
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Vista desde Olaiz |
Es un kilómetro de bajada
suave y fácil, ya con la meta en la mirada, que hago en un santiamén, llegando
al hotel a eso de las seis y media, tras once horas y media de etapa. Ya está
bien…
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Llegada al Hotel |
El hotel es un caserón
vasco rehabilitado que está bastante bien. Mi habitación es pequeña, pero con
todo lo necesario, y me tumbo a descansar directamente un rato antes de asearme
y deshacer la mochila. Estoy más cansado que la media, pero sin problemas.
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Hotel Ibaiondo. |
A las nueve bajo a
cenar. La ventaja de este hotel es que, como está en medio de la carretera, sin
nada alrededor, no hay nada que hacer. Así que solo descanso y ceno.
Tomo unos guisantes con
jamón y un entrecotte y me voy directo a la habitación a dormir.
Ha sido una jornada muy
larga y muy cansada. Para compensar, mañana tengo solo trece kilómetros hasta
Pamplona, donde tomaré un tren para ir hasta Sarria y comenzar desde allí la
última etapa de la peregrinación hasta Santiago.
TRIVIAL DEL CAMINO.
Cristina y Luis
acertaron la pregunta de la batalla que tuvo lugar en Amaiur y que significó el
fin de la independencia del Reino de Navarra. España lo anexionó y se acabó su
historia.
Para hoy una pregunta
del Valle del Baztán, que acabo de atravesar.
-
El rio que
atraviesa el Baztán se llama Rio Baztán solo en Baztán…. ¿Cómo se llama en el
resto de su recorrido hasta el mar.
Buenas tardes… y buen Camino
Ni es extraño que no tengas ganas de escribir, después de ese etapón solo descansar, de todas firmas las fotos indican una etapa espectacular.
ResponderEliminarBuen viaje hasta Sarria.
Las fotos muy bonitas pero no te puedes mandar esas etapas así de largas!!! Nos alegramos que hayas llegado bien y cuídate!!!! Abrazo y buen camino!!!
ResponderEliminarQue fotos tan bonitas. Tendré que ir a conocer las tierras de mis ancestros!!!!
ResponderEliminarDescansa y no te des esas palizas,que el Camino seguirá allí al año que viene.
Bidasoa
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